40.1

Nueve años atrás, en una típica consulta con dos ventanas de persianas azules, paredes beige y diplomas en las paredes detrás de un gran escritorio, había un chico sentado en un sillón mullido frente a un hombre con semblante cálido y voz comprensiva, de esas que suelen ser morfina para los oídos cuando hablan. Sin embargo, el chico no deja de moverse inconsciente, mordiéndose las uñas o cambiando la posición de sus piernas con ansiedad, mirando la hora en el reloj de la pared.
El hombre frente al muchacho, de ropas elegantes y cómodas, con una libreta en su regazo y un lápiz entre los dedos, queda mirando fijamente el rostro magullado del chico. Vestía de negro a pesar de que estaban en pleno verano, piel trigueña y un flequillo negro azabache que trataba de ocultar la mejilla hinchada y morada y un corte en el labio como si se hubiera mordido por accidente.

El hombre estaba preocupado.

- ¿Qué le sucedió a tu rostro?, ¿Alguien te golpeó?... No, peleaste también, lo veo en tus nudillos lastimados.

- Pensé que le iba a tomar más tiempo preguntar sobre eso. Todos los psicólogos son tan entrometidos... Bueno, le pagan por eso. Olvídelo.

- No, realmente somos entrometidos. De pequeño, siempre quise leer mentes.

- Yo quería teletransportarme.

- ¿Por qué?

- No más buses con gente aplastando y empujando emitiendo un olor a podrido. No más atrasos ni levantarse dos horas antes de la hora, más las caminatas innecesarias. Creo que es más genial y necesario que leer mentes y saber los asquerosos pensamientos de las personas.

- Sí lo dices así, tienes mucha razón... ¿Te gustaría empezar desde el inicio otra vez, Hoseok-ssi? Me contaste sobre tu semana, pero hoy me gustaría hablar de otra cosa.

- Bien, pero antes, déjeme decirle que no hay inicios en esto.

- ¿Por qué lo dices?

- Todo lo que soy empezó antes de que yo naciera, supongo. Es estúpido. ¿De qué quiere hablar?

- ¿Por qué estúpido?

- ... es estúpido estar siempre pendiente del pasado... de algo que jamás podrás cambiar.

- Rememorar el pasado nos ayuda a mejorar nuestro futuro. Por eso existe y existimos, evolucionamos cada día, pero no necesariamente tenemos que vivir en base a él.

- Lo sé. Pero mi pasado sólo me ha enseñado cosas que las personas como usted catáloga como malas o dañinas. Trato de aprender cosas nuevas, buenas, felices, sentirlo... todos los días, pero a veces... es demasiado para mí.

- ¿Y qué son esas cosas?

- Usted lo sabe...

- En realidad no. ¿Puedes darme un ejemplo?

- Crueldad. Resentimiento. Abandono. ¿Quiere que le nombre todos los sinónimos?

- No hace falta. Entiendo... ¿Cuál es tu primer recuerdo de niñez? Aún no me has contado sobre tu madre. Quiero hablar sobre ella hoy.

- Le conté sobre ella. Le gusta que le digan mamá Yu y es una sádica, siempre queriendo que hagamos cosas que según ella son productivas, ¿Qué de productivo tiene hacer álbumes o libretas cuando puedes comprar?

- ¿Tal vez el reciclaje? Pero ella no, Hoseok-ssi, sé que a ella le gusta que sus hijos adoptados le llamen así, pero... Me refería a tu madre biológica.

- Que gracioso suena, madre biológica... ¿Qué quiere saber de ella?, ¿Quiere que le cuente el primer recuerdo que tengo de nuestra fugaz relación? Posiblemente debería contarle cómo era siendo mi madre y de la última vez que la vi, pero no cambiará nada en mí, ¿Sabe que he visto tres psicólogos antes de usted?

- Lo sé...

-...

-Hoseok-ssi, ¿No crees que deberías darme una oportunidad y no asimilar que seré igual que ellos?

- ¿Quiere que le de una oportunidad?, ¿Para qué? De seguro me suelta su monólogo sobre como confiar en los demás y en mi mismo y dejar de joder la existencia de los demás, pero no, claro, no con esas palabras. Eso no sería ético. Pero no hace falta decirlas, ya las conozco.

- Eres un chico inteligente.

- Oh, no. No empiece, señor. Siempre empiezan así.

- ¿Diciendo que eres inteligente?

- Halagándome como si yo fuera un perro hambriento de cariño. Ni siquiera me conoce.

- No, tienes razón, sólo hemos tenido cuatro sesiones y en todas ellas evitas hablar de tu infancia. Pero eso mismo me hace darme cuenta que eres inteligente, siempre cuidando tus palabras... considerando eso, ¿Sabes realmente porqué estás aquí?

- ...

-...

- ¿Sabe? Al principio yo pensaba que las cosas cambiarían cuando tuve esas sesiones. Pero siempre es lo mismo en un escenario diferente. Ahora sólo me siento cansado.

- ¿De qué te sientes cansado?

- De sentir miedo.

- ...creo que acabas de responder a mi pregunta anterior sobre el porqué estás aquí.

- ... Usted dijo que quería saber de mi madre biológica, ¿No?

- Es así. Me gustaría que me contaras de ella, si tienes algún recuerdo en específico.

- Le contaré, aunque de seguro ya lo sabe... sabe que ella... me abandonó en un parque temático cuando yo tenía siete años... o tal vez ocho, no lo sé. No lo recuerdo, de todas formas, eso no cambia nada... Me abandonó en un parque temático, ¿Y sabe por qué? Porque habían más personas reunidas de las que podría haber en cualquier otro lugar y ella sabía que jamás podría encontrarla en un sitio así, ¿No es eso cruelmente astuto?... Lo poco que recuerdo de ella es que no teníamos una relación ideal, ¿Cómo tenerla si no fui planeado? Además, ella parecía mi hermana... Sí, una mujer joven que apenas sabe cuidarse así misma tuvo un bebé que trataba más como a su hermanito que como su hijo. No sé cuántos años habrá tenido al embarazarse, no me interesa, pero no terminó sus estudios y eso a su padrastro y a su madre nunca les gustó, su reputación ensuciada en el barro aún más... Usted sabe cuánto puede influir las personas en las decisiones de otras... Así que cando cumplí los cinco años, quizá menos, ellos la dejaron en la calle conmigo, la echaron como un perro porque ella había vuelto a ver a... mi padre biológico, así que, ¿Qué podía esperar de ella cuando su familia le dio la espalda?, ¿Cree que debería haber esperado algo?

- Sí, claro que sí. Era tu madre, y estabas en todo tu derecho a esperar algo de ella.

- Ya, pues esperé por algo que jamás llegó. Por eso le dije que no hay inicios para mí. Se preguntará dónde estaba ese sujeto, mi padre, antes, y yo también me lo preguntaba en ese entonces, pero sólo lo supe cuando nos fuimos a vivir con el bastardo de su hermano. El maldito bastardo ya tenía una familia... ¿Sabe? Pensé que lo había olvidado, todo los recuerdos de ese entonces, quería hacerlo, pero recuerdo tan bien... ¿Sabe que el primer recuerdo que tengo de mi tío es que una vez me quemó la palma de la mano con un cigarrillo? Mire, aún se puede ver la cicatriz... Sí... Justo en medio... No sé si habrá sido un castigo o sólo por mero placer, pero eso es algo que no importa ya...

- ¿Cómo sabes tan bien sobre cómo era tu madre?

- Porque antes de sentirme cansado,  cuando me harté de que no supiera cómo contestar cuando me preguntaban dónde estaban mis padres, y sin saber cómo hacer el estúpido trabajo del árbol familiar del año pasado... yo busqué a mi madre. La busqué...Vamos, no me mire así, pregúnteme si la encontré... De seguro tiene curiosidad.

- ¿La encontraste?

- ...Sí... En un hospital para adictos, hace cuatro meses. Cuando usted estaba viviendo su vida con total normalidad, cuando la vida de la gente seguía su patético curso, yo estaba visitando a mi madre biológica moribunda por una intoxicación y una infección que vaya a saber quién o cómo se la pegó... ¿Sabe qué fue lo primero que le dije antes de que ella muriera dos días después de haberla visitado?

- ¿Falleció?

- Sí. A veces me gustaría estar triste por eso. Pero sólo siento... vacío. Como un jarrón pesado de piedra que está totalmente vacío.. Lo máximo que puedo llegar a sentir es... lástima.

-...

-...

- ... ¿Y qué fue lo primero que le dijiste?

- ... Le dije que quería saber dónde estaba mi padre. Y me dio su dirección... Sabe, en el fondo, yo esperaba algo. Es difícil no tener expectativas. Creí que ella lloraría, que me suplicaría que la perdonarse, que me gritaría o que me echara de allí... pero cuando le pregunté el por qué me había hecho eso, porque hizo algo tan ruin, no me dijo nada. Sólo me miró. Y trató de tocarme. Pero yo recordé las únicas palabras que ella me dijo en serio el día en el que me abandonó y que dejaron una marca imborrable en mí. Y no la dejé tocarme, pero tampoco me fui de su lado. Volví a visitarla el día siguiente y todos los días. Ni siquiera me plantee perdonarla, porque cuando la miré, supe que ni ella lo podría hacer. Y creo que no hay nada más triste que jamás poder perdonarse así mismo.

- ... y cuando fuiste a ver a tu padre, ¿Qué pasó?

- Nada interesante. Lo encontré cuando salía de su trabajo como guardia en un supermercado, le dije que era hijo de la chica joven a la que dejó con su hermano hace años atrás y le pedí que me respondiera algunas preguntas sobre la vida de mi madre. Su historia es tan... no creo que pueda contarla ahora... Lo siento por dejarlo con la curiosidad... pero el tiempo se acabó.

- Eso veo, es una lástima. ¿Crees que podamos seguir con este tema en la siguiente sesión?

- Si me da algo del café que suele tomar antes de atenderme, por supuesto que sí.

Ambos se levantan de los respectivos asientos, el chico da una pequeña inclinación de cabeza como despedida y el hombre hace un ademán guiándole con la mano hacia la puerta. El chico sale, la puerta se cierra tras sus espaldas y él sonríe hacía la persona que se levanta de la silla de espera y le tiende una chaqueta.

- Deberías esperarme en la heladería.

- Sí, de nada por esperarte, Ho. Namie nos espera allá.

- Más le vale que haya comprado cerveza.

- No esperemos tanto del bebé... y... ¿Cómo se comportó el Ahjussi ahora?

- No está mal.

- Te agrada.

- Dije que no está mal, no que me agrade. Siempre escuchas lo que quieres, Mel.

- Y nunca eres claro... Te agrada, a mi no me engañas... ¿Qué helado quieres hoy? También puedo comprar una bolsita de hielo para tu mejilla. Está mucho mejor que ayer.

- Por el momento la carne congelada hace bien su trabajo.

- Testarudo...

-...

- ¿Qué diab...?, ¡No me sonrías así!

- ¿Así cómo?

- Si quieres dos helados tienes que pedirlo como la gente normal.

- ¿Por qué? Es divertido cuando caes ante mis encantos.

- ¡Quien llegue hasta la esquina compra papitas!

- ¿Por qué siempre lo haces, mel-osa?, ¡Si sabes que de todas formas te voy a ganar!, ¡No me hagas ese gesto con tus dedos!, ¡Qué conste que también tendrás que pagar los aros de cebolla!, ¡Mel!

[...]







Cualquier parecido con el mundo de love yourself es mera coincidencia lol









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