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Capítulo dedicado a 100mpre_ATR gracias por apoyar Tócame 😉💜

[...]

Viéndose las ojeras en el espejo, abrió el grifo del lavamanos mientras se cepillaba los dientes frontales, inclinándose hacia delante para escupir la pasta dental hecha espuma. Miró la ducha de reojo, suspiró, y secándose la boca con su sucia camiseta manchada de mayonesa, se la quitó, desnudándose por completo para darse un baño. Ya era de noche, había llegado más tarde a casa porque Jimin había insistido en comer en algún restaurante con otros profesores, así que empezó a moverse rápido, tatareando la primera canción que se le vino a la mente mientras se metía bajo el chorro de agua pensando en todo el trabajo que tenía que hacer y no en otras cosas que entorpecían su mente.

Al terminar de echarse champú en el cabello, refregar su cuerpo con la esponja y el jabón, se dio cuenta que la ducha se estaba llenando de agua por encima de sus tobillos. Extrañado, se agachó para ver lo que obstruía la tapa del drenaje y, además de los cabellos que se le desprendían -lo cual era asqueroso, tenía que aceptarlo- también había enredado una cadena de cruz que tantas veces había visto adornando el cuello de su ex novio. 

<< Estúpido Minho >> pensó hastiado poniendo los ojos en blanco y parándose para poner la cadena de cruz en el mueble del baño.

Al terminar todo su aseo personal, salió del baño con la bata blanca que siempre usaba para salir, la toalla envolviendo su cabello y camino a su habitación para buscar el pijama de líneas azules y blancas con corazones que Jimin le había comprado en su cumpleaños pasado, siempre quejándose de que Taehyung le abría la puerta en ropa interior. Tuvo que preguntarle a Jimin, para que le preguntara a un amigo suyo, si tenía el número de Minho, ya que él lo había bloqueado apenas le llegó el primer mensaje de disculpa después de la pelea.

Número desconocido.

Hola, soy Taehyung.
Sí, el hermoso y fabuloso mejor ex novio
🖕🤓🖕
Te dejaste tu estúpida cadena de cruz en mi baño.
Ven a buscarla antes de las once de la noche o voy a tirarla en el retrete.

Enviado el mensaje, Taehyung se puso a planificar las nuevas clases en su laptop. Hizo varias llamadas a sus  amigos y asesor sobre la exposición que haría a fin de mes, teniendo el lugar donde lo haría y el día en el que tendría que ir a verlo para empezar a adornarlo de la temática que las obras que quería mostrar.

Empezó a dibujar varios bocetos nuevos sentado en la silla del escritorio de su habitación, mejorando los anteriores que ya había elegido previamente para la exposición. Si algo caracterizaba a Taehyung, era que quería que todo fuera perfecto en lo que a su arte refería. Si no quedaba como él quería, lo volvía a rehacer una y otra vez hasta que quedara noventa y nueve por ciento satisfecho -siempre pensaba que podría haberlo hecho mejor-, tratando de no frustrarse y darse por vencido. Siempre que se sentía derrotado y cansado, sólo hacía falta que llamara a su padre o a Jimin - tal vez Jungkook u otros de sus amigos más cercanos- para que volviera a tener fuerzas.

En eso estaba, con la música de jazz a volumen moderado, cuando tocaron a la puerta y tuvo que arrastrar los pies hacia ella, con el sueño en los párpados y un pote de gelatina en las manos además de la cadena de cruz. Era su adicción últimamente.

Al abrir se sorprendió al ver a Minho con una sudadera, sin arreglarse, como si se hubiera levantado de la cama. Hasta sus ojos lucían cansados y su sonrisa opaca cuando le vio.
Pero eso a Taehyung le importaba poco, con la cuchara en la boca llena de gelatina, balbuceó << Que bueno que ya llegaste, toma >>, tendiendo la cadena de cruz y siendo aceptada, aunque por el ceño fruncido de Minho supuso que no le había entendido nada.

- ¿No me vas a invitar a pasar? -dijo Minho. Taehyung enarcó una ceja, apoyándose en la puerta, sin intención de hacerse a un lado, mientras se sacaba la cuchara ahora limpia de su boca.

- ¿Qué te hace pensar que lo haría?

- ¿Tal vez la educación que te dieron tus padres? No lo sé, Tae -suspiró, suplicando después-. Hablemos, por favor.

Minho no lucía como él mismo. Tal vez por eso a  Taehyung le dio cierta lástima, ya que nunca lo había visto de esa forma. Trataba de sentir la rabia y el rencor por él que había sentido antes, pero en ese momento se dio cuenta que lo había superado de tal forma que ni eso sentía. No sentía absolutamente nada por Minho. No negaba que era guapo, pero eso en ese instante no provocaba ni un ápice de lo que provocó en él cuando lo amaba. Era alucinante las diferencias de cuándo se deja de amar a alguien; lo sientes en la piel.

Tal vez por eso se hizo a un lado, haciendo un ademán para que entrase con gesto superficial.

- Bien, el burro por delante.

Minho sonrió, con cierto pesar, pero divertido a la vez.

- Siempre tan gracioso.

Cuando Taehyung se sentó en el sillón, piernas en posición de loto y un cojín como apoyo, miró a Minho sentarse a su lado a una distancia prudente, ensimismado.

- ¿De qué quieres hablar? -preguntó Taehyung, curioso.

- Quiero disculparme contigo otra vez por ser tan egoísta, cruel y mala persona -confesó, haciendo que Taehyung suspirase, porque conocía a Minho y sabía que estaba arrepentido, pero eso no cambiaría nada-. A Sangnim... terminé con él. Soy un imbécil, realmente. Estaba saliendo con él cuando me di cuenta que te seguía queriendo y, no lo sé, yo... Lo conocí después de terminar contigo y todo era tan diferente que... -se interrumpió, pasándose la mano por el cabello oculto por la gorra de su sudadera-. De verdad lo siento tanto, sólo no podía dejar de pensar en ti y de repente este chico ya estaba tan metido en mi vida que no podía sacarlo para volver a buscarte y...

- Me gusta alguien, Minho.

Confesó de sopetón, ni siquiera lo pensó. Lo soltó de tal forma que el chico frente a él se quedó mudo, tensando sus facciones por unos momentos y luego volviéndolas a relajar, rehuyendo su mirada a sus zapatillas.

- Oh, vaya... él... la persona que te gusta -musito por fin, su voz ronca por la decepción, volviendo a girarse hacia él-, ¿Es el chico que estaba aquí el lunes por la noche?

Abriendo los ojos por la sorpresa, boqueó mientras dejaba el pote de gelatina terminado en el suelo a sus pies.

- ¿Viniste el...?, ¿Viniste el lunes? -Minho asintió, haciendo que Taehyung abultara su boca como un pez, comprendiendo algo importante. Aún recordaba la forma en la que Hoseok tenía tensado los músculos de sus brazos y cuello cuando Taehyung se asomó por el pasillo, sin ver realmente quién tocó la puerta ese día, sólo viendo a Hoseok conteniendo de forma admirable su enojo-... con razón tenía cara de querer matar a alguien -susurró para sí, volviendo a hablar hacia él-. Sí, es el chico de ayer. Se llama Hoseok.

Minho hizo una mueca, echándose para atrás en el sillón.

- También le gustas, ¿Verdad? -dijo disgustado-. Supongo que es algo serio tratándose de ti. 

- Serio... yo no diría exactamente esa palabra, sabes -musito Taehyung, incómodamente divertido al pensar en eso-. Él es algo complicado, pero me gusta mucho. 

- ¿Qué te gusta de él?

Si Taehyung pudiera responder claramente esa pregunta, se daría un premio, porque hasta entonces sólo habían sido suposiciones por su parte que no hacían justicia a alguna a lo que Hoseok le hacía sentir de verdad.

- Él...él es como una caja con miles de cadenas envueltas -explicó, sonrojándose con la mirada perdida a medida que hablaba-, tan complejo y a la vez es tan, tan brillante que deseo tanto saber lo que hay dentro. Llámame caprichoso, pero tengo el presentimiento de que dentro de esa caja está lo que yo necesito. Y sé que yo tengo algo que él necesita también.

- ¿Entonces estuviste conmigo porque querías un reemplazo de él? -cierta chispa de lástima se dibujo en el rostro de Minho, haciendo a Taehyung retener un suspiro-, ¿Te gusta lo suficiente como para hacer eso?

- Sí -respondio sincero-.También me gusta lo suficiente como para no volver a hacerlo.

Minho sonrió con tristeza. Taehyung podía recordar aquellos buenos tiempos donde creía que la relación que tenía con Minho era estable, porque lo amaba y estaba enamorado de él. Se sintió como si fuera hace décadas. También se sentía que hace décadas que Hoseok estaba en su vida y por eso le importaba tanto lo que dijese.

- Así que... definitivamente te perdí -musito Minho con la mirada perdida en sus zapatos, cabizbajo-. Sé que soy un imbécil, pero siempre creí que podríamos empezar de nuevo si lo intentaba lo suficientemente duro.

- Las cosas no funcionan así, mucho menos con las personas. Cuando las lastimas lo suficiente, siempre pierdes una parte que te ha dado y llega un punto donde ya nada puede arreglarse -reflexionó Taehyung en el ambiente casi lugubre de su salón-. Si te sirve de consuelo, tienes toda una vida para compensar a la humanidad tus malos actos, hay cosas de tu personalidad que tienes que mejorar. Como el que seas tan pretencioso.

- Lo sé. Pero sabes que terminar contigo fue lo que hice y estuvo realmente mal -sonrió Minho, casi insinuante-. ¿Por qué no me das una oportunidad para retractarme?

Taehyung rodo los ojos, parándose del sillón porque no le gustaba el rumbo que estaba tomando su mirada. Hay personas que en definitiva nunca van aprender.

- No seas idiota, tus encantos ya no sirven conmigo -refunfuñó señalando la puerta y caminando hacia ella-. Lárgate ya antes de que te tire por el retrete con la cadena y todo.

- Ese chico te ha cambiado -manifestó Minho, escrutándole con la mirada y caminando hacia él-. Antes eras más dulce sin esforzarte en lo más mínimo.

Taehyung apoyo la mano en la manilla, esperando a que Minho se pusiera las zapatillas sentado a sus pies.

- Sigo siendo dulce, sólo que no contigo.

- Eso dolió -gimió con una mueca tocándose el pecho-, te has vuelto cruel.

Taehyung sonrió con suficiencia mientras lo veía pararse.

- Te vas acostumbrar, pequeñín.

- Estoy ofendiendo. 

- Entonces he hecho mi trabajo por el día de hoy -sonrió con burla, haciendo que Minho arrugara el rostro-. Tal vez nos veamos en mi exposición.

- ¿Estoy personal y cordialmente invitado? -sonrió al instante.

- Igual que todo el mundo que pague la entrada.

Resoplando y volviendo a fruncir el ceño, Minho se cruzó de brazos.

- Tú sí sabes como cambiar el estado de ánimo de la gente.

Con una sonrisa divertida en el rostro viendo la expresión enfurruñada de Minho, el escultor abrió la puerta, su corazón deteniéndose cuando se encontró con la mirada sorprendida de Hoseok en el pasillo justo frente a él.

- Hobi hyung -murmuró el mote cariñoso, sólo reaccionando cuando sintió los labios de Minho en su mejilla y luego la expresión de hijo-de-puta engreído despidiéndose de él. Se estaba divirtiendo por su expresión asqueada y Taehyung se sentía demasiado sorprendido para decir un comentario mordaz o pegarle un empujón.

- Cuídate, pequeño.

Taehyung miró perplejo a Hoseok cuando éste hizo un chasquido-carraspeo, lucía tan tenso que la vena en su cuello saltaba al ritmo del bombeo de su corazón. Casi podía ver un aura negra a su alrededor. Los ojos fríos del profesor hacían que se le pusiera la piel de gallina.

Apenas viendo como Minho y Hoseok se miraban en silencio, casi matándose entre sí, su mente había entrado en corto circuito. Hoseok estaba allí. Como siempre, no había enviado mensaje, pero realmente no esperaba que volviera.

Taehyung había luchado por no enviar un mensaje que lo hiciera lucir desesperado, se mantuvo el día completamente ocupado y ni siquiera había pisado la sala donde estaban la mayoría de profesores por si se encontraban.

Pensaba que Hoseok no iba a volver y quería reunir el suficiente valor como para volver a hablarle sin ninguna incomodidad o para enviar un mensaje. Ciertamente no podía dejar que cada comentario mordaz de Hoseok le afectara de tal manera si quería acercarse a él.

Pero estaba ahí. Luciendo malditamente obsceno con su camisa blanca desabotonada mostrando su cuello, sus mangas remangadas dejando ver sus antebrazos, jeans casuales y el cabello rojizo despejando su frente.

Cada día se veía más hermoso a los ojos de Taehyung.

Y se vio aún más hermoso cuando tomó su muñeca con posesividad, cerrando la puerta detrás de ellos y casi arrastrándole a la sala, haciendo que se sentara en el sillón.

Hoseok lo miró entre sus pestañas desde arriba con aire amenazante, cruzandose de brazos con una bolsa colgando de su mano como si esperara una explicación.

Taehyung trago saliva, aunque no sabía si se sentía excitado o atemorizado como siempre.
Nunca lo sabía cuando tenía a Hoseok delante.

[...]

Así luce Hoseok, pero con el cabello rojizo.
Como dato curioso, Hoseok tiene teñido el cabello por culpa de Mel.
Después se sabrá el porqué 😂

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