¿Poder o amor?

-Hace mucho, mucho tiempo, en la cima de las montañas más altas del reino, un viajero llegó. Escapando de lo miserable que era el joven reino que se formaba, allí, conoció a tres dragones, imponentes. El viajero, con miedo de esos seres tan enormes e intimidantes, se arrodillo y pidió clemencia.

Por su acto de respeto los dragones no le hicieron daño y lo recibieron en su cueva. Con gestos se comunicaban entre ellos y con el pasar del tiempo se volvieron amigos. Ese hombre les contó lo que pasaba en joven reino, el sufrimiento, la injusticia y el dolor que le sucedían a los pobladores y lo mucho que lamentaba ese dolor.

Los dragones hablaron entre ellos y decidieron ayudarlo. En su partida, le entregaron varios huevos y le explicaron con señas y dibujos que debía hacer con ellos. Cuando el hombre regresó, hizo lo que le dijeron. A sus amigos, y/o hombres que el creía de corazón puro, les entrego un huevo y él se quedó con uno.

Cuando estos ocasionaron, de cada uno salió un ser fantástico, dando así vida a los primeros protectores de nuestro reino. Se dice que, si llegas a subir la misma montaña, encontrarás a los mismos dragones que el viajero encontró-

...........................................

-los mismos dragones que de presume, son los guardianes de todo el reino- despierto con lágrimas en los ojos, como todos los días.

Tomo asiento en mi cama borrando las marcas de llanto que pintan mis mejillas. Siempre, todas las noches sueño con mi madre y sus historias. No puedo evitar extrañarlos.

Me levanto y comienzo mi día. Aún es temprano, el cielo aún se ve muy oscuro, pero es buen momento para ir al bosque a traer hierbas para las infusiones, medicinas y ungüentos.

-buenos días mamá, papá. Espero me estén cuidando desde donde estén- sonrió viendo un dibujo a carbón de nosotros junto a un collar simple de cuerda y una piedra blanca, y una espada vieja pero bien cuidada.

Me visto para que el frio no congele, tomo una cesta y una fruta la cual me como mientras salgo de casa. Camino hacia el bosque en busca de lo que necesito, realmente no está tan lejos de casa.

Recorro el bosque, mirando los árboles y el suelo, recojo diversas plantas, semillas, raíces y frutos para crear medicina.

En mi camino logro escuchar un gruñido, más bien un quejido de algún animal grande. Giro por el lugar buscando de donde proviene. Lo vuelvo a escuchar, avanzo siguiendo el sonido, retiro algunas plantas suavemente. De ser un animal peligroso no lo quiero asustar de lo contrario terminaría herido.

Después de caminar por un tiempo diviso la silueta de un animal, por la forma creo que es un venado. Se encuentra en el suelo, parece herido.

Me acerco más y más, la silueta comienza a cambiar, posee una enorme cola, los cuernos son lisos y largos, y posee algo en su lomo.

Cuando al fin llego lo miro con mayor claridad. Eso no es un venado. Es un enorme dragón.

Parece que se da cuenta de mi presencia, voltea a verme y gruñe en defensa. Alza sus alas y trata de levantarse, pero al hacerlo chilla y vuelve a recostarse. Miro en la dirección donde él mira. Veo sangre en el suelo, mucha sangre.

-pobre- susurro y me acerco, escucho nuevamente su gruñido

-tranquilo, solo deseo ayudarte- coloco mis brazos en alto para que vea que no tengo nada para lastimarlo.

Parece que me cree y vuelve a recostarse, su respiración es agitada y parece que le duele pues suelta nuevos gruñidos y chillidos de dolor. Con su permiso bajo a su herida. Cerca de su pecho se encuentra clavada una lanza o parte de ella, parece que esa área es un punto débil.

-pobre, debes sentir mucho dolor- susurro acariciándolo, su piel escamosa realmente es suave y agradable al tacto

Sigo viendo la herida. Trataré de ayudarlo, aunque no he curado a un dragón antes, solo espero funcione. Tomo un par de piedras y machaco con ellas algunas plantas que traigo conmigo. Me retiro la camisa y la hago tiras. Tomo el ungüento y regreso con el dragón.

Tomo con cuidado la lanza y la retiro rápidamente escuchando un fuerte chillido del dragón.

-perdón, perdón, ya te sentirás mejor, lo juro- tomo el ungüento y se lo coloco con cuidado, luego lo envuelvo con las tiras de la camisa vendándolo con este como puedo –listo- acaricio su cuello –espero que esto te ayude- lo observo, parece un poco más relajado, es una buena señal.

Me parece extraño ver un dragón herido y en el bosque, ellos son seres poderosos y muy pocos al reproducirse cada 10 años, por eso se mantienen con la realeza y son sus protectores.

-por qué te han dejado aquí? Tú solamente necesitas cuidados y algo de amor- subo a acariciar su cabeza escuchando otro sonido, como un ronroneo solo que fuerte, no sé cómo llamar a ese sonido, pero parece significar que le gusta las caricias –tranquilo, voy a cuidar de ti hasta que te sientas mejor- sonrío

No voy a dejarlo a su suerte.

______________________________________

Un nuevo día comienza y es hora de ir al pueblo a vender mi medicina. Aguardo todo y me alisto para irme, pero no puedo por cierto dragón que no me deja pasar.

-vamos tempest, déjame ir- trato de escaparme, pero el dragón vuelve a impedirme el paso

Desde el día que lo encontré en el bosque herido lo he cuidado y al final pudo venir a casa donde lo pude cuidar mejor. Cuando se recuperó le dije que se fuera, pero parece que se encariñó conmigo. La verdad yo también me encariñé con él, me hace compañía, ya no me siento solo gracias a su presencia.

Al final se quedó conmigo y lo he llamado tempest, por tempestad, me pareció adecuado y a él parece gustarle.

-que dragón tan necio- gruño cuando me atrapa con su cola y luego río –está bien, puedes acompañarme- me rindo

Al escucharme me coloca en su lomo y comenzamos a caminar al pueblo. Al no estar tan lejos no es necesario que vuele.

Entramos al pueblo. Conozco a cada uno de ellos, poseo buena memoria. Sé que necesita cada uno, así que voy cada cierto tiempo a sus hogares a dárselos. Lo extraño de hoy es que se me quedan viendo muy raro, luego recuerdo que tempest venia conmigo, y bueno, es raro ver a los dragones aquí en el pueblo.

Quitando eso, hago mis entregas, a cambio de cosas. No me gusta cobrar. No necesito oro, solo lo necesario para vivir. Paso con cada uno, entregándolos. También se los aplico o preparo si es algún té. A cambio me dan comida, mantas, a veces hasta joyas, ya que también voy con nobles. Intercambio esas cosas si no las necesito o se las doy a personas que la necesitan más que yo.

He aprendido a vivir con solo lo que necesito, bueno, necesitamos, ya que tengo que alimentar a cierta lagartija negra, pero vale la pena.

-cómo es que un dragón te sigue sonic?- me preguntan de nuevo

-lo encontré y ahora es mi amigo- sonrío

-eso explica porque me has comprado tanto pescado-

-sí, resulta que come mucho, aunque va a casar de vez en cuando-

-comprendo- termino de aplicarle a su pequeña un ungüento y la vendo

-bien clarist, con eso terminamos por hoy, vendré en unos días a cambiarlo, ya está mucho mejor pero aún hay que cuidarlo está bien? nada de mojarlo-

-claro sonic- me sonríe la pequeña

-aquí tienes, gracias por la ayuda muchacho- me entrega una cesta con pescado

-me gusta ayudar- lo recibo y me despido entregándole la cesta a tempest quien lo sujeta con su cola y me ayuda a subir.

Con el día terminado, regresamos a casa.

_____________________

Entramos al castillo por las grandes puertas, nunca imaginé estar aquí, aunque no me hubiera gustado así.

Llegaron a mi hogar de la nada, acusándome de robarme a tempest. No me dejaron explicar nada, me obligaron a venir al castillo con el rey.

No sé qué pasará, tengo miedo de que me hagan algo, lo peor, que le hagan algo a tempest. Seguimos avanzando hasta la sala del trono, donde observo al rey, la reina y los dos príncipes, detrás de ellos los dragones que les pertenecen, excepto el del príncipe, el no posee ninguno.

Cuando llego me arrodillo ante ellos como el plebeyo que soy.

-así que tú eres el muchacho que se ha robado al dragón de mi hijo- dice el rey, trato de defender el hecho que yo solo lo encontré herido pero el príncipe no me lo permite

-entrega el dragón muchacho, no sirve de nada que lo tengas secuestrado- me habla con arrogancia

Frunzo mi entrecejo ante este, erizo prepotente.

-no- respondo en molestia ante el príncipe –no voy a hacerlo- me niego sin pensarlo mucho

-obedece- me dice el rey, bajo las orejas con miedo al darme cuenta de lo que he hecho, puesto que desafiar al rey es algo grave, pero no daré un paso atrás -Best- llama a su dragón, el cual se encuentra a su lado

Él se levanta y se para rígido imponiendo autoridad, pero tempest no se intimida, también se rige desafiándolo, me da algo de miedo que le hagan algo, pero no quiero dejarlo, es mi amigo.

Best, el dragón del rey, gruñe y parece que crece mostrando su verdadero tamaño, que es bastante alto, como un gran y viejo pino, tempest no se intimida y comienza a gruñirle, su cuerpo es rodeado de una energía azul, cierra los ojos y cuando los abre son idénticos a los míos, color esmeralda, sus escamas cambian de negro a un azul oscuro y comienza a crecer de forma acelerada.

Supera el tamaño del dragón del rey y llega hasta el techo, allí se detiene, se mantiene quieto porque si llega a desplegar sus alas o tan solo agitar la cola podría tirar abajo el castillo. Ya con ese tamaño monumental emite un fuerte rugido que resuena en las paredes y puedo sentir como el piso tiembla.

Los dragones presentes, pertenecientes a la familia real, parecen retroceder un par de pasos y agachan sus cabezas en sumisión, los demás guardianes de los generales y nobles hacen lo mismo.

Hasta yo estoy sorprendido, si no mal recuerdo, se dice que muy pocos guardianes se conectan con sus protegidos, ¿a esto se referían?

-tempest- lo llamo en susurro, parece escucharme y se calma, acerca su hocico a mí y me acaricia con cuidado. Yo le devuelvo el gesto, poco a poco regresa a su tamaño original pero aún mantiene el color.

Volteo a ver a sus majestades que están muy sorprendidos. No los culpo. Pero ahora que poseo su atención voy a aclararlo todo.

-sus majestades, yo no he robado al dragón, yo lo encontré gravemente herido en el bosque- aclaro mirándolos a ambos –curé sus heridas y cuidé de él hasta su recuperación, ahora es mi amigo y no pienso entregarlo como si fuera una mercancía- me coloco firme frente a los reyes

No es una buena decisión, pero no pienso entregar a mi amigo tan fácil, al príncipe se nota que no le importa, no dejaré a mi mejor amigo con alguien como él.

El rey se mantiene serio, mirándome y a tempest quien se mantiene aún a la defensiva.

-miente padre, el me quito el dragón y ahora está usando algo para controlarlo- me señala el príncipe

-no que había desaparecido?- le pregunta el rey ahora viéndolo seriamente –shadow?-

-he- se pone nerviosos -pues, si! Pero, pero él debía devolverlo después de encontrarlo- gruñe levemente, me mira a mí y señala a tempest con molestia

-tu eres mio!! ¡Me debes obediencia!!- le grita con prepotencia

Este se molesta y se prepara para quemarlo vivo, lo detengo acariciando su cuello y hablándole suavemente.

-ven aquí ahora- llama a tempest aún con ese tono prepotente

Frunzo el entrecejo.

-cola- de inmediato tempest comprende y lo golpea con la cola, mandándolo hasta la pared

Sonrío, se lo merece por prepotente.

-bien- se levanta de su trono -acércate- me separo de tempest y me acerco al rey -los dragones, por ley, son protectores de la familia real, así que, como el dragón te ha elegido a ti, no puedo permitir que te vayas con él- me tenso, no quiero dejar a tempest, es mi amigo, es mi compañero –entonces, deseo que te quedes en el castillo, como el siguiente heredero al trono- dice tranquilo

todos los presentes nos quedamos sorprendidos y muchos dijimos en coro -que? -

-pero padre! ¿Estás loco?!- escucho al príncipe regresando –como le das a ese muerto de hambre lo que por derecho es mio?!-

-basta shadow!!- su voz es mucho más gruesa y severa mirando con el ceño fruncido al príncipe –crees que soy idiota? Que puedes mentirme en la cara? Es obvio que tu heriste al dragón, tú fuiste el culpable de su herida- señala a tempest y luego lo señala a él –tu soberbia y prepotencia es estúpida- regaña sin importar los que están presentes

-cariño- dice la reina colocándose a su lado, acaricia suavemente su brazo para calmarlo, lo que parece lograrlo

-shadow no eres digno a llevar mi corona- mira de forma severa -esperaba que fueras sincero y le pidieras disculpas al dragón, parece que no desea protegerte más y se ha unido a un muchacho de gran corazón como el joven, él, a pesar de saber que puedo morir entre los colmillos de best no se retractó, siguiendo su línea noble y se sacrificaría por el dragón, por eso actuó en respuesta- dice viéndome, yo bajo las orejas algo avergonzado, viniendo del rey es un gran alago -no pienso dejar que mi dinastía termine dejando morir al pueblo que juramos proteger desde hace medio siglo, así que le daré paso a una nueva dinastía, que cuide de mi reino, por eso el será el nuevo rey- me señala -así que, preparaos todo, quiero que invitéis a todos los del reino para el anuncio, mandad a preparar una nueva corona, vestidlo como el príncipe que ahora es- ordena

-padre, no puedes hacerlo- reclama de nuevo mirándome con inmenso odio, el cual le devuelvo.

-puedo y lo haré, soy el rey y aunque te pongas en contra, el me sucederá en el trono- se pone firme -sir Coninjam- uno de los soldados se pone a mi lado reverenciándose -usted se encargara del entrenamiento en combate del príncipe sonic-

-será un gusto mi señor-

-estibar- se coloca a mi lado, alguien de traje elegante -tú te encargaras de su educación, el muchacho tiene mucho que aprender aún-

-si mi rey- le responde junto a una reverencia

-lila- una señora aparece de la nada entre los presentes -consíguele ropa nueva, de la más fina, también prepara su habitación y consigue a un caballero para que sea su compañero-

-sí señor, como ordene- responde de la misma forma que los demás

-ah.....- es lo único que puedo decir, realmente continuo en shock, esto va demasiado rápido -mi lord, yo no puedo aceptar- hablo después de lograr aclarar mi mente

-no puedes negarte- habla -ya he dicho, además, deseas conservarlo a él, no?- señala a tempest yo también lo veo

-si, si lo deseo, es un gran amigo, y compañía- sonrió mientras el mencionado pasa su lengua por mi mejilla, no puedo evitar reír ante su acción y lo abrazo

-entonces decidido, atención a todos, les presento al nuevo heredero de la corona- tan solo decirlo los presentes se arrodillan ante mí.

Mi cara arde, que vergüenza.

-no.... no lo permitiré! La corona es mía por derecho!- veo al príncipe acercarse rápidamente con una espada en mano contra mí

Reacciono rápidamente por reflejo, quitándole la espada al general. Bloqueo el ataque del príncipe.

-tú no te quedaras con mi corona!- alza la espada para comenzar a atacarme

Yo bloqueo, se escucha perfectamente como chocan las espadas. El general desea detenerlo, pero el rey lo detiene.

Esto me trae recuerdos, cuando mi padre me enseñó a usar la espada, fue un gran hombre, que murió defendiéndonos a mi madre y a mí. Logro deshacerse de los bandidos, pero estaba muy herido, no resistió.

Me canso rápido de los ataques sin concordancia del moreno, usando el pomo de la espada, golpeo el brazo del príncipe haciendo que suelte su arma, coloco mi pie derecho entre sus piernas y con mi hombro, usando todo mi peso, le doy un fuerte empujón, tirándolo al suelo. Coloco la espada cerca de su cuello.

-lo siento mucho, shadow –lo llamo con algo de asco a su hombre, realmente desde que lo vi me pareció una persona prepotente, orgullosa y molesta, a personas así las detesto, me dan asco –pero no permitiré que me lastimes ni mi amigo, y si eso implica usar la fuerza- acerco un poco más el arma a su cuello para que sienta el frio metal –no dudaré en hacerlo- retiro el arma apartándome de él

Volteo a ver a todos los demás y me avergüenzo un poco de mi comportamiento, pero debo defenderme de alguna forma.

Le entrego la espada a su dueño -discúlpeme, fue un reflejo- me disculpo levemente

-no importa príncipe sonic, me ha sorprendido su destreza- me sonrojo leve ante el cumplido de su parte

-gracias- acaricio mi mejilla levemente

-esto no se quedará así- escucho a mi espalda viendo al príncipe salir de la sala molesto y entre gruñidos

Yo solo lo observo irse. Estoy seguro que habrá problemas con él, deberé irme con cuidado.

Suelto un suspiro. Las cosas han cambiado en tan poco tiempo que me cuesta creerlo.

Sin embargo. Como decía mi madre, las cosas pasan por algo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top