10- Me suelto la coleta por alguna extraña razón... Odio a Piper
Me quité la camiseta y me probé otra distinta, otra vez. Y otra vez. Y otra vez. Y... en fin, muchas veces. ¿Desde cuándo me importaba a mí tanto que llevar puesto? Simplemente íbamos a casa de Percy a hacer un trabajo. Causar buena impresión a su madre estaría bien, claro. Pero no sentía que estuviese haciendo esto por su madre.
Al final llamé a Piper por videollamada para que me ayudase. Por desgracia ella estaba en la cabaña de Afrodita, y en cuanto dije que necesitaba ayuda para saber que ponerme, todos sus hermanos y hermanas cotillas se amontonaron delante de la webcam.
Doce camisetas y siete pantalones después, Lacy, Liz, Mitchell, Gus, Johnathan, Dolores y no se cuantos más miembros de la cabaña 10 me dieron su aprobación.
Me puse una camiseta roja de tirantes y cuello en pico y unos pantalones piratas negros, y me quedé mirando al espejo dos largos minutos. Also seguía fallando.
—Es la coleta —dijo Piper, por fin sola, sus hermanos ya no estaban alrededor—. No te pega, te da un aire formal pero era ropa no es formal.
—¿Segura?
—Sí. Además, a los chicos les encanta cuando te quitas la coleta... ¡Ya sé! Llévala puesta hasta casa de Percy, y cuando llegues te la quitas —me miró de reojo sonriendo y yo tiré una camiseta contra la webcam.
Le dije que ni en sueños y tuve que despedirme porque teníamos que marcharnos.
Me dejé la coleta puesta, sería más fácil para hacer un proyecto de química así.
Fui a recoger a Will a su habitación, y cuando llegué me miró levantando las cejas.
—¿Qué?
—Nada —rió él.
Llegamos a la entrada del instituto, y en un coche azul nos esperaba Percy, que hablaba con la que supuse que era su madre.
Will se me adelantó y fue a saludar a Sally Jackson.
—Encantada, señora Jackson, soy Annabeth —me presenté sonriente.
Ella también me sonrió y echó una rápida y significativa mirada a su hijo.
—Así que tú eres Annabeth. Llevas tres días en este sitio y ya has conseguido que mi hijo se pase tres días hablando de ti —se rió.
Me giré disimuladamente para ver como Percy se tapaba su cara que estaba muy colorada, mientras Will solataba una risilla.
—¿Ah, sí? —no sabía porque, pero me apetecía reírme un poco de Jackson.
—Sí, Percy me llama casi todos los días, y el miércoles de dedicó a hablar de la nueva chica de la clase de química y... —fue interrumpida.
—Mamá, ahórrate lo que quede de historia o no te quedará nada que comentar en la merienda —dijo su hijo.
La señora Jackson se rió un poco por lo bajo y todos subimos a su coche.
Tras unos diez minutos de silencio incómodo, llegamos al reconocible tráfico del centro de Manhattan. Paramos en Upper East Side y llegamos al piso de Perseus.
Will y Percy se pusieron a hablar sobre una banda de rock y, por mucho que me guste el rock, tuve que ignorarlos para ponerme a inspeccionar la casa. Tenía que aprenderme las habitaciones y pasillos rápido, no me parecía que fuese a tener muchas oportunidades de estar ahí.
Fuimos al comedor, dónde pusimos papel blanco por encima de toda la mesa y empecé a sacar materiales e instrucciones del experimento.
—Vale... Esto, ¿qué hay que hacer? —pregunto el ojiverde.
Puse los ojos en blanco y miré hacia Will, que tenía la misma mirada confusa pero intentaba disimularla.
—Este experimento es de nivel de segundo de la ESO, en fin... Es una mezcla homogénea de sulfato de cobre y... —empecé a explicar como teníamos proceder.
Después de media hora, yo había terminado el experimento y los chicos habían observado y apuntado lo que explicaba.
—Como veis, el sulfato tiene una alta solubilidad en agua, ya que no se pueden distinguir una vez mezclados —terminé.
Will empezó a aplaudir en broma y Percy le siguió. Enseguida estaban vitoreándome y yo rodaba los ojos, aunque sonreía. Vaya unos idiotas.
En ese momento la señora Jackson entró con una bandeja de galletas azules, como las que le había visto a Percy.
—¿Annabeth ya ha terminado de haceros el trabajo? —les reprochó ella—. Annabeth, cariño, a ti te tocan cuatro galletas, ellos que se conformen con dos cada uno —me sonrió.
—Muchas gracias, señora Jackson —le devolví la sonrisa.
—Llámame Sally, todos los amigos y amigas de Percy son como de la familia —se fue sonriendo.
Percy se puso otra vez un poco rojo mientras se comía una gallet y Will me guiñó un ojo.
En cuanto nos terminamos la merienda miré la hora. Eran las seis de la tarde, tenía tiempo de sobra para llegar al instituto y ponerme a adelantar deberes y repasar materia.
—¿Queréis ver una peli?
Esto no lo había previsto.
—¡Claro!
Mierda, Will.
—Eh, sí claro, vale.
Percy cogió un lápiz de memoria y se puso a revisar todas las películas, no muy legalmente descargadas, que tenía.
—¿Qué os gusta ver? ¿Acción, romance, comedia, terror...? —preguntó Percy.
—A mí me vale cualquier cosa —respondió Will.
—Si quieres verlo llorar ponle Love, Simon —dije sonriendo maliciosamente a Will, quien se había deshidratado viéndola y había quedado ingresado en su propia enfermería.
—¿Con que esas tenemos? Pon Infinity War, entonces —se rió Will—. Tengo muchas ganas de que salga Endgame para ver como de destrozada quedas.
Le miré muy seria. Con los Vengadores no se bromea.
—¿Os gusta Marvel? —preguntó Percy—. Acabo de descargar Ant-Man and the Wasp, ¿queréis verla?
—Yo me apunto —dije sin pensarlo dos veces. Will hizo lo mismo.
Preparamos palomitas y nos sentamos en el sofá, yo en el medio para sujetar las palomitas. Percy puso la película y empezó la diversión.
Me encanta como como llenaban de comedia un peli de acción. Reímos muchísimo durante la película y en un momento dado, Percy y yo dijimos a la vez:
—Me encanta la pareja de Hope y Scott.
Nos miramos y nos pusimos un poco rojos. ¿Qué coño me pasaba?
Cuando la peli término nos pusimos a comentarla mientras pasaban los créditos. Entonces llegó la escena post-créditos:
—What... —empezó Will.
—...the... —siguió Percy.
—...fuck —terminé yo.
Nos quedamos algo en shock, como en el final de Infinity War y me empezaron a picar los ojos. Debería habérmelo esperado.
—En fin... La película ha estado bien —comentó Percy.
Will y yo asentimos, y nos quedamos de pie, sin saber muy bien que hacer. Ya era muy tarde, deberíamos coger un Uber.
—Oye Percy, ¿por qué no invitas a tus amigos a dormir? Después de todo mañana tienen que volver y ya es tarde —dijo Sally desde la cocina.
Eso me puso algo nerviosa, pero simplemente lo ignoré.
—A mí me parece bien, ¿Annabeth? —Will se giró hacia mí.
—Esto, sí...
—Perfecto —sonrió Percy.
En ese momento, a saber porque, decidí hacer caso a Piper y me quité la coleta, dejando que mis rizos cayesen por mis hombros y espalda.
—Oye Annabeth, no te he dicho lo guapa que estás hoy, ¿a que está genial hoy, Percy? —dijo Will, en parte en serio y en parte para incomodarnos. Cuando estuviésemos solos lo mataría.
Pensé que después de ese comentario Percy se pondría rojo, pero mi equivoqué.
Me miró directamente a los ojos y pude sentir que el corazón se aceleraba un poco cuando miraba a ese color verde mar se los suyos.
—Sí que lo está —murmuró.
En esta historia Endgame todavía no ha salido porque no quiero a una Annabeth deprimida durante su misión, no de momento :)
¿Y soy la única que ve a Hope y Scott igualitos a Annabeth y Percy? La primera vez que vi Ant-Man y la avispa, cuando Scott jugaba con Cassie, pensé "así es exactamente cómo sería Percy como padre".
Me encanta escribir sobre Percy estando caladito hasta los huesos de Annabeth, que adorable :3
Yo: el amor es un asco
Also yo: *podría estar escribiendo sobre Percabeth 24/7 si no fuese una vaga*
~Pau
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