36

- Jimin-ah, ¿Crees que estoy muerto? -preguntó Taehyung con seriedad, dejando de apoyar los brazos en la barandilla del balcón y entrando a la segunda planta de la galería-. O tal vez esta es una dimensión desconocida y mi alter ego está en mi mundo real y este lugar es sólo una creación de cuando crucé algún agujero de gusano al caerme en la ducha... ¿Tú qué piensas?

Jimin, quien se encontraba sentado viendo los planos del lugar en el piso de la galería, alzo la mirada hacia Taehyung, que se acercó a él con los brazos cruzados y una mano sobando su mentón con expresión pensativa. 

- Que deberías prestar atención al lugar, Tae -gimió con exasperación, tirándose de espaldas con aspecto cansado-, deja de estar en las nubes y concéntrate en los adornos, maldita sea, no vine acompañarte porque sí, tono demoroso -acariciándose el estómago, siguió quejándose abultando sus labios adorablemente-. Además tengo hambre, prometiste invitarme la cena.

- Ya te dije que tengo todo planeado, sólo hay que traer todas las cosas mañana o tal vez hoy -dijo Taehyung, emitiendo un gemido de satisfacción al estirar sus brazos por sobre su cabeza, destensando sus músculos-. Le diré a Hobi hyung si puede ayudarme, ¿Crees que se niegue? Ojalá no se niegue, desde anteayer ha estado bien ahora que me aseguro de que tome la cantidad correcta de sus pastillas y bueno -sonrojándose, se abrazo así mismo viendo la nada con ojos brillosos y una sonrisa tierna, recordando esos dos días-, también es más dulce conmigo y no deja de tocarme y mierda, hace calor aquí -suspiró tirándose aire con la mano, recordando como el día de ayer Hoseok no dejaba de tocar sus caderas, su cuello, besándole intensamente cada vez que Taehyung trataba de tocarle para seguir avanzando en la escultura. No avanzó gran cosa, pero se sentía satisfecho al tener esas cuatro horas las manos de Hoseok en su piel. Incluso pensar en ello ocasionaba un cosquilleo en su bajo abdomen, su rostro caliente, terminando acuclillándose con un chillido avergonzado bajo la expresión molesta de Jimin que lo juzgaba con la mirada-. Ay, aún no me lo puedo creer, ¿Por qué es tan bonito?

- Por Dios, Tae, Hoseok te hizo una paja ¿Y? -resopló con indiferencia-. No es gran cosa. Si sabes que siempre logras todo lo que te propones, no era una sorpresa para mí, la cosa está en que no te aburras y lo deseches después... -señalando el techo, hizo una mueca pensativa-. ¿No crees que deberías poner algunas de tus obras colgando del techo? Va a ser genial porque cuando entren verán la imagen de lejos y no sé, les da la idea de que tiene una forma, pero cuando se acerquen será algo distinto a lo que esperaban.

- No lo sé, ¿Y si les da tortícolis? -alzo el rostro hacia Jimin, parándose-. No quiero que me demanden o algo así... pero es buena idea, voy anotarlo -dijo asintiendo, satisfecho, para luego resoplar volviendo a retomar lo anterior-. Y ah, ¿Cómo me voy aburrir de Hoseok?, ¡Es perfecto!, ¡Hermoso, precioso, todos los malditos sinónimos! -haciendo un puchero, refunfuñó-; Me lo quiero comer, pero el muy hijo de puta no me deja.

- Primero, ningún maldito ser humano en este mundo es perfecto -señaló Jimin, sentándose y ordenando los planos-, mucho menos Jung Hoseok, sólo llevas más de un mes o que se yo hablando con él. Segundo, ¿Cómo rayos concluiste eso sólo porque te hizo una paja? 

- Es muy bueno haciendo pajas -confesó con convicción y una sonrisa traviesa-. El mejor.

Jimin hizo una mueca de asco antes de levantarse con los planos en las manos.

- Trágate tus asquerosos detalles.

- Oh, vamos, Jimin-ah~, comparte mi felicidad -sonrió Taehyung, corriendo hacia  Jimin antes de que éste cruzara el umbral hacia las escaleras y rodeando su cuello con los brazos-. Ven, dame un abrazo.

- No, aleja tu trasero gay de mí -gruñó Jimin, quitándoselo de encima y bajando la escalera de caracol, seguido de Taehyung-. Ya tienes quien te de mimos.

- ¿Estás celoso? Uh, sí estás celoso, eres un bebé -se burló, picándole con el dedo las costillas al bajar al primer piso, donde no había nada, sólo un piso flotante y paredes blancas siendo el lugar bastante extenso e igual a la segunda planta. Jimin puso los ojos en blanco ante la insinuación, haciendo que Taehyung lo abrazara por la cintura tratando de apegarlo a él y estirando sus labios-. Vamos, dame un abrazo y un besito.

Jimin gruñó hastiado tratando de alejarlo, poniendo una mano en su rostro y Taehyung seguía insistiendo entre risas, pero se alejó al instante cuando un hombre entró al lugar, casi de la edad del padre de Taehyung, tan formal con su camisa azul, como carismático era su sonrisa. 

- Joven Kim, ¿Está satisfecho con el lugar? -preguntó sonriente, señalando detrás de él a la mujer de cabello rojo y tacones que se encontraba en la puerta hablando por teléfono-. Ya ha firmado el contrato con Junhee, ¿Verdad? 

- Sí, señor -asintió emocionado-, hace un momento acabo de hacerlo.

- Me alegra -sonrió aún más, sacando dos llaves del bolsillo de su abrigo-. Estas son las llaves de la galería para que nos llame por si tiene que traer todos sus trabajos.

Taehyung lo recibió agradecido, usando ambas manos y con una pequeña inclinación .

- Muchas gracias, señor, y sí, de hecho, ¿Podría empezar a traer todas las cosas ahora? Quiero empezar adornar el lugar desde ya -exclamó vigoroso, haciendo reír al hombre y logrando que Jimin interviniera con un quejido.

- ¡Es tarde, hombre! -exclamó luego de disculparse con la mirada con el hombre-, ¡Mañana tienes que dar clases y Jungkookie tiene entrenamiento! Ya ha estado diez minutos esperándonos en el auto.

- Pero no puedo esperar para ver cómo va a quedar todo -hizo un puchero, agarrando a Jimin de la chaqueta de mezclilla y empezando a zarandearlo con emoción-, ¡Sólo faltan dos semanas para la exposición, Jiminnie, dos semanas!, ¡Necesito apresurarme!

- Joven Kim -llamó su atención, haciendo que Taehyung se detuviera y lo mirara con atención, ojos abiertos, lo que le hizo sonreír casi con ternura al verle tan emocionado-, ahora que le di la llave puede empezar a hacer todos los arreglos que quiera, llamando a mi equipo o no, esa es su decisión. Recuerde las clausulas del contrato.

Taehyung asintió mordiéndose los labios con excitación y volvió a mirar a Jimin, como si quisiera decirle << ¿Ves que él también está de acuerdo? >> haciendo que suspirara falsamente fastidiado.

- Usted no ayuda a la locura de mi amigo, señor -dijo Jimin con ironía, conteniendo su sonrisa.

[...]

Taehyung estaba realmente feliz de obtener la galería por fin, pero al final tuvo que hacerle caso a Jimin e ir a comer algún lugar a esas horas de la noche: de todas formas no había comido nada desde que salieron de la universidad. Jungkook había estado acompañándolos después de clases, aburriéndose después y casi quedándose dormido esperándolos en el asiento del copiloto con la chaqueta como manta. Taehyung hizo lo que prometió, invitó a cenar a ambos sólo para que al día siguiente ellos le ayudaran a llevar los cuadros y esculturas que tenía guardadas en la universidad y otros más que tenía en su departamento. La escultura de Hoseok estaba casi lista, siendo su rostro ahora lo único en lo que Taehyung tenía que enfocarse, ya que ahora, cada vez que hacia ademán de tocar a Hoseok éste lo agarraba primero y lo besaba, lo que provocaba un corto circuito en su sistema y ni siquiera pudiera enojarse por eso.

¿En qué momento terminó todo así? Taehyung no lo sabía. Hasta el momento lo único que tenía claro era que le gustaba a Hoseok, porque ahora el profesor se reía de sus chistes y le daba palmadas juguetonas en el trasero cada vez que decía algo fuera de lugar. Aún le costaba creer que ese cambio en Hoseok fuera posible, pero todo era posible si había podido lograr que el profesor por fin lo desease.

Y ni siquiera sabía como había sido posible sin siquiera intentarlo... tanto

Tenía que aceptarlo; a veces se había puesto poca ropa sólo para ver la reacción de Hoseok. La mayoría del tiempo se agachaba mostrando todo o a veces le daba esas miradas insinuantes que cualquiera podría darse cuenta que se le quería tirar encima. Incluso los comentarios juguetones o las sonrisas fanfarronas. Todo era para llamar la atención de Hoseok, pero Taehyung creía que nada hacía efecto hasta ese día, en el que le pidió que se sentara en su regazo y luego...

Taehyung tomó del vaso de Soju que tenía en la mesa, sonrojándose al recordarlo, cortando su carne encima de una tabla mientras veía como Jimin charlaba con Jungkook; hablaban sobre la competencia y ejercicios nuevos que tenía que hacer el menor de ellos.

Tenía tantas ganas de hablar de ello con Hoseok, de preguntarle qué era lo que sentía realmente por él; el porqué lo besaba, lo tocaba, le decía Taehyungie. Aunque seguía diciéndole que era un tonto insoportable, ahora siempre lo besaba con ferocidad después, como si lo deseara aún más por ser desesperante. Amaba la forma en la que Hoseok le tocaba, sus dedos acariciando su piel despacio, marcando sus dedos, demostrándole sólo con eso que de verdad le quería.

<< Jung Hoseok me quiere >>, hasta pensar en eso hacía que su estómago se retorciera de la emoción. Su corazón saltando en su pecho y sintiéndose abrumado por la sensación de calidez que le embargaba de sentir que pertenecía a esas manos. Calidez que se volvía fuego al pensar en lo húmedos y necesitados que eran sus besos. Era insano y tan enloquecedor sólo el hecho de pensar que Hoseok lo deseaba tanto como él.

Pero ahí radicaba otro pequeño problema; Hoseok no dejaba que le tocase.

Y Taehyung se moría tanto por plasmar sus huellas digitales en su piel que era una maldita tortura sentir su boca disfrutar de lo que sus manos no. Lo máximo que había podido hacer fue sostenerse de sus hombros, porque cada vez que Hoseok sentía sus dedos encima de cualquier parte de su cuerpo... se tensaba. Su respiración se volvía irregular como si no supiera qué hacer; y se enojaba, se apartaba y luego volvía a besarle. Era un ciclo del que se pudo dar cuenta sólo un día desde entonces cuando trato arduamente de tocarle las orejas y la nariz.

- Tierra llamando a Taehyung -dijo Jungkook, pasando una mano frente a su rostro y haciéndole respingar-. ¿El profesor Jung otra vez ocupando tu mente?

- ¿Cómo lo sabes? -se sorprendió Taehyung, boquiabierto.

Ambos se rieron por la cara ingenua de Taehyung, negando para sí mismos.

- No paras de murmurar Hoseok... Hoseok... como un tonto -se burló Jungkook, imitando su voz y sacándole una carcajada a Jimin.

- ¡Mentira! -bufó Taehyung, indignado y mirando a Jimin con un puchero-, ¿Es verdad, Jiminnie?

- Es mentira -volvió a reír-, no estás tan loco, gracias a Dios.

Con una cara fastidiada, Taehyung le pegó una patada a Jungkook por debajo de la mesa, haciendo que este exclamara un quejido y se la sobara.

- ¡Eres malo, maldito cerdo musculoso! -exclamó enfurruñado, señalando la carne con su tenedor-. Y yo que te estoy invitando a comer con mi paga del mes.

- Es lo que te mereces -sonrió pícaro-, no puedes ser tan feliz en la vida ahora que el profesor Jung es tu novio.

Tanto Taehyung como Jimin se le quedaron mirando congelados, el primero con cara de muerto y el segundo con cara de <<¡Cierra la boca!>>, provocando que Jungkook borrara su sonrisa y lo mirara con preocupación y algo de culpa, desentendido.

- No es mi novio...-balbuceó Taehyung, echándose a la boca un pedazo de carne.

- Aún, pero demos gracias que Hoseok es tan gay como Taehyung. Son el uno para el otro.

- ¿En serio aún no son novios? -preguntó Jungkook arrugando el entrecejo-. Pero dijiste que te había besado y todo, ¿No hablaron sobre su relación después?

- No, cuando terminó de... besarme... -se sonrojó aún más, porque precisamente no pensó en el beso, pero eso Jungkook no tenía que saberlo; a los ojos de ambos, Jungkook seguía siendo un niño, muy musculoso y todo, pero un niño-... me dijo que tenía hambre y que iría a calentar la comida que se había enfriado. Cuando comíamos traté de tocar el tema, pero me preguntó sobre la galería y tú sabes que ese tema puede conmigo, así que estuve toda la noche contándole sobre lo que iba hacer y se me olvidó tocar el tema otra vez. Antes de que se fuera, sólo me dijo que volvería mañana a la misma hora para seguir ayudándome. 

- ¿Y eso es todo? -insistió Jungkook, indignado y algo malhumorado también-. Me molesta que Hyesun haya tenido razón en lo de ustedes, de que precisamente no se quieren dar odio. Después de todo, tal vez sólo quiere follar contigo y dejarte.

Taehyung hizo una mueca, pensativo y luego negó con la cabeza con seguridad.

- Lo hubiera hecho en ese momento; yo estaba más que dispuesto, sabes, pero fue muy dulce, seguía acariciando mi cabello y dándome mimos. Incluso me dio uno en la frente y...

- Ah, ¿Por qué hablas de eso con Jungkookie? -gruñó Jimin, disgustado. Miró a Jungkook con el ceño fruncido, regañándole con la mirada-; Tú. Eres un bebé, deja de oírlo.

- Oh, claro -asintió Taehyung, carraspeando-, con todos sus músculos se me olvida. Sí, Jungkookie, eres un bebé, deja de hacer preguntas.

Jungkook rodó los ojos, llevándose una carne a la boca y hablando mientras masticaba.

- Ustedes no son mis padres, par de tontos.

Taehyung se encogió de hombros, volviendo a tomar un trago y señalando a Jimin con él.

- Lo seríamos si Jimin aceptara su bisexualidad.

El mencionado golpeó la mesa, ya bastante ebrio en ese momento; y ya ninguno sabe en qué momento quedó así.

- ¡Eso jamás! -exclamó, haciendo que los otros dos sólo pudieran reír.







[me gusta actualizar a las 3 am, no pregunten porqué ]

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