Extra #1
Después de un año
Lucia Ferrey׃
Me encuentro mirando el horizonte de una tarde hermosa ―Ay― doy un pequeño suspiro lleno de melancolía. A veces me encuentro en situaciones que solo me hace pensar en Andrés.
―¿Por qué seré tan sensible en los asuntos emocionales?
Agarro fuertemente de la reja de un costado del puente que se encuentra justo al frente de mi y relajo mi cuerpo estirándome hacia atrás ― he estado muy estresada últimamente tanto que no tengo tiempo ni de descansar, pero afortunadamente he pasado el primer año de la universidad de medicina con éxito. Nunca pensé que sería tan difícil.
Mientras estoy concentrada en mis pensamientos suelto mis manos de la reja y me giro para ver a las personas pasar por la calle y de pronto observo a una señora que se desmaya estando justo al frente de la otra calle, sin pensarlo dos veces cruzo y me doy cuenta que a esa señora se me hacía familiar, pero con el apuro no quise entretenerme en detalles. Le doy los primeros auxilios, pero al parecer no era nada grave sino que podría haberse desmayado por agotamiento. Ya habían llamado a la ambulancia otros estudiantes que se encontraban alrededor mío ayudándome y subo con la señora a la ambulancia.
Después en el transcurso del traslado detalladamente la observo y me doy cuenta de que era Heidi la madre de Andrés. Lo primero que me vino a la mente fue― tengo que llamar a Andrés― pero recuerdo que perdí su contacto hace un año y no he sabido nada de él desde el día de su partida. No sé por qué, pero siempre pensé que sería lo mejor no hablarnos más hasta el día de su llegada. Ella recupera un poco el aliento y sus primeras palabras fueron ―Gracias― no sé si lo notó, pero mis indiscretos ojos juntos con mis pensamientos estaban sorprendidos, hasta el punto de quedarme sin palabras.
De pronto nos interrumpe un tono de celular. Ella desvía esos profundos ojos grises de mi vista y suspira.
―Coge de mi bolsa el móvil ―me ordena, pero yo hago lo que me dice― de seguro que es Andrés. ¡Responde! ―esa orden fue como si el castillo que estaba construyendo todo el año se estuviera desboronando, pero no tuve más remedio que responder. Su madre se encontraba en una fase que apenas podía hablar y al parecer no lo quería preocupar. Por suerte llegamos al hospital y sin querer en vez de responder le cuelgo. La llevan a la sala de urgencias para revisarla, su móvil siguió timbrando así que no me quedo más remedio que salir para conversar. Respondo la llamada y lo primero que escucho es su voz. Como lo extrañaba. Aunque no pude entender el Alemán.
―Hola ―Lucia pero que saludo es el que acabas de dar, ese fue mi pensamiento después de interrumpirlo ― la señora Heidi acaba de llegar al hospital que se encuentra más cerca de la universidad de medicina― no le dije que se había desmayado en la calle porque no quería preocuparlo, pero mi voz era fría y rápida. El estuvo unos segundos callado, pero al parecer entendió mi breve mensaje porque responde ―estaré ahí pronto ― y cuelga.
Mi corazón no dejaba de latir y me sentía nerviosa por algún motivo. Aunque quien diría que después de un año, la primera vía de comunicación entre nosotros sería por el móvil de su madre. Que ironía del destino.
Me sigo sintiendo cansada así que fui a la cafetería del hospital a comprar una bebida y me senté en unos de los asientos del hospital, hasta que sin querer me quedé profundamente dormida.
Hasta que siento que alguien me llama tocando suavemente la mano, ¿espera, es en un sueño o es de verdad?, pero estoy tan cansada que no me quiero despertar.
Cuando abro los ojos me encuentro con Heidi mirándome fijamente a los ojos. A cambio de Andrés los ojos de su madre me transmite una sensación de frialdad.
―Crees que un hospital es lugar para que te quedes dormida de esa forma ―aún estaba somnolienta, ni tan siquiera me había dado cuenta que me estaba regañando.
―Lo siento ―le digo bostezando― ¿ya te sientes mejor? ―que pregunta es esa Lucia. No vez que tiene hasta más energía que yo.
―Solo te quería dar las gracias por lo que hiciste en el día de hoy, pero no creas que te dejaré robar a mi hijo. ¡Me escuchas! ―acepto moviendo la cabeza.
―Yo no me quiero robar a tu hijo ―le digo ya entrando en razón― es todo lo contrario le agradezco de corazón porque si usted nunca hubiera conocido a Andrés. Espero que no malinterprete mis palabras, él siempre será su hijo ―cuando termino era evidente que estaba sonriendo, pero me alegro de ver esto por primera vez.
―No soy quién para entrometerme en vuestra relación, espero que sepas que no te dejaré en paz ―se retira mostrando una reluciente sonrisa.
Espera, acaso ya estoy en el más allá.
Como puede decirme eso sonriendo y es aquí donde me pregunto׃
¿Es algo positivo o negativo? Además, ¿qué relación en estos momentos tenemos nosotros si ya ni hablamos?
Llego a la casa que por suerte después de graduarme empecé a vivir sola con Bodi en un apartamento, pequeño pero acogedor. Empiezo a llamar a todas mis amistades, pero la mayoría están ocupados entregando proyectos finales. Menos mal que acabo de terminar la prueba más difícil del año que es anatomía aunque debo de aceptar que si no fuera por el cuerpo de Andrés no aprobaría la parte externa del cuerpo humano.
Lucia por dios volviste a tener esos pensamientos pervertidos otra vez.
Aunque no se suponía que Andrés iba a ir al hospital a ver a su madre por qué no lo vi cuando salí de allí. Acaso no fue o sí, pero nunca me vio.
Bueno que más da, ya ni sé que soy para él.
Miro hacia el almanaque y me doy cuenta que mañana por la noche es la fiesta de una compañera del aula que invitó a Javier y a mí.
A pesar de todo Javier ahora está haciendo unas prácticas en el laboratorio de la facultad ya que el está estudiando química y solo ha pasado unos meses y ya es popular.
Aunque ahora que recuerde con el asunto de los estudios ahora no se que ponerme.
***
Llego tarde otra vez
Me dirijo hacia el local que alquilaron, pero como siempre me pierdo en las direcciones.
―¡Lucia por aquí! ―me llama Javier a una larga distancia señalándome la entrada. Espera en qué lugar estaba yo metida. Voy caminando en su dirección y le doy un gran abrazo.
―Javier me has salvado ―le digo mirándolo a los ojos.
―Por dios Lucia en qué lugar estabas, por eso te dije que te iría a buscar.
―No importa ya estoy aquí ―le hago una señal con la mano― ¿entramos? ―empieza a reír y dice ―¡entramos!
No me había percatado antes pero el lugar que alquilaron tenía hasta piscina.
―Por cierto Lucia por lo menos en el día de hoy me escuchaste en algo ―me dije Javier con tono de jodedor.
―¿En qué te escuché?
―Después de mucho tiempo, por primera vez te veo vestida de blanco ―con solo decirme eso empiezo a reír.
―¿Cuando cambiarás? ―sigo riéndome― en vez de químico debiste de haber estudiado diseño de moda.
―Lucia me alegro de que hayas venido ―me dice la que organizó todo el evento. Mira en dirección a Javier y dice― puedo hablar un momento contigo a solas ―se vuelve tímida al instante.
―Por supuesto ―afirmo y nos separamos de Javier― ¿de qué quieres hablar? ―le pregunto.
―No te acuerdas de nuestro trato ―me pongo a pensar y sigo sin recordar.
―Bueno por lo que veo no te acuerdas, pero hubo una personita que me recomendó hablar e invitar a cierto joven que ahora está trabajando en la fábrica de su abuelo y que me pediste ese favor porque tiene relaciones negociantes con mi familia.
―Espera eso quiere decir que el vino ―y acepta. ―Wao ―eso fue lo que dije por impulso. La verdad es que sigo sin creer.
Bueno modélate quizás no es la misma persona que hablamos, y lo estaré confundiendo.
―¿Por qué no me lo presenta?
―Desde que llegaste, Javier no se despega de ti, ¿cómo puedo presentártelo? ―aunque la verdad que si es él, ya conoce a Javier y muy bien.
—Oye no te pongas celosa —me da la ligera impresión de que le gusta a Javier.
―Ven ―me jala del brazo y nos dirigimos a un grupo del cuál no conozco a nadie o eso creo a simple vista ya que la mayoría estaban de espalda.
―Buenas chicos ella avisa y nos incluimos al grupo ―y ahí me viene la gran pregunta ¿qué rayos estoy haciendo aquí?
―Les presento a Lucia una compañera del aula ―todo me saludan alegremente― ¿alguien sabe dónde está Andrés? ―ella pregunta por su nombre.
―Aún no ha llegado ―le responden.
―Yo no sabía que era tan famoso en esta fiesta ―siento su presencia justo detrás de mí e inclino mi cabeza un poco para ver quién era, y me encuentro con Andrés. Siendo una persona totalmente diferente hasta tiene espejuelos, aunque no me quejo aún se les veía con claridad esos ojos grises. Hipnotizada con su nueva apariencia sin querer me giro estando justo en frente de él.
Esa persona que no se cansaba de perseguirme con la vista en el pasado, y que justo en este momento soy yo quién lo busca por otras personas.
Ahí se encontraba mirándome a los ojos, mostrando una sonrisa traviesa como si supiera todo de mí, pero como siempre soy yo la que no sé nada de él.
―Oh Andrés llegas tarde, te presento a mi amiga Lucia ―¿que ahora harás como qué nunca nos hemos conocido?
Acaso crees que esto es un chiste, porque no paras de reír.
―Un placer conocerte Lucia ―estira su mano para saludar y yo le sigo el juego como siempre y le digo ―el placer es todo mío― estrecho mi mano con la suya y no puedo contener mis nervios así que sonrió de la misma forma.
Si ahora quieres aparecerte en mi vida como un extraño, no soy quien para negarlo. Aunque después espero que no te arrepientas.
Nota de la autora:
No quería terminar esta historia de una manera sencilla. Así aquí está unos de los extras. Seguiré publicando nuevos capítulos y recuerden que he comenzado a publicar otra novela llamada "Todo comenzó con tu sonrisa"
Nos vemos hasta la próxima ~~~~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top