II; ᴇʏᴇꜱ ᴏɴ ᴍᴇ

Como era de esperarse, se corrio la voz acerca de su corta estancia como sospechoso del asesinato de Meredith Landon por toda la escuela, no había alumno que no hablara de ello y cada uno de ellos creía lo mismo pese a que ni habian estado presentes en su interrogatorio.

Jason Kepner era el asesino de Meredith Landon.

¿Con que pruebas afirmaban aquello?

Las noticias amarillistas dichas por Gale Weathers parecían ser más que suficientes para tacharlo de un niño antisocial al que la soledad lo llevo a la psicopatía, bueno, no negaba que eso último no fuera cierto pero tampoco era real.

Eran tan malditamente patéticos, era increíble como no les importaba la muerte de Landon sino quien habia sido su supuesto autor, claro que a él tampoco le hubiera interesado sido no fuera el sospechoso de tal obra. La única razón por la que ansiaba que encontrarán a alguien más a quien culpar, era sacarse a los molestos e insistentes policías de encima.

Habian estado detras de su sombra desde que salio de la comisaría, parecían no creer que no estuviera implicado en el crimen lo que lo llevo a tener una molesta patrulla afuera de su casa, y algunos policías lo seguian al salir de ella sin siquiera disimular, oh y ¿como olvidar la supuesta "nueva seguridad" que habia en la escuela? Quienes no le quitaban sus molestos ojos de encima.

Como queria arrancarle esos ojos.

Y no era el único.

Billy se odiaba a si mismo por no haber pensado bien en sus acciones, o mejor dicho, se odiaba por haber pensando con su corazón y su pene, ambos guiados por la fascinación que sentían por el chico malo Jason Kepner.

El plan era simple, asesinar a Meredith y darle un pequeño susto a Jason para que fuera un testigo y no un presunto sospechoso del asesinato, Ghostface aparecería en medio de la noche en el balcón del Kepner tras una llamada que dejaria al chico desconcertado y cuando menos se lo espere, le habria abierto la puerta de su balcón al insistente asesino que la golpeaba, el "trataria" de apuñalarlo dándole el suficiente tiempo al chico para esquivarlo e irse a otra habitación, lo dejaría huir y encerrarse en la habitación más cercana, empujaria y golpearia la puerta clavando el cuchillo en ella por arriba de la cabeza del chico.

Después de eso, dejaria que Jason llamara a la policia y que escucharan todo el forcejeo, y se iria.

Al dia siguiente se correría la noticia del nuevo homicidio que curiosamente coincidía con el de Casey Becker y Steven Orth.

Todos los ojos estarían en Jason, y ahí es donde por fin entraría él, empatizando con el chico asustado que habia sobrevivido al asesino serial más brutal de Woodsboro, él seria su consuelo, un buen amigo que le tenderia un hombro en que llorar al estar perturbado por ser un sobreviviente y por la muerte de la perra de Meredith Landon. Cuando menos se lo espere, Jason estaría en sus brazos, besaria sus labios, seria suyo, todo por ser la única persona que fue su apoyo en este traumático evento.

Claro que no espero que el chico Kepner le colgara a un asesino y menos que le abriera la puerta invitandolo a ver una película de terror, tampoco espero que se comportara de forma tan dominante, tan excitante pero fue una grata sorpresa que disfruto demasiado.

Si antes estaba fascinado, ahora estaba loco por él.

No le importaba que matara, no le importaba absolutamente nada que no fuera que cumpliera con sus reglas las cuáles estaba tan tentado a romper con la emoción de adivinar cuál seria su castigo por su insolencia.

Mierda.

De tan sólo recordarlo sobre él, tocando su piel, su miembro tan cerca del suyo....

Dejo salir un gemido liberador sin poder contenerse, había sido demasiado y a la vez lo sentía tan poco, ya no alcanzaba su imaginación cuando ya lo habia tenido tan cerca.

Necesitaba más de él.

Lo necesitaba a él.

Y por eso como las otras dos noches anteriores a esas, se pudo colar en la habitación del chico bajo el ojo ciego de los policías, aquello lo hacía más emocionante aun.

──tenia la ligera esperanza de que no vinieras, que la policía te espantara pero parece que de verdad no tienes nada mejor que hacer──dijo rodando los ojos──no puedo juzgarte por querer pasar tiempo conmigo, ¿quien no querría?

Como siempre el silencio fue su respuesta, el rubio no tenia idea de cuanto Loomis queria responderle.

──tan hablador como siempre──se burlo viendo como el asesino tomaba asiento a su lado──¿veremos una película o qué?

Jason quedo cara a cara con la mascara, estaba lo suficientemente cerca para escuchar como trago con fuerza provocando que alzara una ceja en su dirección.

──no me digas que te quedaste con las ganas, aun me da curiosidad saber que hiciste con tu problema la última vez──inclino su cabeza a un lado, la vez anterior, se había ido apenas Jason lo libero y todo porque el dolor en sus pantalones se agravaba cuando tomaba conciencia de que el chico frente suya era el mismo que tanto anhelaba de distintas formas──aun que es obvio, ¿si matas por qué no te masturbarias? Seria de lo más extraño que vieras como algo prohibido jalartela cuando prácticamente tienes un fetiche por la sangre

Ahora mismo agradecía el silencio, pues si pudiera hablar niquiera podría articular palabra alguna y estaba seguro de que el Kepner se burlaria de ello, más de lo que ya se burlaba de por si.

──y dime, sin cara, ¿Halloween o el exorcista? Esto define si te sacare a patadas de mi casa o tal vez le grite a la policía, pero si escoges la correcta no dejare que toquen ese trasero tras las rejas

Amaba su aparente gusto por las películas de terror, su humor sombrio y por supuesto, la nula vergüenza que poseía.

Obviamente escogió el exorcista, por más tentador que fuera ver a Michael Myers, el exorcista era su favorita y por la pequeña y casi imperceptible curva en los labios de Jason, ademas de su mirada satisfecha, al parecer también era la suya.

──buena elección, por esta noche podras estar en la cama

Kepner le hablaba prácticamente como si fuera un perro y Billy no le importaba en lo absoluto, disfrutaba más de lo que debería el simple hecho de coexistir con él a su lado.

El rubio se acurruco en su lugar estirando su mano al pote de palomitas que había preparado con antelación, lo dejo en su regazo mientras Ghostface ponia la película, feliz de poder compartir algo tan trivial como ver su película favorita con el chico que le gusta.

Billy se sento a un lado de Jason, desesperado por el espacio que los alejaba, por primera vez no prestaba atención a una película de terror y para su desgracia su querido enamorado se dio cuenta, con una expresión de fastidio al verlo mirarlo a él y no a la película.

Jason dejo el pote en el regazo del asesino haciendo presion con el, Loomis solto un jadeo por la presión que hizo sobre su entrepierna.

Billy apreto sus puños y mordió sus labios durante toda la película, buscando en su mente algun consuelo para la obvia tortura a la que Jason disfrutaba someterlo.

Lo único que seperaba a la fuerte y venuda mano de Jason Kepner de su miembro era aquel pedazo de plastico y su ropa.

Que tortura.

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