22.Fiesta nocturna

Lucia Ferrey:
La música estaba por todo lo alto, muchas personas bailaban en el centro de la fiesta y al costado habían de todo tipo de bebidas.

No ha cambiado en nada sobre su concepto de fiesta.

Empiezo a buscar con la vista a las personas que pueda conocer, pero me es imposible ya que con la oscuridad y las luces de colores moviéndose de un lado a otro, y con la música muy alta, no logro reconocer a nadie.

―Lo siento, ¿pero te conozco? ―pregunta Natalia.

Ella es la hija de los dueños de la casa y también es la amiga de la infancia de Javier. Diría que es la promotora de todas las malas acciones que pueda hacer él, pero le tiene tanta confianza como si fueran hermanos de toda la vida.

―Puede que no me reconozcas, pero yo soy Lucia ―le digo tratando de probar un poco del coctel de fruta que tenía en el centro de la mesa.

―Es en serio, tú eres Lucia, pero como has cambiado. Antes eras callada y no te gustaba relucir, ni destacar, pero ahora es todo lo contrario. Lo siento, pero no te invite porque pensé que me rechazarías ―mentira no lo hiciste porque no me soportas, acaba de aceptarlo.

―Quién me invitó fue tu queridísimo amigo Javier ―le digo interrumpiendo sus palabras― al principio lo rechacé, pero me insistió tanto que me fue imposible negarme.

Vamos a qué esperas. Acaba de sacar esas garras que tienes escondidas, con ganas de atacarme cuando menos lo espere.

Ya no soy la de antes que con unas simples palabras me quedaba callada y dejaba que las personas disfrutaran en molestarme porque la verdad es que no me importaba, hasta que supieron que me gustaba Javier. Yo no soy el juego de nadie, pero ellos se quisieron divertir conmigo.

―Me alegro que hayas venido puedo... ―la vuelven a interrumpir, pero esta vez era la voz de Andrés.

―Lucia te estuve esperando un buen tiempo en la entrada, ¿por dónde entraste? ―se acerca demasiado para besarme ardientemente en los labios.

―De seguro qué no me reconociste ―le digo después de recuperar el aliento.

―Cómo te voy a reconocer si te has vestido de una forma tan provocadora ―se acerca a mi oído y me susurra― espero que en esta noche no me obligues a pecar.

Mira que trato de ser normal al estar junto a ti, pero me vuelves loca con solo decirme esas palabras.

―Mumm... ―interrumpe nuestra seducción la voz de Natalia.

―Oh cierto, ¿Natalia qué me decías? ―te llegó la hora de envidiar y de sufrir.

Sin quererlo ya me estoy vengando a mi manera.

―Nada solo te quería presentar a unas amistades, ¿pero quién es este galán? ―lo señala sin quitarle los ojos de encima.

¿Para qué pregunta? Acaso no lo puede ver o te estás haciendo la idiota.

―Pues él es mi... ―Su novio ―me interrumpe Javier con una inmensa alegría― no sabes lo feliz que estoy por verte en la fiesta Lucia.

―¿Cómo fue que se volvieron a encontrar? Javier.

―Muy fácil su padre nos quiso presentar ―te lo suplico no hables más porque cada vez que lo haces arruinas poco a poco nuestra relación.

Espera quizás lo esté haciendo a propósito.

―En serio yo no sabía que el padre de Lucia quería que ustedes se conocieran ―ya está empezando a sacar sus garras, a veces pienso que solo lo hace con el apoyo del estúpido de su amigo. Cómo pude ser también estúpida y dejarme engañar tan ciegamente antes, ahora no sabes cuánto me arrepiento.

Mira fijamente al rostro de Andrés como sí estuviera buscando en él algún gesto de molestia o de celo, pero hace lo contrario me rodea su brazo por la cintura sujetándome fuertemente y me sonríe disimuladamente como sí no pasara nada y dice ―Tienes razón a mi suegro le encanta presentar a su hija con los demás porque está orgulloso de ella, de la misma forma en que lo estoy ―me ha dejado con la boca abierta, en serio es un estupendo actor, aunque ya sé que todas sus acciones son así de espontáneas.

―Me alegro por ti, Lucia. Javier me gustaría que vieras un asunto importante que no sé cómo resolverlo ―al hacerle la petición él acepta de inmediato y se alejan de nuestro alrededor.

―¿Cómo fue que te la ingeniaste para decir ese semejante discurso? ―le pregunto.

―Lo hice de la misma forma en la que te gusta mentir ―y ahí vuelven esas duras palabras.

―¿Dónde está Rafael? ―cómo siempre trato de cambiar el tema.

―La última vez que lo vi fue en la entrada atrayendo varias chicas.

Tiene un don para ser mujeriego incondicionalmente, que dirá mi amiga cuando descubra esto.

―¿Sabes dónde está Tania?

―Ella le dijo a Rafael que no venía.

Por eso él se está comportando así, cuando dejará de actuar como un infantil.

―Déjame ir a buscarlo ―se va diciendo su última frase con un tono bastante molesto.

Por favor Andrés no te vaya así, me hace sentir sola y molesta conmigo misma. No entiendo este sentimiento y no tengo ni ideas de saber que puedo hacer.

Estando demasiada pensativa, teniendo en mente una mezcla de emociones indescriptibles. Cuándo de pronto la música se detiene y Natalia se sube arriba de una mesa para dar un comunicado.

Como deseo que en estos momentos se caiga de la mesa.

―Bienvenidos sean todos a mi fiesta con el propósito de volvernos a ver después de tanto tiempo. Cómo ya saben ha llegado la hora de nuestro tiempo favorito llamado "Aprovecha todo lo que puedas en la oscuridad" y nuestro juego empieza en cinco... cuatro...

Oh no lo puedo creer, después de tanto tiempo ella siga realizando este tipo de actividades. Lo que recuerdo era que en un minuto las parejas o los enamorados tuvieran tiempo de besarse en la oscuridad para que puedan expresar sus verdaderos sentimientos en ese tiempo. La última vez que participé en esto fue con Javier de lo cuál no fue una bonita experiencia.

―tres... dos...

Que hago en este lugar debería de salir. Trato de escapar, pero una mano me agarra haciéndome desviar mi camino.

―uno...

Ya estaba besando a alguien del cuál no logro reconocer, por estar en una absoluta oscuridad. Me agarra por la cintura y sus movimientos se vuelven un poco lento, pero a la vez excitante.

Será Andrés quién me está besando en estos momentos.

Sus manos no me devoran con su tacto y este beso es un poco lento y pausado. Si fuera él ya estuviera desvestida en la oscuridad por la intensidad de sus manos y si fuera un beso de él ya estuviera con dificultad para respirar sin ser asmática.

Si no es Andrés, ¿entonces quién es?

Me separo en un instante y trato de irme, pero me agarra muy fuerte del brazo y me encuentro en una situación bastante incómoda cuando de pronto se encienden las luces y...

No lo puedo creer.

Es Javier, como tiene el descaro de hacerme esto sabiendo que tengo novio. Me encuentro mirándolo directamente a la cara estando muy molesta y el sujetándome todavía el brazo como sí no quisiera que me vaya.

―Suéltame ―le digo estando completamente molesta y de pronto veo a una persona que camina a toda velocidad al lado mío y le da un puñetazo en la cara a Javier haciéndolo soltar un poco de sangre de su boca.

Cuando lo veo es Andrés con un rostro muy molesto, tratando de contenerse para no volver a golpearlo.

Yo no lo detengo, si eso es lo que también iba hacer.

―Te lo mereces por no tener respeto por lo que es ajeno, escoria ―dicha su última palabra y me agarra del brazo dirigiéndome hacia la salida.

Creo que de pronto hemos sido el centro de la atención. Los demás ni se imaginan la pena que acabo de pasar, hasta pienso que la música se detuvo en el momento de la discusión. Todas las personas miraban en nuestra dirección.

Cuando salgo de aquel lugar siendo jalada por el brazo a toda velocidad por Andrés, me encuentro a lo lejos una pareja besándose, pero cuando trato de observar con mucho detalle era Tania y Rafael.

Me quedé sorprendida.

―No dijiste que Tania no venía.

―Eso fue lo que mi primo me dijo.

―Espera tengo que interrumpirlos, cómo Rafael puede estar besándola después de coquetear con la mayoría de las chicas de las fiestas ―le digo tratando de soltarme de su agarre.

―Lucia creo que eres la menos indicada para que en estos momentos te estés preocupando por el engaño de mi primo.

―No importa mi amiga no se merece eso.

―Acaso piensas que yo me merezco lo que acabas de hacer ―me mira fijamente con esos ojos penetrantes que es evidente su molestia. Me da una vuelta dejándome a espaldas de él, cuando de pronto me abraza y me carga en esa posición.

-¿Pero qué estás haciendo?

-Deja de interferir en la vida de los demás.

-Hahahah... Sueltame... -le decía mientras me llevaba hasta mi auto.

Después de llegar me arrecuesta hacia él y me dice -Cómo te hago entender que estos labios son solo míos -me acaricia con su dedo pulgar mis húmedos labios- y que eres toda mía -y sus manos empiezan a recorrer por todo mi cuerpo.

Solo sé que no te quiero perder. Y esas palabras me gustaría escucharlas todos los días.

Nota de la autora

Buenas ya estamos en el mes de agosto y les estoy trayendo varias sorpresas.

Ya tengo una nueva portada para mi novela y estamos celebrando que casi mi historia ya tiene 2k de vistas~~~~

También ustedes me han apoyado en todo porque aunque no lo crean esos votos y comentarios que me dan, es la máquina impulsora para crear nuevas ideas. Les agradezco de todo corazón.

Saludos: J.Santanach

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