08

Si algo sabía Taehyung de las personas, es que éstas eran tal cual los cuadros de las pinturas que todos los artistas, incluso él, se esmeran por crear.

Toda la gente que conoce tiene capas y capas de ellos mismos, de sus sentimientos y personalidad, de lo que quieren demostrar, de lo que son e incluso de lo que no. Todas las personas están hechas de tantas capas de pinturas, no es sólo un amarillo excéntrico, ni un azul introvertido, ni un gris amargado, es toda una gama de colores, y uno decide cuál es la capa de pintura que quedará encima de todas esas capas.

Por eso no se sorprendía la dualidad de la personalidad de Hoseok.

El tiempo en el que estudió en el extranjero, pudo darse cuenta de las diferencias de su cultura, y es que los nativos coreanos, notaba, era natural tener un espacio para sí mismos y ser más distantes que los americanos. Una línea física que no puedes cruzar. Pero a Taehyung jamás le gustó esa línea, él necesitaba estar cerca para entrar en confianza, incluso para sentirse feliz y aceptado.

Sin embargo, él también tenía sus límites como todos los demás.

Estaba pensando en eso, porque definitivamente no le gustaba como Hoseok sonreía cada vez que sus alumnos tiraban una broma en medio del pasillo. << Creo que mi límite es ese >> pensaba, deseando inconscientemente que Hoseok le sonriera así también.

Él había llegado de almorzar y, tal parecía que Hoseok estaba saliendo, porque traía carpetas en las manos y su maletín. A Taehyung le provocaba risa ver el maletín de los profesores de ciencias -o de literatura en su caso-, tan gruesos y pulcros, y la vestimenta tan formal que usualmente tenían.

Pero Hoseok tenía sentido de la moda. Le gustaba eso.

Suspiró, sonriendo victorioso cuando Hoseok se dio cuenta de que le estaba mirando. No apartó la vista, más bien, su ceño fruncido pareció agravarse y el gesto de la sonrisa se volvió tenso. Sus alumnos parecieron notarlo, porque se giraron a verle también con una sonrisa incómoda y luego Hoseok se despidió de ellos, al ver que Taehyung se había cruzado de brazos y se había apoyado en la pared como gesto de que esperaría a por él.

Cuando sus alumnos se fueron, Taehyung recién se dio cuenta de cuánto había extrañado pelear con Hoseok el fin de semana. Sinceramente había extrañado verlo. Desde que le había dado los términos de su petición -o más bien chantaje- Hoseok no había aparecido y Taehyung tampoco había insistido por más que se comiera las uñas de la incertidumbre.

Tal vez debió insistir, al ver las ojeras pronunciadas y el semblante pálido de Hoseok.

- Veo que no has dormido bien, ¿Acaso soñaste otra vez con el sexo sucio y salvaje que tuvimos en tu mente? -se burló Taehyung, antes de que Hoseok pudiera decir alguna palabra.

La cara de Hoseok era un poema, realmente. Taehyung estuvo a punto de carcajearse ruidosamente sino fuera por lo sorprendemente satisfactorio que era ver las mejillas de Hoseok colorearse con tal rapidez, lo que hizo que ignorara por completo su gruñido y expresión asesina, tan indignado que las palabras sólo le salían como resoplidos.

- T-tú... cállate, sólo... cállate -refunfuñó- No entiendo como es que ni siquiera aquí te comportas.

- A diferencia de otras personas, yo me comporto siempre acorde a la situación. No me comporto de una manera diferente para agradar a los demás, yo soy amable con todos -insinuó Taehyung, aunque sabía que estaba siendo realmente descarado. Hasta él tenía sus momentos en que el color de las capas de las pinturas cambiaban.

Hoseok no reaccionó, sólo enarcó una ceja y miró a su alrededor, suspirando cansinamente.

- No vamos a hablar aquí.

Taehyung sonrió traviesamente.

- ¿Quieres recrear tus sucios sueños conmigo en otro lugar?

No hubo respuesta, sólo vio como Hoseok le daba la espalda, con sus hombros tensos, y caminaba hacia la sala de profesores. Taehyung pensó que realmente no lograría sacarlo de quicio en ese lugar, pero se dio cuenta de sus manos, y éstas estaban tan apretadas que sus nudillos estaban completamente blancos. No pudo evitar relamer sus labios por eso, llevándose la mano distraídamente al cuello.

<< Si tan sólo supiera que me toqué después de eso... >>, recordó Taehyung, sin poder evitar jadear bajo por la vergüenza. Nunca le había pasado eso antes. Hasta el momento, lo único que consideraba fetiche era que le tocaran los pies cuando tenía sexo. Obviamente, eso nadie lo sabía, ni siquiera Minho. << Muchas, muchas capas de secretos >> razonó avergonzado.

Trató de que sus pensamientos fueran a otro lugar, bien podía ser un sinvergüenza e insinuarse juguetonamente, pero Hoseok no era homosexual. Tal vez fuera bisexual, pero en su posición nunca lo sabría.

Estaba misteriosa y estúpidamente enamorado de Hoseok, lo había aceptado, pero tener algo con él estaba realmente fuera de su alcance y lo sabía. Sumándole el mal genio del profesor al odio que le tenía, convertirlo en homosexual sería una tarea de titanes, por no decir imposible. Y él aún seguía curando su corazón roto por Minho.

De todas formas, realmente quería acercarse a Hoseok. Incluso si fuera sólo para insultarse mutuamente. El profesor no era un demonio, si podía sonreír de esa forma tan angelical con sus alumnos, definitivamente tenía una parte buena que quería conocer.

Taehyung pegó un salto cuando sin darse cuenta ya habían llegado a la sala de profesores y Hoseok había cerrado la puerta tras él. Perderse en sus sucios recuerdos, de él tocándose en el sillón mientras gemía el nombre de Hoseok y tenerlo ahí frente a él realmente le provocaba una vergüenza horrible, pero podía con ello. En especial porque Hoseok tenía la expresión de querer cortar su cuerpo en pedazos para dárselo a los peces.

No sabe cuánto tiempo estuvieron mirándose mutuamente, pero para Taehyung parecieron horas en las que no sabía si saldría vivo de ahí. Hoseok lo miraba de una forma tan intensa que era asfixiante, así que cuando se movió no pudo evitar dar un paso hacia atrás, provocando una carcajada casi siniestra en el profesor.

- Vaya... de verdad... ¿Qué haré contigo?

- Mierda, no digas eso -musitó Taehyung, tragando saliva y expectante por la forma en la que Hoseok se acercaba lentamente hacia él, con los brazos cruzados y con los dedos de una mano acariciando su mentón-, parece una línea del asesino de una película de terror. Basta.

Hoseok le estaba empezando a dar miedo, porque sonreía tenso sin mostrar los dientes y de repente su ceño fruncido crispo todo su rostro haciendo que Taehyung se pusiera detrás de un escritorio de pertenencia desconocida.

- De verdad voy a matarte -gruñó Hoseok, apretando los dientes y su voz volviendose más amarga. Taehyung de verdad trataba de no lucir aterrado-. Estuve dos días más sin dormir por tu culpa, estoy perdiendo la cordura, Taehyung. Voy a matarte si de verdad no me das esas pastillas.

- Ya, como quieras -se encogió de hombros, tan seguro de sí mismo que le daba gracia imaginarse-, pero ya te dije lo que quiero.

Taehyung se mordió el labio inferior al ver el rostro prendido en ira de Hoseok, ya hasta podía oler la furia emanando de sus poros al ver sus ojos de par en par y su frente arrugada. Incluso su nariz se había arrugado adorablemente a sus ojos, aunque a los ojos de cualquiera lo razonable era salir corriendo para no morir a manos del profesor.

- ¡¿Qué no entiendes que me desagradas y no te quiero cerca?! -gritó Hoseok. Taehyung mentiría si eso no le hubiera provocado un dolor cauterizante en el pecho-. No quiero nada personal de ti, no quiero hablar contigo, no... ¡Realmente trato de que no sea personal y ser agradable!, pero...

- ¿De qué no sea personal? -interrumpió Taehyung, apretando las manos porque la furia ante tal rechazo le estaba empezando a volver loco y ya sin darse cuenta se hallaba gritando también-. ¡Acabas de decir que te molesto, idiota!, ¡Claro que es personal!, ¡¿Qué demonios te pasa conmigo?!, ¡Yo no te he hecho nada para que...!

- ¡Claro que lo haces!, ¡Lo estás haciendo ahora!, ¡Lo haces todos los días! -exclamó Hoseok, bajando el volumen de su voz sólo al darse cuenta de que estaba a punto de perder la paciencia. Incluso Taehyung veía la forma en la que sus manos se curvaban con intención de rodear su cuello. Vio como respiraba, tratando de calmarse, mientras que Taehyung sólo quería llorar porque nadie le había dicho en su vida que le desagradaba de esa forma tan cortante y abrupta, aunque lo supiera-. Sólo... cuando alguien te molesta, te molesta y ya, ¿Entiendes?

- ¡No, eso ni siquiera tiene sentido!, ¡Ni siquiera me conoces, no puedes decir que te desagrado sólo porque... porque... ni siquiera sé el porqué! -vociferó Taehyung, gruñendo. Apretó los labios y se cruzó de brazos. Odiaba que en ese momento Hoseok fuese tan insoportable viéndose tan atractivo con su cabello pelirrojo oscuro y su camisa azulada, sin mencionar sus ojeras y evidente palidez en su tostada piel, era como su maldito talón de Aquiles-. Mira, me da igual si te desagrado, sólo... veamos esto como un acuerdo profesional... Tú también me desagradas -mintió, como último recurso para mantener su orgullo, aunque no fuese en absoluto creíble-, así que el sentimiento es mutuo.

La burlona sonrisa curva y de gesto malditamente sensual de Hoseok le irritó.

- Ah, ¿sí?, ¿Y por qué?

- ¡¿Y te atreves a preguntar el porqué a estas alturas?! -esbozó indignado, casi agudizando su voz. Hoseok estaba mostrando una faceta tan desagradable como siempre que Taehyung ya estaba meditando sobre si hacer su obra, pero era demasiado testarudo con las ideas que tenía que materializar y hacer para  darse por vencido-, ¡Eres un viejo amargado y tonto!, ¿Quién quiere estar cerca de un viejo amargado como tú que sólo dice odiarme sin ninguna razón? Sólo necesito tu maldito y sensual cuerpo escultural de mierda, ¡Y ya está!

Hoseok se apoyó en un pie con los brazos cruzados, enarcando una ceja ante tal confesión.

- No entiendo. Mi cuerpo no es escultural, de hecho, soy más delgado que tú, tengo más musculos, sí, pero tus hombros son algo más grandes que los míos... -con una sonrisa entre altiva y burlesca, añadió-; pero está claro que yo soy más guapo.

Taehyung resopló poniendo los ojos en blanco. ¿De verdad él consideraba una buena idea vivir peleando con el profesor? Habían pasado minutos y ya se sentía tan cansador.

- De verdad que no quiero agrandar tu estúpido ego, pero te vi semi desnudo -espetó el escultor, sonrojándose vagamente-. E ignorando el insulto, tienes simetrías que son realmente perfectas para el mundo del arte, ¿Lo captas?, ¿O tengo que dibujarlo o decírtelo en lengua de señas para que me entiendas de que no soy un pervertido como tú y que solo te necesito en un ámbito meramente profesional? -se detuvo, mirándole de arriba abajo con aire socarrón e indiferente, añadiendo-; Y como ya dije, el desagrado es mutuo. Ya me di cuenta que en realidad tu personalidad es una mierda.

- No tengo una personalidad de mierda -se defendió el profesor, patéticamente a los ojos del escultor-.  Y te reto a decírmelo en lengua de señas -espetó Hoseok, serio. Taehyung movió sus manos de forma rápida y fluida con expresiones que daban a entender lo molesto que estaba, sin hablar, frunciendo el rostro y moviendo las cejas de forma exagerada. Hoseok miraba fijamente sus movimientos y a medida que iba viendo los gestos, su rostro se volvía a uno ofendido y cuando terminó, señalándole con el dedo-. ¡Acabas de decir que soy un idiota y un pervertido que sólo piensa en...!, ¡No, no lo soy! Y tampoco apesto a rata de biblioteca... creo.

Taehyung lo miró sorprendido, literal le había dicho con los gestos << Eres un idiota y un pervertido que sólo piensa en que si lo tocan es porque quieren tener sexo con él, ¡No me gustas, porque apestas a rata de biblioteca y eso es desagradable! >>.

Lo último era mentira, Hoseok pasaba siempre con libros en la mano, así que Taehyung se lo había inventado a base de suposiciones y preguntas sobre cuán bien -o mal- olería la almohada de su cama y todo él en general. Tal vez olería a biblioteca.

- ¿Cómo sabes la lengua de señas?

- ¿Cimi sibis...? -Hoseok iba a repetir tontamente, hasta que resopló y lo miró disgustado-. Tengo alumnos sordos, genio.

Taehyung seguía molesto, pero aquello hizo que le mirara con cierto respeto. << Maldito idiota, porqué es tan perfecto >> pensó, chasqueando la lengua. Odiaba sentirse estúpidamente enamorado.

- Y yo un primo pequeño, tonto.

Hoseok dio un paso hacia él, haciendo que retrocediera.

- No estoy en mis cinco sentidos, así que dame una pastilla y mañana tendrás tu sesión.

- No, mi sesión y luego tu pastilla -replicó Taehyung-. No soy tan ingenuo como para confiar en ti, viejo gruñón.

Mirándole con desprecio, Hoseok bufó ruidosamente poniendo los ojos en blanco.

- ¿Quieres que haga tu sesión mientras me muero de sueño y de paso me convierto en un lunático por eso? Estoy a punto de desplomarme en el piso y eso ni siquiera hará que duerma bien -dio otro paso hacia él, y Taehyung siguió alejándose rodeando la mesa del escritorio, haciendo que Hoseok se irritara aún más y golpeara la mesa con el puño-, ¡Por la mierda, Taehyung!, ¡Dame mis patillas, ya!

- Está bien, está bien... -alzó las manos, sacando una sola pastilla recortada de la tableta de plástico del bolsillo de su camisa gris. No era tan idiota como para traer la caja entera, señalando a Hoseok, quien relajó un poco su expresión al verla-... aquí tengo una -y luego, maliciosamente, se la volvió a guardar, pero ésta vez dentro de sus calzoncillos bajo la mirada horrorizada de Hoseok-. Pero tendrás que tomarla por tu cuenta, Hobi hyung~.

El profesor, boquiabierto, apenas reaccionó hasta que Taehyung soltó una carcajada juguetona.

- ¡¿Qué demonios pasa contigo?!, ¡Estás loco! -gritó Hoseok, rodeando la mesa y dando zancadas hacia Taehyung con las manos en alto hacia su cuello. Taehyung sacó la pastilla de sus calzoncillos y salió corriendo hacia la otra punta de la sala alejándose aterrorizado de Hoseok quien seguía persiguiéndole-. Voy a matarte, ¡Voy a apretar tu cuello y voy a patear tu cara!

- Mierda, ¡No, no quiero morir tan joven y tan guapo!, ¡No, detente!, ¡Quiero adoptar y tener nietos y otro perro!, ¡Aah, aléjate! -con un chillido final, llegando hacia la puerta, pegó un salto al ver a Jimin entrar con cara de << ¿Qué demonios sucede aquí? >>, haciendo que Taehyung se ocultara detrás de él con ahínco y haciendo que Hoseok se detuviera-, ¡Ah, Jiminnie!

- ¿Qué pasa aquí? -se dirigió hacia él-, ¿Qué pasa con hyung?

- ¡Me quiere matar! -chilló Taehyung, rodeando su cuello con los brazos. Jimin puso los ojosen blanco.

- Eso no es novedad.

- ¡Jimin-ssi! -puchereó Taehyung, luciendo asustado. Estaba siendo realmente manipulador en ese momento, porque ciertamente, se estaba divirtiendo.

- Profesor Park -dijo Hoseok, sus ojos destilando odio y su voz resonando gravemente-, ¿Puedes decirle a Kim Taehyung que me de lo que es mío?

Jimin soltó el agarre que tenía Taehyung alrededor de su cuello y le miró con cara de pocos amigos, frunciendo el ceño al igual que Hoseok.

- Kim Taehyung, dáselo.

- Ni siquiera sabes lo que es -trató de defenderse.

- No necesito saberlo, te conozco. Dáselo.

Taehyung inhaló viéndose regañado, haciendo un puchero, pero al instante después ya había sonreído, negando con la cabeza.

- No, ¡Adiós!

Pero antes de que se fuera como alma que lleva el diablo, Jimin le tiró de la oreja haciendo que exclamara un gemido exagerado de dolor, agachándose, y tendió la palma hacia él para que le diera lo que sea que fuese de Hoseok.

- ¡Yah, que me lo des! -exclamó. Taehyung gruñó y, a regañadientes, le pasó la pastilla.

Jimin ladeó la cabeza extrañado por eso, pero no tuvo tiempo para preguntar, porque Hoseok se abalanzó hacia la pastilla y se la quitó sin ninguna delicadeza, yéndose casi corriendo fuera de la sala de profesores.

- ¡Ah, no, se va a escapar! -exclamó Taehyung, haciendo ademán de correr hacia Hoseok, pero Jimin volvió a tirar de su oreja hacia atrás.

- ¡¿A dónde crees que vas?! -le retó Jimin-. ¡Déjalo en paz, no ves que se ve de la mierda!, ¿Qué le has hecho?

- ¿Yo?, ¡Pero si yo no le hecho nada! -refunfuñó Taehyung, abultando sus labios-. ¡Yah, Jimin-ssi, suéltame!, ¡Duele!

Jimin siguió tirando de su oreja hasta que lo lanzó al sillón donde solían sentarse en la sala de profesores, poniéndose las manos en las caderas y haciéndole recordar a su madre cada vez que le retaba por sacarse malas notas en la escuela.

- ¡Quédate quieto! -exclamó Jimin, haciendo que Taehyung se achicara en el sillón y mirara sus pies, regañado-. Ya estás siendo un total idiota con Hoseok hyung, Tae. Deja de seguirlo, de mirarlo, de decirle cosas, ¿No ves que lo molestas?, ¿Por qué sigues insistiendo si de paso te hace sentir mal? Es un amargado con nosotros, ya dejó en claro que le caemos muy mal, ya déjalo en paz.

-  ¡Ya lo sé! -musitó Taehyung, sus ojos de repente poniéndose aguados sin quererlo. Escuchó como Jimin suspiraba con lástima por él y eso sólo le hizo sentirse peor-. P-pero... de verdad... yo necesito... yo lo necesito.

- Te pusiste igual con el profesor Yoongi -recordó Jimin, molesto mientras se cruzaba de brazos y se sentaba su lado-, queriendo hacer esa escultura de sus manos y tocándole como si fueran amigos de toda la vida. Entiende, Taehyung, nosotros no somos como los americanos o los latinos, no... no damos abrazos a desconocidos ni le besamos en la mejilla cuando apenas les conocemos. No somos así.

- Eso es ser muy frío -gimoteó Taehyung, secándose las lágrimas en las esquinas de sus ojos. Jimin hizo una mueca, dándole conciliadoras palmadas en la espalda.

- Es sólo... no actuamos de esa forma con desconocidos porque pueden hacernos daño, pueden aprovecharse, supongo que por eso somos así. Somos precavidos, un poco individualistas según algunos, pero... ¿Me ves ser frío contigo? -musitó Jimin con más suavidad, inclinándose hacia él para que Taehyung levantara la cabeza y le mirara a los ojos-. Somos amigos, yo no soy frío contigo. No necesitas ser tan cariñoso con todos si me tienes a mí.

- P-pero... me gusta... ser así -sollozó Taehyung, encogiéndose de hombros-. Es... simplemente... algo natural en mí.

- Lo entiendo -sonrió Jimin, abrazando a Taehyung de tal forma que la cabeza del escultor quedo oculta en su pecho. Taehyung gimoteó de tristeza mientras Jimin acariciaba su cabello-. Sólo no quiero que te lastimen.

- No dejaré que Hoseok hyung me lastime, Jiminnie.

- Lo sé -resopló Jimin, disgustado-. ¿Pero por qué tienes que ser tan bebé?

Taehyung se separó de él, mostrando su adorable puchero y ceño fruncido.

- No soy un bebé.

El contrario se molestó aún más por lo adorable que era.

- ¡Deja de ser un bebé, idiota!, ¡Detente!

- Quiero mimos.

Jimin suspiró, poniendo los ojos en blanco y abriendo los brazos hacia Taehyung, quien sonrió ampliamente y le abrazó.

- Agradece que vengo con ganas de dar amor,  pedazo de idiota.





[...]

Imaginen a Taehyung así pero con el pelo largo en una coleta sldjaksdj

Gracias a @marianavm24 por hacer que recuperara la fanart <3

Lxs amo y nos vemos pronto

pd: me salió largo el cap xddd v

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