55.3
Cuando salió de la oficina del jefe de la facultad de Artes sólo pensó en lo cansado y hambriento que se sentía.
Iba a encontrarse con Wheein en unos minutos más en el restaurante que quedaba sólo a tres cuadras; por lo que caminó a zancadas fuera de la facultad.
Wheein era psicóloga de la universidad, se habían conocido en uno de los eventos de la Facultad hace dos años, KyungSoo, uno de los maestros más antiguos se la presentó; Wheein le había preguntado si sabía sobre las terapias psicológicas a través del arte, y él le dijo que sí, pero que no tenía profundo conocimiento de ello, ya que se especializaba en la escultura más que en el dibujo. Desde entonces solían encontrarse de vez en cuando, y ambos intercambiaban sus pensamientos, aunque Taehyung solía invitar la comida cuando la conversación solía tratarse más sobre él.
Hoy era uno de esos días, ya que Taehyung la necesitaba, su pensamiento, y ella necesitaba un almuerzo contundente después de sus sesiones en la mañana en su consulta privada; y en las tardes, hacía clases. Era un ganar-ganar.
Cuando llegó al restaurante en el que habían quedado, Wheein estaba comiendo helado de vainilla en un vaso pequeño y le sonrió mostrando sus hoyuelos. Taehyung no aguantó las ganas de abrazarla cuando ella se levantó.
- ¡Tae! Tiempo sin verte -dijo ella, cuando el abrazo terminó y le dio una mirada rápida a su cuerpo. Ese día se había puesto una camisa beige por dentro de sus pantalones de tela negros y, cuando ella volvió a mirar su rostro, no pudo evitar sonreír avergonzado al sentir como apretaba sus mejillas tal cual lo hacía una abuela-. Ganaste peso.
Taehyung arrugó la nariz un poco; Hoseok también le decía que había ganado peso, pero contrario a Wheein, Hoseok no se quedaba en palabras y hacía que lo acompañase a correr con él. Casi podía visualizar la cara de decepción de Hoseok cuando le dijo que no correría con él ayer, después de que hubieran arreglado la discusión que habían tenido, porque sentía los ojos hinchados y no tenía mucho ánimo. Había estado perdido en sus pensamientos y, aunque Hoseok trató de volver a hablar con él, Taehyung sólo quería dejar de pensar. Así que, básicamente el día de ayer se trató sobre tener sexo y tratar de convencer a Hoseok de que todo estaba bien.
No lo estaba. Taehyung no tenía idea de cómo abordar sus pensamientos.
- Me alegra verte, Wheein -dijo él, tocando con suavidad el cabello lacio hasta acariciar su mejilla con afecto. Tenía un peinado diferente, con haces rubios y más liso, siendo ella casi dos cabezas más baja que él-, tú estás más guapa con el corte de cabello.
- Gracias por notarlo -sonrió ella casi con descaro-, he hecho más ejercicio últimamente y me cambie el peinado, es bonito, ¿Verdad? -Taehyung asintió cuando ella meneó su cabello-. Y supe que te vas a Francia para tu doctorado -recordó con rapidez, sonando tan emocionada que Taehyung volvió avergonzarse al ser zarandeado con efusión-, ¡Eso es fantástico!, ¿Cuán fluido es tu francés?
- Lo necesario para pedir comida -bromeó Taehyung y luego la miró con cierta aflicción-. Gracias, aunque sinceramente ya lo había olvidado.
Wheein lo miró con extrañeza, pero en vez de preguntar ambos se sentaron al ver que la camarera se dirigía hacia ellos y pidieron Galbitang, una sopa de carne de vacuno que Wheein se moría por comer y Taehyung pidió Bossam, carne de cerdo que se comía envuelta en hojas de lechuga o verduras. Mientras veían a la camarera irse, Taehyung se encogió al sentir la mirada penetrante de Wheein analizando su expresión.
- ¿Cómo van las cosas, Tae? -preguntó cautelosa.
Taehyung se encogió de hombros, suspiró, y todo con bastante lentitud y nerviosismo. Estaba a punto de decir la típica mentira para evitar preguntas incómodas, pero Wheein siempre terminaba escarbando lo suficiente hasta que finalmente siempre terminaba soltando todo.
- Lo volví hacer -terminó confesando, apoyando su mentón en la palma de su mano y mirando fijamente la mesa.
- ¿Qué cosa?
- Volví apegarme a alguien como lo hice con Minho... aunque esta vez, se siente mucho más... rápido e intenso -musitó. Él de verdad quería tener una conversación normal con Wheein, pero lo que había hecho lo estaba preocupando. Hace mucho que no se sentía preocupado por sí mismo y siempre sucedía cuando sentía que perdía más de lo que se permitía, tanto como dejarse ir.
- ¿Estás en una relación? -Taehyung asintió-. ¿Con Jung, el profesor de literatura?
Al azar la vista, Wheein lo miraba como si lo supiera todo. No pudo evitar sonrojarse.
- ¿Cómo lo...?
- Tengo ojos -sonrió ella, casi con ternura y diversión-. Vi como te cargó en su espalda a la enfermería cuando te esquinzaste el tobillo, como si fuera un manga de romance escolar. Luego ya deduje todo por tu interés de antes por él...
- Dijiste que te habían contado de mi caída, no que la habías visto -replicó Taehyung, haciendo un puchero y mirándola suspicaz.
- Sí, pero antes pasé por ahí y los vi, luego me contaron y te envíe un mensaje -se encogió de hombros-. Pero eso es lo de menos, ¿Desde hace cuánto son novios?
- Novios... bueno... -hizo una mueca, rascándose la nuca-... no le hemos puesto esa etiqueta a nuestra relación, ha sido todo tan natural que no me preocupaba, excepto cuando me pongo celoso -susurró lo último, un poco abochornado-. Pero si llamas salir a dos personas que tienen relaciones y pasan casi todo el tiempo juntos... pues hemos estado saliendo hace tres meses... o un poco más.
- Eso es... poca comunicación -alzo las cejas, asintiendo para sí, sus ojos brillando con hambre cuando la camarera trajo los utensilios y las bebidas-. Sabes que eso es uno de los ingredientes para hacer que una relación falle como una mala comida. Muy poco condimento hará que no tenga sabor.
- Ese no es el punto, si tenemos comunicación -suspiró Taehyung, peinando su cabello amarrado en una coleta distraídamente-, sólo que... todo lleva su tiempo, ¿No? Me he vuelto a sentir ansioso... sabes que desde hace tiempo, antes de Minho, con otras personas... siempre me aferro demasiado y termino... muy mal. Sé que es malo, sino fuera porque uso todo ese cumulo de emociones en mis esculturas -bajo la mirada de Wheein, Taehyung apretó los labios y suspiró con aflicción-. Hace dos días hice una escena patética en la que le dije que no iba a ir a Francia por él después de que me dijera que no me podía ir, ¿Puedes creerlo? -espetó incrédulo-. Me enojé al principio cuando lo dijo, porque eso no está bien, obtener mi doctorado es importante para mí, pero... me dio miedo perderlo -confesó casi en un susurro, inhalando profundamente-... sino fuera por Hobi hyung y su momento de racional, supongo que caería en una relación unilateralmente dependiente otra vez sin darme cuenta.
Wheein asintió escuchando con atención, apoyó los codos en la mesa y ambos miraron a la camarera, que volvía con el plato de Wheein y luego con su plato. Ambos agarraron los palillos y empezaron a comer hasta que Wheein retomó la conversación.
- ¿Cómo es el profesor Jung?
Taehyung se relamió los labios y enarcó una ceja, pensativo.
- Al principio era muy esquivo, siempre trataba de alejarse de mí, era muy grosero y se irritaba con facilidad... -hizo una mueca, porque su mente tenía la manía de resaltar los mejores recuerdos, en vez de los malos-... pero en su defensa, yo lo molestaba demasiado. Luego nos fuimos conociendo y me di cuenta que él siempre había sido como yo pensaba que era en el fondo, atento, amable, muy gracioso... y después de mucha tensión sexual, mucha -recalcó Taehyung, haciendo reír a Wheein mientras ella tomaba una cucharada de su plato-, estuvimos juntos y seguimos así hasta ahora -se quedó callado, porque había muchas descripciones en su mente cuando se trataba de Hoseok y nunca podía elegir una o la adecuada. Así que volvió a soltar lo primero que se le vino a la mente cuando recordó lo mucho que extrañó haberse despedido de Hoseok esa mañana con un beso, aprovechando a irse cuando el profesor estaba en el baño-. Hobi hyung es... una persona adictiva, siempre hay algo nuevo que descubres de él sin intentarlo y que hace que quieras saber mucho más, me hace sentir como si fuera capaz de comprender cada cosa que hago o digo, no me hace sentir raro o como que debería ser de otra manera, no como cuando estuve con... -titubeó-... los demás.
- Te lo dije una vez, tú tienes un...
- Sistema de apego ansioso -completó Taehyung, abatido, mientras envolvía un pedazo de carne en lechuga-. Pensé que ya lo había superado.
- Superar es distinto a cambiar -replicó Wheein, luego de tragar una gran bocanada de carne-. No puedes superar algo que está grabado en ti desde pequeño como lo es el vinculo de apego con tu cuidador... o sea, con tus padres -aclaró, cuando Taehyung enarcó una ceja-. Sabes que los cambios son lentos y lo estás haciendo bien, me lo demostraste al decir que te molestaste cuando él te dijo que no podías ir -sonrió ella, tratando de animarlo, pero a la vez su expresión se volvió seria y casi profesional-, pero comúnmente en la adultez, algunas personas suelen elegir parejas con un vinculo emocional... más evitativo, porque hace que todas tus inseguridades salgan a la luz. Para personas con este tipo de apego ansioso, que siempre buscan estar cerca de los demás para sentirse seguros, una persona evitativa es la llave perfecta para activar sus mecanismos defensivos solamente para lograr tener atención -mientras Taehyung masticaba, Wheein entrecerró los ojos suspicaz-. Te atrajo cada vez más cuando te ignoraba, ¿No es así?
- Sí... -hizo un puchero después de tragar, mirándola por debajo de sus pestañas-. En mi defensa, él es demasiado guapo y yo de verdad lo quería para mi exposición. Tampoco soy alguien que se rinde tan fácil, me conoces. Puedo tener este tipo de apego, pero tampoco soy tan inseguro cuando se trata de mis capacidades.
- Demasiado guapo para eso -bromeó Wheein.
- No quise decir eso -puso los ojos en blanco.
- Tan modesto -volvió a reír, poniendo los ojos en blanco también y haciendo que Taehyung le sacara la lengua juguetonamente-. Pero Tae, en este punto, no es anormal que hayas vuelto a tener este tipo de conducta, y lo que importa es que sabes que lo que hiciste estuvo mal. El que pongas a alguien por delante de lo que realmente deseas, no terminará bien, porque insconcientemente buscas más de él también y no puede darte todo lo que necesitas.
- Lo sé -mordió su labio inferior, recordando las palabras que había dicho Hoseok aquella mañana y que lo habían calmado, volviéndolo consciente de lo que había dicho-. Hoseok hyung me dijo que intentaría que nuestra relación funcionase cuando yo me fuera a Francia... pero aún me sigue molestando el haber reaccionado como lo hice, fui como un niño... -frunció el ceño, sintiéndose irritado, molesto y triste- Me hace preguntarme si de verdad estoy enamorado de Hoseok hyung o sólo... creo que lo estoy porque... lo necesito tanto como él me necesita a mí -torció el gesto, tristemente irónico-. Creo que, después de todo, tengo las mismas dudas que él. Él me dijo que no sabía si me necesitaba porque me amaba o porque lo hacía sentirse bien consigo mismo... e hizo que me preguntara lo mismo... ¿Cuán diferente puede ser el amor de la dependencia?
Wheein se quedó unos minutos en silencio, pensativa, hasta que después de tomar un trago de su bebida, habló.
- ¿Quieres mi opinión personal o quieres que te ayude a descubrirlo?
Taehyung pensó que sería bueno conocer la opinión de Wheein, después de todo; eran amigos, no psicólogo y paciente, aunque otras veces se había sentido así.
- Amaría saber tú opinión -respondió Taehyung. Wheein lo miró con ojos serios.
- La diferencia... demasiada dependencia puede ser destructiva, porque nunca sabes poner límites a las emociones negativas como los celos, el miedo, la angustia... que provoca esa necesidad de posesión, el miedo al abandono, y siempre necesitarás más de lo que realmente necesitas... el amor, en cambio, es un balance entre la dependencia y lo que necesitas que no destruye porque das en vez de quitar... -Taehyung asintió, pero Wheein frunció el ceño-, un grado de dependencia normal no es mala, simplemente... es algo natural, todos dependemos de los demás en algún momento. Si Jung y tú siguen intentando estar juntos a pesar del tiempo que estén separados y pueden con ello, es porque tienen el amor suficiente para esperar y ambos quieren conservar lo que han encontrado. El amor es paciencia, y es tiempo... si piensas que puede fracasar, entonces tendrá más posibilidades de estar destinado al fracaso, pero si piensas que además de eso pueden lograr cualquier cosa y él igual, créeme que siempre habrá otro camino en el que ambos estén juntos... -Wheein relamió sus labios, poniéndose un mechón de cabello detrás de la oreja y mirándolo fijamente-. Si quieres un consejo, jamás olvides decirle lo que sientes al profesor Jung, o a cualquier persona... aunque tal vez no te entiendan, siempre tratarán. Y eso importa más que los silencios.
Wheein tomó otro trago esperando una reacción. Taehyung, por su parte, no expresó nada en su rostro al sentir que las palabras no eran suficientes.
Él siempre quería más de lo que podía tener, pero con Hoseok era diferente.
Tan diferente que dolía, pero no de una mala manera, sino de una extraña. Una extraña maldita manera.
[...]
Taehyung había dado su última clase del día después de su almuerzo con Wheein cuando, de camino a la salida de la facultad, se encontró con Steven, el hombre francés que quería como modelo, ayudando a colgar unos paneles de la exposición del próximo mes de Diseño Gráfico en el vestíbulo. Toda su mente estaba tan ocupada y llena de Hoseok que se había olvidado por completo del hombre francés al cual quería convencer.
Se preguntó si debería volver a insistir sobre el tema de su escultura, deteniéndose dubitativo, pero antes de poder esquivarlo e irse directamente a su departamento para ver a Hoseok y besar ese gesto fruncido de sus labios, acariciar su piel tersa y adherirse a él como pegatina -porque sí, ni siquiera tuvo que meditarlo más de dos segundos-, el francés se dio la vuelta y lo miró con una sonrisa amistosa, saludándolo con la mano.
- Hola, profesor Kim -le saludó en inglés.
- Hola -Taehyung caminó hacia él, mordiéndose el labio inferior y desviando su mirada de él hacía el panel-. Así que harán una exposición.
- Sí, en dos semanas más... -sonrió emocionado-. ¿Vendrás?
- Supongo -se encogió de hombros y, sin poder evitarlo, agregó-. Si fueras modelo para mi escultura, definitivamente iría.
Steve apretó los labios, sonrojándose y carraspeando con ojos entrecerrados y fijos en él.
- Usted no pierde oportunidades.
- No -sonrió con descaro-. Ya le dije, podría pagarle para que fuera mi modelo si es que un favor no es suficiente.
- Si fuera un favor, yo tendría que pedirle algo también para quedar a mano.
- Puede hacerlo -contestó ignorando la mirada extraña y algo insinuante de Steve, sintiéndose animado con el hecho de que lo estaba replanteado y no le estaba diciendo un <<no>> rotundo como la vez anterior-. Tengo dinero, de todas formas. Puedo pagar su tiempo.
- Si se tratase de un favor -interrumpió Steve, acercándose hasta quedar a sólo un paso de él y viéndose divertidamente avergonzado-, entonces me gustaría que me invitaras un café.
Taehyung alzó las cejas, sorprendido. Sino se equivocaba, él estaba coqueteando por la forma en la que lo estaba mirando en ese momento. << ¿Qué demonios? >>, pensó frunciendo el entrecejo. Tragando saliva ante sus palabras, Taehyung se sintió descolocado de repente.
- ¿Cómo dices?
- N-no quería involucrarme con alguien del trabajo, pero como has insistido tanto, supongo que podría darte una oportunidad -dijo con tanta simpleza y mejillas coloradas como su cabello que Taehyung ni siquiera pestañeó. No entendía para nada la mentalidad del francés.
- E-espera, creo que lo estás malentendiendo -rió con nerviosismo-, yo no...
- Taehyung-ssi -interrumpió alguien a su lado, haciéndolo encogerse ante esa voz varonil y tan conocida por hacerle estremecer.
Girando el rostro hacia un lado, vio a Hoseok, quien estaba más cerca de lo que pensó vistiendo un suéter negro que hacía que sus hombros se vieran anchos y tan hermoso con el cabello despejando su frente que el corazón le estalló en el pecho, porque quería tanto abrazarlo y besar su cuello, sentir la raspadura del vello de su mentón en su mejilla, aunque su mandíbula estaba apretada y sus ojos brillaban como el filo de un cuchillo cuando dirigió su mirada a Steve.
- Hob... profesor Jung -se corrigió Taehyung, su rostro calentándose con rapidez, tratando de controlar el desgarrador deseo de saltarle encima-. ¿Qué hace aquí?
- ¿Y tú eres? -sonrió torcidamente hacia Steve, ignorándole, tendiendo su mano para estrecharla. Steve, luciendo desprevenido, la estrechó y su rostro se tensó. Taehyung no pudo evitar un puchero porque Hoseok estaba ignorándole.
- S-soy Steve Ferrec -respondió en inglés-, estoy haciendo mi post-grado aquí, ¿Y usted es...? -sonrió incómodo y ahogado, soltando su mano bruscamente del agarre de Hoseok. Sólo en ese momento se dio cuenta de que Steve tenía su mano -comúnmente pálida- con marcas de dedos mientras se las sobaba discretamente.
- Jung Hoseok -se presentó Hoseok, también en inglés-, soy profesor de literatura -luego miró a Taehyung, enarcando una ceja-. El profesor Kim te está pidiendo que seas su modelo, ¿verdad?
- S-sí, algo así... -dijo Steve, viéndose incómodo y avergonzado.
Taehyung estaba tan desprevenido que no entendía qué quería decir la expresión molesta de Hoseok, ¿Estaba celoso o...?
- ¿Y quieres ser su modelo a cambio de dinero? -Steve ni siquiera contestó cuando Hoseok se acercó un pasó a él y lo miró intimidante, aunque era unos centímetros más bajo que el francés-. Porque si no, déjame aclarar, él no te va hacer ningún favor -con cierta malicia y sin brillo, Hoseok lo miró tan penetrante que incluso Taehyung, quien estaba siendo totalmente ignorado, se sintió algo atemorizado y caliente como un adolescente hormonal-... o tal vez sí, pero me voy a encargar de que sea el peor favor que te hayan dado en la vida -Steve lo miró estupefacto y Taehyung, quien sólo miraba las venas resaltando en el cuello y la sien de Hoseok, sintió como lo agarraba de la mano y lo acercaba a él, agregando con irritación ante el balbuceo del francés-. Si no tienes nada más que decir, te agradecería que no miraras descaradamente a mi chico y sólo te dediques a hablar con él profesionalmente -y luego hizo una pequeña, casi burlona, inclinación hacia él y sin quitarle los ojos de encima, se despidió-, nos vemos, Ferrec.
Taehyung ni siquiera le importó estar siendo llevado de la mano a la vista de todos por un molesto Hoseok.
[...]
- Estás celoso, hyung.
Taehyung sonrió. Sabía que no debería sonreír como un bobo al ver a Hoseok celoso y molesto como una ardilla, es decir, él trataba con todas sus fuerzas de ser alguien independiente, pero no podía evitar la extraña satisfacción que le provocaban los celos de Hoseok. Si lo pensaba bien, sabía que no debería sentirse bien pertenecer a alguien más; pero ese era el problema, porque se sentía malditamente bien pertenecer a alguien que lo quería tanto como él lo quería, porque aunque no lo había dicho en palabras, lo demostraba con cada acto hacía él, cada gesto y toque. Desde el principio le gustó que Hoseok lo mirara como si le perteneciera, aunque nunca le hizo alguna escena obsesiva y, por eso, se sentía estúpidamente feliz al ver la faceta celosa de Hoseok a la vista de todos.
- Eres jodidamente adorable -insistió Taehyung, todo ojos y sonrisa brillosa hacia Hoseok, quien conducía con la vista fija en el frente y el ceño fruncido.
- Déjalo, no vas a hipnotizarme con tus lindos ojos de muñeco -exclamó Hoseok, malhumorado y chasqueando la lengua-. No puedo creer que estuvieras a punto de salir con él para que fuera tu modelo, en serio...
- No iba a salir con él -replicó Taehyung, sus cejas frunciéndose y sus brazos cruzados encima de su pecho-. Iba a rechazarlo cuando interrumpiste.
- ¿En serio quieres que él sea tu modelo? -preguntó con incredulidad. Taehyung no pudo evitar sonreír al verlo tan molesto.
<< Adorable >>, pensó.
- ¿Por qué no? Él es exactamente el tipo de hombre que quiero.
Taehyung se arrepintió de lo que dijo al instante en el que Hoseok abrió la boca y lo miró con ojos desorbitados. La palabra indignación le quedaba pequeña; estaba totalmente fuera de combate. Taehyung quería reírse, pero no lo hizo al ver que Hoseok se estacionaba bruscamente a un lado de la carretera, la base de un árbol frondoso tapando el auto y el sonido de un claxon a lo lejos. Lo siguiente que supo es que su cinturón de seguridad había sido desabrochado y fue jalado para sentarse en el regazo del profesor, los dedos de Hoseok bajando su mentón para recibir su lengua en la boca, rozando los dientes por sus labios, succionando toda su mente, desconectándose de todos los líos en su cabeza y sólo pudiendo sentir el calor en su entrepierna, tan duro y deseoso por más hasta poder saciarse. Hoseok lo estaba besando con tanta fuerza que sólo se sentía capaz de recibir, tan aturdido por la fogosidad y la humedad deliciosa de su boca tomando todo de él, su respiración y sus gemidos, y lo mucho que lo deseaba.
- Te necesité... todo el día -gimió Taehyung, jadeando en su boca al tener la mano de Hoseok en la coleta de su cabello y la otra subiendo por debajo de su camisa ya fuera de sus pantalones, recorriendo sus piernas, haciéndole gemir mucho más fuerte. Sus manos recorrieron el cuello y el cabello del profesor cuando este empezó a chupar su cuello y Taehyung mordió el lóbulo de su oreja antes de susurrar en su oído un-; ¿Podrías no... olvidar lo mucho que te quiero?
Hoseok empezó a besarlo sucio y hambriento, haciendo que se aferrara alrededor de sus hombros, abrazándole tembloroso y arrugando su sudadera entre sus manos apretadas, besó profundamente desde la comisura de la boca de Hoseok hasta la mejilla e inhaló embriagándose con su piel. Amaba cuando le daba lo que quería, el toque único de sus manos queriendo más de él y no cansándose nunca, tocándolo como si fuera lo único que le interesara en el mundo.
- Tú... -gimió Hoseok en su oído, cuando Taehyung pasó una mano por encima de su pantalón en su entrepierna-... eres un mocoso... chantajista.
Taehyung contempló el lindo desastre que había hecho en los labios de Hoseok, hinchados y rojos, tal cual como creía que estaban los suyos; deliciosamente profanados, un hormigueo invadiéndole todo el cuerpo al escuchar un << Te quiero >> por parte de Hoseok y su boca besándole. Sólo Hoseok le había hecho pensar que podía llegar al orgasmo sólo con sus besos.
Quería quedarse en el regazo de Hoseok por siempre, pero el sonido de los autos pasando con rapidez al lado de ellos terminó por despertar a ambos de la necesidad y el estupor que les embargaba al desear meterse dentro del otro. Hoseok lamió su labio inferior con lentitud y dejó un beso corto y húmedo en él antes de preguntar:
- ¿Estás seguro que él es tu tipo?
Taehyung se estremeció ante la voz ronca de Hoseok.
- Acabo de derretirme en tus brazos -esbozó avergonzado-, creo que ya sabes la respuesta.
- Dilo -pidió Hoseok, mirándole fijamente entre sus pestañas-. Di que yo lo soy...
- Eres mi único tipo -musitó sin dudar-. Él podría ser el tipo de chico que quiero para mi futura escultura, pero tú eres el único al que quiero y he querido tanto...
Hoseok tragó saliva, tratando de mantenerse inexpresivo, pero sus labios temblorosos lo delataban al igual que el sonrojo en sus mejillas. Se acercó el rostro de Taehyung con ojos cerrados y apoyando sus frentes juntas, susurró:
- Sé que no me necesitas, pero por favor, sólo dímelo... una última vez. Sólo por esta vez di que me necesitas.
Sentía su corazón derretirse dentro de él y volviendo a besar a Hoseok con todo el mar de emociones que le hacía sentir, le dijo que lo quería. Muchas veces.
Taehyung lo necesitaba, pero temía que si lo decía, tal vez nunca se detuviera de hacerlo.
[...]
Fue una semana después en la que Taehyung tuvo claro lo que quería.
Las cosas entre él y Hoseok no habían cambiado mucho, tenían sexo con frecuencia -Taehyung realmente se sorprendía al tener sexo mínimo una vez al día con él- y le gustaba la relación pareja-amigo que tenían, en la que en los días de ocio se dedicaban a descansar juntos, tal cual como en esa tarde de domingo en la que ninguno de los dos quería hacer algo más que estar tocándose y hablando. Había descubierto que amaba apoyar la mejilla debajo de la clavícula izquierda de Hoseok, encima de su pecho, escuchándolo acostados en el sillón.
Taehyung no recordaba haber tenido una tarde tan tranquila y pacífica como la de ese instante.
Casi podía escuchar los latidos dentro de Hoseok como si fueran sus propios latidos y no recordaba haberse sentido tan relajado antes sin un orgasmo. No era una siesta, tampoco habían tenido sexo y se sentía mejor que todos los momentos que había tenido con otros amores en tiempos pasados.
Hoseok había terminado de cerrar los semestres de todos sus alumnos antes que él, gracias a todas las noches de insomnio que pasó corrigiendo las pruebas y revisando trabajos. Por su parte, ya había terminado de poner las últimas notas al sistema sobre los últimos trabajos de sus alumnos y sólo se dedicaba a seguir haciendo esculturas que las personas le pedían. Esa mañana había hecho un pez enjaulado con rosas adornando y aún sentía los dedos sensibles por el barro y frescos por la crema humectante. Hoseok había empezado a leer en voz alta otro capítulo del libro de Murakami que le había recomendado Namjoon, cuando al detenerse para tomar aire, Taehyung le interrumpió.
- Hoseokie...
Taehyung sintió el susurro de Hoseok rozando su cabello.
- Taehyungie...
Sonrió por el tono de voz meloso y soñoliento del profesor contra su frente. Dios, realmente amaba cuando la distancia se hacía tan pequeña entre ellos que ni podía sentirla, pero aún así, sus ojos se apagaron al esbozar lo que quería decir.
- Me iré en una semana, y dos meses y medio -musitó-. Ochenta y dos días. Los conté.
Hoseok se quedó callado, casi podía sentir que se había quedado sin aire.
- Gracias por decirme -terminó susurrando, bajando el libro y apoyándolo cerrado encima de su estómago, el brazo que envolvía el cuerpo de Taehyung yendo a parar a su cabello para acariciarlo-. Pero no deberías contar más los días desde ahora... te vas a torturar.
- No creo poder dejar de contarlos.
Acomodándose en el sillón, Hoseok se dio la vuelta para quedar más de frente y así no caerse por lo estrecho que era al tener a ambos acostados en el. Con el pulgar de su mano alzó su mentón y Taehyung amó el cálido roce de sus labios contra los propios. Cada día amaba más cada pequeño gesto.
- Cuando empieces a contar, sólo tienes que besarme -dijo mirándolo fijamente-. Y yo haré todo el trabajo para que lo olvides.
- Eso es lindo... pero...-Taehyung tragó saliva y tensándose, se armó de valor para poder articular en palabras lo que ya había estado pensando. Hoseok lo miró intrigado mientras Taehyung se ponía encima de él, a horcajadas en su regazo, su rostro nervioso viéndose tan inmensamente vulnerable. Hoseok no le quitaba los ojos de encima, con ambas manos fuertemente adheridas a sus caderas. Inhalando, reunió toda la valentía que tenía y lo soltó-... también quisiera... quisiera que te vinieras a vivir conmigo.
Silencio. En esos momentos, Taehyung odiaba los silencios, pero amaba la cara perpleja de Hoseok y luego su sonrisa torcida, nerviosa, pero feliz.
- ¿No crees que tener mi cepillo de dientes en tu baño ya me hace vivir aquí?
- Quiero todas tus cosas aquí -hizo un puchero, inclinándose encima de Hoseok y escondiendo la nariz en su cuello-. Quiero que te mezcles conmigo... creo que eso me ayudará a no contar los días.
- Pequeño chantajista -murmuró Hoseok en su cabello, haciéndole reír-. ¿Estás seguro?Probablemente no podremos concentrarnos...
- Me concentro más pensando que estas aquí o que volverás, que al preguntarme dónde estás cada mañana o si definitivamente no vas a volver -confesó, pero al apartarse, se encogió de hombros tratando de convencerse así mismo que un rechazo no le rompería el corazón-. Pero si no quieres está bien, creo que lo entiendo, es un paso muy grande y nosotros...
- Espera -Hoseok le dio una pequeña sonrisa y se sentó en el sillón, besando con cariño la sien del escultor-. Sólo trato de decir que una vez que este aquí no podrás sacarme.
- ¿Nunca? -sonrió Taehyung.
- Nunca -reiteró, sus ojos brillantes de ternura-. Tendrás que llamar a la policía y ni así. Me encadenaré a la cama y la pegaré o clavaré al suelo para que ni así logren sacarme. Tendrán que incendiar todo si quieres deshacerte de mí.
Taehyung rió como un niño aunque sus cejas se fruncieron.
- Tú y tus pensamientos extremistas me gustan.
- Lo he aprendido del mejor -exclamó Hoseok con divertido descaro.
- ¿Quién?
- Tú.
Hoseok se carcajeó cuando Taehyung exclamó un ¡Hey! y le dio un palmazo suave en el brazo, sonriendo. Se sentía tan feliz que temía asustar a Hoseok en muestras locas de afecto, por todo el universo; Taehyung quería cumplir todas las fantasías de ese hombre para así poder saldar todo lo feliz que le hacía. En esos momentos se preguntó lo mismo que se había preguntado antes, ¿Realmente lo amaba o sólo estaba con él para sentirse bien? Y le pareció totalmente estúpido responder aquello; porque Hoseok lo miraba de la misma forma en la que él lo hacía, lo tocaba como él había deseado siempre y cada cosa que hacían sólo iba dejando paso para una respuesta, y era que definitivamente estaba totalmente perdido de amor por Hoseok.
Por eso no lo pensó más, y dijo:
- Quisiera pedirte algo más.
[...]
hola vine hola me voy ah
nah mentira volveré pronto bcs pasé todas mis materias pero vuelvo a clases este lunes :'(
aiuda mamá como agarre tanto vuelo
YA QUIERO TERMINAR ESTA HISTORIAAA, si hay algún error o cosa rara me avisan pls:c
ahora si sé como va a terminar jeje tenía dudas pero ya me decidí y pronto se responderán todas sus preguntas u w u <3
espero que no me hayan olvidado we : '(
lxs amo y gracias por seguir leyendo, en serio, lo agradezco demasiado TT<3
nos vemos, bssitosss<3
pd: MIS BEBÉS VUELVEN EN ABRIIIIILLLL, adivinen quien está de cumple el 14 de abril u w u the best cumplEAÑOS que tendrá esta loka *me* diosito ayúdame para sobrevivir a tanta belleza y arte
jeje ya ahora si bais <3
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