37
Capítulo dedicado NatashaMonserrat2 💜💜💜 Gracias por leer 💜💜💜
[...]
Se sentía insoportablemente ansioso.
Había estado deambulando por la sala y la cocina sin ningún propósito más que el hablar con el chico que se encontraba en la mesa de la sala, calculando los gastos del mes con una calculadora y su laptop frente a él, pero actuando como si en realidad sólo tuviera mucha sed y ganas de caminar. Ya hasta se estaba empezando a marear de ir y volver desde cada extremo del departamento bajo la mirada escrutadora de Namjoon.
- Hoseok, me estás poniendo nervioso, detente -exclamó Namjoon, quitando la vista de las hojas y mirándolo serio, haciendo que Hoseok diera un respingo y se detuviera, secando el vaso en sus manos con el paño de cocina color amarillo, tratando de verse más calmado y volviéndose a mirarle. Imposible. Namjoon lo miraba hastiado, haciendo que agradeciera que lo conociera tan bien, aunque estaba siendo bastante obvio al respecto-, ¿Quieres sentarte? Has ido por agua como cinco veces, amigo, ¿Te va a dar un ataque de ansiedad otra vez?
Hoseok tragó saliva, dejando el vaso y el paño encima de la mesa, apretando el respaldar de la silla frente a Namjoon con nerviosismo. Incluso podía sentir el sudor humedeciendo su espalda.
- Nam, yo... tengo que confesarte algo.
- ¿Qué? -preguntó extrañado, viendo la cara casi en pánico de Hoseok, abriendo los ojos de par en par-; Mierda, por favor no me digas que volviste a romper otro de mis ositos, ¡Porque esta vez sí que no voy a perdonarte, Jung Hoseok!
- ¡No, tus ositos están bien! -resopló Hoseok, pasándose la mano por el cabello-. Es... mierda, ni siquiera sé como decirlo. En mi mente suena más fácil, sabes, en mi mente... mierda -volvió a maldecir, frustrado.
- A ver, bro, respira -alzo ambas manos, tratando de que Hoseok se quedara quieto, porque parecía que su cuerpo se movía constantemente con un tic nervioso-, ¿Quieres una cerveza para que estés más tranquilo?
Negó fervientemente, su frente empezando a brillar por el sudor que estaba apareciendo.
- No, siento que voy a vomitar.
- Ya me estás preocupando -musito Namjoon juntando las cejas, parándose de la silla y rodeando la mesa, tocando la espalda de Hoseok y frotando su mano de abajo hacia arriba en un gesto conciliador. Era una de las pocas cosas que podía hacer en lo que a contacto se refería para calmar al profesor-, ¿Qué pasa? Suéltalo, a mi ya nada me sorprende.
Inhalando profundo, Hoseok giró la cabeza hacia él mordiendo su labio inferior y mirándole con inseguridad. No era que desconfiase de Namjoon, sabía que no iba a odiarle o algo por el estilo, pero sus pensamientos se volvían cada vez más pesimistas mientras no los exteriorizase. Lo ponían ansioso; además, no era eso precisamente lo que le preocupaba.
- Soy bisexual -confesó en un hilo de voz.
Namjoon abrió aun más los ojos, su expresión realmente era un poema. Con la boca entreabierta, balbuceó tratando de salir de su desconcierto.
- Oh, vaya, lo siento, eso sí me sorprendió -musito perplejo-. ¿Cómo...?
- ¿Te acuerdas cuando te grité que no me gustaba Taehyung? -dijo Hoseok, ladeando la cabeza con un mohín-. Pues... no era del todo cierto -sin dejar de apoyarse en la mesa, alzo la mano con más seguridad-. Pero era cierto para mí en ese momento, realmente no quería que me gustara Taehyung. Es un mocoso chantajista, insoportable con sus bromas, pero en el fondo no quería ver que eso me atraía como el demonio hasta que ya... no pude ignorarlo.
- Oh, entonces te gusta Taehyung -esbozó con una media sonrisa, algo perdido. Realmente lucia como si no se lo hubiera esperado-. Kim Taehyung, el insoportable y odioso escultor, ¿Verdad?
- ¿Crees que conozco a mil Taehyungs? -alzo las cejas, irónico-. Claro que es él, Nam.
- Bueno, sabía que te gustaba el chico, pero no me esperaba que quisieras... que quisieras... ¿Qué quieres hacer con él? -suspirando aún algo perdido, Namjoon caminó hacia la sala y se sentó en el sillón-. Oh, mejor me callo, esto es demasiado... lo siento, me atrapaste con la guardia baja.
Hoseok se quedó callado unos segundos, viendo como Namjoon se quedaba mirando la nada con aire ausente, procesando lo que le había contado. Era obvio que le iba a parecer algo chocante siendo que Hoseok jamás había dado señales de que le gustasen los chicos de esa forma. Aunque tampoco era muy fanático de las chicas.
Con voz temblorosa y brazos cruzados, Hoseok preguntó;
- No te desagrado ahora, ¿Verdad?
- ¿Por qué lo harías? -arrugó el entrecejo, alzando la mirada hacia él-. Eres mi mejor amigo, Hoseok, no escupas esas cosas.
- No lo sé, yo sólo...-se encogió de hombros, caminando hacia él y sentándose en el sillón contrario-. Bien, voy a ser sincero, estoy muerto de miedo.
- ¿Por qué?
- Mel. No quiero perder a Mel.
- ¿Qué? -ladeó la cabeza, confuso-. No pensaras en estar con ella y luego...
- ¡No! -exclamó fastidiado-. Eso es horrible, ¡No, ni pensarlo! Sólo no sé como va a tomarse el que me guste un chico... sabrá al instante que no quise estar con ella porque... porque estaba confundido -con pesar volvió a pensar en las posibles reacciones de Mel, haciendo que le tiritaran las manos y mirara a Namjoon suplicante-. No la quiero perder, Nam. Ayúdame en esto, con ella...
Namjoon se le quedó mirando, evidentemente era algo que le estaba mortificando bastante. Hoseok había pasado, hasta entonces, tratando de mantener a todas las personas que quería con él. Incluso su familia adoptiva, pero sabía que ellos lo aceptarían de alguna manera porque una de sus hermanas adoptivas era lesbiana. No lo había dicho directamente, pero siempre traía a su novia a cenar cuando Hoseok vivía con ellos. Era algo que inconscientemente, incluso su madre Yu y el señor Yang, habían aceptado de todos. De todas formas, todos ahí no eran realmente sus hijos, lo que hacia sentir un poco mal a Hoseok. Todo hubiera sido más fácil si lo fueran.
- ¿Tanto quieres a Taehyung? -preguntó Namjoon, mirándole fijamente-, ¿Lo quieres más que a Mel? Piénsalo, Hoseok, Mel ha sido tu amiga por años, ha estado en los peores momentos de tu vida y la mía, aunque hemos tenido nuestros problemas, ella jamás nos ha dado la espalda. Jamás. Y va a volver en una semana más y para entonces, tienes que saber qué quieres. No me creo que tu amor por ella se haya esfumado así como así.
- Claro que no, sólo que no es lo mismo -suspiró Hoseok, con la cara entre las manos-. A Mel la amo, la adoro y la aprecio mucho, tú lo sabes. A Taehyung... -reteniendo un suspiro, Hoseok volvió alzar la mirada-... yo a él lo necesito.
Namjoon lo miró sorprendido, para luego volver a mirarle ensimismado.
- ¿Pero qué puedes ofrecerle? -preguntó curioso-. Apenas has tenido relaciones románticas, Hoseok, en lo que a ellas se refiere eres un total novato, ¡Ni siquiera has besado chicos en tu vida!, ¿O sí y yo no me he enterado?
- Taehyung es el primero -confesó avergonzado-. Es el primero en todo. Es... yo no puedo dejar de tocarlo. Y sólo han pasado unos días y esto no hace más que crecer dentro de mí.
- ¿Dejas que él te toque? -preguntó incrédulo-. ¿Tan rápido?
- No. No puedo -negó con pesadumbre-. Sigue dándome miedo, estoy muerto de miedo, ¿Y si mi cuerpo lo rechaza también si llega demasiado lejos? No quiero que eso pase. Yo de verdad creí que podría, maldición, pero llegar a ese grado de cercanía me da miedo.
- Es porque aunque no lo quieras, el sexo junta a las personas -razonó Namjoon, con una mueca que parecía ser una sonrisa comprensiva-. Te hace vulnerable, no es como los vídeos porno que veíamos antes, ¿Te acuerdas? -dijo provocándole una pequeña risa a Hoseok-. Muestras una parte de ti que no sueles mostrar, ¿Quieres que Taehyung vea esa parte vulnerable de ti? Porque sólo así tú podrás tener algo con él. Sólo así lo que tengan se volverá verdadero, Hoseok. Hasta entonces sólo estarás dando, dando y dando y va a llegar un momento en que él se va a aburrir de eso y no va a funcionar. Las relaciones se basan en la reciprocidad, no en que tú quieras agarrar el mando de esto como lo haces siempre. Sé que la mayoría piensa que eres un quisquilloso del espacio personal, como lo dice Seokjin hyung, pero yo sé que sólo tienes miedo de que la gente te vea como eres realmente cuando están tan cerca de ti.
Hoseok volvió a suspirar.
- Lo sé, sé eso, pero me cuesta... yo no estoy preparado para tener una relación, pero Taehyung... por Dios -exclamó con voz ahogada, volviendo a cerrar los ojos y echándose para atrás en el sillón con aire derrotado-, no sé como ese chico logra sacarme de mi cuerpo y de mi mente.
- ¿Y cuándo estarás preparado para una relación, Hoseok? No es como si la gente fuera por la vida pensando, ¡Oh, este es un buen día para tener una relación de pareja! -dijo sarcástico-. La vida no es así, hombre. Tienes que arriesgarte.
- Lo voy arruinar -gimió Hoseok, tapándose el rostro con la mano-. Estoy seguro que lo voy arruinar.
- No te niego eso, pero siempre sabes como ganarte el perdón de las personas -dijo Namjoon, como si no fuera la gran cosa. Hoseok gruñó exasperado consigo mismo-. Aún recuerdo cuando rechazaste a esa chica, Eunji, y luego planeaste una cita para ella como compensación con ese idiota de Song, ¿Sabes que ahora se van a casar?
Hoseok abrió los ojos, volviendo a mirarle.
- No me jodas, ¿En serio?
- Acaban de enviar una invitación -asintió Namjoon con una sonrisa, señalando las cartas en la mesa-, iba a decírtelo cuando dejaras de actuar como un lunático. Eres bueno siendo un cupido, deberías dedicarte a eso.
- Me alegro mucho por ellos -sonrió Hoseok con ternura al recordarlos. Namjoon suspiró, pasándose las manos por el pantalón y levantándose de camino a la silla de la mesa para volver a lo que hacía.
- Haremos esto, cuando Mel vuelva de Japón, déjame hablar primero con ella, ¿Bien? -Hoseok asintió, algo temeroso- Yo trataré de darle algunas pistas y luego... tendrás que decírselo, Hoseok. Tal vez se se sienta dolida contigo al principio, se va a alejar un tiempo, ya la conoces, pero ella sabe que tú siempre la esperarás.
- Está bien -aceptó Hoseok, parándose también y pasándose las manos por el cabello, abochornado-. Gracias por comprender esto, Nam. Me costó un poco asimilar... lo que sentía.
- ¿Un poco? -alzó las cejas, divertido-. Prácticamente te querías tirar por la ventana este mes, debí haberlo adivinado, con razón el insomnio te volvió peor que antes -y luego abultó la boca, dirigiéndose otra vez a él-. Ah, le dije a Taehyung que no te siguiera dando pastillas.
- No puedo dejarlas -bufó Hoseok-. Síndrome de abstinencia, ¿Recuerdas? Pero el mocoso me está supervisando las dosis y todo eso, así que pronto las dejaré. Voy a seguir tu consejo, tal vez si le pido directamente a Taehyung que me cante... -sus mejillas enrojecieron ante tal idea, no sabía porqué el que le cantase le daba más bochorno que el haberle tocado y hablado de esa forma. Se estaba volviendo un desastre y era difícil aceptarlo, pero lo intentaba-... que vergüenza.
Namjoon, volviendo a las hojas, sonrió burlón.
- Eres tan raro.
No pudo negarlo, en cambio, asintió y caminó hasta Namjoon, abrazándolo por el cuello con camadería.
- Gracias -musito, tensándose al igual que Namjoon-. Te quiero mucho, idiota.
- ¿Seguro que eres bisexual y no gay definitivamente? -preguntó divertido, haciendo que Hoseok dejara de abrazarlo al instante-. Puedo entender el que yo te llegue a gustar.
- No, gracias, eres demasiado demandante para mi gusto -le pegó una palmada en el hombro-. Y alto. Y tu aliento mañanero apesta.
Namjoon lo miró ofendido e indignado.
- Tae también es alto, maldito imbécil.
- Es de mi porte -aclaró Hoseok, dándose la vuelta para ir a su habitación.
Namjoon soltó una risa, agarrando con fuerza el brazo de Hoseok y tirando de él hacia su cuerpo.
- Ya, si tanto insistes, perdedor -dijo rodeándolo con sus brazos-. Dame ese abrazo.
- No, no, ¡Aléjate! -negó, riéndose tratando de escabullirse de los brazos de Namjoon.
Después de varias horas en las que Hoseok se quedó trabajando en su habitación, pruebas que revisar y material que preparar para sus clases, vio la hora y supo que era momento de que se fuera. Se puso otra vez algo cómodo, pantuflas, y llevó más gelatina que había comprado esa tarde después de clases.
Para cuando tocó la puerta número doce y Taehyung le dio esa singular sonrisa, Hoseok no pudo evitar olvidar los nervios corroyendo su estómago, sus preocupaciones y miedos, y sólo fue directamente a envolver al chico entre sus brazos, escondiendo la nariz en su cuello como si sólo así pudiera volver a respirar como antes.
[el vmin y el namhope me pueden mucho]
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top