Tócame, hasta el final de todo

Geldrys y Elizabeth ya estaban en el apartamento. Elizabeth sale de la habitación que antes era suya. Se acerca a Geldrys que estaba acostado en el sofá con una mano mala y el pómulo de su cara hinchada.

—¡Uff! ¡Ya organicé todo!

Dijo Elizabeth tirándose en el sofá.

—¡Disculpa que no te haya ayudado!

—No te preocupes por eso, estas adolorido. ¿Te traigo otro cálmate?

—¡No! ¡Estaré bien!

—¡Hablaba de esto!

Elizabeth se acostó encima de él y le besó.

—¡Aah! ¡Ja ja!

Geldrys se quejó.

—¡Perdón! ¿Te duele mucho?

—¡Solo un poco!

—Me siento feliz de que me hayas elegido a mi. ¿Qué pasó con tu novia?

Geldrys miraba el techo mientras Elizabeth estaba acostada al lado de él.

—Quedamos en juntarnos hoy a la 7. Llame a Carlos mi amigo y le hable sobre lo que pasaba. Él siempre estaba soltero.

—¡Entiendo! Sabes, cuando me fui la última vez… me quedé esperando al lado de la puerta cuando cerraron la puerta. Creí que saldrías a buscarme. Pero no lo hiciste. La verdad que te cuesta tomar decisiones. Luego comprendí que yo no te pertenecía ni aquel dulce te amo que expresaste cuando teníamos sexo. Así que, me fui arruinarle la vida a Rey por mi misma.

—Quería elegirte a ti. Pero me tenías bastante confundido. Por cierto, ¿Cómo supiste que él hacia todo aquello ilegal?

—Una de sus tontas modelos, que nunca podía retener los secretos de los demás, me contó. Así que, hice que ella me contara todo. Y cada día que estaba con él, reunía más información. Hasta que descubrí su folder. Era todo lo que necesitaba como prueba.

—¡Vaya! ¡Que inteligente eres!

—¡Ja ja!

Ambos se reían y Elizabeth le besaba.

—¡Ah! Quiero decirte algo.

Elizabeth se levanta quedándose sentada allí. Geldrys se endereza también.

—¿Dime?

—¡Estoy embarazada! Me hice la prueba de embarazo.

Dijo tomándole de las manos.

—¿Qué? ¿Enserio? ¿He, es mío?

Preguntó sorprendido.

—¡Si tonto! ¡Ja ja!

Decía Elizabeth emocionada. Geldrys se levanta del sofá diciendo:

—¿Y cómo sabes que es mío?

—Pues, cuando lo hicimos la última vez, no me tome los antibióticos. Quería quedar embarazada de ti, aún que no estuviéramos juntos. Quería un hijo tuyo aún que yo no fuera tu futura esposa. Pero, ahora me siento emocionada de estar contigo, y criarlo juntos.

Geldrys al oír esas palabras, empezó a llorar y abrazó a Elizabeth que estaba de pie igual.

—Te amo Geldrys.

Geldrys le deja de abrazar y le mira a los ojos. Elizabeth tenía sus ojo brilloso, los ojos del enamoramiento.

—También te amo.

—¡Tócame!

Geldrys sonríe y Elizabeth igual. Ambos se besan apasionadamente. Luego Elizabeth le dice:

—¡Ven! ¡hagámoslo en el armario! Nunca lo he hecho hay. Y estaba vez, quiero hacerlo con el hombre que me acepto a pesar de mis errores e imperfecciones.

Cuando estaban en la habitación, se habían quitado todas sus ropas. Elizabeth lo toma y lo lleva hasta el armario y estando hay, dice:

—Quiero que hagas algo por mi. Penétrame mientras me besas.

—¡Todo está muy oscuro aquí! No podré encontrar el punto.

—Experimenta tocando con tu pene y lo encontrarás.

Allí ambos se besaban en medio del oscuro armario. Mientras se besaban Geldrys intentaba encontrar el punto de penetración de Elizabeth mientras tocaba con su pene. Elizabeth no le decía, para que Geldrys jugara al sabor de tocar. Pero esta vez, con el pene buscando todo el alrededor de su vagina. Paseaba su pene por el interior de la vagina. Elizabeth estaba excitada al extremo con lo que hacía Geldrys.

—¡Uuuh! ¡Oh!

Mientras Geldrys continuaba, no dejaban de besarse. En un cierto punto, Geldrys por fin en cuenta el agujero. Y lentamente la penetra.

—¡Aaah!

La penetra profundamente. Cuando Geldrys la hubo penetrado, Elizabeth dijo:

—¡Déjalo quieto! ¡No te muevas! Solo quiero tenerlo a dentro. ¡Ahora, solo abrázame!

Geldrys le abrazó con ella dijo.

—¡Aauuh!

—¡Ah! ¡Perdón! ¡Me emocioné bastante al abrazarte! ¡Je je!

—¡Esta bien, solo dame esos labios!

Ambos se besaban mientras aún seguían quietos en una posición de pies “el visitante”.

Mientas ambos se quedan allí disfrutando el comienzo de su amor, esto ha llegado a su fin.

"Al final de todo, conocí los 3 punto excitante de Elizabeth. Su oído, su ano y tener el pene dentro de su vagina sin hacer movimiento alguno. Cada cuerpo reacciona diferente. Cada tacto es distinto. Pero, saber cómo tocarla es un trabajo de hombre satisfacerla a su máxima expresión. Explorar el cuerpo de su pareja hará la diferencia."

¡Gracias!
Saludos para todo, amigos y amigas. Los quiero.

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