Significado de dormir en el suelo "solo" en la habitación del que no es tu parej
8:07am
Ya había amanecido. Y la temperatura de esa hora era fresca. Mientras todo parecer estar en calma, Geldrys sale de la cocina con una taza de té. Del otro lado de su puerta podía escuchar como salían los vecinos de los demás apartamentos. Todo es calmado y pacífico. ¡Tranquilidad total!
Geldrys se sienta en el sofá con vestimenta de hogar apropiada, y enciende el televisor.
—¡Aaaahh!¡Uuuhh!¡Dame más duro!...
Al encenderlo, el volumen estaba un poco exagerado y en él se veía dos personas teniendo sexo. (Canal de Adulto). Geldrys se asusta, no se lo esperaba. En ese instante se tiró pequeña porciones de té encima. Rápidamente lo pone en “Mute". Luego cambia de canal. Cuando hubo cambiando el canal empezó a limpiarse, y mientras lo hacía decía:
—¿Qué mujer tan ganosa es ésta? ¿Tan perversa? De seguro, había algún hombre aquí a noche. Lo más probable que si, por las copas en la cocina y ahora esto.
Mientras aún se limpiaba…
—¿Qué pasó? ¿No pudiste aguantarte? ¡Ju!
Preguntó Elizabeth con una sonrisa sarcas.
Geldrys le miró y dijo:
—¡Despertaste!
—¡Claro! Con ese alto volumen y esos gemidos cualquier se despierta.
—¡Cállate! ¡Cuando la encendí estaba eso hay!
—¡Ja ja ja! ¡No actúes como si no te gustará!
Decía Elizabeth en tono de seducción. Cuando Geldrys escuchó lo que dijo, se quedó pensativo, luego la miró y, ella aún sonreía.
—Se supone que soy hombre. ¿A quién no le gusta?
Decía mientras caminaba para cambiarse los pantalones cortos.
—¡Como sea! ¡Voy a ducharme! ¿No trabajas hoy?
Preguntaba Elizabeth.
—¡No! ¡Estoy libre!
La casa de Soet aparenta ser una casa muy cara, por los detalles y sus fachadas. Su casa parece ser tranquila.
—Cariño, ¿Estás despierta? El desayuno está listo. ¡Baja!
—¡Si, esta bien!
Soet descansaba en su cama mientras miraba por la ventana. Todo pensamiento llegaba a su cabeza.
—No puedo creer que esa zorra me lo quiera quitar. Que se quede con él. ¡Grrrahhh! No quiero perderlo. ¡Ha haaaa!
Lloraba abrazada de un osito. Mientras lloraba recordó que Elizabeth no hablaba antes con Geldrys. Soet levantó su cabeza con sus ojos llorosos y se decía:
—Pueda ser que ella sienta algo de curiosidad cuando hable con ella una vez. Cuando me preguntaba sobre nuestra relación. Pueda ser que…
Soet reaccionó por un instante y continuó:
—Si antes ella no le hablaba, y ahora lo hace… entonces es por lo que le dije sobre aquello, cuando me lo preguntó.
Pensamientos de Soet recordando cuando Elizabeth le llamó hace algunos meses atrás.
(Agrego: Estas conversaciones de ambas, no están escritas al inicio).
Lo que Soet pensaba:
E:¿Que tal son sus toques?
S:Me encanta como lo hace antes de quitarme la ropa interior.
E:¿Puedes decirme de que manera lo hace?
S:Lo hace lento, sin prisa. Es como si el jugara con sus manos. Luego de hacerlo así, me besa donde ante hubo tocado. Te siente como si volaras y estuvieras en un paraíso a la vez.
E:¡Cuentame más!
S:¡Si!
—No puedo creer, que ella haga esto. ¿Qué es lo pretende esta perra con mi novio?
Susurraba Soet enojada.
Por otra estación, estaba Geldrys y Elizabeth en el sofá mirando una película de acción. Elizabeth estaba con sus dos pies encima del sofá y con ellos abiertos hacia la TV. Mientras que Geldrys mandaba mensajes a Soet. Ella aún seguía sin responderle. Mientras Geldrys escribía en su teléfono, Elizabeth de pronto le miró, y luego al teléfono.
—¡Ya deja de escribirle tanto!
Geldrys le mira entre su rejillas de sus ojos.
—Dale chance a que ella pueda leer tus mensajes y pueda cambiar sus pensamientos negativos contra ti. Si no le escribes, ella se sentirá preocupada y querrá hablar contigo.
—Si no le escribo, pensará que ella no me importa.
—Todos somos libres de pensar lo que queramos. Y creamos en la mente lo que nos conviene. ¿No crees?
Geldrys suspira. Y termina enviando el mensaje. Luego coloca el móvil a su lado.
—¿Por qué hiciste lo de a noche?
Preguntó Geldrys. Elizabeth le mira y sonríe.
—Ya te lo dije a noche. Me sentía sola. Pero, no llegaste antes de que me durmiera.
—No te das cuenta que lo que has hecho. ¿Por que me llamaste si antes no lo hacias? ¿Por qué ahora esos cambios?
—¡Quien entiende a los hombres! Antes me dijiste, que yo te ignoraba cuando me hablabas, y que actuaba como si yo viviera sola. ¿Ya se te olvidó?
Elizabeth le mira seriamente. Geldrys la mira igual y dice:
—¡No lo he olvidado! ¡Solo es, raro en la forma en la que lo haces.
Guardo silencio mirando hacia la TV. Elizabeth sonríe mientras voltea a mirar igual la TV.
—Soet, ahora cree que yo tengo algo contigo al compartir el mismo apartamento. Si hubiera sabido que me llamarías para decir aquellas estupideces, no te hubiera contestado la llamada.
—¡Tu elegiste tomarla!
—Pensé que te pasaba algo. Por eso la cogí.
—¡Bueno, eso lo agradezco que te preocuparas por mí! Pero…
—¿Por qué dormías en el suelo de mi habitación a noche?
Interrumpió Geldrys.
Elizabeth le miró y se recostó apoyando su cabeza en el antebrazo del sofá. Con sus piernas abiertas le mostraba a Geldrys sus encantos.
—¡Quieres bajar las pierdas!
Dijo Geldrys. Elizabeth sin quejarse la estira colocándola en las piernas de Geldrys. Él solo miraba aquella piernas encantadores, lisas y blancas.
—¿Eso te molesta?
Preguntó Elizabeth mientras tenía sus piernas encima de la suya.
—¡Se honesta en lo que te pregunté! No me mientas. ¿Por qué dormías en el suelo y en mi habitación?
Elizabeth le miró en silencio y luego mira hacia la pantalla de la TV. Ambos estaban en silencio. Luego de unos minutos, cuando Geldrys iba de decir algo, Elizabeth dijo:
—Significa, estar sola.
Geldrys le mira mientras ella aún miraba al TV.
—Si me acuesto en el suelo quiere decir “sola y sin nadie que me abrace”. Pero, si entró en tu habitación y me acuesto en tu cama significa que quiero que compartas tu cama conmigo y algo mucho más.
—Entonces, ¿Solo querías que estuviera contigo?
Elizabeth le mira en el instante y ambas mirada se cruzan. Luego de mirarse, Elizabeth vuelve a mirar la TV y sin responderle. Geldrys mira igual la TV.
—¡Solo tócame! ¡Tócame, y lo sabré!
Susurraba Elizabeth.
—¿Qué dijiste?
—¡Tócame y lo sabré!
Contestó Elizabeth como si quisiera conocer algo de él. Geldrys en ese momento se quedó pensando y dudoso. Miró. Más bien, tocó ligeramente la pierna de Elizabeth y ella le mira a la cara. Ambos estaban en silencio. Geldrys continuaba tomándola con las yemas de sus dedos. Seguía subiendo sus dedos hasta su muslos y, Elizabeth aún no daba ningún gesto de gusto. Geldrys al ver que no daba ningún síntoma de gusto, llevo sus dedos presionando un poco la parte inferior de su muslo izquierdo; aquí es donde Elizabeth humedece un poco su labio inferior de su boca. Geldrys le mira. Pero, Elizabeth aún sigue sin dar pistas. Ambos seguían en silencio.
Todo el apartamento estaba en silencio como si no hubiera alguien en el.
Elizabeth aún miraba a Geldrys a la cara mientras él se enfocaba en lo que hacía. Cuando Geldrys llegó en la parte de su ingle, Elizabeth abre un poco sus piernas y cuando hizo esto, Geldrys le miró a la cara. Más ella, aún le miraba sin impresiones y con una pequeña sonrisa.
Geldrys al ver que no pasaba nada, retiró su mano de allí y se levantó del sofá. Elizabeth le miraba un poco dudosa. Geldrys se cuclilla al lado de ella y el sofá. Y Elizabeth le sonríe. Geldrys le mira los pechos y luego la mira a ella. A la vez que la mira le hace señas con sus ojos si “puede”. Elizabeth le asiente con sus ojos mirando igual sus pechos y luego mirándolo a él.
Elizabeth estaba sin bracier, así que, sus pecho se formaban naturalmente por debajo de su vestimenta. Geldrys empieza a toca por encima de su ropa los alrededores de su pezón con su dedo mayor en forma circular y hacia la derecha. Repite suavemente cambiando su curso de derecha a izquierda. El rostro de Elizabeth parece cambiar. Su respiración se vuelva más tensa y su pecho se expresa lentamente a cada toque. Geldrys al ver su expresión y sin gemidos, sonríe. Los ojos de Elizabeth se cierran. Geldrys continúa mientras mira la mano de Elizabeth apretarse cerca de su ingle.
—¡Dejémoslo hasta aquí!
Dijo Geldrys. Cuando dijo aquello Elizabeth abrió sus ojos mirándole fijamente. Luego ella se dio vuelta dándole la espalda mientras estaba acostada en el sofá.
—¡Voy por algo de tomar a la cocina! ¿Quieres algo?
Elizabeth no respondió. Mientras iba a la cocina sonrió y susurró diciendo:
—¡Haré que te mortifiques como ahora lo hice!
Al día siguiente como de costumbre, Geldrys estaba en su área de trabajo intentando terminar ese proyecto para dicho propietario.
—¡Aquí está tu taza de chocolate!
Dijo su amigo de nombre Carlos.
Carlos es joven, pero más mayor que Geldrys. Esté es más alto y más delgado. Su cara es cuadrada, de pelo liso color castaño. Su personalidad es amigable, bromista y obsesionado con bellas chicas. Pero aún así un buen hombre.
—¡Gracias!
Dijo Geldrys.
Carlos, una vez que le hubo dado la taza, había tomado una silla. Se sentó a su lado.
—¿Y cómo vas con ese proyecto?
—¡Ya casi lo terminó!
Dijo luego de haberle dado un trago a su chocolate.
—Yo aún no he podido concluir con algunos cálculos sobre algunas estructuras. ¡Es complicado!
—¡Qué!¿Tienes problemas con los cálculos? ¿Creí que era bueno en eso?
—No realmente. El problema es que los cálculos no me salen exactos en algunas estructuras. Ya que hay áreas más pequeñas y desiguales.
—¡Uh! ¡Ya veo! Pues intenta esto.
Geldrys tomó una hoja y empezó hacer un cuadrado.
—¿Cuántas columnas de estructuras tienes en lo primero niveles?
—¡Doce!
Mientras ellos trabajan en dicho proyecto, Elizabeth está en su habitación acostada boca arriba mirando los detalles de la lámpara de techo. Parece pensativa.
Luego arruga su cara y se da vuelta quedándose de lado.
—¡Que estúpido! Debió continuar.
Pauso y volvió a la posición en la que estaba. Elizabeth se toca los pechos y su vientre.
—Realmente, me encanto como me tocaba.
Sonríe. Y empieza a tocarse en las partes que Geldrys había tocado antes de la misma manera en la que él lo hubo echo.
—¡Wao! De esta manera veo que más fácil de la forma en la que siempre lo suelo hacer. ¡Ja ja! Debiste habérmelo dicho antes, así lo hago más exactos.
—Es una buena herramienta para calcular esas medidas exactamente.
—¡Ja ja! Bien, lo haré de manera desde hoy.
Guarda silencio.
—Oye, por cierto, ¿Qué tal está tu amiga de apartamento?
Geldrys al escuchar aquella pregunta se quedo pensativo.
—¡Deberías ir para que se lo preguntes a ella!
—Esa es una gran idea. Cuando salgamos nos vamos juntos. Hablamos más tarde. Ahora haré esos cálculos como lo hiciste en la hoja. ¡Ja ja!
Decía mientras se marchaba. Geldrys se quedó pensativo nuevamente.
—¿Por qué me siento como si ella me interesará?
Se preguntó a si mismo.
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