46.2
El barro le cubría todo el rostro. Al limpiarse con las mangas de su camiseta, abrió los ojos, que se llenaron de lágrimas y su cuerpo tembló. Tres pares de ojos le miraban desde arriba, burlándose de él.
- ¿Por qué... me hacen esto? -susurró con voz temblorosa. Su mochila se hallaba entre los arbustos, luciendo limpia por fuera, pero sabía que por dentro todos sus cuadernos estaban rotos.
- ¡Porque eres un feo bicho raro! -espetó uno de los niños, un poco más grande que él y más relleno. El de al medio se reía y el otro verificaba a su alrededor que no hubiera nadie, en especial, la profesora-, ¡Eres horrible, no sé que te ve Seulginie para que te haya dado chocolates!
El que verificaba a su alrededor se dio la vuelta y le señaló groseramente con el dedo. Ellos mentían y el niño siempre se sorprendió cuán buenos eran en eso; creando malos comentarios sobre él.
- ¡También hace trampas en las pruebas, por eso se saca buenas notas, es un tramposo!, ¡Mi mamá dice que los tramposos como tú son asquerosos!
- No lo soy... no lo soy... -lloriqueó, susurrando con la cabeza gacha mientras se levantaba del barro. El de al medio dejó de reírse y se acercó un pasó a él, intimidante.
- ¿Qué dijiste?, ¡Deja de hablar en tu lenguaje raro de chico de Seúl!, ¡Nadie quiere chicos tontos aquí!, ¿Te comió la lengua el ratón o qué?, ¡Eres un extraterrestre!
- No lo soy... -balbuceaba. No tenía la valentía para hacer nada más, quedándose tembloroso en el mismo lugar y mirando sus sucios zapatos, hasta que se sintieron unos pasos y una voz molesta venir hacia ellos. Incluso sin mirar, sabía quién era.
- ¡Niños! -exclamó la profesora, furibunda-, ¿Qué pasó aquí? -él ni siquiera alzó la mirada, sabía que si lo hacía todo aquello no se iba a acabar nunca. Sintió la mirada fulminante de la profesora encima de él, zarandeándole bruscamente del chaleco-, ¡Kim Taehyung, otra vez te ensuciaste!, ¡Te dije que no vinieras a jugar al jardín trasero!, ¡Les dije a todos ustedes que no se acercaran aquí!
- Profesora Jeon -intervino el chico de al medio, el que no había dejado de reírse, con voz sumamente sumisa y manipuladora-, nosotros le dijimos que no jugara con el barro, no nos hizo caso y mire como terminó. Es un cerdo.
- ¡Vuelvan a clase, ahora! -exclamó, para luego volver a él- Kim Taehyung, mil veces te he dicho que no debes jugar en el barro. Vamos a tener que bañarte y ponerte ropa limpia que no sé de dónde tendré que conseguirme.
El más relleno de ellos, volvió a señalarle burlonamente haciendo que los demás rieran.
- ¡Es un bebé, un bebé!
- ¡Silencio! -graznó ella, haciendo que los chicos salieran corriendo despavoridos dentro de la escuela-. Andando -ordenó, mientras lo arrastraba dentro de una puerta trasera de la escuela. Él oía como balbuceaba cosas, algunas demasiado claras quejándose de él-... eres un niño tan malcriado y desobediente.
- Yo... no fui -se defendió, casi sin fuerzas. La mujer tiró de él, al abrir la puerta y meterlo dentro, caminando descalzo con los zapatos en la mano mientras se dirigían al final del pasillo, donde estaban los baños.
- ¡Además de eso mentiroso! -exclamó ella, aún más molesta entrando al baño con el y poniéndolo bajo una regadera-, ¡Quítate la ropa mientras llamo a tu abuela! -dicho esto, la profesora salió del baño con rapidez. Él aprovecho a sacarse toda la ropa, excepto la ropa interior, que aunque estaba bastante húmeda y que no quiso sacarse porque hacía frío. A los minutos después, que parecieron horas, la profesora volvió aun con una expresión disgustada-. Tu abuela no estaba, así que vendrá tu abuelo a buscarte y a traerte ropa -ella tenía un paño y una toalla en la mano. Humedeciendo el paño en el lavamanos, se agachó al lado de él y empezó a limpiarle la cara sin ningún cuidado-. Mira como estás todo sucio...
Él trato de aguantar el escozor de sus mejillas provocadas por la fricción violenta del paño, hasta que ya no pudo más y exclamó en un quejido, apartándose de ella.
- ¡Déjeme, me hace daño!
- ¿Me estás gritando, Kim Taehyung? -replicó indignada, golpeando sus muslos mientras dejaba el paño a sus pies junto al jabón-. ¡Esto lo va a saber tu abuela! -y luego volvió a balbucear, más para si misma mientras se lavaba las manos manchadas con el barro-. Tienen que ponerle correctivos a este niño, ¡Siempre anda por las nubes! Si sigue así cuando sea un adulto será un inútil, ¡Ah, estos padres que se separan y dejan a sus hijos a sus anchas!, ¡Inútiles!, ¡Y su abuela que sólo lo consiente!, ¡Vaya futuro del país vamos a tener!
La profesora se va, sólo dejando el ruido de sus pasos en el piso. Minutos después, cuando Taehyung termina de lavar su cabello y de quitarse todo el barro, envolviéndose en la toalla y esperando a que la profesora vuelva con ropa limpia, ve una cabeza conocida asomarse por la puerta desde el pasillo.
- Tae, ¿Estás bien? -preguntó un niño un poco mas alto y moreno que él, entrando al baño-. Las niñas de danza me dijeron lo que te hicieron esos tontos. Perdón por dejarte solo, no debí hacerlo.
- No es tu culpa, estoy bien -sonrió Taehyung, más contento por verle ahí-. Gracias, Sungjaenie.
Y estaba tan contento por verle que no pudo evitar derramar algunas lágrimas que no pasaron desapercibidas para su amigo. Sungjae se acercó a él, tomando su mano.
- ¿Por qué lloras?, ¿Te pegaron en alguna parte?
- No. Es que extraño mucho a mis padres.
Sungjae hizo una mueca apenada, viendo como él se sorbía su rosada nariz.
- Cierto. Ellos no han vuelto hace mucho.
- Setenta y cinco días. Dos meses y medio - él alzó todos sus dedos-. Los he contado, y no me gusta hablar con ellos por teléfono. Los extraño muchísimo, ¿Y si ya se olvidaron de mí?, ¡No quiero que se olviden de mí!
No pudo evitar sollozar, siendo abrazado por el más alto.
- No creo que eso haya pasado, Tae, tal vez tienen trabajo como mi papá. Deben estar muy ocupados con eso - el asintió, de verdad queriendo que eso fuera verdad, aunque no dejaba de doler menos. Sungjae se alejó, y elevó su mentón para que le mirara-. Pero por ahora, piensa que tienes a tu abuela, tu abuelo, tu perro Soonshim, mi gatita Moon, el señor Dae del parque, nuestra vecina rara del flequillo y me tienes a mí. También tienes a Lochang, pero él es algo pesado cuando no presta la pelota, así que él no cuenta.
Hizo un puchero, aún con lágrimas en sus ojos.
- Tal vez Chian tenga razón y ellos me abandonaron. Siento que lo hicieron, ¿Sabes? Tengo a la abuela y te tengo a ti, eso me hace feliz, pero igual no puedo evitar llorar cuando Chian lo dice porque ellos me abandonaron aquí.
- ¡No! -negó Sungjae, horrorizado-. ¡No le hagas caso a ese gordo con orejas de perro!, ¡Es un tonto! Él no sabe nada, así que no lo escuches.
- Quiero mimos, Sungjaenie - lloriqueó, aferrándose al chaleco de su amigo mientras éste le daba palmaditas en la cabeza-. Papá y la abuela siempre me dan mimos cuando lloro.
Sungjae sonrió.
- ¡Yo te doy mimos!
El chico le abrazó con fuerza, moviendo su cuerpo de un lado a otro y dándole besos cortos al cabello húmedo de él, quien sonreía y secaba sus lágrimas en el chaleco de Sungjae. Alzó la mirada cuando se hizo para atrás, con una sonrisa enorme y más animado.
- La abuela y mi papá siempre me dan besitos en la cara.
Sungjae lo agarró de las mejillas riendo por la expresión de Taehyung.
- ¡Yo te doy besitos!
- ¡Me haces cosquillas! - exclamó risueño cuando Sungjae empezó a besar todo su rostro jguetonamente, hasta que uno de ellos fue a parar de forma tierna directamente a sus labios. Él sonrió, sorprendido por la dulce sensación-, ¿Qué fue eso?
- Para que dejes de llorar -sonrió Sungjae, deteniéndose y mirándole preocupado-, ¿Ya estás mejor?
- Sí. Muchas gracias.
- Papá dice que no hay que hacer caso de los abusones, pero si siguen haciéndote estas cosas vamos a enfrentarnos a ellos, ¿Sí? Armaremos un plan y les tiraremos popo de perro en la cara.
- ¡Sí, popo de perro! -rieron ambos, pero luego él hizo un puchero afligido otra vez-. Es pena que la profesora Jeon nunca me haga caso.
- Es porque le diste una mala impresión el primer día de clases. No debiste haberte ensuciado mientras hacías esas figuras con el barro.
- Fue sólo una vez y ya pedí disculpas. Me gustaría decirle muchas cosas, como que no debería gritarme porque no soy sordo. Y mi papá dice que si gritas mucho luego te duele la garganta.
- Mamá dice que si algún día mis compañeros me molestan, yo debería pararme encima de la mesa y decir todo lo que quiera decir. Papá dice que mi mamá está algo loca, pero a mí me gusta que mi mamá sea así.
- ¿Crees que deberíamos hacer eso?, ¿No sería raro? Mi mamá dice que no debería llamar la atención de forma rara, como el que no coma con las manos, pero mi papá siempre le lleva la contraria. Dice que me deje ser.
- Sería raro, pero ella dice que también sería muy valiente hacerlo, porque te das a respetar, aunque no tengo idea de qué significa respetar. Algún día cuando me molesten demasiado lo voy a hacer, voy a gritarles, ¡Inmundos animales, cállense!
Ambos rieron con fuerza.
- Yo les diría, ¡Dejen de tirar mugre cuando hablan!
- ¡Esa es graciosa!, ¡Me gusta! Cuando vengas a mi casa, vamos a planear nuestro plan de ninjas. Ya verás.
De repente, unos pasos volvieron a escucharse por el pasillo. Aunque la profesora Jeon retó a su amigo y a él otra vez, ésta vez acompañado, no se sentía tan mal.
[...]
*Sí, Sungjae fue el primer amor/beso de Tae, pero él no lo recuerda :D
*No olviden dejar preguntas aquí del pasado de Tae djdjdjfn si tienen, obvio uwu
*Tae aquí va a cumplir 8 años dndndmd
A que no se esperaban está actualización jejeje 🙄 nos vemos, besitos 💗
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