#13 It's not that bad (Bath time)

Aullidos y demás ruidos gatunos se oían desde la sala, gritos y sonidos de objetos de vidrio y plástico cayendo era aquello que más se distinguía entre todo, siendo estos primeros pertenecientes a cierto azabache que se movía errático de un lugar a otro con la única intención de atrapar a aquel otro muchacho que se movía con agilidad entre los muebles tal y como si de un felino se tratase, cosa que en realidad pues, nacientes en su cabeza se encontraban un par de orejas gatunas, mismas que hacían combinación con la larga cola en su parte trasera que seperteaba en el aire al intentar escapar.

-¡Jay-ah! ¡Deja de escapar y ven aquí en este preciso momento! -Gritó el azabache mientras rodeaba el mueble en donde el híbrido se encontraba parado, se estiró lo más que pudo para atraparlo, mas este, con un ágil salto, se alejó, haciéndolo caer de bruces contra el cojín del sofá individual; la caída no hubiera estado tan mal si tan solo no se tratara de aquel que parecía más una piedra que un cojín

-¡No quiero! -Gritó el híbrido mientras salía corriendo hacia la cocina.

Jake se levantó de dónde había caído, se sobó el estómago y el mentón a causa del golpe que se dió en ambos lugares al saltar. Sin rendirse aún, hizo su camino hacia la puerta de la cocina, abriendola de par en par con el único objetivo de atrapar de una buena vez a aquel híbrido que tenía por novio, quién se había negado toda la mañana en hacer caso a su mandato, dándole pie a aquella cansina persecución.

Recorrió el gran lugar con una clara expresión de confusión puesto que, al entrar, no había rastro del chico-gato. No pudo haber salido debido a que solo había una puerta que conectaba el living con la cocina, y la puerta trasera se había trabado hace algunos días por lo que era imposible abrirla desde adentro, así que no había por dónde el híbrido hubiese escapado, tenía que estar ahí en la cocina pero, ¿dónde? Era la pregunta importante.

-¿A dónde fue? -Se autointerrogo mientras hacia su recorrido cerca del lavadero, apoyó sus manos en su cintura en un gesto pensador. -No puedo haber desaparecido por arte magia. -Se convenció al dar una vuelta por el lugar y no encontrar al híbrido por ningún lado.

Frunció el ceño y se cruzó se brazos totalmente descolocado.

¿Se había salido por la ventana? Era su única opción, aunque dudaba de que el chico con ADN felino hubiera podido caber por ahí, al final, Jay no era alguien pequeño como lo eran usualmente los de su especie, de hecho, media unos muy deseados 1.80, así que dudaba que haya podido hacer algo como eso.

¿A dónde se había ido su felino novio?

Mientras se preguntaba aquello bajó la mirada y notó como algo sobresalía de una esquina debajo de la mesa que era usada de vez en cuando como comedor, más específicamente, sus orbes captaron el movimiento de cierta cola dejabo del mantel azul cielo.

Ahí estaba.

Soltó un suspiro de alivio antes de acercarse al mueble.

-Jay-ah -Llamó con una voz apagada, sin aquella dulzura que siempre la acompañaba.

La cola del híbrido debajo de la mesa serpenteó, un aullido lastimero salió del chico mitad minino que usaba la gran mesa como escudo, sabía que había hecho enojar al azabache por su actitud, esa voz era usada cuando la frustración era evidente en el humano pero no podía evitar comportase así, al menos no ante aquello que le era pedido que hiciera.

-Jay-ah, es hora del baño. -Dió a conocer mientras levantaba el mantel, revelando así la figura del chico con orejas y cola de gato tan negras como la noche, esas que contrarrestaban con las hebras capilares amarillas, casi blancas, en la cabeza del híbrido.

Los zafiros verdosos del felino lo miraron fijamente con un ceño fruncido, un pequeño puchero se instaló en los labios del híbrido.

-No quiero. -Negó mientras le daba la espalda y jalaba el mantel para que volviera a cubrirlo de la mirada del azabache, quién volvió a jalar de la tela hacia arriba para ver a su felino novio nuevamente.

-Se que no quieres, pero ¿No crees que ya es tiempo para al menos intentarlo?

Intentó de convencer al híbrido usando un tono de voz dulce.

-No.

Pero otra negativa fue lo que recibió.

Jay lo miró de reojo mientras bajaba las orejas y sostenía su cola entre sus manos, la giró y la acarició.

-Sabes que no me gusta el agua. -Murmuró con un timbre quebrado que lo hizo olvidar lo enojado que se encontraba hace un momento.

Se agachó hasta quedar a la altura del híbrido.

Sí, sabía muy bien que así era.

Quizás al principio no se dió cuenta de ello, después de todo los felinos suelen tener la misma actitud al querer darles un baño, aunque Jay era físicamente como un ser humano, uno con orejas y cola cabe destacar pues estas dos siempre atraían la atención, todavía tenía ADN felino por lo que sus actitudes eran parecidas a los de los animales ariscos que solía criar su tía, no obstante, a las semanas se dió cuenta de que al híbrido no solo le desagradaba todo lo relacionado con los cuerpos de agua medianamente grandes, sino que les tenía pavor, uno inmenso hasta el punto de ser comparada con una fobia.

Según escuchó del mismo tras un día preguntarle sobre el porqué de aquel miedo, se debía a que, quien lo había criado desde un principio, a quien el híbrido solía denominar como dueño, lo había intentado de ahogar al darse cuenta de que no lo quería más en su hogar.

Al parecer el hombre era un fanático de estos nuevos seres que eran usados en su mayoría como una especie de mascota humana por lo que había gastado un montón de dinero en un bien ejemplar que no le trajera mayor problema, Jay solía contarle que, cuando era más pequeño el hombre lo mimaba y estaba contento con su presencia pues para ese entonces su estatura eran muy pequeña, y tierna, sin embargo, aquel trato amable fue abandonado una vez y comenzó a crecer ya que a sus 20 años había llegado a los casi 1.80, así mismo, sus antiguas facciones dulces habían cambiado a unas más maduras, resultado algo toscas para el hombre cuya preferencia se basaba en los shota, por lo que al darse cuenta de ello no había dudado en deshacerse de él de la manera más cruel posible.

Jay casi había muerto pues su cuerpo fue arrojado al río Han, sin embargo, tras despertar y luchar por su vida al no saber nadar, había logrado salir, vagando por la ciudad por varias semanas hasta que fue encontrado por Jake, quien, al ver su estado tan deporable no había dudado en abrirle las puertas de su hogar, cuidandolo, ganándose su confianza y creando un lazo que terminó por ser tan fuerte que sentimientos aún más profundos se desarrollaron entre ambos, esos que los llevaron a llevar su relación al siguiente nivel.

Otro suspiro salió de los labios del azabache, pasó sus manos por su cuello, masajeando la zona que empezaba a doler.

Jake lo entendía, entendía que no era fácil para Jay el tomar un simple baño pues estos despertaban en el recuerdos que no quería rememorar, por algo cada día intentaba de ser paciente con él, no obstante, no podía permitir el seguir viendo como se daba baños secos pues además de no ser buenos para el pelaje de la cola y orejas del híbrido, así nunca podría superar su trauma, y él más que nada deseaba que eso ocurriera ya que no soportaba ver cómo el susodicho temblaba de miedo cada que veía la foto de alguna playa o piscina, quería que tuviera una vida sin preocupaciones, esa que se merecía desde el principio.

-Sé que le tienes miedo al agua. -Dió a conocer al híbrido que seguía dándole la espalda y jugaba con su cola entre sus manos. -Pero sabes que nada malo te pasará si entras en ella, al menos ya no. -Aseguró en un tono de voz menos serio, adquiriendo esa dulzura habitual.

Jay volteó su rostro y lo miró de reojo, parecía muy asustado por lo que Jake estiró su mano para que fuera tomada.

-El agua, ni nadie te hará daño si yo estoy aquí. -Abrió su palma como invitación a ser tomada por el híbrido. -Confía en mí. Jakey no dejará que nadie le haga daño a su JayJay.

El felino debajo de la mesa miró dudoso aquella mano que le era tendida. Sabía que era cierto lo que le era dicho pero aún asi no podía evitar temer puesto que, después de unos 6 largos meses, al cerrar los ojos, o al oír el simple sonido del grifo, aún podía sentir como el agua entraba a sus pulmones de improvisto, como el oxígeno le era arrebatado, el como se ahogaba.

Desvió la mirada hacia el rostro de aquel huamano que no solo le había abierto la puerta de su hogar sino también el de su corazón, quien lo había estado cuidando, quien lo había hecho volver a sentirme seguro, quien le había demostrado que era el verdadero cariño y sobre todo el amor.

Lo intentaría solo por él.

Estiró su mano y tomó la contraria, hecho que hizo al azabache sonreír con amplitud, al salir de su escondite fue abrazado con cariño para después sus orejas ser sobadas suavemente.

-Bien hecho.

Su cabeza terminó en el pecho ajeno, un ronroneo salió de lo más profundo de su garganta ante las caricias.

-¿Vamos? -Preguntó el azabache mientras se alejaba y jalaba con cuidado su mano.

Asintió.

Ambos caminaron hacia el baño, lo primero que sus sentidos más desarrollados pudieron captar fueron las velas aromáticas cercanas a la bañera, tenían un olor dulce, a miel por lo que su cola se agitó gustosa ante el rico aroma. Jake sabía que ese era su olor preferido por lo que había buscando en varias tiendas las velas hasta conseguirlas, quizás le había costado un poco más de lo deseado pero el ver a su felino novio un poco más calmado le dió luz verde para saber que había valido la pena.

Jake lo pidió que se despojara de la ropa que llevaba puesta para así guiarlo hacia la tina, dónde tomó asiento mientras el humano abría el grifo de agua. Jay había saltado en su lugar a causa del pavor que lo inundó al momento de oír el líquido correr y rodearlo rápidamente, las memorias traumáticas volvieron a él y por poco sale de la bañera, pero al notar aquel cambió de actitud el azabache lo tomó de las manos y lo hizo mirarlo fijamente.

Esos irises verdosos inundados de temor chocaron contra los suyos.

-Tranquilo, inhala y exhala profundamente. -Pidió. Jay obedeció pero desvió la mirada al sentir el agua empapar su cola, ante esto Jake acunó su rostro. -Solo concéntrate en mí, ¿sí? Mantén tus ojos en mí y no le prestes atención al agua.

Jay se dejó instruir, y, aunque el agua le hacía difícil el concentrarse, intentó con todas sus fuerzas el concentrarse solamente aquella tierna sonrisa que le era dada, en esos ojos que le decían en silencio que ya no había nada que temer pues él estaba ahí, esa que le decía que todo estaría bien.

Jake retiró una de sus manos para buscar la esponja más cercana y así poder comenzar a ayudar al híbrido a lavarse, pasó por parsimonia y mucha delicadeza la esponja sobre la piel contraría, haciendo pausas cada que el rubio felino lo tomaba del borde de su camisa y lo miraba con ojos inseguros; los primeros 20 minutos pasaron así hasta que Jay se mostró un poco más calmado, de hecho, se había reído en algunas ocasiones por la espuma que era creada al los dedos contrarios hacer masaje en su cuero cabelludo.

El ritmo de los erráticos latidos del rubio felino descendieron hasta llegar a un ritmo normal, sus orejas dejaron de moverse inquietas y, aunque sentía su felina cola ser mojada, no hizo el intento de sacarla del agua, de hecho, el aroma dulce de las velas, y la música que salía de la radio a un lado de la tina volvían el momento tan relajante como cuando se dedicaba a diseñar en el pequeño taller que Jake había mandado a construir para él al notar cuanto le gustaba la moda, se permitió a si mismo, por primera vez en meses, relajarse en el agua.

Al momento de terminar se sentó encima del retrete mientras Jake se dedicó a secar con delicadeza su cabello, poniendo mayor atención para no lastimar aquellas traviesas orejas que se movían de un lado a otro a causa de la música en la radio.
Jay había estado tarareando las canciones que pasaban en la estación desde hacía un rato.

Al terminar con ello, Jake puso la toalla en la lavamanos y miró con una sonrisa al híbrido.

-Sé que soy guapo, pero me vas a desgastar con la mirada. -Bromeó el híbrido al notar como era observado. Pasó una mano sobre su flequillo, descubriendo su frente y dandole aquel toque encantador que podía ser comparado fácilmente con el de algún protagonista de un K-drama.

Jake rió ante ello. -No puedo evitarlo, después de todo, mi novio es súper guapo.

Aunque su intención era avergonzar al azabache, fue él quien terminó por sentir sus mejillas calentarse levemente por lo que desvió la mirada hacia el agua llena hasta el tope de espuma en la bañera.

-No fue tan malo. -Admitió cambiando de tema de conversación. Jake miró hacia la bañera y después hacia él. -Fue de cierta forma... relajante.

Tras decir aquello y voltear se encontró con las más grandes de las sonrisas, esa que hizo a su corazoncito acelerar su latidos. -Me alegra que así lo pienses.

Jay juró morir de ternura cuando esa sonrisa le fue dirigida. Se estiró hacia abajo para plantarle un pequeño beso en la nariz al humano, acción que provocó una pequeña risilla por parte de este ante tal lindo gesto.

Se levantó del retrete para así tomar la toalla que había sido usada para secar su cabello y orejas, colgandola para que se secara. Tomó la diestra del más bajo y la entrelazó con la suya mientras ambos salían del baño para pasar una tarde donde serían ellos dos acurrucados en el sofá viendo televisión.

A Jay no le gustaba el agua, le tenía pavor a aquello llamado "hora del baño" a causa de aquellos recuerdos traumáticos, sin embargo, si todas eran como las de hoy estaba seguro de vencer ese miedo para transformarla en su momento favorito del día.

Pues Jake tenía razón, si él estaba ahí ya no había nada que temer.

🐱🧼

Alojaaaa

De nuevo yo

Olvidé que los drables no eran los siguientes aghgshs

Ay, bueno, equis

Igual y este está chiquito

Fue el primero que escribí, de hecho 👀

Después de que lo hice me sentí realizada y mirenme ahora, muriendo pq estoy súper atrasada ª

F por Yanii 😔👌🏽

Bueno, el otro no sé si los pueda traer ya ya pq son las 4 casi 5 AM aquí aghgshs

Pero vamos a ver si puedo, si no, se los traigo cuando publique el 15 y 16

Ya dije que los quiero en el anterior oneshote but se los vuelvo a repetir pq me gusta decirlo

Se les quiere de aqui a.. a la luna? Aghgshs

Se me cuidan 🤗

Tome awita y duerman bien 🥤

Nos vemos después

Chauuu 😘

Att: Yanii 🐰

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