12.Starts the game
Lucia Ferrey׃
Nos mirábamos con mucha intensidad tratando de descifrar el pensamiento del otro.
Hasta que detrás de él se asoma Rafael. ―Chicos que hacen, vamos a reunirnos para jugar.
Solo pude diferenciar la expresión de Andrés como si se hubiera molestado por la interrupción de Rafael. Lo que me sorprende es que no trata de ocultar sus pensamientos y hace que las personas que les rodean lo interpreten a la perfección.
Aunque, Rafael en este momento no sabes cuánto de agradezco por habernos interrumpido porque si seguíamos con esta competencia de miradas podría haberme desaparecido en un instante.
Solo sé que no soy una persona que sepa perdonar tan fácil, pero también sé que no tengo ningún compromiso con Andrés como para reclamarle por haberse dejado besar por otra. Lo de nosotros solo es atracción sin sentimientos de por medio. Pero es evidente que acaba de despertar en mí unos celos que jamás he sentido, ni en mis pesadillas más pavorosas he soñado que algún día me pasaría tal cosa y es ahí cuando te das cuenta que las cosas suceden cuando menos te las esperas, como si estuvieran en una cajita de sorpresa.
―Lucia que esperas, vamos ―me dice Rafael con esa sonrisa que calienta más que el sol de verano. En todos estos años no ha cambiado en nada sigue siendo un infantil y siempre tiene una actitud despreocupada que me hace olvidar todos mis problemas.
Cuando entro me encuentro a todos reunidos en círculos en el suelo, algunos parecían que se terminaban de levantar porque tenían una cara de querer seguir durmiendo. Pero lo que más me sorprende es ver a Ana entre ellos, la verdad es que es nunca le ha gustado jugar con otros y mucho menos beber. Al lado de ella estaba Sergio inclinado hacia tras llamándole la atención para poder hablar con ella. Después veo a Miguel junto a Tani y cuando nos sentamos, por último llega Carla con una chica que no sé de donde habrá salido.
―Chicos siento interrumpir, pero también quiero jugar ―se gira para presentar a la chica que tenía detrás de ella― ella es una amiga que acabo de conocer y también quisiera jugar.
―No importa mientras más personas haya mejor se pondrá el juego ―dice Sergio.
Entonces se sientan justo al lado de Andrés. La verdad que no me sorprende ya que ella tiene el don de caerme mal de gratis.
―¿A qué jugaremos? ―le pregunto.
―Verdad o reto ―me responde Sergio con una botella en la mano para comenzar a girarla.
―Muy bien reglas del juego, lo que pasará aquí se quedará aquí y ahí está el castigo por si no quieren cumplir con una petición ―señala a un lado donde se encontraban las botellas de alcohol.
Cuando en el principio dije que perdería la cabeza en el día de hoy no fue mentira y ahí está la evidencia.
Starts the game
Comenzó preguntándole a Ana׃ ―¿Verdad o reto?
―Verdad ―me responde con algo que no me sorprende mucho.
―Dime quién es para ti, la persona más sexy de este lugar.
―Sergio ―me responde ocultándose el rostro de la vergüenza y todos comenzaron hacer bulla.
Después le tocó a Carla preguntarle a Miguel׃ ―¿Verdad o reto?
―Reto. ―Cambia de ropa con alguien del sexo opuesto durante tres rondas.
Fue ahí cuando su mirada se dirigió a mí, suplicando que la cambiara conmigo. Entonces me levanto y me quito el vestido semi húmedo que llevaba puesto, menos mal que llevo una trusa enteriza por debajo, y él me entrega su pulóver seco. Este cambio me hizo bastante bien. Mientras el pobre no sabía ni cómo ponerse el vestido, pero fue más rápido de lo que pensé porque el vestido era bastante ancho.
¿Se imaginan a Miguel vestido de mujer?
Nunca me lo había imaginado hasta el día de hoy.
La próxima fue la amiga de Carla a Rafael׃ ―¿Verdad o reto?
―Reto. ―Haz un baile de stripper con un tubo imaginario durante un minuto.
Vaya el ambiente se está calentando. Se ve que esta loquita por él, pero quién no lo estaría si Rafael está muy sexy.
Me giro hacia donde estaba Tani y ahí estaba ella inexpresiva como siempre. Con una sonrisa tan radiante como la de Rafael.
Lo que me dio tanta risa fue que Rafael quería montarse en un tubo imaginario de verdad. Después comenzó a quitarse la poco a poco su camisa y la arrojó donde se encontraba Tani. Todos estábamos gritando y cantando para que no bailara solo. Sus movimientos eran lentos y despacio, con tanta profesionalidad como si se dedicara toda su vida a eso. Créeme por poco me sangra la nariz de ver aquella escena.
Yo tenía en mis manos un vaso que contenía tequila y de vez en cuando me daba unos buches fuertes que me hacia arder la garganta y calentarme más de lo que ya estaba.
Le toca ahora a Tani hacerme la pregunta׃ ―¿Verdad o reto?
―Reto ―le respondo dudando un poco ya que esa risita de ella dice que no me pedirá algo bueno, pero aun así voy aceptar el desafío.
―La persona a tu izquierda debe meterse un hielo en la boca y tú debes comértelo.
La única persona que está a mi izquierda es Andrés, a quién en estos momentos no quiero ni mirar.
Me giro para observarlo y está inclinado hacia tras mirándome y mordiéndose lentamente su labio inferior, y después me da una breve sonrisa pícara.
Tani créeme, no estás ayudando a tu amiga para nada, solo la estas llevando directo al precipicio.
Se acerca a mí, poniendo en esos lindos labios carnosos un cubito de hielo.
Me pongo tan nerviosa que hasta mis manos empiezan a sudar frio. Parece que ya mi valentía está agotada y solo queda pasar un poco de pena delante de todos.
En mi cabeza solo pasaba esos pensamientos de que no me importaría ser castigada tomándome unas de esas botellas que esperaban por mi decisión.
Pero no fue así, trago grueso acercándome y le doy con todo para quitárselo de la boca antes que me atrape con el toque de suavidad que tiene sus labios.
Cuando estoy a punto de hacer mi primer movimiento. Él pasa el hielo dentro de su boca para que lo besara completamente y así fue. La verdad que a veces me pregunto qué de donde aprendió todos esos trucos.
Junto mis labios con los suyos y su aliento frio me erizaba toda la piel. Nuestro beso fue más profundo de lo que pensaba y el hielo rotaba de boca en boca derritiéndose rápidamente con el paso de nuestro movimiento. Cada gota que tragaba me enfriaba hasta la garganta, mejorando ese ardor que antes sentía. Y la verdad es que ya extrañaba esa dulzura con la que besa y me empalaga hasta el alma. Al terminar me muerde el labio inferior y me susurra al oído ―Parece que ya me perdonaste.
―No celebres victoria antes de tiempo que a todo le llega su momento ―le digo las mismas palabras que él me dijo cuando nos conocimos en aquella fiesta.
Yo no sabía lo que era sentir una gran incomodidad, hasta que termine de hablar con Andrés y todos se nos quedaron viéndonos como si estuvieran aturdidos y sorprendidos de lo que había sucedido. Creo que nos pasamos un poco en la intensidad del beso ya que solo me pidieron que me comiera el hielo y no a él.
Rasguño un poco mi garganta para poder hablar porque hasta me he quedado sin palabras. ―Seguimos ―digo con una gran sonrisa para evitar un poco la incomodidad.
Aunque no puedo evitar observar disimuladamente el rostro de Carla, la cuál tenía una expresión de enojo y disgusto a su contrariedad. Pero no puedo negar esta delectación que ciento.
Después seguimos jugando y le toca a Andrés preguntarle a Sergio׃
―¿Verdad o reto? ― Verdad ―responde Sergio sin dudar.
―Vamos Sergio, no seas aguafiestas y pide reto ya que eres el promotor de todo este juego ―reclama Rafael.
―Ya que no tengo otra opción entonces es reto.
Andrés se empieza a reír antes de que diga su petición. Algo me dice que está pensando en alguna maldad. Esa sonrisa pícara, no miente.
―Bebe un trago de alguna mezcla que haga el grupo ―todos se empezaron a reír.
Entonces empezamos a prepararle un trago a escondidas echándole lo que encontremos, y ligando todo tipo de bebida. Y al final embarramos el contorno del vaso con merengue de la tarta, creo lo hicieron para endulzar esa liga.
Después lo tuvimos que forzar para que se lo tomara, pero al solo probar un sorbo tuvo que salir a vomitarlo todo, así que Ana lo acompañó para que se tomara algo que lo haga cambiar de paladar.
El grupo se fue achicando al ellos irse y seguimos jugando.
Y ahora le toca a Miguel que le haga la pregunta a Rafael׃ ―¿Verdad o reto?
―Ummm verdad ―dice Rafael.
―Si tuvieras la oportunidad de salir en una cita con alguien que está presente. ¿Quién sería?
El vacila un poco antes de dar una respuesta pasando su dedo índice por el contorno del vaso y después no puede disimular esa sonrisa que lo caracteriza en dirección a Tani, y luego responde.
―Dame la botella que me toca ser castigado.
Todos empezamos a burlarnos por su falta de sinceridad, pero sigue prefiriendo tomar antes que hablar. Hasta que nos rendimos en el intento.
Tani tenía un semblante triste, pero aún seguía sonriendo. ¿Cómo ella puede tolerar esa forma descuidada de él? Si fuera por mí ya estaría en el olvido sin derecho a regresar.
Hasta que salió del grupo dirigiéndose a la cabaña y yo la seguí, dejándole saber a Rafael que ya puede buscarse una tumba. Ya después de eso creo que no siguieron jugando.
Cuando llegamos ella lo primero que hizo fue bañarse y después se acostó a dormir como si nada, pero mi curiosidad no tiene límite así que pregunto.
―¿Estás bien? Puedes maldecirlo todo lo que quieras ―se gira para verme con esos ojos llenos de ira.
― Rafael es un imbécil, idiota y estúpido.
―Muy bien libera toda esa ira que traes de hace tiempo.
Después de calmarse un poco, escucho a alguien tocar la puerta.
De seguro es Ana y cuando abro me encuentro a Andrés. Lo que me faltaba este chico no me deja en paz.
Me coge del brazo y me gira hacia una pared que se ubicaba afuera para que Tani no nos viera.
―¿Qué quieres? ―le pregunto estando completamente sorprendida por su presencia.
―Tanto te gusta usar la pertenencia de otro ―me dice dirigiendo su mirada al pulóver de Miguel.
Con el apuro ni cuenta me di, el pobre de Miguel todavía debe de estar usando un vestido húmedo y apretado para él. Se debe de sentir súper incomodo.
―Verdad, no me había dado cuenta, es que esta tan cómodo ―le digo con mis menores intensiones de provocarlo.
―Así que te encanta usar ropa de otro ―me dice arrinconándome contra la pared y una de sus manos aventurándose por debajo de la ropa, levantando poco a poco el pulóver hasta quedarme completamente en trusa.
― Te gusta mucho tener el aroma de un hombre impregnado en tu piel ―me lo dice susurrándome al oído.
―Esas no son mis intensiones ―le digo.
―¿Cuáles son tus intensiones? Volverme loco por los celos.
―Parecen que los tuyos es besar a otra, tratando de provocármelos a mí ―la verdad que no quería provocarlo con mi comentario, pero no lo quiere entender. Además entre Miguel y yo no hay nada.
―Acaso no logré mi objetivo ―me dice mirándome directamente a los ojos.
―Esa es una misión imposible ―mentira, si estuve celosa, pero no lo quiero admitir.
―Parece que demostraste lo contrario ―me lo dice, de seguro para que lo admita, pero trato de cambiar el tema.
―Viniste solo para recoger algo que no es tuyo.
―No, también vine a darte esto ―se quita el pulóver que llevaba puesto― para que me recuerdes todas las noches y a darte el beso de las buenas noches.
Se me acerca para darme un beso de esos que nunca terminan y se aleja con la misma.
―Yo no necesito tu ropa ― le digo.
―Eso es para que tengas un motivo por el cuál me puedas ir a visitar ―diciendo eso se aleja, hasta que ya no lo pueda ver en mi campo de visión.
Acerco su ropa hasta mi olfato y me encanta ese aroma que él siempre tiene que me embriaga haciéndome derretir en sus brazos.
Nota de la autora:
Un juego bastante intenso, pero nos ayuda a conocer las personalidades de los demás.
Quisiera que me digan en los comentarios, ¿cuál fue el reto que más les gustaron? 👇 Solo para divertirnos un poco.
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