Capítulo seis


—Off, ¿Qué piensas de la situación de la manada de aquí? Mi Gunnie no ha sido feliz desde que ese gamberro, James, tomó el control de la manada.

Off le dio la espalda a los pelirrojos cuchicheando en frente de él y miró a la abuela de Gun.

—No estoy seguro del todo, señora Atthaphan. ¿Cuánto tiempo ha sido James el Alfa de la manada, señora?

La mujer mayor palmeó la mano de Off y sonrió.

—Ahora, Off se supone que debes llamarme Abuelita. Somos familia ahora.

Tomó un sorbo de su té helado y le sonrió a Gun y Jane, quienes tenían sus cabezas juntas riendo sobre algo, entonces regresó a ver a Off.

—Ha tenido el poder por solo tres años. Push, el Alfa antes de James fue el líder de la manada por veinticinco años.

Lee agarró un nacho del plato de entremés en el centro de la mesa, su frente fruncida.

—Abuelita, ¿Cómo obtuvo James la posición? ¿De la manera tradicional? ¿O fue escogido o votado?

Abuelita se dirigió a Lee, quien recordó usar su sobrenombre, y se estiró por un nacho.

—Creo que desafió a Push de la manera tradicional, y Push se echó para atrás para evitar el derramamiento de sangre.

—¿Y nadie lo detuvo?

Lee preguntó mientras agarraba su cerveza.

—No, Lee. Nadie quería causar un disturbio. Somos una manada pacifica, o más bien teníamos una manada pacifica, hasta James. Mi Leo fue un Beta de Push por muchos, muchos años. ¿Pero Gunnie? Él no es lo suficientemente fuerte para ser algo más que un Omega. Gunnie no nació de un lobo. Aún cuando mi Leo lo era, el gen se saltó a mi hijo hijo Arm, el padre de Gun.

Interesante. Nunca había conocido a un hombre lobo 'hecho'. Miró a Gun y no pudo evitar el sonreír. Gun estaba riendo sobre algo que Jane dijo.

—Abuelita, ¿Cómo se hizo lobo Gunnie?

Abuelita frunció el ceño y tomo un rápido sorbo de su té.

—Leo lo salvó del accidente que mató a sus padres. Leo y yo los seguíamos de regreso en un viaje que habíamos hecho a Suay. Un conductor ebrio los golpeó al pasar y Arm y Namtan murieron instantáneamente. Gun era un infante.

Lee soltó un silbido bajo y largo, sacudiendo su cabeza.

—Lo siento, Abuelita, debió de haber sido horrible. ¿Supongo que tú viste todo?

Abuelita asintió.

—Sí, Lee, lo vi, pero al menos salvamos a Gunnie. ¿Cierto? Off miró a Gun otra vez y sonrió.

—Sí, Abuelita, por lo menos salvaron a Gunnie. Gun levantó la vista, sus ojos muy abiertos.

—¿Yo? ¿Qué están hablando de mí? Lo que sea que Abuelita les esté diciendo, no lo hice.

Off rió.

Abuelita se carcajeó.

—Gunnie, ¿estás acusando a tu abuelita de mentir? Lee agarró el último nacho, sonriendo como un idiota.

—Gun, en cierta forma dudo que seas inocente. Te he conocido por — miró su reloj— tres horas y casi puedo decir que eres pura travesura y probablemente propenso a accidentes como Jane.

Jane se burló.

—No soy propensa a accidentes, Lee, retira eso. Alzó una ceja hacia Off.

—¿Off?

Off levantó sus manos.

—Oh no, no me vas a arrastrar en esto.

Abuelita se inclinó y palmeó la mano de Jane.

—Todo está bien, querida. Si eres un poco como mi Gunnie, eres una señorita especial.

Jane asintió, haciendo que su brillante cabello rojo cayera sobre sus hombros.

—Ven, soy especial.

Gunnie rió.

—Se los recordaremos la próxima vez que hagamos algo estúpido. Jane miró ceñudamente a Gun, pero era evidente que intentaba no reír.

—Silencio Gunnie, no estás ayudando en nuestro caso.

Todos rieron.

La mesera llegó con su comida, silenciando la conversación por unos minutos. Off tenía una racha. Realmente quería a la abuela de Gun y Lee y Jane parecían querer a Gun. De hecho, Gun y Jane no habían dejado de hablar desde que se conocieron esta tarde. Había tenido toda la razón al pensar que Gun y Jane se volverían rápidamente amigos.

Gun levantó la vista y encontró los ojos de Off mientras la mesera les daba sus bistecs. Sonrió, sus ojos brillando, y le dijo —gracias— a Off.

Off hundió la cabeza, feliz de poner esa expresión en la cara de Gun. Gun amaba su tienda, y el saqueo y la amenaza lo habían sacudido bastante.

Gun finalmente había confesado que James dirigía su cólera en las cosas que a Gun le asustaban. James había desquitado su cólera en Gun. Ahora, Gun tenía miedo de que fuera cuestión de tiempo antes de que la furia de James cayera encima de alguien a quien Gun quisiera.

—Gunnie, tengo que decirlo, estoy feliz de que Off te encontrara.

Jane asintió, tomando un trozo de su papa al horno y un rápido

sorbo de su té.

—Realmente pensé que no tendría una pareja o que tal vez su pareja sería una mujer. ¿No hubiera sido eso un lío?

Gun rió y tomó la salsa para la carne de en medio de la mesa.

—Oh Señor sí. De hecho tenía el mismo miedo por mí. No es que no me gusten las mujeres, pero...

Gun se encogió de hombros y jaló la tapa de la botella. Era una botella nueva y la cosita de plástico todavía estaba pegada.

—Uhh, ¿me pregunto qué habría hecho si ese hubiera sido el caso?

Tiró fuertemente de la tapadera, de improviso botó de su mano, volando a través del restaurante y le pegó a un camarero que andaba por ahí.

Gun a hurtadillas miró hacia atrás luego giró la cabeza lo que la hizo crujir, mirando la mesa, sus ojos muy abiertos mientras el mesero miraba alrededor viendo quien lo había golpeado. Jane miró a Gun, la botella —de nuevo la mano de Gun— y otra vez a Gun antes de que empezara a reír.

Gun golpeó su frente con la palma de la mano con su mano libre y gimió, pero también se estaba riendo.

Off y Lee intercambiaron miradas y rieron incontrolablemente. Abuelita rió quedamente.

—Ese es mi chico.

Lee cortó un pedazo de su bistec.

—Me recuerda la vez que Jane tiró la botella de kétchup a través del restaurante.

Jane gimió y tomó un bocado de bistec.

Gun puso un poco de salsa para carnes en su plato y regresó la botella sin tapadera.

—Cuenta.

Off sonrió, recordando el incidente del que Lee estaba hablando.

Jane y Lee estaban saliendo.

—Estaba intentando poner ketchup en su hamburguesa y estaba sacudiendo la botella intentando hacerla salir.

—Consiguió hacerla salir. Después de que soltará el agarre y botara sobre su hombro, —dijo Lee.

Una gran sonrisa se extendió por la cara de Gun. Se acercó a Jane con el hombro.

—¿Cómo le hiciste para hacerlo?

Lee rió ahogadamente.

—Lo estaba sacudiendo como el infierno y solo se le deslizó. Había Kétchup por todos lados, y la botella se rompió cuando cayó al piso. Terminó con kétchup en su espalda, mi brazo y sobre las personas en la mesa que estaba a un lado de nosotros.

Abuelita cubrió su boca para amortiguar la risa.

—Deberían mantenerlos lejos el uno del otro. Eso suena exactamente como algo que Gunnie haría. Sería un equipo peligroso.

Off asintió.

—De hecho estaba pensando en eso esta tarde. Tal vez necesitemos agregarlo al presupuesto de la compañía Lee. Necesitamos un fondo 'fianza para mantener a Gunnie y Jane fuera de la cárcel' o tal vez un fondo 'pago para las cosas que Gunnie y Jane rompan.'

Gun bufó, sus ojos brillaban con regocijo.

—Oh, vamos, no somos tan malos.

Su pie frotó la pantorrilla de Off bajo la mesa.

Lee tomó un trago de su cerveza y besó la mejilla de su esposa.

—Si Gun conduce como Jane, definitivamente necesitamos un fondo 'multas de tráfico.'

Jane golpeó con el codo a Lee y miró a Gun.

—¿Qué tipo de carro conduces Gunnie?

Gun se sonrojó y miró a la abuelita.

Off no sabía si reír o llorar. Aparentemente Gun conducía tan mal

como Jane.

—De acuerdo, Abuelita, déjame adivinar. ¿Va a costarme un pie y un brazo el asegurarlo?

Abuelita se volteó hacía él.

—Solo si puedes asegurarlo Off.

Lee empezó a reírse disimuladamente.

—No soy tan malo —protestó Gunnie—. Soy un buen conductor —miró alrededor de la mesa—. Realmente —suspiró y sacudió su cabeza, pestañas rojizas demasiado largas cayeron sobre sus ojos—. Las cosas simplemente tienden a saltar en frente de mí.

Abuelita sonrió.

—He tenido que cambiar la puerta de la cochera tres veces, el buzón seis. Solía comprarle un nuevo juego de llantas cada seis meses por ir golpeando y restregándose contra cunetas. Ha tenido un total de ocho carros desde sus dieciséis años.

Los ojos de Off se abrieron ampliamente.

—Buen Señor, Gunnie.

Gracias a Dios Gunnie era un lobo y no se moría tan fácilmente. No es que eso fuera a dejar de preocupar a Off... mucho. Volteó a ver a Abuelita y muy seriamente preguntó.

—Abuelita, ¿Suwut tiene algún tipo de transporte público?

Lee rió tan fuerte que su cara se puso roja.

Jane se estiró y estrujó el hombro de Gunnie.

—Ya veremos. Mañana no conduciré al centro comercial mientras los chicos tienen sus citas de negocios.

Gun empezó a reír.

—Jane, se supone que estás de mi lado.

Masculló algo más y tomó un rápido trago de su bebida.

Off arqueó una ceja hacia su compañero y subió su pie con botas sobre la pierna de Gun.

—Gunnie, ¿Qué fue eso?

—Dije, de cualquier manera mi carro está en el taller.

Todos rieron incluyendo a Gun.

Gun se excusó mientras Abuelita, Jane y Lee estaban terminando sus postres y Off estaba esperando para pagar la cuenta. No podía recordar la última vez que había tenido un momento tan agradable.

Probablemente parecía un tonto por sonreír tanto, pero no podía detenerse. La tarde había ido mejor de lo que había imaginado. Sabía que Abuelita amaría a Off. ¿Cómo no podría hacerlo? Off solo era... Gun suspiró. Su compañero era un hombre maravilloso.

Cuando Off le dijo que había invitado a Lee y Jane, Gun tuvo un serio caso de mariposas en el estómago. Estaba aterrorizado de no dar una buena impresión a los amigos de Off. Off no tenía familia, Lee y Jane lo eran, y para Gun era importante que lo aprobaran. Sacudió su cabeza, riéndose de sí mismo. No debió de preocuparse.

Caray, habían ido específicamente al pueblo a conocerlo. Habían estado ansiosos por conocer al compañero de Off.

Off le había contado como Jane siempre los había metido en citas a ciegas. Por lo que Off le había dicho, Jane no podía dejar a Off sin compromiso. Estaba convencida de que, ya que Off era gay no tendría un compañero como los otros hombres lobo, así se había dado a la misión de encontrarle uno. De acuerdo a Off, la última cita a ciegas en que lo había puesto, no había confirmado de antemano que el hombre fuera gay. Solo había invitado al hombre a cenar diciéndole que quería presentarle a un "amigo".

Resultó que el hombre no era gay. Chico, lo que Gun hubiera dado por ver eso. Off y Lee seguro obtuvieron un golpe por contar la historia.

Gun abrió la puerta del baño de los hombres, chocando con un hombre que iba saliendo.

—Con permiso.

El hombre siguió caminando.

Gun se encogió de hombros y fue al urinario. Hizo sus negocios y subió el cierre. Se volteó para ir al lavamanos y se golpeó contra alguien.

—Hola Gun.

Carajo, carajo, carajo. Mierda y maldición.

Gun miró fijamente los ojos de James y le dijo furiosamente.

—Quítate de mi camino, imbécil.

James sostuvo la barbilla de Gun haciendo un ruido de chasqueo.

—Ahora, Gunnie, ¿esa es la manera de hablarle a tu Alfa? Gun golpeó su mano y se echó hacia atrás.

—No me toques.

Mandaste a tus lacayos a destruir mi tienda hoy. Espera a que le diga a Off que estás aquí.

Gun estaba enfurecido. Esta vez no había forma de que detuviera a Off de dañar seriamente al imbécil. El cabrón tenía nervio. Gun intentó rodear a James, pero su brazo fue agarrado y fue jaloneado alrededor y empujado contra el pecho de James.

—¡Déjame ir!

James rió ahogadamente.

—No, creo que no lo haré.

Gun luchó, agitándose y sacudiéndose, en vano. James era mucho más fuerte y más grande que él. Maldición.

El hombre más grande lo aventó contra la pared, riendo, dándole menos espacio para maniobrar.

—Me gusta la forma en que luchas, Gun. Puedes ser un enclenque, pero no eres un cobarde.

—Que te jodan.

—Te diré que, Gun. Déjame follarte y trataré con mano suave a tus seres queridos. Hablando de los cuales, ¿Dónde está tu novio?

La boca de James cayó con estrépito sobre él. Gun torció su cabeza a un lado, tensándose.

—Sabes, si solamente hubieras cerrado la boca.

—Que te jodan. Si no fueses un asno con todo mundo, me habría callado la boca.

Una vez más, James intentó besarlo. La puerta rechinó al abrirse en ese instante y un quejido sonó cuando Gun se las ingenió para morderle el labio a James, sacándole sangre.

James aulló y soltó una mano, levantándola, empuñándola.

—Pequeña mierda.

—No creo eso, imbécil —una voz profunda gruñó.

James fue jalado bruscamente mientras su puño descendía perdiendo a Gun por pocas pulgadas.

Gun parpadeó, viendo a Lee golpear la cara del hombre con sus puños. Suspiró de alivio. Odiaba admitirlo, se estaba empezando a preocupar. Finalmente, después de unos golpes, James se escapó hacía la puerta.

Cuando se iba, volteó a mirar a Gun y lo apuntó con el dedo.

—Lamentaras esto, Gun.

Salió corriendo por la puerta del baño.

Gun se curvó contra la pared, respirando profundamente.

—Gunnie, ¿estás bien?

Lee fue hacía él.

Asintió.

—Gracias Lee.

Lee frunció el ceño.

—¿El Alfa?

Otra vez Gun asintió.

—Sí, él.

La puerta se abrió de repente y golpeó la pared con un gran ruido.

—¡Gunnie!

Off entró corriendo, mirando alrededor. Su mirada cayó en Lee, después en Gun. Se arrojó, jalando a Gun a sus brazos, prácticamente aplastándolo.

—Vi a James escapando, pensé... ¿Estás bien?

—Sí, gracias a Lee.

Abrazó a Off y después se echó hacia atrás.

—Estoy bien, realmente.

Off miró a Lee sin soltar a Gun.

—¿Estás bien, chico?

—Sí, estoy bien. Tenemos que detener a este tipo Off.

Off asintió.

—Sí... si, lo haremos.

🔥 𝕭𝖑-𝖋𝖎𝖈𝖘

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