1. ¿Soet o Elizabeth? Llamada y mensaje
8:28am Domingo.
Otro gran día. Ya solo quedaba este último día para concluir con el proyecto. Por lo menos Geldrys había acabado muy antes, no tenía de que preocuparse.
Mientras tanto, Geldrys permanece acostado con sus manos detrás de su nuca. Se deleita en mirar la lámpara del techo de su habitación. Sus ojos van de un lado a otro como si buscara algo en él. Geldrys estaba recordando el momento más dulce de su vida. Parece que Soet fue olvidada en un repentino accidente de abandono. Geldrys se veía contento mientras soñaba despierto.
Soet, aún no recibía más mensajes ni llamadas de Geldrys desde la última vez que lo hizo. Una mujer nunca debe esperar que un hombre sea quien tome la iniciativa en todo, pueda ser que después lo pierda por un simple celo. ¡Si es cierto que le ama! Sino confías en lo que tienes es mejor dejarlo ir que atarlo. Aún que duela al inicio. Amor es amor, en todo y para todo.
Elizabeth había llegado a su apartamento y mientras colocaba su bolso en una mesa, Rey salió de la sala estar. Elizabeth le miró y preguntó:
—¿Hoy no subirás a la sección de fotos?
Cuando preguntaba aquello, Rey la tomó halándole por el pelo.
—¡Ah! ¡Me haces daño! ¿Qué haces?
—¿Dónde diablos pasaste la noche?
—¡Ya te lo dije! Donde una amiga.
—¡No me mientas!
Le gritó. Luego continúo:
—¡Conozco bien esos ojos cuando me mienten!
Rey le hacía más presión al pelo de Elizabeth cada vez que hablaba.
—¡Si, me haces daño llamare a la policía!
—¿De veras, harás eso?
—¡Si!
Rey la agarró más fuerte el pelo y le volteó subiéndole la falda. Elizabeth se resistía mientras Rey le bajaba las bragas.
—¡Déjame! ¿Te has vuelto loco? ¡Ah!
—Veamos si estabas con otro hombre.
—¡Para!...
Rey la penetró bruscamente mientras Elizabeth está de espalda y inclinada sobre el borde del sofá. Luego Rey empieza a ser lo suyo.
—¡Aaaah! ¡Hayy! ¡Detente! ¡Ah¡
—¿No es esto lo que te gusta maldita zorra? Parece que estuviste con un desgraciado a noche después de todo. ¿He? Estas un poco más ancha que la última vez. ¿No es así?
—¡Aaah! ¡Ya para! ¡Me estás haciendo daño!
—¡Cállate maldita zorra! A mi nadie me miente en mi cara.
Le decía Rey mientras le halaba por el pelo y la hacia ponerse derecha esta vez. Con su otra mano la ahorcaba.
—¡Eres mía! ¡Solo mía!
Geldrys habla por teléfono con Carlos. Mientras Geldrys hacia esto tenía su teléfono en altavoz mientras cocinaba algo para él.
—¡Que envidia me das! En tan solo pensar que habías terminado mucho antes. Si lo hubiera sabido hubiera ido para que me ayudaras.
—¡Ja ja ja! ¡No, no! No quería que vinieras a estropear mis descansos.
—¡Ja ja ja! Que chistoso eres. ¡Ja ja!
Cuando Rey hubo terminado se arreglaba los pantalones mientras que Elizabeth estaba tirada en el sofá.
—Nunca juegues conmigo. Te lo dije una vez. Así que, no quiero ser peor que antes. Considera mi actitud de hoy en día.
—Esa actitud tuya, ¿A qué se debe?
—¡Jun! Las aguas mansas se dejan tranquilas.
Elizabeth cuando escucho lo que dijo sonrió. Rey cambiando de tema dice:
—Mañana a las 6 nos vamos a Londres en mi avión privado. Para así, continuar con nuestras sesiones de fotos, en lugares nuevos y una buena vida. Y, nos mudaremos allí para siempre.
Elizabeth al escuchar aquello se había quedado seria.
—¿No es asombro para ti? ¡Viviremos juntos! Ahora que soy amable contigo y tengo todo esto. ¿No es increíble? ¡Ja ja!
—¡Si!
Rey se le acercó y, se acomodó los pantalones para ponerse en cuclillas. Rey le toma por la barbilla a Elizabeth y le dice:
—Vendrás conmigo, ¿Verdad?
—¡A dónde tu quieras, iré!
Rey sonríe y le besa. Elizabeth se aferra poniendo sus brazos detrás de su nuca para besarlo con más frecuencia.
15:27 De la tarde.
Todo estaba en paz como de costumbre en el apartamento. Geldrys veía la TV y en momento se aburrió. Tomó el móvil y buscó en la agenda de su teléfono el nombre de…
—¿Soet?
—¡Dime papá!
—Ayúdame a colocar estas cortinas en su lugar. Se me ha puesto muy difícil entrarlas.
—¡Wao! ¿Son cortinas nuevas?
—¡Si! ¿Te gustan?
—¡Si! Son hermosas.
En cuanto ayudaba a su padre, su móvil sonó entre sus bolsillos de su pantalón. Rebusco y miró la pantalla. “Geldrys”. Soet, se quedó mirando la pantalla.
—¡Disculpa pa! ¡Ahora vuelvo!
Su padre le miraba. Soet salió al pateo y contestó.
—¿Qué quieres?
Del otro lado de Geldrys.
—Solo te llamaba para ver si esta vez tomabas el teléfono. Por qué lo he intentado varias veces antes y nunca me respondiste ni los mensajes.
Del lado de Soet.
—¿Y Qué, si no lo hubiera contestado?
Decía con sus brazos cruzados.
Del lado de Geldrys.
—¡Pues, lo daría como terminado!
Del lado de Soet.
Se quedó pensativa cuando escucho lo que dijo. Luego respondió:
—Pues, seguro lo harías, para quedarte con esa zorra. Así son todos los hombres…
De lado de Geldrys.
—¡Por Dios Soet! ¿Vas a continuar con lo mismo? Solo estás así, por un tonto sueño.
Dijo sentándose derecho en el sofá.
Del lado de Soet.
—¿Entonces qué demonios quieres? ¿He?
Del lado de Geldrys.
En el momento que Soet decía aquello un mensaje le llega. Geldrys se despegó el móvil del oído y abrió el mensaje mientras Soet estaban en línea. “Elizabeth”
“Estoy de camina a tu apartamento. Quiero que me toques como a noche.”
Geldrys sonríe y, del otro lado escucha a Soet decir algo.
Del otro lado, Soet.
—Te hice una pregunta idiota. ¿Qué es lo quieres? Si es sexo, tenlo por seguro que no...
Del lado de Geldrys.
—¿Puedes venir?
Del lado de Soet.
—¿Cómo? ¿Quieres que vaya? ¿Porqué?
Lado de Geldrys.
—¡Solo ven y ya! Quiero que hablemos sobre algo. ¡Te espero¡ ¡Adiós!
Colgó.
Del lado de Soet.
Ella se queda dudosa y pensativa. Seriamente se queda con sus brazos cruzados en silencio.
Luego de una media hora, Elizabeth ya estaba en el apartamento de Geldrys. Ambos estaban en la habitación que era de ella antes. Mientras estaban desnudos, Geldrys besa y lamia el vientre de Elizabeth. En cuanto Geldrys hacia esto agarraba sus pezones. Mientras él hacía esto, preguntaba:
—¿Por qué quisiste hacerlo aquí, en tu habitación?
—¡Aah! Solo supuse, que ya marcaste este lugar con tu novia cuando no estaba. Así que, quiero deshacer eso. ¡Uuuhh!
Luego Geldrys pasó a besa la parte frontal de su vagina, y de aquí empezó a lamer su punto de placer. Su punto de clítoris. Mientras lo hacía colocó dos dedos dentro de la vagina sin entrarlo por completo.
—¡Shhsss! ¡Aaah! ¡Wuau!
Elizabeth acariciaba el pelo de Geldrys con sus dos manos. Él con su dedos dentro en forma de gancho frotaba lentamente hacia arriba la parte interior de su vagina. El punto de mayor placer dentro de la vagina de una mujer “Punto G"
—¡Oooooh! ¡Aaaah!
Elizabeth se acariciaba los pechos en cuanto el Geldrys lamia toda la parte interior de su vagina y así aquello también a la vez. Elizabeth estaba muy excitada allí. También Geldrys le hacía otras cosas más con su lengua. Saco sus dedos y entró su lengua en su vagina lo mas que pudo.
—¡Uuuuuhh! ¡Oooh! ¡Entra tu pene por favor!
Cuando ella dijo eso, Geldrys se detuvo y la tomó, para colocarla de espalda como una buena cachorrita. Posición del perrito.
En cuanto lo hizo, le penetró suavemente y cuando estuvo ya completo. Coloco su dedo pulgar en el ano de Elizabeth. Allí froto todo el alrededor.
—¡Waaoo! ¡Uuuhuu!
—¡Que rico! ¡Ah!
Cuando decía eso entró su dedo en el ano y Elizabeth cambió su expresión.
—¡Uuuufff! Eso es lo que quierooo!
Gritó mientras luego mordía las mantas.
—¡Tócame toda! ¡Es todo tuyo!
Mientras decía eso, Geldrys con su otra mano cacheteo fuertemente su nalga.
—¡Hay! ¡Ahh! ¡Si eso! ¡Tócame más!
Cacheteo nuevamente más fuerte que antes.
—¡Hazlo más rápido! ¡Aaaah!
El rostro de Elizabeth cambio de pronto en una total relajación de satisfacción. Mientras Geldrys se movía en movimiento circulares de su cintura, con su dedo en el trasero de Elizabeth y a la vez le cacheteaba muy fuertemente con la otra mano, Elizabeth también hacia movimiento de cinturas y en cuanto lo hacía, Geldrys sintió como ella apretaba su pene entro. Y luego de poco, Elizabeth explotó en expresión diciendo:
—¡Aaaaaah! ¡No se como decírtelo, pero, me enamoré por ti! ¡Ah!
Decía gritando todo, y a la vez caía derretida en la cama. Por fin Elizabeth llegó a su organismo deseado. Lo que mayormente buscaba.
—¡Aah! ¡Me vengo! ¡Oooh! ¡Suhh!
—¡Hazlo dentro! ¡No lo saques!
Geldrys termina el de él. Mientras ambos están abrazados y en silencio, Elizabeth le dice:
—¡Tengo que irme ya!
—¿Tan rápido te vas? ¿A dónde irás?
Le miró Geldrys.
—¡Tengo que resolver algunas cosas, antes de…
Elizabeth se detiene quedándose en silencio.
—¿Antes de qué? ¿Sucede algo?
Geldrys se acomoda en el respaldo de la pared de la cama, mientras Elizabeth descansa su rostro en sus piernas.
—¡Lo siento! Pero, Rey Almirat quiere mudarse a Londres mañana a las 6. Y quiere que me vaya con él. Quiere a ser una nueva vida y hacer nuevas fotos.
—¿Qué? ¡Nou! ¡No vayas con él! ¡Por favor! ¡No vayas! ¡Quédate aquí conmigo!
Geldrys le toma la cara y la mira a los ojos.
—¿Dime que no te irás con él?
Elizabeth volvió acostar su rostro en sus piernas nuevamente. Geldrys comprendió lo que eso significaba y, miro hacia la puerta de la habitación preocupado.
Mientras Geldrys se quedaba preocupado, Soet iba en el ascensor un poco pensativa. También al lado de ella iban dos personas más. Cuando el ascensor llega al destino que Soet iba, salió de allí y empezó a caminar por el pasillo media preocupada.
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