CLARA

Después del el ascenso en aquel lugar de colores oscuros celebramos hasta la madrugada, acepto que la emoción y el orgullo es inevitable, me quede en casa de Ander al regresar, mi padre no tuvo problema la verdad.

Hoy es el primer día en el Instituto, y si estoy un poquito nerviosa pero también feliz porque podre ver a mis amigos, la alarma suena justo a las 6:00 AM, me remuevo sobre la cama de mi mejor amigo choco contra algo duro que desprende calor, aun con los ojos cerrados toco la espalda de Ander y la muevo para que se despierte.

—Ander…—lo nombro adaptándome a volver a despertar temprano

—Mmmm?...

—Vamos hay que irnos

Me levanto del lado izquierdo en el que dormía y me estiro, pienso en apagar la alarma por el insistente sonido pero mi demonio interior me grita

No lo hagas, deja que él sufra

Y eso hago, igual si eso no lo levanta no se que mas lo hará

Camino por la habitación y abro las cortinas de la misma, la noche se refleja en la gran ventana de Ander, aun se puede ver la luna en el cielo y las estrellas, muy pronto va a amanecer.

Sigo mi ruta y llego al baño por el rabillo del ojo puedo notar que Ander por lo menos ya despertó y se plantea la idea de si es bueno parase ahora o después.

Mi bolso esta aquí, me lavo el rostro y si, arreglo el desastre de mi cabello y decido hacerme un cola de caballo alta según el horario hoy toca deporte.

Antes de terminar me pongo mi amado protector solar y mi brillo de labios, no suelo ponerme mucho maquillaje, aveces la mascara de pestaña mas no es necesario porque las naturales bastan.

Abro la puerta del baño y gracias a sabremos a quien, Ander esta bien despierto. Sus ojos azules se encuentran con los mios y una sonrisa desprende de ellos.

—Buenos días Clara—saluda en un bostezo

—Buenos días, vamos cambiante antes de que se nos haga tarde

—Tu y tu puntualidad de siempre—dice levantándose dirigiéndose al baño

—Pues gracias a mi puntualidad de siempre te e salvado muchas veces el culo idiota

—Eso es verdad—me lanza un beso y cierra la puerta

Meneo la cabeza en señal de negacion
Busco mis cosas y bajo a la gran cocina de mi amigo

Preparo un desayuno muy bueno para nosotros

En diez minutos ambos estamos sentados en la mesa del comedor de mi mejor amigo.

—Te quedo muy bueno Clara

—Gracias—contesto mientras observo el teléfono que indica que es tarde—¡mierda!—suelto el tenedor—¡vamos!

Ambos tomamos nuestras cosas rápido, mientras Ander se queja de que soy una paranoica porque según él dice que faltan solo diez minutos, pero lo que él no sabe es que existe algo llamado transito de porquería.

Subimos a el Jepp Naranja de Ander y lo enciende para empezar a conducir, las calles y los carros se hacen visibles, ando un poco nerviosa así que hago lo único que me entretiene, contar los autos que pasan creo que es una manera de alejarme de la realidad.

¿Cual de las dos?

Y como lo suponía el auto de Ander se detiene por el pequeño transito que hay, varios autos se paran a nuestro lado, no pongo atención pero sin embargo noto uno muy bonito y exclusivo, un ferrary negro sencillo pero muy bello, no puede ver quien tiene la dicha de conducirlo, bueno suertudo.

El semáforo cambia a verde y Ander acelera, en lo poco que queda de camino solo hablamos de lo que nos espera en el instituto y como resolveremos las tareas y estar para la SEDBS al mismo tiempo.

Llegamos al instituto de color gris y blanco, como instituto privado tiene su propio estacionamiento, aparcamos en el puesto 14.

—Bien, ya llegamos es hora de entrar—dice Ander abriendo su puerta

Abro la mía y el pulsa el botón de seguridad de sus llaves.

—Bueno, por lo menos es el último año Ander—añado mientras caminamos juntos a la entrada llena de estudiantes—sera divertido y quien quita y también sea diferente ¿eh?

—Que el poderoso te escuche—contesta riendo

Entramos y los ojos se ponen sobre nosotros, ambos ignoramos eso y seguimos nuestro camino al salón.

Al entrar puedo notar a mis compañeros y mis amigas, sonrió feliz y corro a darles un abrazo y el feliz año.

—¿Como estas Clar?—pregunta Deny una amiga

—Bien, han sido unas vacaciones bastantes relajantes

Estoy rodeada en un circulo con las cuatro mejores amigas que tengo
Deny, Lía, Rosely, y Andrea.

Todas hablamos sobre nuestras vacaciones poco después llega otra de nuestras amigas Sabrina una chica increíble, extrovertida, popular, sociable, amigable y inteligente.

El rato que hablamos termina cuando entra el maestro de Historia el cual le odio por la materia que da, pero bueno, como siempre voy y tomo asiento adelante para concentrarme mejor.

El maestro da comienzo a la clase y si, se vuelve un poco aburrida, por alguna razón se escuchan varias voces que vienen del pasillo, miro por la ventana de la puerta.

Pasa como si fuera en cámara lenta, como una película.

En la ventana aparece un chico de ojos verdes como las esmeraldas, me sonríe mientras me lanza un beso por la ventana.

¿Espera que?

¿Eso fue a mi?

El chico desaparece al igual que las voces en el pasillo, me quedo como una tonta mirando la ventana como si fuera a aparecer de nuevo.

Observo el salón completo en silencio, miro a mis amigas que con disimulo esconden sus sonrisas.

El primer timbre suena y todos recogemos, el chico desconocido aun ronda por mi mente, bueno tal vez puede que sea para alguien mas y yo piense algo mal o una simple equivocación.

Las chicas se reúnen a mi alrededor y sus caras lo dicen todo.

—¿Quien era ese chico guapo?

—¿Si fue verdad lo que vi? ¿Te lanzo un beso por la ventana?

—¿No es un chico de último año igual a nosotras?

Me tiran preguntas que ni yo misma se responder a ellas.

—No se quien es, no me importa él, no me interesa saber o querer conocerlo, puede que sea una simple equivocación o un juego—les respondo—ademas yo jamas estaría con alguien que no conozco ni su nombre, así que olvidense de la idea de él, él no existe y yo tampoco así todos somos felices.

Cuan equivocada estaba con mis palabras en ese momento, y pensar que hice todo lo contrario de lo que dije en aquel momento, solo diré que uno nunca cumple lo que dice o al menos yo no pude.