27
Alexy guardaba las notas en el cajón como siempre, y cada que le apetecía las volvía a leer.
Desde de que Kentin empezó a vivir con sus tíos, se le ha hecho rutina ir a visitar a Alexy a su casa.
Y cada vez que llegaba, venía con una sonrisa de oreja a oreja mientras preguntaba "¿Todo bien, Alexy?"; y sea cual sea la respuesta, siempre se inclinaba hacía él, lo tomaba delicadamente de la nuca y lo besaba.
Kentin había empezado también notas, pero sin ningún saludo. Lo único que lo caracterizaba era la despedida, que era:
"Te quiero, Alexy".
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top