04

Si había algo que odiaba Hoseok más que le tocaran, era el insomnio.

Sentado en una esquina de su mesa frente a los alumnos de su clase, no puede evitar pestañear cansinamente por culpa de un chico irritante que no ha dejado de ocupar su mente toda la noche.

¿Por qué un Kim Taehyung en ropa interior se negaba a dejar su cabeza? Era insoportable la facilidad con la que podía cerrar los ojos y ver su imagen abriendo la puerta azul del departamento con el dorado número 12, su torso desnudo con manchas desperdigadas de pintura de varios colores, su nariz manchada con pintura verde y su expresión sorprendida, lo estrecha que se veía su cintura, la curva de sus caderas y sus delgadas piernas de piel canela, y luego todo devuelta a sus inescrutables ojos y el cabello tomado en una coleta, con un sólo mechón cayendo en su frente y rozando su boca entreabierta.

Lo recordaba con tanta nitidez que provocaba un cosquilleo en su bajo abdomen.

Ni siquiera tenía una respuesta clara del porqué su corazón latió tan deprisa cuando lo vio, si por el hecho de que fuera él o porque estaba medio desnudo.

Lo que sea que fuera la respuesta, se inclinaba más porque era él y porque no tenía idea de que vivía en el piso de abajo del suyo. Hoseok estaba cien por ciento seguro de que él era heterosexual y que eso no iba a cambiar por encontrar a Taehyung... guapo.

Aunque esa definición le quedara muy corta.

Se preguntó si Namjoon le había visto alguna vez, porque él definitivamente jamás se lo había cruzado antes. O eso pensaba. Tal vez había pasado por su lado y nunca se dio cuenta, conociendo las casualidades de la vida no le sorprendería.

Lo que si le sorprendía fue la manera en la que Taehyung le habló. Jamás pensó que le faltaría el respeto de esa forma, pero para ser justos, Hoseok le había insultado primero. Pero en parte era culpa de Taehyung, ¿Por qué demonios puso la música tan fuerte? Hoseok sufría fácilmente episodios de insomnio y con el problema que tenía con Mel no se le hacían las cosas más fáciles.

Siempre tuvo una imagen buena -e irritante- de Taehyung -que obviamente jamás le detuvo de ser esquivo con él-, y ahora que conocía lo desafiante que podía ser, lo único que le provocaba era que por fin tenía una excusa para jamás volver a hablar con él.

De seguro ahora Taehyung lo odiaba y no volvía acercarse a él.

Sonrió sintiendo que una piedra se le quitaba del camino. Una piedra molestosa y que tenía un cuerpo envidiable.

Cuando terminó la hora de clases, tuvo otras dos más en la tarde hasta que llegó la hora de almuerzo, donde comió en una tienda de fideos acompañado de Seokjin, el enfermero y de Hyu, una profesora de psicología social bastante atractiva sino fuera por sus lentes de montura gruesa que hacían ver su nariz grande.

Todo iba bien, reían y conversaban sobre sus clases, contando anécdotas de sus alumnos y sus vidas, hasta que Hyu contó que había olvidado las llaves de su casa en la sala de profesores y que hoy en la mañana las había buscado, encontrándose con Taehyung y Jimin allí.

- ¿Saben? Creo que Jimin y Taehyung están en una relación -ante eso, tanto Seokjin como él casi escupen sus fideos- porque cuando entré Taehyung estaba abrazando a Jimin mientras él le acariciaba el cabello y jugaba en su celular. Se veían muy lindos.

- No, ellos son así -defendio Seokjin-, más bien, Taehyung es así, la otra vez lo vi abrazando a Yosung de la cintura y luego lo vi abrazando a Song Ji, la auxiliar, por bastante tiempo si contamos con que a Song Ji le apesta el aliento.

Hoseok tragó sus fideos, sintiéndose aún más molesto.

- ¿Qué demonios está mal con él?

- Yo lo encuentro tierno -rió Seokjin-, también me ha dado muchos abrazos.

- Y a mí -combinó Hyu, de repente animada-, ¿Creen que esté soltero?

Seokjin rió otra vez a comparación de Hoseok, quien puso los ojos en blanco sintiéndose como todo un abuelo gruñón mientras sorbia sus fideos totalmente aparte de ellos.

- Si quieres puedo preguntarle, estoy en un grupo de chat con él y a veces hablamos de las ventajas de la marihuana, aunque ninguno la consume lo suficiente.

- ¡Hazlo, hazlo ahora! -le apremió Hyu, zarandeando a Seokjin de la camisa.

Hoseok la miro indiferente ante su entusiasmo mientras Seokjin asentía sacando su celular y texteando un mensaje.

- ¿Crees que Taehyung consuma drogas para hacer todas sus pinturas? -cuestiono Hyu con aire misterioso-. Son muy buenas para que un humano normal las haga, de hecho, a fin de mes hará otra exposición.

Hoseok torció el gesto e irónico exclamó.

- Bueno, Kim Taehyung es tan normal como un alíen con complejo de sanguijuela.

Ante ese comentario Seokjin arrugo la nariz, mirándole incómodo.

- No digas eso, es tierno como él solo. Que a ti no te gusten las demostraciones de cariño son cosa tuya.

- Sí, actualizate, Hoseok-ssi.

Hoseok volvió a poner los ojos en blanco, encogiéndose de hombros. Odiaba cuando defendían a Taehyung.

Y odiaba cuando todos le decían que era un gruñón si le conocían lo suficiente, porque a simple vista parecía un chico agradable, pero cuando trataban de acercarse demasiado... Hoseok los alejaba como si tuvieran peste.

Por eso los amigos jamás le duraban mucho y ya veía eso venir con Seokjin. Hyu no contaba porque no era su amiga y no le importaba. Seokjin importaba porque era amigo de Namjoon y él tenía cierta admiración por el enfermero que Hoseok no podía entender. Y por supuesto, luego estaba la encantadora Mel que estaba enamorada de él.

La tarde había sido igual que todos los días, la única diferencia en las clases era que eran tiempos de certámenes y todos estaban más ajetreados que de costumbre, evaluando y tratando algunos casos aparte de alumnos con certificado médico. Para Hoseok eran días horribles por el insomnio, que sólo ayudaban los somníferos, pero se le habían agotado, no tenía el dinero suficiente para comprarlas y la receta médica ya había vencido. Tenía que ir a ver a su psicólogo otra vez.

Al girar la perilla de su departamento después de tomar el autobús fuera de la Universidad, se extrañó al escuchar a The Clash golpearle el rostro justo en la parte que cantaban << ¡This indecision's bugging me, if you don't want me, set me free! >> dándose cuenta que habían unas pantuflas de oso en la entrada cuando Rapmon, el perro de Namjoon, albino y cariñoso, corría hacia él, moviendo la cola y lamiendo sus manos como bienvenida.

Ninguno de los dos usaba pantuflas de oso.

- ¡Namjoon! -gritó Hoseok, cuando atravesó el salón, dejando sus cosas en el sillón y dirigiéndose hacia la cocina, que era donde provenía la música. Namjoon sabía que Hoseok odiaba la música fuerte.

Cuando entró, vio un trasero asomarse por la puerta del refrigerador, creyendo que era Namjoon y pegó un grito de sorpresa al ver que en realidad era ese maldito chico insoportable llamado...

- ¡¿Taehyung?!

El chico sonrió socarrón, cerrando la puerta del refrigerador con el pie mientras mantenía ocupada sus manos con dos cervezas.

- Hola, grosero Hoseok, ¿Quieres una cerveza?

Hoseok lo miró incrédulo, apenas podía creer que Taehyung estaba allí, con una camiseta blanca cortada del cuello con manchas de pintura llegándole a los muslos, con unos pantalones negros de tela largos hasta los tobillos que parecían una falda vieja de abuela, descalzo, con el cabello suelto y desordenado detrás de una oreja y con el otro cayéndole a la mitad de la cara.

- ¿Qué demonios haces aquí?

Se encogió de hombros, dándose la vuelta.

- Tomaré eso como un no.

- ¿Qué...?

- ¡Hobi, ya llegaste! -interrumpió Namjoon, que entraba a la cocina por el ventanal del balcón, corriendo la cortina mientras Rapmon seguía a Taehyung y le olía los pies.

- ¡Ah, Nam, ayúdame a escapar de este ogro! -exclamó Taehyung, casi corriendo hacia Namjoon y poniéndose detrás de su espalda mientras le pasaba la cerveza-, ¿Su mirada siempre es así de asesina?

- ¿Nam?, ¿Por qué demonios te dice Nam? -cuestionó Hoseok, para luego negar con la cabeza y añadir-, olvídalo, ¿Qué demonios hace aquí?

Namjoon abrió la cerveza, un poco batida y sorbiendo la espuma a la vez que Hoseok ve de reojo como Taehyung se agacha para acariciar a Rapmon.

- Amigo, tranquilo, sé que estás estresado...

- No estoy malditamente estresado, Namjoon.

- Oh, si que lo estás, lo veo en tus ojitos de venado muerto -replicó Namjoon, para luego caminar hacia la mesa de la cocina y sentarse en la silla, comiendo el tazón de cereal que estaba por la mitad, señalando a Taehyung con la cuchara-. Y hablando de Tae, lo conocí hace unos días donde solemos botar la basura, este chico es increíble, mira lo que hizo para mí -dijo emocionado mientras tomaba una croquera que estaba a su lado en la mesa y lo hojeaba, deteniéndose en un dibujo y mostrándole un retrato en carboncillo de su rostro-. ¡Capto toda mi belleza! De verdad, nunca me había sentido tan guapo antes, ¿Qué opinas?

Hoseok ladeo la cabeza, inspeccionando el dibujo. Y sí, era uno de los dibujos que sentías que captaba toda la realidad de una forma distinta. La técnica era hermosa. Aún así siguió inexpresivo, cruzándose de brazos.

- Está bien, sí, te ves guapo... pero tus pestañas no son así de largas. Ni tus pómulos tan perfectos. Y por Dios, tus ojos no son tan grandes.

Namjoon dejó la cuchara en el plato, alzando las cejas.

- ¿Quieres que te golpee?

- Inténtalo -sonrió cinico, volviendo la vista a Taehyung, que trataba de que Rapmon no tomara de la cerveza que había abierto y que quería olfatear, relamiéndose los bigotes-. Como sea, apaga eso, quiero dormir.

Ante eso, Namjoon resopló, inclinándose hacia el centro de la mesa donde estaba los parlantes y bajando el volumen hasta que la habitación quedo en un extraño silencio donde lo único que se escuchaba era como Namjoon volvía a sorber la cerveza.

Hoseok se dio la vuelta, dispuesto a ir a su habitación, cuando escuchó la voz de Taehyung detrás de él.

- Grosero Hoseok, ¿Quieres que haga un retrato de ti mientras duermes?

Se dio la vuelta, con cara de que no había escuchado bien.

- ¿Qué?

- Que si quieres que haga un retrato de-

- No, no, si te escuché, sólo quería estar seguro si estas consciente de la estupidez que estás diciendo.

- ¡Oh, vamos, Hoseok, es gratis! -exclamó Namjoon, después de tragar su cereal.

- Síp, muy gratis -añadio Taehyung.

- ¿Cómo puedo decirlo de una forma que puedan entender que me importa una mierda todo y quiero dormir?

Taehyung alzó las manos, dándose por vencido y sentándose en un pequeño sillón que había en una esquina, al lado del balcón, con Rapmon en su regazo.

- Está bien, tu te lo pierdes. Y ah, se me olvidaba, Mel llamó hace quince minutos -dijo Namjoon señalando el teléfono inalámbrico en la mesa del mueble-, dijo que vendría en una hora más.

- ¿Y por qué no me llamó al celular?

- Dijo que no contestabas. Deberías arreglar eso.

Hoseok gimió de cansancio, frotándose el rostro con las manos y sintiéndose realmente frustrado.

- Quiero dormir... sino duermo moriré.

- ¿Has probado escuchar música relajante? -preguntó Taehyung.

- Sí, Taehyung, me he puesto a escuchar melodías para bebés para conciliar el sueño -dijo sarcástico, pero sonaba más a la realidad por el tono cansado de su voz.

- Sólo digo que la música relajante ayuda.

- Hoseok odia la música -dijo Namjoon hacia Taehyung, quien lo miró perplejo.

- ¿Qué clase de ser humano odia la música? Hoseok es grosero, pero no pensé que...

- No odio la música -refunfuñó Hoseok hacia Namjoon-, el jazz me gusta.

En ese momento los ojos de Taehyung resplandecieron, relamiéndose los labios, acto que no pasó desapercibido ante Hoseok. El insomnio estaba provocando que bajara la guardia.

- ¿Has escuchado a Chet Baker?

- ¿Has escuchado porqué-sigues-aquí?

Quizás no tanto.

Taehyung se dirigió hacia Namjoon, quien había levantando su plato y se dirigía a la cocina.

- Nam, cuando te pregunté si el grosero Hoseok tenía alguna enfermedad no me dijiste que sufría de un trastorno de cambios de humor.

Namjoon soltó una carcajada, mientras volvía a por su cerveza en la mesa.

- No sé, creo que te odia, pero ya se le pasará. Cuando teníamos diez años también me odiaba, así que dale un año como máximo.

- No hablen como si no estuviera aquí. -espetó Hoseok, luego dirigiéndose hacía Taehyung, tratando de darle una sonrisa falsamente amistosa- Taehyung, ¿Puedes irte para que pueda dormir por fin?

Taehyung hizo un puchero, abrazando aún más a Rapmon quien se acurruco en su pecho.

- No haré ruido, estoy aquí porque se me quedaron las llaves dentro del departamento y recién llame a un cerrajero para que me abriera.

- Y aún así no se irá, aún falta que dibuje a Rapmon -intervino Namjoon.

- ¿Le hará un retrato?

- Sí, como si fuera un carnet de identidad.

Hoseok resoplo, dando por terminada la conversación, caminando hacia su habitación y cerrando la puerta tras de sí.





...

Ste grosero Hoseok, trato de ponerme en sus zapatos, pero no puedo tratar mal a alguien aún si tengo insomnio:(

Aunque he conocido personas que son así so igual lo siento

Que personaje más encantador

Me hace acordar al Hoseok de Youngblood, but ese Hoseok no es tan asocial xd

Lxs amo

MIREN ESTA HERMOSURAAAAA, AMÉN A evils-maknae CHICA TALENTOSA ♡

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