57.1
[...]
- ¿Ves que no fue tan grave ni incómodo?
Hoseok rodó los ojos, sintiendo el beso fugaz de Taehyung en su cuello mientras caminaban devuelta a la universidad. El escultor y él habían terminado siguiendo a Steve hasta un restaurante que quedaba a cinco cuadras del estacionamiento, por lo que habían terminado enviando un mensaje a Namjoon y a Mel diciendo que se iban a demorar en volver.
Ellos le respondieron que no se preocuparan, ya que se irían con los amigos de Namjoon a una disco que estaba en Incheon, por lo que habían terminado invitando a Steve unos platillos del menú como "disculpa" (Hoseok realmente no podía creer que Taehyung le hubiera dicho: <<lamento nuestro comportamiento contigo, Steve-ssi>> con una sonrisa radiante), y habían conversado -más bien Taehyung- de cosas bastante triviales de la universidad y el trabajo hasta que los amigos de Steve empezaron a sentirse bastante incómodos por la intromisión -y Hoseok estaba empezando a enfurruñarse aún más por lo lindo que estaba siendo Taehyung frente al tipo- por lo que terminaron despidiéndose de Steve como si nada hubiera pasado.
No se habían demorado ni media hora en la banal conversación, así que ambos volvieron caminando a paso lento hacia el estacionamiento para volver al departamento, preparar algo de comer y terminar la tercera temporada de Juego de Tronos que se habían puesto a ver últimamente en sus ratos libres en los que no les apetecía hacer gran cosa. Hoseok estaba leyendo los libros e iba por el quinto llamado "Danza de Dragones"; Taehyung, en cambio, prefería ver la serie por televisión, pero aún así no podían evitar discutir porque Hoseok le decía algún dato sobre el libro que no había salido en la serie, -lo cual obviamente sería diferente- y Taehyung no podía evitar patearlo hasta tirarlo fuera de la cama mientras el profesor se reía de su indignación.
Hoseok suspiró aliviado mientras caminaban por una de las calles más pobladas de bares y discotecas. Le aliviaba el hecho de que volverían al departamento y tendría al escultor sólo para él. El tema de Steve sería totalmente olvidado, o eso planeaba hacer como principal objetivo de la noche; meterse entre las piernas del escultor y hacer que sólo él fuera su único pensamiento. Quería seguir estancándose en su piel y en su mente, y olvidarse de lo mucho que detesta que Taehyung hable con chicos que ha rechazado.
- Para ti nada es incómodo -respondió Hoseok, resoplando-, ir detrás del chico que hice que rechazaras no es nada incómodo -prosiguió sarcástico-, ¿Pero para mí? Sabes que odio socializar con gente, en especial con él.
Hoseok vio de reojo como Taehyung sonreía divertido, apretando su mano entrelazada con la propia, que aún mantenían escondidas en su abrigo por el frío de la noche y las miradas indiscretas de algunas personas un poco borrachas o de fiesta que pasaban por su lado. El escultor volvió acercar su rostro al de él.
- Sabes, lo dramático me viene mejor a mí, Hobi hyung.
- Definitivamente -asintió exagerando, haciendo que Taehyung riera y le pegara suavemente un codazo-, aunque debo aceptar que la cara que puso el francés era graciosa. Creo que ahora nos odia.
Taehyung le miró de reojo, alzando ambas cejas.
- Jiminnie y yo pensábamos que nos odiabas, también.
- Yo no los odiaba -negó Hoseok, frunciendo el ceño-, sólo pensaba que eran muy molestos.
- Me siento ofendido -exclamó Taehyung, tocándose el pecho falsamente indginado-. Pero, ¿Hablas en serio? Entonces con razón Jiminnie me decía que no me acercara a ti porque tenías cara de que me golpearías, pero yo le decía que no, porque pensaba que eras bastante tímido -Hoseok enarcó una ceja y Taehyung rió de forma nasal-, estaba algo ciego por tu encantadora y perfecta sonrisa, no me juzgues.
Hoseok apretó los labios, conteniendo la sonrisa. Seguía encontrando totalmente estúpida la manía que tenía de avergonzarse por los cumplidos de Taehyung, pero que ni siquiera se inmutara cuando él mismo las soltase impulsivamente, como las palabras sucias en la cama o incluso las que eran todo lo contrario. Como decirle cariño o bebé cuando carece de paciencia o está al borde de la excitación.
- Lo siento -musito Hoseok, acariciando la palma de la mano del escultor con el pulgar, algo cabizbajo al recordar las veces en las que trató groseramente a Taehyung-, es que ustedes... parecían muy amistosos, y sé que no suena nada lógico, pero cuando veo personas así me pongo aún más alerta, es casi como un reflejo -hizo una mueca, pensativo-. Además, no entiendo porque seguías insistiendo cuando yo me alejaba o te decía que no. Sé que eres algo masoquista -Taehyung exclamó un ¡Hey!, dándole un codazo más fuerte y haciendo que riera-, pero aún así me pregunto porqué.
- ¿De verdad no querías que siguiera insistiendo? -ladeó la cabeza, genuinamente sorprendido.
- Tienes una rara percepción del no me toques, Taehyungie -rió Hoseok, su sonrisa desapareciendo a la vez que miraba el cielo carente de estrellas-... pero creo que... obviamente... me comportaba de esa manera porque tenía miedo de que me gustaras... o algo así... -apretando los labios, sus mejillas volvieron a incendiarse. Taehyung lo miraba fijamente sorprendido-. Creo que por eso era tan grosero contigo... aunque tampoco era tan personal, siempre fui grosero con las personas que se me acercaban tanto.
- No sé si decirte que tienes suerte, porque nosotros los coreanos somos bastante respetuosos con el contacto físico, o decir que no tienes suerte porque justo se fijó en ti alguien que es totalmente lo contrario a alguien reservado y respetuoso del espacio físico -Hoseok le sonrió de lado y Taehyung se mordió el labio inferior, su voz cambiando a una más seria-. He conocido personas groseras en mi vida, y aunque tú eras bastante grosero, había algo que me decía que no era tan así, no sé como explicarlo. Tal vez porque siempre que decías algo grosero titubeabas o te sonrojabas y ponías esa mueca graciosa y tierna y... -el escultor se calló, mirándole con una sonrisa, deteniéndose, y haciendo que Hoseok se detuviera también, confundido, hasta que el escultor acarició su mejilla con la mano libre y lo besó, susurrando encima de sus labios-... eres tan guapo.
- Pero aún así... -susurró Hoseok, aclarando su garganta, odiándose al sentir sus orejas ardiendo y la facilidad con la que podía perderse en los ojos de Taehyung y disfrutar del silencio entre ambos, volviendo a retomar el paso-. ¿Qué te hizo insistir tanto? La gente común simplemente me hubiera mandado a la mierda.
- Creo que fue cuando escuché una conversación entre Mel y tú, en ese restaurante de sushi... ¿O era comida Tailandesa? -frunció el ceño, haciendo un puchero, pensativo-. No me acuerdo, pero fue cuando acabaste en mi departamento por primera vez. No escuché mucho, pero supe que tenías problemas con los insomnios y que algo te atormentaba... y yo creí que podría ganarme tu confianza y ser amigos.
- ¿Sentiste lástima por mí? -alzó ambas cejas, de repente sintiéndose algo herido, pero sin querer demostrarlo. Taehyung negó fervientemente.
- Yo no lo llamaría de esa manera, no era lástima, sino... empatía... o curiosidad... tal vez ambas. Comúnmente las personas que no saben sobre mi sexualidad siempre se comportan muy encantadores conmigo, hasta que lo descubren y dejan de hablarme, pero tú eras así por razones diferentes y yo no te entendía... pensé que si insistía un poco más podría hacer que nos lleváramos bien, pero aún así actuabas de esa manera... no sabía cómo acercarme y no se me ocurrió nada más que eso de las pastillas.
Hoseok asintió, de todo ese tiempo estando con Taehyung, sabía que él era alguien que siempre luchaba por lo que quería, sin importar los métodos. Y sabía que ser así le había traído varios problemas, pero Hoseok sentía que ahora que estaban juntos, era su deber encargarse de que Taehyung no saliera herido. Especialmente por él.
- ¿Y qué más pasó esa noche? -preguntó luego de un silencio agradable entre ambos, recordando-. Al día siguiente Mel me envió un mensaje diciendo que me habías traído a mi departamento, pero claramente no acabe ahí.
- Bueno... en ese momento no tenía el número de Nam, ¿Sí? -exclamó con cierto tono a la defensiva-. Y te quedaste completamente dormido apenas te acosté en la cama, te quité la camisa porque estaba sucia cuando te peleaste con ese idiota, y luego yo te be... -carraspeó, nervioso-. Nada.
- ¿Qué cosa hiciste? -preguntó reteniendo la sonrisa. Taehyung no lo miraba.
- Na...nada.
- Taehyung -musitó haciendo que se detuviera antes de doblar una esquina. El escultor infló los mofletes avergonzado y resopló.
- ¡Bueno, ya! -gruñó adorablemente-. Yo te... yo te di... un beso.
Hoseok apretó los labios, acercándose más al escultor que rehuía su mirada. Parecía un niño que había sido pillado robando un dulce, lo que hacía que Hoseok gimiera de la ternura... internamente. Se estaba conteniendo para no apretarle las mejillas y besárselas. Taehyung siempre provocaba ese efecto en él.
- ¿En dónde? -preguntó lo más serio que pudo. Taehyung lo miró de reojo.
- En... -pareció pensarlo y se acercó para besarlo fugazmente en los labios-... así.
- Estaba seguro que no lo había soñado... -lo miró con los ojos entrecerrados cuando se separó, haciendo que Taehyung tragara saliva nerviosamente. Recordaba hace mucho tiempo haber tenido un sueño con Taehyung referente a un beso, pero trató de olvidarlo, pensando que el escultor sólo se aparecía en su mente por lo mucho que le solía insistir. Aunque le provocó una inmensa ternura, no pudo evitar molestarse porque en ese tiempo no se conocían lo suficiente para que hiciera eso-... no vuelvas a hacer eso, jamás, nunca, a nadie si es que esa persona no está consciente, ¿Lo entiendes?
- ¡Sí, lo siento! -se apresuró a decir Taehyung, mirándole arrepentido-, ¡Es que no pude contenerme! Estabas durmiendo y te veías tan guapo y tan... ¡Además en ese entonces pensaba que jamás estaría contigo! -se excusó, soltándole la mano a Hoseok para abrazarlo por la cintura, apoyando el mentón en su hombro.
- Pero aún así, no es excusa -replicó Hoseok, haciéndose un poco para atrás y atrapando el rostro del escultor entre sus manos, con el rostro a centímetros del suyo-, casi podría catalogarse como acoso sexual, y no te quedas impune sólo porque eres precioso.
- Perdón... fue un impulso -abultó el labio inferior, sus mejillas abultadas por el agarre de sus manos-, ya no soy tan impulsivo.
Hoseok lo observó unos instantes, pensando en lo mucho que había cambiado su vida y él mismo desde que Taehyung había azotado en ella como un huracán. Le había puesto el mundo de cabeza y, sin embargo, se sentía totalmente natural. Al principio lo había odiado, pero ahora ese sentimiento se había convertido en todo lo contrario. El cabello del escultor seguía del mismo largo, con la misma coleta y el mismo mechón cayendo en su rostro, su ropa era más elegante, pero seguía siendo el mismo en esencia... y ahora, cada vez que lo miraba, pensaba en lo mucho que lo extrañaría. No quería pensar en eso... sólo quería un día más con él. Un mañana más con él.
- Te perdono solamente porque ahora tienes permitido hacerlo cuando quieras -murmuró Hoseok, acariciando sus mejillas con los pulgares y acercándose despacio. Taehyung juntó las cejas, su voz melosa y gruesa a la vez, abrazándolo con más fuerza.
- ¿Y no es acoso sexual?
- Desde el segundo beso que me diste que no lo ha sido.
Taehyung sonrió feliz antes de ser profundamente besado por Hoseok, quien había olvidado por completo que estaban en medio de la calle, con autos pasando por su lado y gente saliendo de los bares. Ambos se separaron rápidamente al oír como varias voces de hombres se acercaban, evidentemente pasados de copa, justo doblando la esquina. Hoseok agarró la mano de Taehyung y lo movió para dejar que el grupo de amigos pasara por su lado, sin prestarles demasiada atención.
Hoseok le sonrió a Taehyung, quien miró a los chicos ebrios de reojo burlonamente, ambos siguiendo su camino, hasta que escuchó una voz que le heló la sangre e hizo que su cuerpo se tensara, petrificado.
- ¡Jung Hoseok! -exclamó uno de ellos, ebrio, y Hoseok deseó estar equivocado. No quería mirar, pero Taehyung se había detenido y dado la vuelta mirando curioso a quien lo había llamado-, ¿Eres tú? -Hoseok lo miró por sobre el hombro, serio, sintiendo la rabia bullir en la boca de su estómago al reconocerle y a los tipos que estaban con él. Podrían pasar años, pero Hoseok siempre recordaría a Joon Hoon y a su pandilla de amigos que solían tratarlo como basura cuando iban en la escuela-. Sí, eres tú, ¡Mira, si no has cambiado nada! -rió Woo Hin, el que recordaba era el más hablador, tambaléandose al alejarse de uno de ellos. Eran cuatro hombres en total, y Hoseok los reconocía a todos; Woo Hin, Seung, Dak Ho y Joon Hoon-, ¡Amigos!, ¿Se acuerdan de él?
Vio de soslayo la sonrisa casi malévola que se formó en los labios de Joon Hoon cuando le miró. Devolviéndole fijamente la mirada, éste asintió. Ninguno había cambiado demasiado, seguían viéndose tan imponentes, sólo que con diferente cabello, más altos y corpulentos, y trajes de oficina. Joon Hoon se había sacado los aretes, pero tenía la misma expresión fría y calculadora de cuando era adolescente.
- ¡Cómo no nos vamos acordar del Jung bicho raro! -exclamó Joon Hoon, más borracho que Woo Hin-, ¡Oh, cuanto tiempo ha pasado! No te ves nada mal, Jung bicho raro.
- ¿Qué les...? -musitó Taehyung, frunciendo el ceño enojado y apretando con fuerza inconsciente su mano. O tal vez él se la estaba apretando. De lo único que estaba seguro era que quería largarse de allí, porque recuerdos amargos de burlas y empujones, palabras y apodos horribles dirigidos hacia él vinieron de golpe a su memoria.
- Vamos, Tae -logró decir con firmeza, dándose la vuelta y arrastrándolo consigo.
- Pero...
- Camina -dijo entre dientes, tenso. Ni siquiera alcanzaron a dar cinco pasos cuando Joon Hoon los alcanzó y se puso frente a ellos, pero eso no detuvo a Hoseok de pasar por su lado tratando de ignorarle. De soslayo vio como Seung, el más bajo del grupo, trataba de llamar a Joon Hoon con rostro apenado; era el que más sobrio se veía, en cambio Dak Ho se burlaba con su gesto, pero no tan evidente como lo hacía Woo Hin al acercarse también. Hoseok sabía lo que querían, porque se sentía como el mismo chico de catorce años tratando de defenderse inútilmente de ellos.
- ¿Por qué se van?, ¿No te acuerdas de mí? -se tocó el pecho así mismo, abriendo los ojos descomunalmente, exagerando en su ebriedad-. Soy Joon Hoon, el de la clase A, éramos muy buenos amigos.
- Yo no te conozco -espetó Hoseok, apenas mirándole.
- Ah, ¿No? -el rostro de Joon Hoon cambió a uno de total aborrecimiento, justo en el momento en que Hoseok sintió que empujaba su hombro e instintivamente soltó la mano de Taehyung para ubicarlo detrás de su espalda, tratando de interponerse entre él y Joon Hoon. Era tan obvio que Joon Hoon sólo quería a alguien para desahogar sus mierdas, como siempre. Eso no cambiaría jamás-. Te puedo refrescar la memoria, Jung bicho raro, tú eras ese típico niño que no soportaba a los demás porque se creía superior, ¿No?, ¿Te creías superior? Sólo eras un pobre huérfano con padres adoptivos que tenían dinero, sólo eso -se acercó a centímetros de su rostro, queriendo intimidarle, pero Hoseok sólo se estaba conteniendo apretando la mandíbula. No podía perder el control de la situación estando con Taehyung-. ¿Tengo que recordarte cuando te ponías a chillar y a llorar como una niña sólo porque te rozábamos?
- Eras tan jodidamente raro -rió Woo Hin, asintiendo fervientemente y señalándolo burlón. Sintió como Taehyung se tensaba, moviéndose para quedar al frente, pero lo impidió interponiendo su brazo por delante de él y agarrando su muñeca.
- ¿Pueden dejarnos en paz, imbéciles?
- Sí, ya cállate, Joon Hoon -secundó Seung, tratando de agarrar su brazo, pero siendo esquivado torpemente por el mencionado-, ya basta, vayámonos -luego miró a Hoseok, incómodo-. Están ebrios, lo siento, Jung-ssi.
Hoseok no cambió su expresión. Seung había sido un hijo de perra igual o peor que aquellos tres, por la sencilla razón de que nunca había hecho o dicho nada y sólo lo había mirado, riéndose de él cuando aquel grupo lo molestaba, diciéndole cosas crueles, llenándole la mochila de basura, escondiéndole los cuadernos, escondiéndole la ropa de deportes, pellizcando su piel cuando se descuidaba o riéndose cuando le provocaban los ataques de pánico y huían, dejándolo solo y aún más vulnerable.
- ¡No, hombre! -gritó Joon Hoon, empujándolo-, ¿Que no te acuerdas lo mucho que te gustaba burlarte de este imbécil?, ¿Por qué ahora lo defiendes?, ¿Eres gay también?
- ¡Joon Hoon! -exclamó Seung, mirándolo furioso, pero él sólo lo ignoró y volvió a mirar a Hoseok.
- Tú, Jung bicho raro, no eras más que una basura -rió con desdén, para luego mirar a Taehyung-. Y ahora gay, en serio ahora todo tiene sentido, ¿Te daba asco que te tocáramos o sólo te alejabas porque en realidad te excitabas? Te gustábamos, ¿No es así? -empezó a burlarse, su voz tan filosa como navaja, acercándose lo suficiente para tocarlo y Hoseok no sabía si lo que sentía era miedo o unas ganas de patearlo hasta la inconsciencia; tal vez ambas. Había bajado la guardia, aunque siempre supo que todos sus fantasmas volverían algún día, tal cual como en sus insomnios-, ¿Qué pasa si te toco?, ¿Vas a llorar?
- No te atrevas -espetó entre dientes-, te lo advierto.
- No eras más que una farsa -negó él, sin escucharle, señalándole con el índice y mirándolo a él y a Taehyung. Hoseok agarró la muñeca de Taehyung e hicieron ademán de irse, pero Joon Hoon volvió a interponerse ésta vez viéndose más lucido y enojado-, nos mirabas con asco, pero ustedes maricones son mucho más asquero...
No alcanzó a terminar la frase, porque el puño de Taehyung fue a parar en un parpadeo al rostro de Joon Hoon. Hoseok lo miró atónito, y era por eso que no había estallado; no quería que eso sucediera. Sabía que si daba el primer golpe, Taehyung también lo haría. Pero había bajado la guardia, otra vez, y ahora era Taehyung quien había estallado.
- ¡Taehyung! -gritó Hoseok, tratando de agarrar su brazo y alejarlo de él. Joon Hoon se había tambaleado, chocado con Seung y al recomponerse, avanzó peligrosamente a Taehyung para devolverle el golpe. Hoseok se iba a interponer, pero sintió como era jalado hacia atrás por Dak Ho, un brillo de violencia y diversión en sus ojos, claramente disfrutando de ver a Joon Hoon golpeando a Taehyung en el rostro y el escultor parándose con rapidez para devolvérselo, hacer caer a Joon Hoon y empezando a golpearlo en el rostro, a horcajadas de él en el piso.
- ¡¿Qué decías, pedazo de mierda?! -gritaba Taehyung, su rostro rojo en ira, mientras lo golpeaba. Hoseok golpeó a Dak Ho, tratando de quitárselo de encima, porque todo en lo que pensaba era en que no quería que lastimasen más a Taehyung. Se le fue el aliento y su corazón se detuvo cuando Dak Ho aprovechó a golpearlo en el estómago, al descuidarse cuando vio que Woo Hin pateó el costado de Taehyung, haciendo que cayera de espaldas y liberara a Joon Hoon, quien inmediatamente se paró y se abalanzó encima de él.
- ¡Asqueroso homosexual! -gritaba Joon Hoon, forcejeando con Taehyung-, ¡Vamos a ver si no eres un maricón!, ¡Gay de mierda!
- ¡Hijo de puta! -gritó devuelta Taehyung, tan enfurecido como nunca lo había visto, pegándole una patada a Joon Hoon y tirándolo de espaldas-, ¡Cállate!, ¡Cierra tu maldita boca!
- ¡Deténganse! -gritó Seung, reteniendo a Woo Hin quien iba a volver a interferir entre Taehyung y Joon Hoon. Hoseok apenas podía concentrarse en ellos, porque Dak Ho lo había agarrado de la ropa y lo había tirado al piso, su rodilla incrustrándose en el costado de su torso inmovilizándolo. Hoseok ya estaba harto, sintiendo la adrenalina recorrerle por completo sólo se enfocó en Dak Ho, tirando con fuerza de su ropa hacia un lado para rápidamente pararse y pegarle una certera patada en el rostro, dejándolo completamente inconsciente. Se dio la vuelta, buscando a Taehyung con la mirada, y lo encontró encima de Joon Hoon dándole golpe tras golpe, poseído, hasta que Joon Hoon logró tirarlo hacia un lado, pero antes de hacer cualquier movimiento Hoseok se interpuso, haciéndole con fuerza una llave alrededor de su cuello y empezando a contar. Seung le gritaba que parase, horrorizado, pero Hoseok sólo se detuvo cuando Joon Hoon dejó de forcejear y se desmayó.
Hoseok lo soltó al instante, parándose del piso, mirando por última vez a Seung y a Woo Hin, quien habían dejado de forcejear entre ellos y lo miraban estupefactos. No se detuvo en decir nada, sólo miró el rostro magullado de Taehyung jadeando en el piso, agarró su mano y se fueron a paso rápido de ahí justo antes de escuchar las sirenas de la policía y esquivando a la gente que se había arremolinado a su alrededor y que no sabía en que momento habían aparecido.
[...]
- Ya no pongas esa cara.
Taehyung musitó en la oscuridad de la sala sólo siendo iluminado por una de las lámparas en una esquina, sentado en el sillón. Hoseok se sentó en la mesa de centro frente a él, despertando de su estupor porque hace algunos instantes era Taehyung quien mantenía la mirada fija en un punto invisible, sus ojos fieros y lagrimeantes, su cuerpo tan tenso como si estuviera hecho de piedra. Dejó el botiquín de primeros auxilios a su lado, abriendo y sacando algodón con el alcohol desinfectante, además de una pomada para los moretones. Le dolía ver el rostro de Taehyung, su pómulo lastimado y su labio partido, pero más aún la expresión amarga y furiosamente triste que tenía. De reojo se había visto así mismo en el espejo del baño al ir a buscar el botiquín, y sin darse cuenta su nariz había sangrado y tenía rasguños en la mejilla. Le dolía pensar que el que había salido más lastimado había sido Taehyung y no él.
Él debió haber recibido los golpes, no Taehyung.
- ¿Qué cara? -su voz apenas salió, sintiéndose como un espectro.
- Esa de que quieres matar a alguien.
Hoseok suspiró, sentía que si relajaba su rostro tenso y contraído, iba a ponerse a llorar del más puro coraje. Y él no lloraba hace mucho tiempo, no quería empezar en ese momento.
- ¿Ahora por qué estás haciendo esa cara? -volvió a preguntar Taehyung.
- Por un momento creí que llorarías... -contestó vagamente Hoseok, acercándose a Taehyung para empezar a limpiarle el labio con delicadeza-... no que le darías un buen puñetazo y patadas.
- Se lo merecía, era un imbécil -respondió Taehyung, después de que Hoseok limpió completamente la herida de su labio, luego de apretar los dientes y retener el aliento ante el dolor-, ellos te hicieron daño cuando eras más joven, ¿Verdad?
Hoseok rehuyó su mirada, tomando la pomada para poner un poco en su dedo indice y volverse hacia el rostro de Taehyung con gesto y voz ausente.
- No era sólo culpa de ellos, en ese entonces, yo era de cierta manera y también...
- No, cállate, no es tu culpa -interrumpió Taehyung, al tanto de sus pensamientos y deteniendo su mano con la pomada. Él sabía, no tan detalladamente, de esos abusos al igual como él los había sufrido por diferentes razones-. Nadie debería molestarte por ser como eres -la voz de Taehyung se quebró y Hoseok agachó la mirada, incapaz de mirarle, solo viendo como Taehyung se aferraba a sus manos y se inclinaba más cerca de él-. Hyung, mírame. Y dilo.
- Sí, lo sé -respondió después de unos segundos, y un profundo suspiro al sentir como la mano de Taehyung alzaba su rostro con delicadeza y lo miraba fijamente a los ojos-. Nadie debería molestarme por ser como soy.
Taehyung le dio una pequeña sonrisa adolorida, y Hoseok mordió su labio inferior, volviendo a untar su dedo en la pomada para esparcirlo en el pómulo de Taehyung, quien arrugó el entrecejo, pero no se movió. Cuando terminó, se giró para guardar la pomada, pero el movimiento brusco hizo que su estómago doliera justo en el lugar en el que Dak Ho le había golpeado.
- ¿Estás bien? -preguntó Taehyung, preocupado-, ¿Dónde te golpearon?
- Estoy bien -mintió Hoseok, alejando las manos del escultor de él que iban a levantar su camisa-, déjame sanarte.
Taehyung agarró sus manos, deteniéndolas.
- Oye, no te alejes -musitó casi con desesperación. Hoseok frunció el ceño ante su tono de voz, totalmente herido. No se estaba alejando, sólo...
- No me estoy alejando.
- Te siento esquivo -respondió Taehyung, tan sincero como siempre, encogiéndose de hombros. Hoseok lo miró extrañado-. No tienes que tener vergüenza por estar asustado, yo también lo estaba. Lo estoy, un poco. Sólo estoy muy enojado.
- Sé que estabas asustado -suspiró Hoseok, con ternura, acercándose más a Taehyung y acariciando sus manos-, pero yo debí haber reaccionado mejor.
- También golpeaste a esos idiotas.
- No me refiero a eso -negó Hoseok, su estómago revolviéndose-. No debería haber dejado que te tocara, que lo tocaras... debimos haberlo evitado.
- Creo que no hubiera dormido en paz si no le pegaba a ese idiota -sonrió de lado, pero Hoseok sólo lo miró fijamente, serio y él terminó por suspirar-. Hobi, bebé, está bien, estamos bien, ¿Sí? No es la primera vez que me pasa y no será la última...
- Odio eso, que no sea tu primera vez... -resopló Hoseok, con desaprobación mientras se levantaba. Se sentía tan enojado que era imposible estarse quieto, quería tanto volver donde estaba Joon Hoon para molerlo a golpes-... no debería existir esa primera vez ni otras.
- Pero van a pasar -replicó Taehyung, parándose también y acariciando la mejilla de Hoseok con suavidad para que le mirase-. Mira, si estás conmigo, éstas cosas van a pasar. He estado peleando toda mi vida con los demás y conmigo mismo por ser como soy, pero... ¿Sabes cuál es la diferencia de ese entonces y ahora? Que estás tú, tú no me ocultas ni ocultas lo que tenemos y sé que por eso no salí lastimado.
- Tú labio inferior y tu pómulo no dicen lo mismo -frunció el ceño, seriamente, y Taehyung rió-. Taehyungie...
- Hyung listo, sabes a lo que me refiero -sonrió, acercándose tanto como sus cuerpos lo permitían-. No estoy lastimado porque estás conmigo. Si me dejas tocarte, entonces tus heridas desaparecerán -la voz del escultor lo hipnotizaba, tanto como sus ojos, siempre prometiéndole un mañana mejor. Un futuro mejor, uno del que no podía estar seguro, pero que anhelaba con todas sus fuerzas. Taehyung acercó su rostro lo suficiente como para respirar junto a él, sus frentes tocándose, sus narices, sus labios, la punta de sus dedos en su piel, toda su calidez y la excitación que eso le provocaba, queriendo tenerlo más y más cerca hasta no poder saciarse nunca-. Las haré desaparecer, todas... todas tus heridas. ¿Y tú harás desaparecer las mías también?
- Lo haré -respondió Hoseok, sintiéndose ahogado y aliviado por su calor, llevando sus manos al cabello suelto de Taehyung cayéndole a los costados del rostro.
- Entonces dilo... di qué es lo que quieres que haga -susurró en sus labios, y cerró los ojos porque dolía, dolía lo mucho que lo amaba y lo mucho que odiaba haberlo lastimado.
- Tócame... tócame y recuérdame lo bueno que es existir.
Taehyung lo hizo, lo tocó y lo besó, cada rincón de su cuerpo golpeado, y él también lo hizo, acariciando con suma suavidad aquellas marcas moradas que borró de su piel con besos y la humedad de su boca cuando terminaron encima de la cama, desnudando al otro con impaciencia, pero con cuidado de no lastimarlo, y a cada beso, mordida, gemido y jadeo del escultor debajo de él, con sus uñas fuertemente clavadas en su espalda y piernas envueltas alrededor de sus caderas, recibiéndole tan bien a cada estocada cuando después de tantas caricias pudo entrar completamente en él. Entre todo el dolor y el placer, Hoseok pudo volver a comprobar una vez más que no podía imaginarse lo que haría o lo que sentiría cuando ya no estuviera.
Porque lo amaba, lo amaba tanto que tenía miedo de decirlo. De volverlo realidad y ya no poder vivir sin eso.
[...]
GRACIAS A @Nata_galan10 por estos hermosos ediit <3 en serio es ARTEEEEE<3<3 cap dedicado a tu talento <3
Espero que les haya gustado el capítulo, estuvo rapidín porque saben que estoy mal con la u y toda la vida jajaja quiero morir :')
pero ya extrañaba actualizar esta historia, si no es ahora, ¿Cuándo?
así que cualquier error de este capítulo me lo hacen saber por favor :'v<3 tuve que releer para acordarme en qué me quedé LKJALDKAS iba a ser más largo, pero me caigo del sueño
a quienes no me olvidaron, en serio muchas gracias por seguir apoyando tócame:c<3
LxS AMITO MUCHO<3
(que no se pierda la costumbre de actualizar a las casi 4 am :D)
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