Capítulo 5
"Después de tanto anhelarte, al fin estás conmigo"
Aún molesta, decepcionada y tonta por lo que me había hecho Bastián, la fecha de mi titulación estaba cerca y aún no había podido encontrar trabajo. Eso me hacía sentir peor.
Pensaba también en él, en que si estaría o no para la ceremonia y eso me hacía colocarme más ansiosa y nerviosa.
El día de mi titulación llegó y yo más que ansiosa, los nervios eran incontrolables y frente a mi espejo, mientras me alistaba, solo pensaba en él, en Joey.
<< Espero que vengas, amor mío... >>
Con mi traje formal, de dos piezas, me veía como toda una secretaria. Nos fuimos con mi familia al recinto donde se realizaría la ceremonia y en ese trayecto, no pensé en otra cosa que en si él iría o no...
Llegamos al teatro "La Cúpula"; había mucha gente y yo con la mirada, lo busqué entre toda la multitud.
Mis padres y yo nos situamos a un costado y yo nerviosa, bajé desanimada la mirada y mi amiga Antonia me sorprendió.
_ ¿Cómo está la mejor futura secretaria? – la miré con sorpresa y alegría, ya que, hasta ese momento, Antonia no iba a asistir a la ceremonia por motivos de fuerza mayor.
_ ¡Amiga, viniste!
Ambas nos abrazamos y Antonia sonrió.
_ Tenía que venir amiga. Este día es muy importante para ti y debes estar feliz – pensé en él y me desanimé.
_... Lo sé, pero... Creí que él vendría
_ Ya amiga, tranquila ¿Recuerdas que yo te lo había dicho? Era imposible que viniera, pero tu terca, no me hiciste caso – me dieron ganas de llorar.
_ Ay amiga. Era tan importante para mí que él viniera y estuviera hoy conmigo – Antonia me abrazó.
_ Ya amiga, tranquila. No sigas pensando más en eso. ahora solo tienes que enfocarte en esto, en este día de logros para ti. Es tu titulación y tienes que ser la más bonita de todas. No quiero ninguna otra lágrima más ¿Ok? –me dijo y secó mis lágrimas con su pañuelo y yo le sonreí un poco más tranquila.
_ Si, tienes razón Antonia...
Los encargados nos ubicaron a cada curso en sus respectivos asientos; mi familia y Antonia fueron a sus asientos y yo sin conocer a las demás, por ser de otros cursos, observé todo el teatro. Era pequeño, pero muy bonito; miré el escenario, sus luces, el telón y sin evitarlo, pensé otra vez en Joey y dije su nombre en voz baja.
Los invitados seguían llegando al teatro, y un guapo sujeto llamaba la atención por su alta estatura; llevaba puesto un esmoquin negro y sus lentes de sol.
Tranquilo, observó por unos momentos todo el recinto.
De pronto, yo me volteé y mi corazón quedó impresionado; era él. Lo vi en la puerta con sus infaltables lentes de sol y un bello ramo de rosas.
Él buscaba con la mirada a alguien; yo no lo pude creer y me llené de felicidad, emoción y de mi gran amor secreto y fui a buscarlo.
_ Hola Joey... - le sonreí con nervios y emoción. Él me miró.
_ ¿Stephanie?
_ Si – me reí feliz y él me sonrió.
_ Que alegría estar aquí y volver a verte
_ Soñaba con que estuvieras en este día tan importante para mí, pero también creí que no lo vendrías – acarició mi mejilla y yo lo miré perdidamente.
_ Yo jamás podría fallarle a una fan mía
_ Ya lo sé
Le dije en susurros y deseé que me besará; acerqué mis labios lentamente a los suyos y él a punto de besarme, mi amiga nos interrumpió.
Ambos nerviosos, Antonia nos miró sorprendida y yo le sonreí a Joey. Tomé su mano y se la presenté.
_ Ella es Antonia, mi mejor amiga. Ese día estuvo conmigo en el hotel – Joey volvió a sonreír.
_ Lo sé, lo recuerdo – le dio un cordial beso en la mejilla a Antonia y ella sorprendida, le sonrió y luego me miró.
Yo más contenta, le dije con mi sonrisa que se había equivocado con lo que había pensado de él.
Volví a mirarlo y Antonia nos sonrió, para luego volver con mis padres.
No lo pude evitar y volví a tomar su mano con cariño.
_ Quiero presentarte a mis padres
_ Espera – ambos nos sonreímos.
_ ¿Qué pasa?
_ Te traje este obsequio – me entregó el bello ramo de rosas y yo más vibré de alegría. Ya no podías estar más feliz de lo que estaba y miré el ramo con cariño.
_ Están preciosas. Que tierno eres. Muchas gracias – me sonrió con ternura.
No dejé de mirar las rosas, las que ya para mí se habían convertido en mi gran tesoro y volví a mirarlo; Joey se sacó los lentes y yo me perdí en sus lindos ojos celestes. Él con afán miró los míos...
_ Siento mucho lo que ocurrió ese día
_ Tranquilo. No fue tu culpa, pero independiente de eso, nos tomamos un par de fotos juntos y tú me diste tu autógrafo ¿O ya no lo recuerdas?
_ Si, es cierto. Ambos días, tanto en el aeropuerto, como en el hotel fueron maravillosos, porque te conocí – le sonreí con mi corazón encantado por él y él me sedujo con sus apasionados ojos.
Recordé a mis padres y otra vez le sonreí.
_ ¡Vamos! Quiero presentarte a mis padres...
Tomados de la mano, nos acercamos a mis padres. Ellos nos miraron y se sorprendieron al reconocerlo de inmediato.
_ Mamá, papá, les presento a Joey, ya saben. Es mi invitado – todos nos reímos y mis padres lo saludaron.
Joey muy gentil, todo un caballero saludó a mis padres y siempre con su sonrisa, mis padres no cabían del asombro.
Ambos se miraron y se preguntaron lo mismo...
_ ¿Cómo él es el invitado de nuestra hija?...
La ceremonia iba a dar comienzo y todos fueron otra vez a sus asientos y Joey también.
Antes de irse, acarició mi mentón.
_ Sé la mejor...
Con dicha, me senté y miré hacia donde estaban mis padres y Joey. Él me miró y me guiñó el ojo; yo me reí y él me sonrió.
Mi felicidad era infinita al verlo sentado junto a mis padres para la que sería la ceremonia de mi titulación de título.
<< Vino, mi Joey aceptó mi invitación y ahora está aquí, sentado junto a mis padres para presenciar mi titulación >>
En aquella ceremonia había otras carreras. El primer grupo se había titulado por la mañana y ahora era el turno de nosotros.
Nosotras estábamos dividas por la carrera de secretariado computacional y bilingüe y por ser secretarias, teníamos que dar el ejemplo al resto de las demás carreras.
El animador nos presentó y nos pusimos todas de pie. Me guie por las que iban primero que yo y todas subiendo al escenario, no vi el peldaño de la escalera, por lo oscuro que estaba y me tropecé. Joey se levantó de inmediato para ir a verme.
Torpe y ridícula me enderecé más que rápido. Me dio mucha vergüenza y pretendí que nada había ocurrido; por suerte, nadie se dio cuenta de mi tropiezo, a excepción de Joey.
Subí hasta el escenario con las demás y miré a mis padres y a Joey, el que tenía sus ojos en mí. Me sonrió y mi corazón saltó en mi pecho. Con ilusiones y alegría le lancé un beso con mi mano y él lo tomó con cariño y luego me sonrío galante y sexy.
El animador dijo mi nombre y mi maestra jefe me entregó con honor mi título. Mis padres aplaudieron fuerte; yo los miré y Joey también me aplaudió. Más que feliz y agradecida, el camarógrafo me fotografió y ambas, mi maestra y yo, después de darnos el abrazo, posamos para la foto.
La ceremonia acabó y yo corrí a donde mis padres, los abracé y ellos también me abrazaron y me felicitaron. Joey me miró y sonrió.
Mi amiga también me abrazó y yo emocionada, ella acarició mi cabello y yo lo miré a él. Él me sonrió con ternura y se me acercó; lo miré perdidamente y él también me abrazó. Me sentí muy feliz, con mi amor a punto de ser revelado por él.
_ Muchas felicitaciones. Fuiste la mejor y la más bonita de todas tus compañeras – le sonreí con mis mejillas ruborizadas y sin poder resistirme, lo abrasé más fuerte y él acarició mi cabello.
Sentí sus manos en mi espalda y mi sonrisa fue perdura.
_ Soy tan feliz ahora Joey – él apoyado en mi hombro, también sonrió...
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