My hero
Un erizo azul de ojos esmeralda se retorcía con frenesí jalando de las cadenas que lo aprisionaban tratando de aguantar la respiración o buscar una fuente de ella, mientras el agua seguía subiendo, hasta que sus pulmones no lograron aguantar más y dejó salir el aire que le quedaba, comenzando a tragar agua ahogándose.
Estando a punto de perder la conciencia, el tanque donde se encontraba prisionero rápidamente se vacía dándole oportunidad a recuperar la respiración.
-cof cof cof cof- Cae de rodillas al suelo, tomando bocanadas de aire con fuerza y sacando el agua de sus pulmones tosiendo con la misma intensidad, su pelaje azul brillante que alguna vez tuvo, ahora está de con color cenizo y apagado. Sus ojos rojos por el llanto, su cuerpo delgado y casi en los huesos. Nadie lo reconocería si lo viera así.
A pasado, varias semanas en esa prisión, o meses, realmente no lo sabe. Todo fue tan repentino, y el no pudo hacer nada, sus amigos, atrapados como el, murieron en poco tiempo a no resistir las torturas, el único sobreviviente, esta apresado en otra capsula, dormido criogénicamente para lavarle el cerebro y hacerlo un sirviente más.
-vamos con otra sesión, sonic?- un científico gordo, con un gran bigote, y unos lentes de color azul sonreía viendo al erizo, gozando de su sufrimiento, pues desde hace años que ha querido capturarlo, y ahora que lo ha logrado, no lo va a desaprovechar.
-n...no.... por favor ya no- el erizo niega temblando, asustado; le duele el pecho y el cuerpo; todos los días es la misma historia, su cuerpo se está rompiendo, al igual que su voluntad lo hizo tiempo atrás.
Desde su captura, el doctor ha gozado torturándolo, usando el elemento que sabe que no es su fuerte, el agua. Llegando a traumar de sobremanera al pobre erizo, que tan solo la mención del nombre del líquido lo paraliza.
-jojojojojo- ríe con descaro. Activa un botón, haciendo que el tanque comience a llenarse de agua de forma lenta, logrando que la desesperación y el miedo se apoderen del erizo.
-no! Ya no! No!- golpea con la poca fuerza que le queda el vidrio, pero le es imposible romper lo que en un principio no pudo
-JO JO JO JO- el gordo disfrutaba del dolor del erizo, su mayor entretenimiento.
Pero, ninguno de los dos sabía que, en otra dimensión, otro erizo, similar al prisionero, los observaba con furia reflejada en su mirada y en su puño el cual sostenía con fuerza una taza de café.
-comandante- uno de los oficiales llega a su espalda -no puede entrometerse en este mundo, es uno de los negativos-
-no me importa, abre el portal, me encargaré de esto, personalmente- deja su café con algo de fuerza en la mesa asustando a los demás oficiales presentes.
Zonic the zone cop, comandante de los zone cop, frío como el hielo, serio e inmutable, verlo con furia contenida era de temer, hasta los altos mandos le temían, claro que el siempre mostró lealtad, pero había que irse con cuidado.
Zonic parte rápidamente de allí, tomando sus cosas, acomodando sus púas dentro del casco para que no lo reconozcan o lo confundan, esto sería rápido, por desgracia, no podía derrocar a eggman, ese mundo pertenece a los negativos, donde el malo debe ganar, pero no por eso permitiría que el héroe sufriera más, ya no.
Rápidamente, usando su velocidad característica de sus versiones alternas, entró al portal, llegando al mobius dark, el nombre de la dimensión. Este lugar se encontraba completamente destruido por los robots de eggman, pero no se detuvo a ver, simplemente corrió a alta velocidad, destruyendo a todos los robots a su paso y esquivando a otros. No quería causar mucho desorden. Más del que puede controlar.
Se introdujo en la guarida, activando todas las alarmas, pero no le importó. Destrozó más robots. Esquivaba a todos los demás abriéndose paso.
Encontró el lugar donde estaba el azulino menor, aterrorizado, no lo pensó ni cinco segundos, destruyó el panel de control haciendo que la capsula se abriera y las cadenas se soltaran, llega con el erizo atrapándolo en brazos cuando iba a caer, cargándolo y partiendo de regreso al portal dejando a eggman con la palabra en la boca pues todo fue a alta velocidad, y a sus ojos, solo un rayo azul pasó y destrozo totalmente todo, llevándose a su prisionero preferido, sin la oportunidad de hacer algo.
-gracias- dice el azul abrazándolo, mojado y asustado, tratando de buscar refugio en el que ahora es su héroe
-de nada- susurra abrazándolo para que entre en calor.
Entra al portal, llevándolo a su dimensión.
~~°~~~°~~~°~~
-como está zails?- pregunta el oficial, junto al científico genio que sabe también de medicina, no quería molestar a zourge, la doctora en jefe, ya tenía muchos problemas encima como para meter a la doctora que de por sí se mantiene muy ocupada.
-traumado- dice separándose del azulino que se encuentra en la camilla hecho bolita -desnutrido, y muy cansado, seguro que te aras cargo de él?- pregunta el científico
El azul menor, levanta la vista, quedándose viendo a su héroe, asombrado que sea igual a él, y temeroso a que diga que no, ahora no tiene a nadie, exceptuando al oficial.
-si- responde seco, cortante y algo frío, característico de él.
Se acerca a la camilla para observar mejor al herido, se sorprende al ver como lo abraza de la mano con fuerza, como si le rogara que no se fuera.
-aah~ sabes que te meterás en problemas, no es así?- el zorro deja sus cosas por otro lado
-si- vuelve a responder
-dejaras de ser tan cortante?-
-no-
El zorro suspira resignado –bien- se levanta -tiene que descansar y comer mucho, no lo dejes solo, por ahora- dice para retirarse
-bien, gracias zails- ve como el zorro corresponde a su agradecimiento levantando la mano mientras los deja solos -bien, que aré contigo?- mira al azul que no suelta su mano
-cualquier cosa, solo no me dejes, por favor- susurra y comienza a llorar con temor, estaba solo, completamente solo, perder a su héroe destruiría la única esperanza que le queda
Zonic, suspira pesado y trata de calmarlo, como han hecho algunas de las versiones de zamy. Según lo que ha visto, acariciarle las púas de su cabeza funciona al igual que un abrazo, separa su mano del agarre del menor para ser él quien lo agarre de la cintura y a traerlo, regalándole un abrazo cálido y varias caricias a sus púas. Logra su cometido, el menor se calma y se relaja en el pecho del mayor quedándose dormido poco a poco. Cuando ya se encuentra completamente dormido, zonic lo recuesta y lo arropa, dejando que descanse, se lo merece.
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