12
<< Supongo que no va a regresar... >> pensó Taehyung mientras esperaba, desanimado, sentado a los pies de la puerta cerrada de su departamento. Abrazó sus piernas y ocultó el rostro entre sus brazos, maldiciéndose así mismo y a su manía de hablar -y molestar- a Hoseok sin parar, hundiéndose en la miseria de sus lamentaciones y corazón lastimado, cuando el sonido del timbre de la puerta le asustó.
Se levantó de un salto y abrió la puerta, aunque cierta parte de él lo esperaba, seguía sorprendiéndose verlo frente a él con ese aire socarrón. Era imposible para él no estar sorprendido cuando lo miraba.
- Hola -musito Hoseok, incómodo.
Taehyung trago saliva, felizmente nervioso.
- Hola -sonrió.
Hoseok tenía las manos ocultas en los bolsillos de su pantalón, desviaba la mirada hacia sus pies y hacia cualquier otro lugar que no fueran los ojos fijos y contemplativos de Taehyung que no dejaban de seguir sus sutiles movimientos, como el pasar la mano por el vello de su nuca hasta el movimiento ladeado de su cuello. Taehyung aún seguía algo aturdido por tenerlo devuelta, ofuscado por envolverse en la miseria tan pronto.
Taehyung comprobó una vez más que la paciencia de Hoseok era limitada.
- ¿Vas a invitarme a pasar o quieres que me desnude aquí afuera?
Se sobresaltó por el tono demandante del profesor, saliendo de su estado de letargo y abriendo paso para que entrara, cerrando la puerta tras él.
- P-pasa -titubeó-. Lamento haber... haberte ofendido hace un rato.
- No me ofendiste, sólo me sacaste de quicio -rectificó Hoseok con la misma dureza de siempre, yendo directamente a la silla que Taehyung no había movido desde que se fue-. ¿Empezamos ya?
- S-sí... pero... No entiendo, ¿Volviste por las pastillas?
Hoseok le miró por encima del hombro, enarcando una ceja como si pensara que Taehyung era un idiota. No hacía falta decirlo de todas formas, Taehyung se sentía como un idiota en ese momento.
- ¿Por qué más vendría? Ahora tendremos un trato -dijo Hoseok, sus ojos inexpresivos y fríos, sacándose el cinturón y desabrochando su pantalón-. Puedo ser todo tuyo después de las diez y media hasta la una de la madrugada todos los días si así terminas más rápido, excepto si algo sucede, ¿Alguna objeción?
Taehyung tragó saliva, porque aquello sonaba totalmente como algo indecente si lo decía haciendo esas cosas, es decir; desnudándose, dentro de su cabeza repleta de hormonas que proliferaban a fuego por Hoseok. Luego, feliz, se dio cuenta que por fin Hoseok se había hecho la idea de ayudarle.
- Claro -respondió con voz ahogada, sintiéndose totalmente perdido y avergonzado-, digo, no... ninguna... uh... pero... tengo... tengo una duda.
- ¿Qué?
Taehyung tocaba su cabello amarrado en la coleta, nervioso y con un tono esperanzado en su voz.
- ¿Sigo sin poder tocar... tocarte?
- No puedes tocarme -respondió Hoseok un poco horrorizado y ceñudo-. A menos que yo te lo diga. Así que evita los roces innecesarios.
- Uuh, creo que tendremos bastantes roces innecesarios, pero... -Taehyung caminó hacia el aparador en medio de la sala, abriendo el primer cajón y sacando una caja de guantes de látex que usaba para teñir su cabello, mostrándosela a Hoseok-. Tengo guantes...está bien si es con guantes, ¿Verdad?
- ... S-supongo -respondió Hoseok, carraspeando descolocado, encogiéndose de hombros-... si es así entonces está bien.
- Bien -sonrió Taehyung, ahora mucho más animado mientras caminaba hacia el sillón para ir a buscar el cuaderno de dibujos-, voy a terminar el bosquejo de tus piernas -le avisó, viendo como Hoseok terminaba por sacarse los calcetines y ponía todo ordenamente en un costado del sillón. Taehyung se quedó sin aliento al ver las piernas tonificadas de Hoseok, siendo bastante notorio el que practicaba algún deporte para tenerlas así, pero no sabía cual. Tal vez era corredor e iba a preguntarle, pero una cicatriz de quemadura en su muslo izquierdo le llamó más la atención-. ¿Qué te pasó en la pierna?
Hoseok, que por el momento se encontraba mirando hacia la ventana del balcón, se giró para mirarle directamente a los ojos. No se veía de mal humor, pero tampoco estaba feliz. Digamos que para Taehyung, estaba sospechosamente tranquilo, como si hubiera apartado sus emociones sumido en sus pensamientos o estuviera simplemente cansado. Su voz sonó cansada cuando le respondió.
- No vine para hablar de mi vida contigo, Taehyung.
- Oh... sí, claro -respondió Taehyung, agachando la cabeza como un niño regañado y decepcionado-. Lo siento -musito en un susurro, pero no pudo evitar volver alzar la mirada hacia Hoseok, quien había vuelto a mirar hacia la ventana con aire perdido-. Pero tienes muchas cicatrices.
- Estás hablando demasiado -rebatió sin mirarle-. Enfócate en tu trabajo.
- Tú eres mi trabajo ahora.
- Sólo... -cerró los ojos, su frente arrugandose como si le doliera la cabeza-... sólo hazme lucir como un puto Dios griego, ¿Ya? -dijo irónico, haciendo que Taehyung soltara una risa, divertido, apretando los labios y volviendo a ver su cuaderno, acomodándose en el sillón-, ¿Qué?, ¿De qué te ríes? No es gracioso.
- Si es gracioso... -rió con más fuerza mientras dibujaba, bajo la mirada indignada del profesor-... además ya luces como un Dios griego para mí.
Siguió dibujando sin percatarse de la fija e intensa mirada de Hoseok encima de su rostro y todo él, analizándole, para luego volver a quitarla y posarla en el ventanal.
- Déjalo. No va a funcionar.
Taehyung, quien se hallaba ya sumido en el trabajo de traspasar lo que veía al papel, alzó la vista desprevenido.
- ¿Qué cosa?
- No me vas a agradar, Taehyung. Algo me dice que estoy destinado a odiarte.
Mentiría si dijera que aquello no le dolió, pero Taehyung pensaba que Hoseok solamente lo decía porque seguía enojado con sus constantes bromas hacia él. No porque fuera en serio. Además, ¿Cómo podía decirlo en serio si no se lo decía mirándolo directo a los ojos?
- Si pregunto el porqué -musito Taehyung con una mueca apenada-, ¿Vas a irte?
- Si sigues hablando en vez de hacer tu trabajo, sí - le regaño, para luego quitar la mirada del ventanal y posarla en él -. Oh, se me olvidaba, dame tu celular.
Taehyung alzó una ceja.
- No te voy a dar mi celular, me costó mucho comprarlo.
Por primera vez, provocando un cosquilleo agradable en su piel, vio como Hoseok hacía un ademán de sonrisa reprimida, queriendo reír, pero su orgullo se lo impedía.
- Sólo pásamelo.
Taehyung se levantó rápidamente hacía el mueble, donde había dejado su celular cargando y volvió para pasárselo a Hoseok.
- Toma -dijo con algo de inseguridad, sentándose otra vez en el sillón sin quitarle la mirada a Hoseok, que se puso a teclear sin perder tiempo-. ¿Qué haces?
- Mi número, genio -aclaró irónico, inclinándose para pasarle el celular a Taehyung y volver a su posición-. Guarde mi número. Si algo pasa me envías un mensaje o yo te enviaré uno.
- Oh, sí... gracias -sonrió Taehyung, tan contento que no podía evitar admirar el número del profesor en su carpeta de contactos y su nombre escrito sin gracia <Jung Hoseok> divertido al imaginarse otro nombre-. Pero en vez de Jung Hoseok, ¿Puedo ponerle Dios griego? -planteó divertido ante la mirada fulminante de Hoseok-, ¿No? Okay.
- Puedes ponerle como quieras -refunfuño cansino, poniendo los ojos en blanco-. Hijo de puta, por ejemplo. Me da igual.
Taehyung lo miró sorprendido.
- No, no, no podría insultar a tu madre.
El contrario sólo se encogió de hombros, sin quitar la vista de la ventana.
- Me da igual.
Taehyung apretó sus labios, sintiéndose de repente muy triste. El que Hoseok estuviera ahí no hacía gran diferencia a cuando no estaba, tal vez por eso le gustaba más el que se enojase con él. Le gustaban las reacciones del profesor, pero con gran fuerza de voluntad decidió callarse sus palabras y volver a su bosquejo.
Un extraño, pero cómodo silencio instaurándose en la habitación. Taehyung no podía evitar vislumbrar cada detalle de la gama de imperfecciones que lo creaban, como la forma de su pie y algunas cicatrices en sus rodillas. Ladeó la cabeza, el lápiz carboncillo punzando su labio inferior.
- Creo que tu tatuaje de la polilla en tu talón es bonito.
Por el rabillo del ojo vio un ademán de sonrisa burlona.
- Es una mariposa.
- Oh, sí, claro, mariposa... -carraspeó avergonzado-. Yo tengo un tatuaje en mi ingle, ¿Quieres ver?
- No.
Falsamente orgulloso, se encogió de hombros.
- Tú te lo pierdes.
Taehyung siguió dibujando, hasta que ya eran más de las doce de la noche. Hoseok se quedó en el mismo lugar en la misma posición, aunque a veces le oía suspirar y doblar el cuello sobre sus hombros tensos. Se veía tan tenso que Taehyung estaba a punto de ofrecerle un masaje, pero era bastante obvio que le diría que no.
Cuando ya terminó todos los detalles del bosquejo y la posición que quería adornar en la escultura, Taehyung sonrió felizmente por su dibujo y se lo mostró a Hoseok, quien al observarlo se mordió el labio inferior y sus ojos se abrieron de par en par, inevitablemente sorprendido.
- ¿Así va a quedar la escultura?
- Tal vez mejor -sonrió Taehyung con orgullo-. Quién sabe. A veces pareciera que la escultura es la que se hace sola y yo soy el mero instrumento, como cuando escribes una historia o una poesía, es como... No sé como explicarlo.
- Sé a qué te refieres -asintió Hoseok, vagamente-. Cuando escribo mis historias, al final es como si ellas tomarán su propio rumbo. Como si mis personajes cobraran vida y decidieran por mí, supongo que eso debe sentirse crear algo.
Taehyung estaba consciente de que Hoseok había escrito artículos, ensayos, hecho investigaciones y obras antes, había leído algunos que estaban en la página de la Universidad, que incluso trabajaba en el ámbito de la edición. No se sorprendía del todo que Hoseok escribiera historias por sí mismo.
Taehyung relamió sus labios, viendo la espalda curva de Hoseok ponerse los pantalones. Le picaron los dedos con ganas de tocar cada concavidad de la espina dorsal de Hoseok.
- Mi padre me dijo que ser padre o madre te hace sentir así... creas a una parte de ti que al final va a crecer y convertirse en algo diferente al futuro que planeabas.
Hoseok asiente, sin mirarle, mientras se pone los calcetines y termina por abrochar su pantalón enrollado el cinturón en su delgada cintura.
- Pero la gente siempre denigra sus creaciones. Jamás vas a satisfacer a nadie.
- Yo me he sentido satisfecho con mis obras.
- ¿En serio? -exclamó Hoseok, con aire irónico y expresión fría-, ¿Y cuántas veces antes las rompiste y las volviste a rehacer?, ¿Alguna vez pensaste que alguna creación tuya era perfecta? -Taehyung no respondió, aturdido por la penetrante y profunda expresión de Hoseok. Su voz tintaba reproche-. ¿Lo ves? Los seres humanos nunca estaremos satisfechos con nada... Ni con nadie -Taehyung se levantó del sillón, reteniendo el aliento cuando Hoseok se acercó a él sin dejar de mirarle, peinando su cabello hacia atrás-. Me envías un mensaje mañana a la hora que quieras que venga -mostró su palma frente a él-. Mi pastilla.
- ¡Oh, claro, la pastilla! -exclamó Taehyung, acordándose recién de ello y caminando hacia su habitación donde las tenía escondidas, verificando que Hoseok no le siguiera-. Espérame aquí -Hoseok hizo un gesto con la mano de que fuera, haciéndole caso y casi corriendo hacia su habitación. Cuando las tuvo, volvió al salón donde Hoseok estaba contemplando la pintura en la pared y que él había pintado semanas atrás-. Toma. Gracias por... aceptar ser mi modelo.
Hoseok recibió la pastilla, apenas rozando sus dedos y se cruzó de brazos, alzando las cejas con gesto indignado.
- Aún así no me darás la caja entera.
Taehyung rió y sonrió con superioridad.
- Soy ingenuo, no idiota, Hoseok-hyung.
- Si dices que eres ingenuo dejas de ser ingenuo -rectificó Hoseok, mirándole de abajo arriba y negando con la cabeza mientras caminaba hacia la puerta-. Eres incluso más pervertido que Nam.
- ¡No soy pervertido! -refunfuñó Taehyung-. Soy un chico normal que es sano y activo sexualmente.
Mintió. Una parte de él estaba seguro que se moría por los huesos de Hoseok por el sólo hecho de que no había vuelto a tener relaciones con nadie desde Minho.
Taehyung abrió la puerta, girándose para ver a Hoseok con una sonrisa altiva mientras salía por la puerta.
- ¿Activo? -esbozó irónico-. Claro, chico-que-le-gusta-que-le-jodan.
Taehyung abrió la boca indignado y avergonzado mientras veía como Hoseok se da la vuelta deteniéndose en el pasillo.
- ¡Pues claro que sí, chico-que-piensa-que-me-lo-follé!
- ¡¿Qué dijiste?! -gritó Hoseok enojado caminando hacía él-, ¡Te reto a decirlo con mi puño en tu cara, maldito idiota!
- ¡Buenas noches, Hobi-hyung~!, ¡Sueña conmigo!
Sonriente y feliz por haber obtenido lo que quería, Taehyung le cerró la puerta en la cara, ignorando divertido los golpes en su puerta.
[...]
Que edit más weno ♡♡♡
El tatuaje de Hoseok que tiene en el talón es la mariposa que tiene en la nuca en I Need U.
Les reto adivinar el tatuaje que tiene Taehyung en la ingle ☻
Y se me olvidó a las personas que querían dedicatoria:(
comenten aquí quienes quieran capítulo ♡
Besos y abrazos
♡ Lxs amo ♡
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