40
- ¿Alguna vez has pensado vivir en otro país?
Hoseok miró por encima de su hombro, mientras freía la carne en la pequeña asadora eléctrica al lado de la encimera. Dándole vuelta a la carne con los palillos y lamiendo sus dedos indice y medio con sabor a sal, se giró para mirar directamente a Taehyung, quien estaba sentado en el mueble de la cocina a sus espaldas, apoyando las manos en el contorno del mueble mientras balanceaba los pies descalzos en el aire, mirándole fijo con sus ojos curiosos y brillantes, sin darse cuenta de las notorias marcas y rastros de todo lo que había pasado entre los dos en ese mullido sillón.
Tenía el cabello suelto, despeinado en ondas por el amarre de la coleta, traía puesta la sudadera gris de Hoseok que le quedaba tan suelta y grande como a él y no traía pantalones, sólo los bóxers, dejando ver piernas delgadas en las pantorrillas, pero con muslos gruesos y atractivos. No podía evitar un cosquilleo de reanudada excitación en su cuerpo cuando veía el cuello de Taehyung repleto de las marcas de sus besos, sus mejillas aún sonrojadas y sus labios hinchados de tanto besarle, su frente aún con restos del brillante sudor provocado por el orgasmo.
Hoseok pensaba que se estaba volviendo un pervertido, porque amaba el aroma de la piel de Taehyung, a sudor mezclado con el aroma de la pintura y el barro, el toque del sol y la crema hidratante. Le gustó el que Taehyung aún se encontrase con una expresión media embobada sin haberse bañado, aún con el toque de sus manos en la piel. Le gustaba la sensación de embriagadora y satisfactoria pertenencia que le había provocado Taehyung cuando se colocó su sudadera, que reposaba en el sillón de la sala, cuando fue por un vaso de agua a la cocina. Había sido un acto tan simple, pero a la vez le había provocado tantas cosas que Hoseok sintió que todo se le estaba yendo de las manos.
Pensó en irse, porque una sensación de angustia recorrió su estómago luego de la satisfacción, pero entonces Taehyung se dio la vuelta y le miró esbozando una sonrisa tímida y preguntó, << ¿Quieres algo de comer? >> y entonces supo que aunque quisiera nunca podría irse.
Hoseok retuvo un suspiro, volviéndose hacia la parrilla.
- Me gustaría visitar varios -se encogió de hombros con simpleza-, Inglaterra, Francia... toda Europa, donde han nacido varios escritores de obras clásicas, como Hermann Hesse, Charles Dickens, George Orwell, Agatha Christie, Michael Ende... sólo por nombrar algunos pocos de todos los que me gustan.
- Así que te has leído todos los libros clásicos, ¿Verdad? -preguntó animado. Hoseok sonrió con diversión.
- No, aún me falta leer la biblia y todos los libros de Stephen King que me regaló Mel.
Taehyung soltó una carcajada ante su tono burlón, mordiéndose el labio inferior con aire pensativo.
- A mí también me gusta leer, aunque no lo hago a menudo porque soy alguien más... práctico -Hoseok se dio la vuelta, enarcando una ceja con renovada diversión y extrañeza mientras veía la sonrisa tierna y avergonzada del escultor-. Tienes que recomendarme libros.
- Te recomendaré libros si tu me recomiendas música -le señaló Hoseok con los palillos-. Me gusta la que sueles poner en tu celular cuando estás enfocado en tu trabajo -pensativo sobre ciertas manías que había notado de Taehyung, volvió a mirarle frunciendo el entrecejo, curioso-, ¿Siempre pones música dependiendo de tu estado de ánimo cuando trabajas?
- Sí, ¿Quién no lo hace? -asintió Taehyung sonriente, dando un pequeño respingo emocionado por tener la completa atención e interés de Hoseok-. Si estoy eufórico pongo algo de Seo Taeji and Boys, The Clash, Pixies... Si estoy relajado o quiero concentrarme, pongo algo de música clásica, Chet Baker o Louis Armstrong. Y si estoy en un intermedio raro de mis emociones, me gusta poner baladas románticas como las de Sam Smith o a Celine Dion -el profesor asintió, tratando de no sonreír, porque se lo había esperado. Hoseok se dio cuenta que el rostro de Taehyung seguía intensamente sonrojado, porque siempre se veía mucho más avergonzado cuando le preguntaba por él que cuando le quitaba la ropa en el sillón. Cuando lo hacía, Taehyung se veía más emocionado y expectante que tímido. Hoseok volvió a darse la vuelta, ocultando su propio sonrojo y el temblor en sus labios, tragando saliva, escuchando la voz de Taehyung a su espalda-. ¿Y tú?
- Me gusta el Jazz -contestó-. Y también me gustaba la música que pone Nam a veces, como a Kendrick Lamar o a Drake, aunque siempre que lee escucha lo mismo que yo -volvió a encogerse de hombros-. Tampoco tengo gustos musicales específicos.
Vio de reojo como Taehyung asentía, siempre con una sonrisa apacible en su rostro. Hoseok odiaba la sensación absorbente que provocaba Taehyung en él, en lo torpe que podía hacerle sentir de repente; no se sentía bonito como en las películas de romance, se sentía desesperante, pero sin embargo, no podía alejarse. No tener el control sobre algo, para Hoseok, era tan desesperante como meterse al mar sin saber nadar. Y la sensación se le estaba haciendo tan adictiva como...
<< Suicida >> pensó. Consideraba que ese término era preciso para su condición y perdiéndose en sus pensamientos, escuchó la voz de Taehyung otra vez arrastrándole a la realidad.
- Digamos algo que no imaginaríamos del otro.
Hoseok apagó la parrilla cuando se cercioró que la carne estuviera a su punto, tomando los cuencos en donde estaba el arroz frito con Kimchi y dejándolo en cada plato correspondiente. Al darse la vuelta, encontró a Taehyung a sólo un paso de él, sonriendo con burla al casi provocar un respingo a su cuerpo y a su pobre corazón un infarto. Poniendo los ojos en blanco por la expresión traviesa del escultor, le tendió los cuencos a las manos extendidas de Taehyung hacia él.
- Tú primero.
Taehyung asintió, caminando hacia la mesa mientras Hoseok llevaba otros cuencos pequeños como la salsa picante y acompañamientos como el tofu.
- ¿Te imaginarías que estuve a punto de entrar a medicina?
- ¿Cómo? -exclamó Hoseok sorprendido, casi cayéndose el tofu de sus manos sino fuera porque puso los cuencos rápidamente en la mesa. No pudo evitar soltar una carcajada incrédula cuando Taehyung sonrió con suficiencia- No, definitivamente no. No te veo con una bata blanca y un estetoscopio al cuello, actuando todo serio cuando tengas que dar un diagnóstico como el herpes bucal o tengas que revisar alguna picazón en los amigos de aquí abajo -bromeó, haciendo que Taehyung soltara una carcajada-. Si fueras un doctor, a lo sumo serías un pediatra. Te imagino con niños alrededor, mientras te hacen trencitas en el cabello y te ponen flores detrás de las orejas.
Taehyung se sentó en el asiento frente a la mesa que daba la espalda al mueble de la cocina, cruzándose de brazos y mirándole con el mentón alzado con un gesto tan ofendido como juguetón.
- Voy a ignorar que acabas de imaginarme como un hippie -entrecerró los ojos, para luego sonreír con una solemnidad graciosa cuando Hoseok alzó las manos con rendición-. Tal como Miguel Ángel, aunque en una edad temprana, siempre me ha atraído mucho el cuerpo humano... y también el de los animales -el profesor le miró atento, sentándose frente a él y apoyando los antebrazos en la mesa. Jamás podría perderse una historia de la niñez de Taehyung, porque adoraba la forma en la que lo contaba, con ese brillo en los ojos y su sonrisa tierna. Era como retroceder en el tiempo y ver realmente la inocencia de esos tiempos en sus facciones suaves y la melosidad de su voz rememorando los recuerdos de niñez-. Cuando era pequeño, después de mi obsesión por los hombres lobos y humanos reptiles, mi padre me dijo que había crecido mi obsesión por conocer cada nombre de las partes del cuerpo humano, ya que en ese entonces me fracturé el dedo meñique al caerme de la bicicleta y fue la primera vez que fui con un doctor. Recuerdo que mi padre me compró enciclopedias de anatomía de tanto que le insistí, porque mi madre era enfermera y tenía libros sobre ello, pero ella no dejaba que los tocase. Mi padre trataba de explicarme lo mejor que podía el nombre de cada hueso de mi mano, las falanges, los metacarpianos, los carpos -enumeró señalando su mano y mirándola con una sonrisa nostálgica-, siempre nos reíamos del pisiforme, un pequeño hueso que está bajando por el dedo meñique al final del carpo, que son los que conforman la palma. Nos reíamos porque así le decíamos cuando queríamos ir al baño, yo le decía << Papá, voy a hacer pisssssiforme, ya regreso>> -imitó con el tono más agudo que pudo, haciendo reír a Hoseok y que lo mirara con un brillo intenso de la más pura ternura-, yo apenas tenía siete u ocho años y como no entendía nada, al final terminaba dibujando las imágenes de las enciclopedias.
- Nunca había conocido a un niño de esa edad que le gustase copiar imágenes del cuerpo humano.
- En realidad sólo las hacía de vez en cuando -se encogió de hombros-, porque la mayor parte del tiempo trataba de jugar con mis amigos. Fue una época difícil, yo trataba de encajar y... -se detuvo, ladeando la cabeza y su sonrisa borrándose de a poco. Hoseok frunció el ceño ante el apagón en su semblante brillante cuando se encogió de hombros con desinterés-... bueno... ya sabes, cosas de niños, después me hice una cicatriz en el codo y en la cabeza tratando de imitar los juegos extremos de los demás -negó con una sonrisa, aunque era evidente que no la misma de antes. Esta, por alguna razón, era melancólica.
- Estoy empezando a pensar que eres algo torpe -manifestó Hoseok meloso y burlón, haciendo que Taehyung volviera a mirarle a los ojos y riera con timidez. Sin esperarlo si quiera de él mismo, Hoseok alargó la mano por sobre la mesa, inclinándose hacia delante, y tocando con la punta de los dedos el mentón de Taehyung, alzándolo un poco y rozando con el pulgar esa pequeña cicatriz de no más de un centímetro justo debajo. La había visto siempre que le besaba el cuello y la había besado varias veces, pero nunca había tenido la ocasión para preguntar su origen-, ¿Y la cicatriz que tienes aquí escondida debajo del mentón?
Taehyung trago saliva, mirándole por entre sus pestañas, acercando con sutileza el rostro a su mano que ahora se posaba por completo en su mejilla, profundizando el tacto.
- Oh, esa cicatriz... -pareció recordar, pero tenía la mirada perdida aunque Hoseok trataba de que, con el toque de su mano, volviera a él-... creo que fue cuando tenía quince años en una pelea tonta. No es agradable recordarlo.
Hoseok ladeó la cabeza, un poco preocupado.
- ¿Por qué?
- Porque... bueno, yo no les agradaba tanto como creía -musito con una mueca incomoda. Un vago intento de sonrisa-. No me gusta hablar de eso, es un recuerdo deprimente.
- Entiendo... -murmuró Hoseok, sin dejar de acariciar con el pulgar la pequeña cicatriz, una linea pequeña escabrosa-... de todas formas, es una linda cicatriz. Es como si una pequeña oruga bajo tu mentón. O tal vez una lombriz.
Ante la tierna comparación y sorpresa de Hoseok, Taehyung rozó sus labios contra su mano como si le estuviera diciendo <<gracias>>, haciendo ademán de plantar un beso, pero sólo sonriendo con renovado animo. Volvía a ser el mismo Taehyung de siempre, y cuando lo comprobó en sus ojos traviesos retiró la mano, fijándose en la comida que estaba empezando a enfriarse. Hoseok carraspeó, de repente demasiado abochornado para mirarle.
- Deberíamos empezar a comer ya, se va a enfriar.
Taehyung exclamó de satisfacción al darse cuenta de lo que decía que era un banquete frente a él, haciendo reír a Hoseok sin poder evitarlo. Empezaron a comer con asentimientos de cabeza, comentarios sobre lo bien que sabía la carne y comentando sobre alguna que otra historia culinaria que habían oído alguna vez. Para cuando Hoseok dio el primer sorbo y estaba terminando, Taehyung volvió a retomar la antigua conversación.
- Sabes, me gustan las orugas, mi abuela tenía un pequeño invernadero y me enseñó las etapas de una mariposa.
- Debe haber sido muy interesante -asintió Hoseok, tratando de imaginarse a la abuela de Taehyung. <<Tal vez tendría su misma sonrisa. Tal vez gracias a ella él tiene esa sonrisa y esos ojos >>, pensó.
- Lo fue, realmente, la extraño... -hizo otro mohin, para luego suspirar y volver a mirarle con una sonrisa desperezada- ¿Y tú?, ¿Qué es lo que no puedo imaginarme de ti?
A Hoseok no pensó mucho a respecto, así que contestó lo primero que se le vino a la mente.
- Algo que no imaginas de mí... es que... fui un atleta cuando era más joven, de hecho, me gané una beca deportiva para estudiar en la universidad de la que me gradué.
- Error -rió Taehyung, asintiendo para sí-, definitivamente te veo como un atleta. Tienes que decir algo más... pero espera -frunció el ceño-, ¿Y por qué no seguiste con eso? O sea, corres en las mañanas, pero...
- Cosas de salud, nada importante -le restó importancia con la mano, sorbiendo un poco del Soju que habían comprado-. Me salí del equipo de atletismo cuando me titulé y empecé a escribir artículos y libros.
- ¿Escribiste libros? -preguntó Taehyung, abriendo los ojos, impresionado.
- Más bien, ayudaba con la corrección de ellos para publicarlos -explicó Hoseok con arrugando la nariz. No le gustaba recordar esos tiempos donde tenía que hacer varias cosas que no le gustaban sólo para tener más dinero y poder pagar el departamento con Namjoon-. Por un tiempo trabajé traduciendo libros de textos ingleses al coreano. No ganaba nada, pero me ayudaba a distraerme del horrible trabajo de medio tiempo que tenía en un restaurante de comida rápida del cual no diré su nombre, pero hacían pizzas deliciosas y daban buenas propinas, pero odiaba atender a la gente.
- Oh, en eso sí me has sorprendido -exclamó Taehyung, boquiabierto-, definitivamente no te imagino teniendo un gafete en tu pecho y uno de esos gorros desechables -no pudo evitar reírse, haciendo que Hoseok lo mirara falsamente ofendido y Taehyung negara con la cabeza, volviendo a echarse un pedazo de carne. Hoseok notaba que Taehyung siempre dejaba la carne para el final, saboreándola con suma concentración que era hasta gracioso-... no, ahora que lo pienso, de seguro te dejaban propina cuando mostrabas esa sonrisa tan bonita que tienes.
Hoseok soltó una risa indignada, casi impulsiva, mientras tomaba un tofu entre los palillos y hacia ademán de echárselo a la boca.
- Qué cosas dices, tú eres el único con una sonrisa boni...
<< ¡Deja de coquetear con él cuando comes! >> le decía su voz interna, interrumpiéndose estúpidamente avergonzado.
- ¿Qué? -incitó Taehyung, sin pestañear.
- Nada.
Ladeando la cabeza y tragando lo último que quedaba de la comida, Taehyung volvió al ataque con su infinito libro mental de preguntas. A Hoseok no le importaba, siempre y cuando él terminara sabiendo más del escultor. Era de alguna forma injusto, pero así era él y no podía cambiarlo. Nunca había sido bueno contando sobre su vida, menos cuando Taehyung le hacía sentir...
<< Normal >>, volvió a pensar, de repente, cayéndole como agua fría. ¿Pero qué era normal? De alguna forma, nunca podía hallar una respuesta que le gustase.
- ¿Eres fluido en el inglés? -preguntó Taehyung, haciendo que Hoseok negara horrorizado.
- No, soy pésimo, Nam siempre me ayuda con mi pronunciación; de hecho, sino fuera por él no me hubiera interesado aprender inglés -contó mientras ordenaba los platos frente a él y Taehyun terminaba de tomarse su botella de Soju-. Hice la prueba de certificación del idioma, saqué la mejor nota en escritura y comprensión de textos, pero en lo que se refiere a una conversación, mi pronunciación es un asco.
Taehyung rió bobamente, sus ojos adormilados por lo que supuso era el soju o su manía por ser un descarado.
- You're so handsome, did you know? If you make a some of Bulgogi the next time, i will marry you and i promise to make you the happiest person in this world*.
Hoseok enarcó una ceja, inexpresivo, tratando de que no se vislumbrara su asombro por lo bien que Taehyung hablaba el inglés. Luego, recordó que el escultor había vivido en el extranjero un tiempo.
- Sabes que sí entiendo, Taehyung-ssi.
Eso sólo hizo sonreír más a Taehyung, haciendo que se parara de la silla y se detuviera a su lado, con los brazos cruzados y una expresión tan insinuante como intimidante. Si Taehyung se atrevía a tocarle en ese instante, Hoseok saldría corriendo.
- Oh, yeah? Well... maybe you will fuck me after answering me what i just said*.
Hoseok retuvo el aliento y tanto como la frase se le vino a la mente, lo soltó.
- Maybe, but possibly not today, cutie pie*.
Abriendo los ojos de par en par, perplejo y emocionado, Taehyung le señaló con el dedo mientras Hoseok se levantaba tratando de ignorarlo y dejaba los platos en la cocina, diciendo que después podrían lavarlos.
- ¡Si sabes hablar! -se quejó-, ¡Me has engañado todo este tiempo!
- Te dije que no soy fluido -se defendió, con una sonrisa de suficiencia a pesar de que se sentía abochornado por haber pronunciado tan mal, aunque Taehyung parecía no pensar así mientras se cruzaba de brazos y esbozaba un puchero.
- Eres un tramposo y mientes horrible.
Hoseok se acercó a él, agarrando su muñeca a pesar de la mirada enfurruñada de Taehyung y lo guió hacia la habitación, en dirección al reconfortante sillón impregnado de ellos. Se sentó y recibió gustoso en sus brazos a Taehyung cuando se dejó caer encima de él, sentando en su regazo y con las piernas balanceándose a un costado. Abrazándole por la cintura con el brazo derecho, empezó a peinar los cabellos que caían frente al rostro de Taehyung, echándoselos hacia atrás.
- Así que, cutie pie... -musitó con un tono burlón, ganando una risita por parte de Taehyung-. ¿Quieres que te ayude a llevar la escultura a la galería? Es la única que faltaría, ¿No es así?
- Sí, pero Jimin va a venir mañana a ayudarme después del entrenamiento, así que no hace falta. Pero gracias por ayudar a llevar mis otros trabajos, ha sido muy amable de tu parte, Hobi hyung.
Taehyung estaba tan cerca que sólo le bastó un fugaz movimiento para besar su mejilla, haciendo que Hoseok gruñera y le mirara mal cuando su corazón empezó a tamborilear en sus oídos.
- Ah, no hagas eso -gruñó con fastidio, sin embargo, Taehyung sólo sonrió travieso porque le gustaba hacerle enojar-. Y no hay de qué. Tenía tiempo y además me has invitado las últimas cenas.
- Eso es porque tú cocinas, no es justo de mi parte -dijo Taehyung, de repente acordándose de algo y parándose de su regazo a regañadientes-. Oh, se me olvidaba -vio como casi corría a la mesita de noche, abriendo el cajón y sacando lo que parecía ser unos papeles volviendo hacia él y trepando por su regazo, ambas piernas al lado de sus caderas y extendiéndole las entradas de la galería que le había visto diseñar-, toma, esta es la entrada, y dos más para que lleves a Nam y a Mel contigo.
Taehyung sonreía tan ilusionado que Hoseok titubeó. Era tan difícil para él ser sincero consigo mismo y en especial, con Kim Taehyung.
- Uh, bueno, yo...
- ¿Qué? -preguntó afligido, viendo el semblante inseguro de Hoseok-, ¿Tienes algo qué hacer ese día? No, por favor, tienes que ir, no has visto los últimos arreglos de la escultura y quiero que los veas ese día. Quiero saber qué opinas, hay esculturas que sé que jamás has visto y quisiera... quisiera que las vieras.
Relamiéndose los labios, Hoseok evitó mirar el rostro triste de Taehyung mientras recibía las entradas.
- Yo... prometo que haré lo posible por ir.
- ¿Pero qué tienes que hacer? -insistió casi con capricho. Hoseok se removió debajo de él, queriendo pararse, pero sólo logrando que Taehyung hiciera más pesado su cuerpo e inclinara su rostro más cerca de él. Casi por instinto, Hoseok llevó la mano a su cuello y le acarició delicadamente, deteniéndole.
- Profesor Kim, si no quieres pelear conmigo, tienes que dejar de ser tan insistente -murmuró, su boca a centímetros de la suya.
- Ser insistente es lo único que hago bien, ¿Entiende, Profesor Jung? -musito casi con suplica y enojo-. Yo sólo no entiendo porqué no puedes decirme qué vas a hacer ese día y que es más importante que el que vayas a verme.
Sonaba tan apenado, que Hoseok no pudo evitar agarrar su rostro entre las manos y besarle con un deseo voraz que le comía por dentro. El escultor era como una adicción tan imposible de evitar, haciéndole caer una y otra vez, directamente entre sus labios y en su piel canela.
- Escúchame, trataré de ir, ¿Sí? -susurró cuando se apartó, sus frentes tocándose, apenas dejándole respirar cada vez que le besaba de esa forma, como queriendo robar cada exhalación y palabra que pudiera hacerle sentir débil-. No te sientas mal, porque... porque tu arte es el mejor que existe para mí.
Taehyung pareció crisparse ante sus palabras, porque se aferró a sus brazos y se alejó para mirarle directamente a los ojos con un brillo inseguro en los ojos.
- ¿E-en serio?, ¿No estás bromeando?
- En serio -sonrió Hoseok, plantando un beso tierno en su mentón y luego en la comisura de sus labios, todo bajo la atenta, pero fascinada, expresión del escultor-. Me gusta lo que haces, tus trabajos... tu esfuerzo, tu creatividad, incluso a veces creo que puedo verte en ellos, en todo lo que creas... de alguna forma... es como si dejaras todo de ti, pero a la vez es algo totalmente aparte y me hace desear meterme en cada trazo porque de alguna forma, también me veo ahí. Y eso es... más de lo que cualquier artista puede lograr. Siempre dejas una huella que no puedo ver con claridad, pero que si puedo sentir y... es distinto a lo que siento cada día. Me das sensaciones nuevas.
Hoseok sintió su boca algo seca, porque por primera vez decía sus sentimientos con sinceridad y una claridad que no era común en él. Quería que Taehyung lo supiera de alguna forma y ya no podía guardárselo. No cuando Taehyung lo besó así, jalándole hacia él todo lo posible, queriéndole sentir más de lo que el límite le permitiese. Y era tan doloroso como hasta el momento era la mejor sensación que conocía.
- ¿Sabes que es lo más bonito que me has dicho en tres meses de conocernos de verdad? -rió Taehyung, besando sus labios despacio, unas caricias tan lentas que hacían que todo el vello de su piel se erizara. Podía sentir su nariz rozando su mejilla con cariño y luego otra vez sus labios y la piel caliente de su espalda contra sus dedos fríos.
- ¿Bastardo irritante no lo es? -dijo Hoseok, haciéndose el desentendido y sólo logrando que Taehyung resoplara-. Pensé que decirte así era bonito.
No pudo evitar reírse cuando Taehyung mordió su mentón de forma juguetona, alejándose bruscamente hacia atrás.
- Eres un idiota presumido.
Hoseok sólo sonrió. Últimamente se daba cuenta que Taehyung siempre tenía razón.
[...]
aaaaaaaaaaaaHHH PERDÓN POR LOS ERRORES QUE PUEDAN HABER EN EL CAP Y EL ATRASO ESTABA TERMINADO UN TRABAJO QUE SE ME HIZO TARDE PORQUE ME LO ENVIARON TARDE Y AAAAH Y AAAH EXPLOTO ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO PORQUE ES EL CAPITULO MAS LARGO DE TÓCAME, TIENE 4K PALABRAS LOCOOO, Y ESTE FIC ES DE 1K PERO LO HICE LARGO PARA PEDIR DISCULPAS POR LA TARDANZA YA ESO BAI LXS AMO *corre a dormir porque sino mañana no sobrevivirá*
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