IV; ᴅᴀᴍɴ
Jason no podía estar más satisfecho, los policías finalmente dejarían de molestarlo y todo por que ya habian encontrado a otro perro para dejarle el hueso, aquel perro mordio el hueso demasiado al punto de dejar sus filosos dientes marcados en él.
Obviamente no hablaba ni de un hueso ni de un perro pero no podia encontrarle la seriedad a esta situación, era la primera vez que tenia ganas de soltar una carcajada al aire, la acción burbojeaba en él, picaba en su garganta junto con sus labios curvados intentando levantarse en una mueca divertida impidiendolo con un mordisco. No sentía alegría, no era la razón por la que se divertía era la situación como tal la que lo hacia, estaba incrédulo por lo que habia pasado y la gracia erradicada en eso, en la estúpida e increíble situación que se habia dado la noche pasada.
La noche en la que Ghostface no llego.
Pero Billy Loomis si, a la casa de Sidney Prescott tras un miserable ataque por parte del asesino que lo dejo plantado, volviendola la segunda sobreviviente del maniático asesino serial de Woodsboro.
Los ojos que estuvieron en él ahora estaban en esa chica.
Los ojos ya no lo observarian con odio, con miedo o reproche, ahora seria un blanco de lástima al ser reconocido como un sobreviviente más y los ojos llenos de odio, miedo y reproche ahora mirarian a otro, fastidiarian a otro, a Billy Loomis, el presunto novio de la nueva víctima.
Su gracia nacio ahí, de la situación, de lo ridículo, de la exhibición de lo obvio.
Las ansias comenzaron a comerlo cuando el reloj corrio, porque estaba acertado y sólo necesitaba su prueba, prueba que le fue dada durante la noche cuando comia palomitas viendo a Michael Myers caminar tras su víctima en la comodidad de su habitación.
La soledad siempre fue gratificante pero nunca más que ahora.
En la escuela lo recibieron con esas molestas miradas cambiadas de perspectiva, ignoro cada una de ellas, habia visto las noticias aquella mañana sintiendo que el universo últimamente estaba a su favor y ¿quien era él para correr contra todo lo que el ser superior le ofrecía?
Ahi estaba él, con la mirada perdida en el pasillo de la escuela por donde pudo ver la espalda de Prescott irse.
──vaya tensión
Billy tuvo un escalofrío al escuchar su voz, casi gime en goce, su sola presencia y el que le dirigiera la palabra de forma directa, le hizo olvidar su desconcertante accionar.
Se giro quedando frente a frente, el rubio estaba apoyado en el barandal a su lado, estaba sentado sobre el precisamente viendole con un extaño brillo en su mirada, uno que le encantaba como todo lo que provenia de él.
Quiso contestarle pero como la primera vez que lo vio, se quedo sin habla, incapaz de modular siquiera una sílaba coherente.
──¿te comio la lengua el gato, Loomis?──noto la peculiar tonada pícara en Kepner provocando un temblor placentero en sus piernas.
──no... ──apenas pudo responder, su corazón palpitaba contra sus oídos ensordenciendolo momentáneamente.
Jason no le contesto, sólo se mantuvo observarlo, delineando su silueta con su mirada nada indiscreta, crispando los nervios de Billy de una forma para nada inocente. El silencio no era tenso pero tampoco comodo, Billy sabia que Jason tenia control sobre el silencio, que con una sola palabra suya todo su cuerpo reaccionaria y para bien o para mal, eso lo delataria.
No queria irse, no queria alejarse de él pero debia hacerlo, todo por lo que habia luchado se iria al carajo si no lo hacía, tenia sus prioridades en orden y mantener su relación con Kepner era la número uno.
¿Pero cómo alejarse cuando él no le quitaba los ojos de encima?
¿Cómo alejarse cuando se acercaba a él? tan lento, tan precavido, como una bestia acechando a su presa.
Se quedó quieto, estático en su lugar, esperando lo que creyo inevitable. Desde que conoció a Jason lo supo, estaba a su merced, a sus pies, no le costo nada asimilar la intensidad de sus emociones cada que Jason entraba en el panorama, no le costo asimilar cuan loco estaba de amor por él y lo ansioso que estaba por rendirse ante él.
Sus encuentros con la mascara puesta no hicieron más que ilusionarlo cada vez más, además de hacer caer más y más profundo en el abismo que él llama "amor".
No tenia esperanza, claro que no la tenia porque él sabia que sería asi, estaba seguro que Jason finalmente lo llamaria "suyo" sin importa el tiempo o el costo que le llevara, Jason Kepner lo llamaría suyo asi como él lo llamaría mío.
Solto el aire cuando lo paso de largo, sin poder ocultar su decepción al verlo marcharse dandole la agradable y amarga vista de su ancha espalda.
Quiso que aquel encuentro hubiera terminado diferente y no habia otro final para el, se trataba de un sueño si hubiera sucedido otra cosa.
Estaba harto de la espera.
De la indiferencia.
De la tensión.
De la tentación.
Estaba harto de todo eso.
Las cosas últimamente no salían como queria pero encontraba una solución instantánea a sus problemas, está no sería la excepción y guiado por el impulsó y la desesperación fue que se colo aquella noche en la habitación de Kepner, como todas las noches desde su peculiar primer encuentro.
Estaban frente a frente de nuevo, el rubio lo esperaba sentado en su cama con sus manos apoyadas en esta, su cabeza inclinada hacia atras mirando hacia el techo pensativo.
No necesito hacer ruido alguno para que supiera de su llegada, él ya lo sentía, sus duros y coloridos ojos se encontraron con los oscuros huecos de su máscara, se levanto y de nuevo camino hacia él quitandole toda idea de lo que habia planeado hacerle durante el camino a casa.
Jason elevó su mano llevandola al borde de su máscara, paso su dedo pulgar delicadamente sobre el contorno completamente concentrado en lo que hacia, su expresión siempre seria no tenia perturbación alguna pero sus ojos, maldición, sus ojos tenían un brillo peligroso que erizo su piel con tan sólo sentirlo escanearlo.
──no viniste ayer, fue una buena noche
Estaban cerca, demasiado cerca, sentia la respiración del chico chocar levemente contra su máscara, el doloroso latido de su corazón le indicaba que podría sufrir un paro cardiaco allí mismo por el misero, suave y efimero rose de sus cuerpos.
──oh, tranquilo, no te ahogues en excusas. Sólo ahogate──la ironía en su voz fue ignorada, era mucho más importante las manos que se escabullian por debajo de la tela que cubria su cuello dejando caricias inquietantemente cariñosas con las llemas de sus dedos.
La presión que tanto habia extrañado ayer apareció, Kepner apreto su cuello arriconandolo contra la pared más cercana, un gemido involuntario escapo de sus labios al sentir sus cuerpos chocar con tal brusquedad. A diferencia de otras veces, Jason no se alejo de él, sólo se apreto más y más haciendo presion conjunta con su cuello, le costaba respirar pero el placer que le envolvía era más que su desesperación por tomar aire. Fue cuando comenzo a ver borroso que el rubio lo solto dejandolo recuperarse sin separarse de él.
Jason volvió a delinear el borde de su mascara, esta vez con su dedo índice únicamente, corriendola hacía un lado comenzando a dejar expuesta parte de su piel, su menton y boca.
Ghostface estaba lo suficientemente embriagado por él para notar que estaba desvelando su identidad por un calentón.
Los carnosos labios de Jason hicieron contacto con Billy por primera vez, fue sutil, superficial, soprendiendolo por la dulzura con lo que lo hizo debido a la brutalidad con la que lo habia tratado con anterioridad.
Aun que hablo demasiado pronto.
──debo admitirlo, eres una fuente de entretenimiento agradable──su alejamiento se sintio tortuoso, quiso gritar de la frustración por el dolor que le provocaba su erección──pero me estoy aburriendo, no soy alguien paciente, ¿sabes?
Gimio aliviado cuando tomo su mano enguantada poniendola sobre su erección, Jason hizo que moviera su mano asi empezando a masturbarse a su ritmo, bajo su indiferente mirada. La ropa se sintió un estorbo con rapidez pero Kepner no le dejaba parar, yendo cada vez rapido siendo incapaz de aguantar los obscenos sonidos que salían de sus labios.
──ni se te ocurra parar──mumurro con voz ronca en su oído, eso sólo lo motivo más.
──por favor...
──Oh, si tienes voz
──¡por favor!──pidió.
──¿por favor qué?
──quitame la ropa──suplico, sus pantalones y boxers apretaban y obstruian el inmenso placer que Kepner le daba.
──no creo que eso se pueda
──¿por qué?
──porque tengo una mano ocupada, no puedo desvestirte con una sola mano por si no sabes. Si quieres desnudarte tendré que dejar de tocarte, ¿eso quieres?
──no, por favor, no──rogo negando con desesperación.
Sin embargo, hizo lo opuesto. Alejo su mano ligeramente humeda del miembro del asesino para luego llevarlas a los costados de su vestimenta, encontrandose con el borde de su pantalón bajo la tela negra y fina de su traje. Sin cuidado comenzo a desnudarlo tocando lo más mínimamente posible su piel hasta dejarlo semi-desnudo únicamente con su traje de Ghostface y su boxer puestos.
──esto es lo que querías, ¿no?──fruncio el ceño al no obtener respuesta──responde cuando te hablo
──no, yo no queria esto
──¿entonces qué?──se hizo el desentendido.
──quiero que me toques, que me folles, que me hagas tuyo
──eso es tierno
Mostro una emoción para su mayor deleite, una emoción que lo encendia, que le aferraba a vivir, su mirada brillosa no hacía más que atraerlo más y más, Jason no era alguien muy paciente y Billy no podia estar más contento por ello, pues lo tomo por su nuca estampando sus labios contra los suyos devorando cada centímetro de su boca mientras con la otra mano levanto una de sus piernas indicándole con una nalgada que saltara y asi lo hizo, enredando sus piernas en su cintura ahogando un gemido cuando sus manos los tomaron por el trasero tras chocar contra la pared.
La tela del traje de Ghostface era lo único que separaba sus cuerpos ademas de la ropa que aun portaba Jason.
El rubio no era suave, el primer beso que le dio pareció una burla a todo lo que le esperaba, Jason mordio sus labios en cuanto se separo del beso y sus manos no querían quedarse quietas, fueron de su trasero a su espalda y de su espalda hasta su cintura donde una de ellas se desvio a su verga desnuda jugueteando al toquetear a su alrededor.
No dio ordenes, no le gustaba hablar si no era necesario y en esta situación no lo era por lo que sólo levanto la tela dejando a la vista sus piernas desnudas, siguió subiendolas hasta dejar su pene al aire al igual que su trasero.
Sus dedos buscaba cabida en sus nalgas, la camisa de Jason estaba apunto de desabotonarse al ser catalogada como estorbo, con una sola mirada el rubio le indicó a Billy que lo ayudara, las manos temblorosas de Loomis se deshicieron de su camisa mostrando su torso desnudo atreviendose a pasar sus manos por su cuerpo ansiosamente mas fue reprendido con una mano, presionando su cuello con fiereza.
──no──gruño contra sus labios, tomandolo y estrellandolo con fuerza contra la pared──fui demasiado blando contigo──lo solto──date la vuelta──ordeno con su fria voz.
Tambaleante, acato su orden con urgencia, estrechandose a si mismo contra la pared extasiado, escucho el sonido de las prendas caer ansioso por la anticipación.
──¿es esto lo que quieres?──la mano de Jason apretujo su nuca haciéndolo suspirar. Él sólo pudo asentir para luego sentir más presión en su nuca──palabras, Billy, usalas
Y Billy ya no pudo disfrutar de la sensación de la verga de Jason rozando su trasero.
Su mente repetía cual disco rayado aquella oración.
Palabras, Billy, usalas.
Palabras.
BILLY.
Usalas.
──¿qué?...
──callate──lo beso con brusquedad mordiendo sus labios en el proceso, le sacó la mascara arrogandola en algun lugar de la habitación.
Billy nisiquiera pudo reaccionar cuando un enorme intruso se presento en su interior.
Todo se fue al carajo.
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