Historia original de "allseer15": https://archiveofourown.org/works/21391081/chapters/50959222

Todos los derechos le pertenecen al igual que los personajes son propiedad de Kishimoto, yo solo lo traduzco y publico en Wattpad.

Si Tsunade no estuviera en el foco reducido de ve ve lucha salva vidas no dejes que mueran, se habría enfadado consigo misma porque el mocoso Hatake fue más rápido que ella en llegar al recinto de Akimichi. Tal como estaba, le dolía la mandíbula por lo fuerte que estaba apretando los dientes. El recinto de Akimichi estaba en caos, llamas en algunos edificios, cráteres en la tierra, sangre—

Rápidamente desvió la mirada y movió todo su cuerpo para lanzarse hacia adelante una vez que cruzó la pared del clan. Kakashi era demasiado rápido para que ella lo rastreara fácilmente, pero su tío era como una llamarada en el cielo nocturno con lo brillante y lívido que era su chakra.

Tsunade entró en la casa esperando encontrar a su tío en medio de una pelea, protegiendo a Naruto o destrozando a alguien.

No esperaba encontrarlo apoyado sobre un Akimichi familiar, sus manos ardiendo con un jutsu curativo mientras se concentraba por completo en la cara del hombre más grande. Tsunade podía recordar a Torifu de cuando era más joven. A menudo los visitaba y almorzaba o desayunaba con ellos, llenando toda la casa con su voz y presencia.

Nunca se había visto tan pequeño.

Estaba sangrando.

Sintió hielo caer sobre ella y por un segundo pensó que era el chakra de Tobirama, pero no. Sintió la familiar agitación del pánico. Su corazón tratando de subir hasta su garganta, sus pulmones se sentían como si hubieran sido frotados con papel de lija, el mundo se derrumbaba sobre sus hombros. Su visión se estrechó en el agujero desgarrado en el costado de Torifu.

Vagamente, ella sabía que el corte era lo suficientemente alto y profundo como para haber perforado el pulmón derecho del hombre y que debería estar ahogándose en sangre en este momento si no fuera por su tío.

Su tío, que estaba mirando a la muerte... a los dos shinobi Anbu desenmascarados que actualmente estaban de rodillas.

El zumbido en sus oídos era difícil de escuchar. Tsunade jadeó por pequeñas bocanadas de aire mientras trataba de obligarse a mirar... joder. ¿Cuáles eran sus nombres otra vez? El par de ninjas con los que había estado, los mocosos.

Parecían... asustados.

Eso ayudó. Eso la ayudó a pensar.

Parecían asustados y... ¿atrapados? Como si sentarse de rodillas no fuera el lugar donde debían estar. El de cabello largo estaba incluso sobre sus manos y rodillas, luchando visiblemente para sostenerse contra una fuerza invisible.

Una fuerza que estaba dirigida a ellos y no a ella.

"... ¡¿Exactamente en el mismo momento en que retiro el sello que me pediste que deshaga, se llevaron a mi sobrino, y tú te sientas ahí y tratas de decir que esto no fue planeado?!" Tsunade parpadeó con fuerza ante el gruñido bajo y grave que venía de su tío. Miró hacia atrás, solo a él, no a lo que estaba arrodillado, no podía, no podía, y sintió que se le cortó la respiración cuando vio que su chakra brillaba visiblemente alrededor de Tobirama, era tan denso "Solo te preguntaré una vez más ¿Me traicionaste? ¿Traicionaste a Naruto? "

"No", Kakashi, ese era su nombre, el hijo de Sakumo, dijo con voz áspera "Nosotros nunca ..."

El otro. Su pariente, Tenzo, el afin a la naturaleza, se atragantó. Las tablas del piso a su alrededor intentaron brotar y crecer, solo para enrollarse y ser aplastadas "No tenía... idea ... lo juro, Y-Yo... ¡por favor!"

"¡Ji-chan!"

Tsunade se sobresaltó. Abrió la boca para gritar exactamente lo mismo, para rogar por su misericordia para los mocosos, pero alguien se le adelantó.

Miró más allá de su tío y hacia la puerta destrozada de lo que parecía haber sido una sala de estar. Un pequeño niño Nara, caracterizado por la característica cola de caballo, aunque parecía un pequeño empujón por haberse deshecho, estaba de pie allí con la forma más grande de un niño Akimichi apoyado en su espalda.

"¡Ellos no eran parte de eso!" Nara exclamó con suficiente animación para mostrar cuán angustiado estaba. Parecía sin aliento y tratando de mantener su agarre en su compañero "El... El hombre ¡Danzo! Le dijo a otros shinobi enmascarados que se había quitado el sello y que necesitaban evacuar la sede. Se detuvo en medio de todo... esto", la cantidad de veneno que se escupió en esa sola palabra habría puesto celoso a Orochimaru, pensó Tsunade distraídamente, "Tenía a Naruto y estaba a punto de irse cuando dijo eso. No es Inu -nii u Oni-nii"

Y así, la marea retrocedió.

Tsunade era consciente de que Kakashi y Tenzo estaban caídos y sin aliento, pero su atención hiperconcentrada se aferró al pequeño Nara que se tambaleaba. Ella agarró su hombro y mecánicamente ayudó a guiar al niño Akimichi al suelo, realizando un examen médico superficial sobre el par "Danzo le hizo algo. Lo miró con un Sharingan", murmuró el Nara, hundiendo sus dedos en su cabello y tirando "Se supone que no debe tener un Sharingan, no es Uchiha ¡¿Por qué es un ladrón de ojos ?!" La cantidad de histeria proveniente de cualquier Nara, grande o pequeña, joven o viejo, le habría puesto los pelos de punta. La histeria proveniente de este pequeño Nara hizo que le dolieran los puños con la fuerza necesaria para abrir un cráneo.

Volvió a concentrarse rápidamente en el niño Akimichi. Entonces era un genjutsu. Efectivamente, cuando escaneó los caminos de chakra en la cabeza de Akimichi, Tsunade lo encontró bajo la influencia de mano dura de un poderoso genjutsu. Tragó con fuerza y ​​extendió su propio chakra a lo largo del niño, colocando el suyo en capas gruesas y densas antes de fundirlo.

Los ojos del Akimichi se abrieron de golpe en un instante. Jadeó por aire, agitándose.

"Va a estar bien", dijo Tsunade aburridamente justo cuando una voz retumbó detrás de ella.

"¡CHOJI!"

Sannin o no, sabía que no debía interponerse en el camino de ningún Akimichi en una misión. Se apretó contra la pared para dejar espacio a Choza para entrar y tomar al niño en sus brazos. Kami los salve a todos si ese era el hijo de Choza. Esperaba que Danzo no acabara de atacar a un anciano de un clan noble y al heredero del clan. Ella realmente, realmente lo esperaba.

Tsunade se sacudió bruscamente "Va a estar bien", repitió, interrumpiendo al adulto que aplastaba al par de niños contra su pecho "Ambos lo están. Raspaduras y moretones y un genjutsu roto en su hijo, pero nada permanente"

Choza cerró los ojos con fuerza y ​​asintió con fuerza "Gracias" susurró, enterrando su rostro en el cabello de su hijo. Se inclinó y ofreció su brazo abierto al Nara. El niño rápidamente se metió en sus brazos, enterrando su cara en el cuello de su tío. Choji estaba visiblemente apático y en estado de shock, mientras que los hombros de Nara se contrajeron y se sacudieron con respiraciones de pánico.

"Tsunade" Se volvió para mirar antes de darse cuenta de quién la llamaba por su nombre. Necesitó todo lo que tenía para no mirar al Viejo Torifu cuando se encontró con los ojos rojos de sangre de Tobirama "Necesito que te encargues de curar a Torifu. Necesito ir tras Danzo antes de que desaparezca con Naruto"

Se sentía como si estuviera siendo estrangulada.

El zumbido volvía a sus oídos cuando Choza volvió a hablar "¿Danzo hizo esto? ¿Danzo Shimura?"

"Sí"

Hizo una mueca ante la furia punzante que atravesó el ya tumultuoso y agresivo chakra del líder del clan Akimichi "¿La aldea acaba de atacar a mi clan?" susurró, su voz baja y oh tan peligrosa.

"Desconocido. Danzo podría estar trabajando por su cuenta"

"¡¿Un miembro del Consejo de Konoha atacó a mi heredero, mi honorable tío, el heredero del clan Nara, y secuestró a su heredero?!"

El gruñido bajo y chirriante que salió de Tobirama hizo que todos se estremecieran y se encogieran "Sí "

Choza enseñó los dientes "Esa es razón suficiente. Los Akimichi han sido traicionados y exigimos venganza ¿Te interpondrás en nuestro camino?"

"Te traeré la cabeza de Danzo"

"Bueno" El hombre se puso de pie a su altura impresionante. Cada línea de su cuerpo estaba tensa y dura, excepto los brazos que sujetaban a los niños "Mi tío está al cuidado de tu clan. Tengo un pueblo que conquistar" Recorrió el pasillo, pasó a todos hasta la puerta principal y gritó: " ¡¡¡AKIMICHI A LAS ARMAS!!! AKIMICHI A LAS ARMAS!!! "

"¡Tsunade!" Esa voz no dejó espacio para la negativa y se vio obligada a volver la mirada hacia su tío. Sus ojos ardían y su rostro se arrugaba, sus dientes mostraban un gruñido. Enfado. Irritación... "¡Hazte cargo de mí para que pueda salvar a Naruto!"

Desesperación.

Sus pies se movieron antes de que supiera lo que estaba pasando. Ese miedo, terror y desesperación la llevaron de regreso a esos tiempos en los que no podía moverse lo suficientemente rápido, sanar lo suficientemente rápido.

Cuando ella no podía ser suficiente.

Tsunade cayó de rodillas al lado de Torifu, sus pantalones se empaparon instantáneamente en la sangre acumulada. Su garganta se cerró sobre sí misma mientras golpeaba las manos de su tío fuera del camino. El chakra curativo verde estalló alrededor de sus manos y se obligó a presionarlas contra la herida abierta "Sálvalo", resolló ella, apenas capaz de respirar por el pánico que la asfixiaba. Pero como se había dado cuenta antes, no había olvidado cómo sanar. Los pasos estaban arraigados en su alma incluso cuando intentaba rehuir y romperse en pedazos. Las lágrimas se deslizaron de sus ojos, incapaz de apartar la mirada del pecho que sangraba y luchaba debajo de ella "Sálvalo", rogó ella.

No otra vez, suplicó en silencio, sintiendo a su tío desaparecer de sus sentidos, los otros dos pisándole los talones.

No dejes que pierda a nadie más.

"¿A dónde iría Danzo si estuviera buscando huir de la aldea?" Tobirama exigió mientras corría por los tejados de Konoha. Kakashi y Tenzo mantuvieron el ritmo con él a esta velocidad reducida. Incluso mientras hacía la pregunta, el ex Hokage se dirigía hacia el vacío en el suelo donde tantos shinobi de alto nivel desaparecieron de sus sentidos. Desapareció de su sentido de chakra como lo había hecho Naruto momentos después de sentir que el chakra de Torifu subía y bajaba.

Danzo debe haber usado el mismo método que usó para ocultarse para ocultar a Naruto. Tal vez un sello, dado que Danzo era el que estaba detrás del sello silenciador y dado que los sellos de Hiraishin que Naruto había estado llevando no respondían a la convocatoria de Tobirama.

"Los túneles subterráneos" se apresuró a responder Tenzo, casi tropezando con sus propias palabras al decirlas. Tobirama se sintió culpable y avergonzado por lo duro que había caído sobre él y Kakashi, pero una gran parte de su mente murmuraba que aún podrían ser traidores, por lo que se abstuvo de disculparse por el momento "Pueden ir en cualquier dirección. Así es como se suponía que los agentes de Root dejarían la aldea sin control y sin ser notados"

El Senju rechinó los dientes. En cualquier dirección. Danzo podría estar yendo a cualquier parte y Tobirama no podía sentirlo. No tenía rastro que seguir ni manera de discernir hacia dónde se dirigía el hombre.

"Todos los túneles comienzan en la sede de Root", interrumpió Kakashi de repente, saltando hacia adelante con una explosión de velocidad para darse a conocer a Tobirama "No hay acceso a ellos más que a través de la sede. Podemos cazarlo allí abajo"

Su corazón rugía ante la perspectiva de una cacería "¿Tienes tu mochila?"

Un solitario ojo gris lo miró bruscamente "Soy un Hatake"

Tobirama mostró los dientes en una burla de una sonrisa antes de saltar para torcer y voltear sobre la carretera principal que divide en dos la aldea. En la periferia de sus sentidos y concentración podía sentir la alarma y el miedo extendiéndose por el pueblo. Choza estaba cumpliendo su palabra de apoderarse de la aldea, los Akimichi se trasladaron en conjunto al edificio Hokage y la estación de reserva jonin mientras pequeños equipos se dirigían a los complejos de Yamanaka y Nara.

La guerra civil estaba a punto de estallar en el pueblo. Un golpe de estado que Tobirama había querido evitar.

Como un pensamiento perdido, hizo un clon de sombra. Se interrumpió de inmediato y desapareció en un instante hacia el complejo Uchiha.

"¿Y cuál es la forma más rápida de acceder a estos cuarteles generales?" preguntó, sus ojos escaneando su entorno mientras se acercaba al vacío. Estaban cerca del borde de la aldea donde ocurría gran parte de la purificación y refinería de agua de la aldea. El río Naka brillaba a la luz de la luna a su izquierda.

Kakashi avanzó de nuevo, embistiendo y moviéndose con la gracia y el poder que Tobirama respetaba en el clan Hatake. En ninguna parte del joven estaba la personalidad perezosa e indiferente que había llegado a conocer. Este era Kakashi Hatake en movimiento y listo para la batalla "¡A través del suelo!" gritó, señalando con el dedo una enorme abertura circular en el suelo anidada debajo de los tubos de tejido.

En el momento en que Tobirama vio el agujero en el suelo, su enfoque se redujo. Más allá de ese punto, Danzo y su fuerza personal de Anbu se hicieron leales solo a él. Allá abajo estaba su brote.

"¡Seguirme!" Tobirama les gritó a la pareja antes de lanzarse desde un edificio hacia el laberinto de tuberías. Se remetió y se acurrucó antes de enderezarse justo sobre el agujero. Muy por debajo podía ver pasillos con figuras oscuras corriendo a través de ellos. Su chakra, hasta ahora silenciado y oculto para ocultar su intención y ubicación, se derramó con la fuerza de un tsunami cuando sus manos se juntaron "Estilo de agua", mordió, "¡Tormenta de agitación!"

Las figuras oscuras tartamudearon hasta detenerse en los puentes de abajo durante un precioso segundo antes de que el océano manifestado se estrellara contra ellos. Torrentes interminables de agua cayeron en la ciudad subterránea y Tobirama los siguió. Mientras lo hacía, pasó la barrera del sello que había mantenido el área alejada de su sentido de chakra y se sorprendió al sentir tantas firmas de chakra como él. La fuerza de la raíz de Danzo era grande y fuerte, tanto en número como en habilidad si los kunai y jutsus que ya habían lanzado en su camino eran algo por lo que pasar. La mayoría de los cuales fueron derribados por el jutsu aún en curso de Tobirama. El resto, desviado o esquivado.

Tobirama Senju, Segundo Hokage, jefe del clan Senju, el Demonio Blanco aterrizó en la encrucijada de la pasarela más alta. Los ojos rojos no marcados por los Uchiha se lanzaron alrededor, asimilando información rápidamente. Sus manos se movieron y su jutsu cambió sin problemas "Estilo de agua: onda de choque de agua"

Cualquier shinobi que hubiera logrado mantenerse en pie o recuperar el equilibrio después de su ataque inicial fue lanzado a una fuerza que habría matado a cualquiera atrapado con la guardia baja o bajo el nivel de un jonin. Tal como estaban las cosas, la pasarela en la que acababa de aterrizar se derrumbó en pedazos por la fuerza de su ataque.

El agua y los escombros llovieron en caos y confusión, inquietando y neutralizando aún más a las fuerzas de la Raíz. Fue en batallas como esta que Tobirama prosperó: golpeando cuando el enemigo menos lo esperaba y golpeando de verdad, con fuerza.

Siete clones de sombra aparecieron cuando cayó al siguiente nivel. Cuatro se dispersaron en las puertas y pasillos de los primeros niveles, buscándolos y despejándolos. Los tres restantes se prepararon para la batalla que se avecinaba. Tobirama se agachó una vez que aterrizó de nuevo, golpeando su mano ensangrentada contra el suelo "Kuchiyose no Jutsu"(Jutsu de invocación) Airi salió disparada del humo con un rugido y Mari avanzó con sus silenciosas patas. A su espalda, cinco de sus parientes saltaron sobre los rieles y los escombros, ganando posiciones ventajosas y una idea de la batalla a la que habían sido convocados. Su armadura y armas se movían en silencio, absorbiendo el sonido y la luz a su alrededor. Los sellos brillaban en las placas de armadura de metal y madera "Encuentren a mi cachorro", gruñó sombríamente "Encuentren al ladrón de cachorros y al asesino de basura. Sella a cualquier humano enmascarado con el que te encuentres"

Kakashi y Tenzo se unieron a él justo cuando su convocatoria se desvanecía en las sombras y en las esquinas como fantasmas. El adolescente más joven se veía sombrío y pálido mientras miraba el pozo ahogado y parcialmente destruido "El cuartel de iniciados", dijo sin contexto y Kakashi chasqueó la lengua.

"Ve tú", ordenó Kakashi mientras se cortaba el pulgar en la placa de armadura en la parte posterior de su guante. Se arrodilló y golpeó con la mano el hormigón húmedo "¡Kuchiyose no Jutsu!" Tenzo hizo una mueca antes de correr hacia la barandilla y saltar sobre ella, cayendo a los niveles inferiores.

Tobirama esperaba escuchar los aullidos de los lobos mientras el humo salía del Hatake, pero para su sorpresa, se invocaron perros domesticados. Los perros rodearon a su invocador y gruñeron a los agentes Root enmascarados que se reunían "Esto es un desastre. ¿Cuál es la situación, jefe?" preguntó el pequeño pug desde donde estaba posado sobre la cabeza de un gran bulldog.

"Búsqueda y recuperación" Kakashi sacó dos kunai de su bolsa y los hizo girar en sus manos antes de atraparlos con un agarre inverso "Danzo Shimura se ha llevado a Naruto Uzumaki y tú debes encontrar y guiar a Tobirama Senju hacia ellos ¿Entendido?"

Tobirama esperó con impaciencia mientras la manada lo miraba. El pug se volvió hacia el Hatake "¿Y que hay de ti?"

Kakashi se encogió de hombros. Extendió la mano y levantó su hitai-ate torcido, revelando la cicatriz roja que dividía un ojo igualmente rojo "Probablemente un poco de demolición. No soy tan bueno en peleas como estas ¡No me falles!" Luego desapareció en un borrón de plata y gris, la velocidad y las espadas listas para atravesar a cualquiera en su camino.

El Senju pensó rápidamente en esperar que el hombre fuera lo suficientemente astuto y rápido para evitar la muerte y la mutilación contra el ejército que los rodeaba. También esperaba que el respaldo llegara rápidamente. Tal como estaba, ya no podía sentir el pueblo o sus ciudadanos arriba gracias a los sellos en este lugar "¿Puedes rastrear a Naruto?" Exigió al paquete de invocaciones. Normalmente les ofrecería más respeto, pero sentía cada segundo arrastrarse como cuchillos en sus entrañas.

El pug se burló y miró a su alrededor con los ojos entrecerrados "¿En este lío? No normalmente. Pero el cachorro tiene el Zorro. Y podemos rastrear eso" El pequeño perro saltó de su percha y corrió hacia la barandilla "¡De esta manera!" gritó justo cuando se deslizaba a través de los barrotes y sobre el borde.

Tobirama saltó después de la invocación, escupiendo balas de agua a los agentes de Root que hacían movimientos hacia ellos o hacia donde podía sentir a Kakashi atravesando otras firmas de chakra como un rayo. Dos niveles más abajo vio una masa de raíces y árboles que cubrían una pasarela. En su agarre había varios shinobi enmascarados en varios estados de inconsciencia. Merodeando sobre el bosque estaba uno de sus leopardos de las nieves, golpeándoles con una pata en la cabeza y sellándolos en comas temporales.

El pasillo al que conducía la pasarela estaba completamente bloqueado por madera anudada. Más allá en esa dirección podía sentir a Tenzo cargando por pasillos retorcidos, cargado de mokuton vibrante. El hombre podría arriesgarse a adivinar que su objetivo era la serie de habitaciones con pequeñas presencias de chakras jóvenes en ellas. El cuartel de iniciados, como él había dicho.

Cuando él y la manada de Kakashi aterrizaron en otra sección transversal de pasarelas, casi esperaba pasar directamente por encima de la barandilla una vez más. Se estaban acercando al fondo del pozo, pero los perros se dispersaron y olfatearon el suelo, tratando de determinar una dirección. El sabueso dorado con gafas de sol ladró después de un momento antes de echar la cabeza hacia atrás y ladrar. El sonido hizo que la sangre de Tobirama se acelerara.

Tenían un rastro.

El pasillo por el que corrió la manada tenía varios agentes Root saliendo de él y Tobirama preparó un jutsu solo para detenerlo cuando Airi emergió de debajo de la pasarela. Su compañera de camada trepó por la pared antes de saltar con un grito, los sellos cobraron vida con ráfagas de luz que derribaron al shinobi en un instante. Los ojos que normalmente eran cálidos y benévolos brillaron como el hielo mientras miraba a la manada de caza. Después de un momento, dio media vuelta y corrió hacia el pasillo delante de ellos.

Tobirama trató de sentir lo que había más adelante en esta área. Si no podía sentir a Danzo o Naruto, entonces podía sentir el entorno y las otras personas en él. Liberó su chakra, guiándolo para que fluyera a través de los pasillos y trazara un mapa de cada esquina, puerta y rincón para él. Un par de docenas de shinobi estaban aquí abajo, moviéndose como insectos agitados hacia el eje principal del pozo. El hombre rechinó los dientes al sentir lo elaborado y extenso que era el cuartel general. Era un laberinto y con tanta ventaja como Danzo tenía sobre ellos, podía estar en cualquier lugar y hacer cualquier cosa para reducir la velocidad o detener a los perseguidores.

Estaba tan concentrado en mapear mentalmente el cuartel general de Root con su chakra que casi se lo pierde cuando la manada dio un giro repentino. Tobirama sacó una mano cubierta de chakra y agarró la pared, dejando que su impulso y el ancla lo azotaran en la esquina detrás de la manada "Este es un callejón sin salida", gritó irritado ¡Estaban perdiendo un tiempo precioso!

El gran bulldog resopló y sacudió la cabeza "Definitivamente se fueron por este camino. El olor del Zorro es denso aquí"

Tobirama tuvo que evitar romperse. Cuando sintió que su temperamento se deshilachaba, rápidamente redirigió su atención "¿Naruto está herido?" Le había estado molestando desde que encontró a Torifu desangrándose ¿Se había lastimado su brote cuando Danzo y Root se lo llevaron? ¿Se había defendido o estaba contenido?

El pug fue quien contestó "No lo parece. No puedo oler nada de sangre"

El perro con gafas de sol le devolvió la mirada "Él debe confiar mucho en ti. No puedo oler ningún miedo en absoluto"

Eliminó un poco de peso de los hombros de Tobirama. Naruto estaba bien por ahora. Él estaba bien.

Doblaron en otra esquina y el Senju se sorprendió y no se sorprendió al ver una puerta abierta frente a ellos. Para su sentido de chakra, no había nada más que una pared aquí, pero había visto antes que Danzo había creado un sello que bloqueaba este sentido particular suyo. Molesto, pero Tobirama debería haberse dado cuenta de que su antiguo alumno usaría este sello después del regreso de Tobirama.

Todavía era desconcertante cruzar corriendo la puerta y de repente desaparecer su percepción de todos en las instalaciones y los niveles inferiores de los pasillos. El agua se deslizó por su brazo para cubrir sus manos y kunai, lista para ser lanzada y cortar a los enemigos en pedazos. Una habitación por la que había pasado Danzo y que estaba oculta a sus sentidos no gritaba más que una trampa esperando ser lanzada. Sin embargo, Danzo estaba demostrando ser impredecible hoy, ya que la habitación en la que entraron estaba casi vacía y no tenía salida.

Dos ondas de su chakra, una fuerte y otra ligera, recorrieron la habitación para detectar algo escondido o esperando para sorprenderlos. La invocación del Hatake se movió con inquietud y olfateó el aire, con los pelos de punta. Después de un momento, Tobirama bajó sus espadas y frunció el ceño ante la habitación desocupada "¿Vinieron por aquí?"

"Sí", dijo el pug arrastrando las palabras "Y no retrocedieron"

El perro envuelto en vendas sacudió la cabeza salvajemente y pegó la nariz al suelo "Entonces probablemente haya una salida oculta en algún lugar aquí" Los otros perros ladraron de acuerdo y se dispersaron, registrando la habitación con una eficiencia que Tobirama necesitaba ver desesperadamente en este momento.

No pudo evitar pensar que este era un camino falso. Que esta habitación fue elegida intencionalmente como el destino de esta mala dirección para mantenerlos ocupados. Entonces, ¿qué había en esta sala para llamar su atención? Ni siquiera estaba atrapado y lo único notable era el ataúd envuelto en una tela negra que estaba contra la pared opuesta a la puerta por la que entraron.

Tobirama frunció los labios y con cautela se acercó a la forma descomunal. Era del tamaño y las proporciones adecuadas para ser un ataúd, pero la verdad es que no podía ver nada debajo de la tela. Volvió a escanear el objeto con su chakra e inclinó la cabeza cuando lo registró como muerto y nada para sus sentidos. El ex Hokage estaba empezando a irritarse porque su sentido de chakra estaba siendo engañado con tanta frecuencia.

Lentamente, se acercó y se inclinó para mirar la tela. La iluminación era tenue y baja en esta habitación, solo unas pocas velas, pero con su práctica visión nocturna llegó a ver que la tela no era negra en absoluto. Era blanco y estaba cubierto casi por completo de tinta negra. El corazón de Tobirama comenzó a acelerarse cuanto más examinaba la tinta y los patrones que hacía.

Símbolos.

Matrices.

Sellos.

Casi infinitos y tan delicadamente delgados. Cientos y cientos de sellos cubrían la tela.

Los ojos rojos se movieron frenéticamente, tratando de discernir la naturaleza de los sellos y el peligro que Danzo les había dejado.

Estasis. Tiempo. Preservación. Unión.

Tobirama ajustó el agarre que tenía en su kunai. Algo estaba sellado en este ataúd. Algo vivo. Sin embargo, eso era casi inaudito. Los seres vivos no podían mantenerse bajo sellos de estasis. Tobirama había tratado durante años de descubrir cómo almacenar seres humanos vivos esencialmente como si se almacenaran armas o equipos, pero el hecho era que la materia viva todavía necesitaba cosas para sobrevivir, como aire, agua, comida. Al sellar a un ser vivo, el sellador mataba al ser primero por asfixia y por otros medios si el sello dejaba pasar el aire.

Pero este arreglo de sellos... estaba plagado de arreglos relacionados con el tiempo.

El tiempo era un área peligrosa para aventurarse cuando se trataba de sellos. Incluso el clan Uzumaki solo permitió que sus maestros de sellos más experimentados experimentaran y manipularan los sellos de tiempo. Tobirama solo pudo crear con éxito el sello Hiraishin debido a los estudios y lecciones de Mito sobre la teoría del tiempo y los sellos de tiempo. Ver sellos de tiempo tan delicados y finos trabajando aquí en la guarida de Danzo...

Esta no era la escritura de Danzo.

Tobirama se enderezó al darse cuenta de esto. Conocía la letra de Danzo. No había cambiado en años, lo reconoció en el sello que sacó de Tenzo. Los sellos en esta tela no fueron hechos por su mano.

Y con el clan Uzumaki exterminado, por admisión del propio Jiraiya, los maestros del sello no abundaban en este momento.

Entonces, ¿quién selló esto?

Fue tan extraño. Tobirama sabía que esta no era la letra de Danzo, pero...

Todavía era familiar.

Ni el trabajo de Mito, ni el suyo, ni el de Danzo.

Fue un trabajo apretado, con la más mínima inclinación, como si alguien...

"Odio tener que escribir a toda prisa. Me gusta tomarme mi tiempo para poder dar sentido a lo que tengo en la cabeza. Y Sage ayude a quien intente leer lo que escribo con prisa. Es como si fuera otro idioma, ¿eh, sensei?"

Tobirama contuvo el aliento y miró sin ver los sellos, no puede ser.

"¿Qué es eso?" escuchó a uno de los perros preguntar detrás de él "Hola, Senju ¿Qué es eso?"

Sus ojos se movieron hacia donde estaría el cofre del ataúd y localizó la matriz de bloqueo. Un sello de línea de sangre.

Un sello de linaje que era una copia exacta del de Mito.

El estaba muerto.

Tobirama levantó una mano pálida, negándose a dejar que temblara mientras alcanzaba el sello de la línea de sangre.

Él estaba muerto.

Las yemas de sus dedos tocaron la matriz de sellos y su chakra brilló con un azul brillante antes de que fuera tomado y alimentado al resto de la matriz. El sello brilló y pulsó durante un largo momento antes de desvanecerse, llevándose consigo la tinta. La tela blanca se reveló rápidamente, la tinta se evaporó como niebla bajo el cálido sol de verano. Sin los sellos, la tela envuelta comenzó a aflojarse y caer, revelando que debajo no había un ataúd, sino que todo el objeto era un capullo de tela sellada.

La piel pálida, la ropa oscura y el cabello negro y rizado brillaron en los espacios mientras Tobirama se quedó congelado.

Se suponía que estaba muerto.

Un rostro dolorosamente familiar apareció a la vista, el lado derecho del cual estaba cubierto de sangre proveniente del ojo cerrado.

Tobirama lo había llorado.

El ojo izquierdo se abrió y emanó un rojo malévolo.

De todos los ojos rojos que Tobirama había visto en su vida, este era el único al que nunca había dudado en mirar.

Los dientes blancos brillaron en un gruñido y fue solo un reflejo lo que permitió a Tobirama atrapar la mano que sostenía el cuchillo con el objetivo de cortarle la garganta.

"Kagami"