No sé cómo será tenerte en mis brazos o escuchar tus primeros llantos,

No sé cuál habría sido tu nombre o cuál tu decisión,

No te veré crecer, jugar con tu hermana, llamarme papá, correr hacia tu mamá,

No sé cómo habrías sido, ni tu color pelo u ojos,

No conoceré el tono de tu voz.

No escucharé tu corazón otra vez como la primera vez que te vi,

No agarrarás mi dedo en tus primeros días, tampoco mis manos más adelante,

No podré llevarte en brazos, cambiarte el pañal, bañarte y darte mimos,

No disfrutaré de tu respiración mientras te hago dormir,

No veré tu rostro descansar en paz.

No habrá una oportunidad de calmar tu tristeza,

No tendré el gozo de escuchar tu risa o ver tus labios sonreír,

No celebraré tus meses ni tendrás un cumpleaños,

No habrá eventos en los que lloraré emocionado al verte,

No hay ni habrá nada.

Me perderé todo, porque se supone que debía de ser así.

Habría dado todo porque esta ilusión naciera, pero solo hay dolor.

Te amé sin conocerte y no podré amarte más, tan sólo en mis sueños.

Te he llevado en el corazón durante casi once semanas y te quedarás ahí por el resto de mi vida.

Ahora brillas en el cielo, hasta hoy fuiste bollito, ahora para mí serás mi Estrella.

La vida nos ha llevado a mi familia a perder un embarazo. Hacer el duelo por esta pérdida está siendo muy duro. Todo los días lloramos y nos hundimos un poco más hasta que toquemos fondo y sólo quede subir. 

Parece una locura y algo que, salvo que lo hayas vivido no vas a poder entender. Es posible que siendo hombre parezca más incomprensible, porque ni siquiera yo la llevé en mi interior (y Dios, ¡por qué no me diste ese privilegio!), pero como dije: desde el primer día la llevé en el corazón y siento que me han arrancado parte de él.

Hoy entiendo más Esperanza y ojalá no lo hiciera. Seguramente la novela cambiará desde su inicio porque necesito hacer esta catarsis y duelo. Así somos los escritores. Necesitamos comunicar, expresar todos nuestros sentimientos y emociones con nuestras letras. Por eso está la elegía en esta novela.

El porqué de esta canción: volvía de comprar y la escuché en la radio y escuchar que la amaría durante mil años y por mil años más, me rompió y me hizo sentir eso por mi Estrella. El amor por un hijo es algo que no tiene nombre, que no se cuantifica, que no tiene límites.

Te amo y sé que en una vida alternativa serías parte de esta familia. Me conformaré con eso y si hay un paraíso en el más allá, te encontraré y te abrazaré y te besaré tantas veces como las que lo habría hecho en vida.