17.Suceso inesperado

Lucia Ferrey׃
Después de una ducha caliente me recuesto al espaldar de la cama, agarro mis audífonos y me pongo a escuchar música para relajarme. Porque en estos momentos en mi casa está sucediendo una guerra sin fin. Todo sucedió porque le di las quejas a mi madre y cuando ella vino del trabajo demasiado tarde lo primero que hizo fue regañar a mi padre por entrometerse en mi vida. Mi madre en comparación con mi padre tiene un fuerte carácter cuando sucede algo que ve mal, empieza a discutir hasta que salga victoriosa. De los dos digamos que ella es la más peligrosa porque es callada pero cuando estalla no tiene para cuando acabar.

Lo malo es que mi hermana está tratando de apaciguar las cosas pero no lo está logrando. Creo que he dejado una gran revolución en la sala.

Parece que estoy viviendo una pesadilla. No importa lo que escuche sigo teniendo los ánimos por el suelo. Nada me motiva ni tan si quiera mi programa variado favorito.

Cuando de pronto escucho una notificación del Whatsapp que era un mensaje de Andrés.

Como consiguió mi número.  Para que preguntar si ya sé la respuesta lo consiguió del primo como yo conseguí el suyo. Al parecer estamos en sintonía con nuestros pensamientos.

HOLA ANGEL

Si supiera que en estos momentos no quisiera hablar con nadie. Pero no me gusta dejar a nadie en visto.

HOLA DEMONIO

Creo que no hace falta preguntar quién era porque con solo esas palabras es evidente que se trata de él.

Luego recibo una llamada por ahí mismo de él. Le respondo sin pensarlo dos veces.

―Hola Andrés, ¿qué quieres?

―Solo quería escuchar tu voz pero te oigo un poco triste.

Hay algo que yo le pueda ocultar a este chico.

―Si lo estoy

―¿Qué pasó?

―Todavía no tengo pensado decírtelo.

―Está bien esperaré pacientemente hasta que me lo digas.

Andrés no tiene ni una pizca de curiosidad acaso él no es un ser humano. Como puede ser tan paciente.

―Sabe lo que he hecho yo en todo el día ―me pregunta y yo de curiosa le pregunto que hizo

―Lo único que hecho es pensar en ti todo el día.

Me atraganto con mi propia saliva y doy un grito sordo de la emoción que me dio esas palabras.

―No te cansas de decir cosas cursis, eso está fuera de moda.

―Mira quien lo dice cuando has tirado el móvil contra algo muy emocionada.

Es cierto me emocione tirándolo contra la cama, pero no lo quiero aceptar.

―Eso fue porque se me cayó en la cama sin querer.

―Entonces estás en tu cuarto, me lo puedes describir.

― Qué pasa, interesado en mis gustos.

―En tus gustos no, sino en ti.

―Basta ya Andrés que voy a vomitar arcoíris en estos momentos de escuchar tantas palabras empalagosas.

―Pero admítelo te he levantado el ánimo en tan solo un minuto.

Tienes razón no me había fijado que apenas estoy pensando en lo que sucedió en el día de hoy.

Prácticamente le susurro al celular ―Muchas gracias demonio

―De nada mi Ángel.

―¿Mí?

―Ya eres mía no puedes escapar de mis garras.

―Creo que ya has visto muchas películas.

―Porque ya te quieres escapar.

―Ya no voy a huir de ti, solo voy a enfrentar a ese chico posesivo que quiere saber todo de mí.

―Más te vale ―y los dos empezamos a reírnos.

―Por cierto acuérdate de devolverme el pulóver.

―Oh verdad, mañana mismo puedo ir a dártelo.

―Estás segura de venir a mi casa.

―¿Por qué lo preguntas? acaso corro algún peligro hiendo a tu casa por casualidad.

―Por si no lo has notado corres peligro estando junto a mi ―no faltó decir nada más y ya estaba sonriendo mordiéndome los labios.

Acaso eso es lo que espero.

―No creo que seas tan peligroso si apenas puedes asustar a un gato.

―Lucia no empieces a provocarme que soy capaz de ir ahora mismo para tu casa ―lo dice en tono serio.

No creo que sea capaz de venir pero con este demonio nunca se sabe, prefiero no provocarlo más.

―Solo pásame la dirección por mensaje que mañana estaré ahí a primera hora. Adiós ―le cuelgo con los nervios de punta.

Por lo que escuche de Rafael es que el solo vive con el abuelo, si voy a primera hora de la mañana a su casa es posible que su abuelo este presente y eso nos limitaría de hacer nuestras fechorías. Así que no pasara nada de lo que me pueda arrepentir después.

A la mañana siguiente me levanto temprano para seguir el plan que yo me había inventado en toda la noche. Hasta las palabras que diré cuando me presente a su abuelo.

Bajo las escaleras ya vestida lista para salir. Cuando de pronto veo a mi padre sentado en la sala viendo la televisión. Solo paso ignorándolo por completo porque soy el tipo de chica rencorosa que hasta no sea el primero en dirigirme la palabra yo ni lo miraré.

―¿Lucia vas a salir? ―me pregunta aun mirando la televisión.

―Sí

―Va a llover así que lleva el paraguas.

―Solo iré a casa de Tania y regresaré pronto ―nunca he sido buena mintiendo con tan solo una simple mentira ya se me empieza a enfriar las manos por los nervios.

Pensé muchas veces llevarlo pero cuando salí me fijé que el cielo completo estaba despejado. No había ni una nube, así que es imposible que llueva tan temprano.

Llego a la casa de Andrés confusa por la dirección, es que no se me da muy bien este tipos de cosas, pero por lo que me escribió debe ser esta. Es una casa antigua bastante hogareña pero a la vez muy elegante. Es evidente que aquí vive un señor mayor.

Toco el timbre de ese lugar y espero a que me reciban pero nadie sale, así que dudo por unos cuantos minutos de que si estaré en el lugar correcto. Hasta que sale un señor de unos setentas años que se dirige hacia mí con una gran sonrisa.

―Buenos días, ¿en está casa vive Andrés?

―Buenos días, tú debes de ser Lucia, verdad ―me pregunta sin ocultar su sonrisa con un muy buen humor.

Creo que ya sabemos de dónde Rafael a heredado ese físico y carácter que tiene. Se puede decir que son idénticos pero con diferentes edades.

―Andrés me ha hablado mucho de ti y no se ha equivocado describiéndote en verdad que eres muy hermosa ―también vamos a decir que tienen iguales costumbres de halagar a las personas.

―Muchas gracias señor.

―No me llames señor que me hace sentir viejo solo llámame por mi nombre Edward.

―Está bien Edward. ―Eso suena mejor. Adiós.

―¿Se va? ―Este joven que ves aquí tiene trabajo en su fábrica todas las mañanas, así que disfruta de tu estadía aquí ―me guiña el ojo y se aleja.

Ya sabemos cómo será Rafael cuando tenga su misma edad. Por lo que veo Andrés es el único que no tiene ninguna similitud.

Ahora sí que hay evidencia de que no debería de haber venido. Tenía que esperar a mañana para entregárselo en la escuela. Jamás pensé que estaría solo en casa un domingo.

Bueno Lucia sigue con el mismo plan aunque haya algunas modificaciones. Entras le entregas el pulóver y sale corriendo. Cómo si estuviera sucediendo un incendio.

Cuando entro observo detenidamente el paisaje que estaba justo delante de mis ojos y con asombro no puedo desquitar mi mirada a ese cuerpo que estaba a pecho desnudo que muestra su bien definido abdominal, cubriéndose con solo un pantalón holgado. Su cabello castaño todo despeinado me demostraba que prácticamente se había levantado de la cama. Me había quedado petrificada al ver esa obra majestuosa que no salía de estar al frente de mí.

Andrés creo que te confundiste el que corre peligro en estos momentos no soy yo, sino que eres tú, si sigues cautivándome de tal manera.

Se acerca sin desviar su mirada con una sonrisa muy traviesa.

―¿Por qué no haces lo que está pasando por esa cabecita en estos momentos? ―me susurra al oído rozando su cuerpo al mío.

―Yo no estoy pensando en nada ―desvió mi mirada hacia al otro lado, tragando grueso dejando mi garganta toda reseca.

Espero que no haya sido evidente de que me gustaría devorarlo ahora mismo.

―En serio, algo me dice que tienes pensamientos pervertidos ―me dice mirándome fijamente a los ojos y con la misma me empieza a besar apasionadamente.

Sin decirle nada creo que se ha dado cuenta que mi mayor debilidad es esa mirada penetrante que me hace perder la conciencia.

Nota de la autora

Querido lectores como ya muchos sabrán soy de Cuba y en estos momentos mi país está pasando por una gran crisis. Si en esta semana no he actualizado es porque no he podido conectarme. Espero que me entiendan.

Besos de esta cubana que siempre amará su país ~~~~~~~~~~

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