#1 Weakness (Eye contact)

Park JongSeong siempre ha sido el tipo de persona que parece tener un espíritu nato de valentía, no había ninguna situación capaz de hacerlo frenar y desistir por lo que era capaz de salir triunfal en cada situación adversa.

En pocas palabras, Park JongSeong no tenía ninguna debilidad.

O al menos aquello era lo que se creía puesto que, como todo ser humano, el rubio muchacho si que tenía una.

Sus mejillas se encontraban en ese momento al rojo vivo mientras sus manos cubrían sus orejas tintadas del mismo llamativo color, el mando que había estado siendo sosteniendo entre sus manos minutos antes ahora se encuentra tirado en el suelo a causa de su caída una vez y se vió tirado tras alzar las manos para cubrir sus cartílagos en llamas, a pesar de estar cubriendo el canal de su sistema auditivo aún es capaz de oír en un sonido ahogado como la distorsionada voz perteneciente al juego en la pantalla repite un "You Lost", aquella que se entre mezcla con los rizotadas del azabache muchacho frente a él rie a carcajadas sueltas por lo que sus acciones han provocado.

JongSeong lo observa con el ceño fruncido, una clara una expresión de disgusto se planta en su rostro.

—¡No es gracioso! —Le grita al azabache con evidentemente molestia mientras aprieta con sus palmas el cartílago de sus orejas en un intento por hacer que estas volvieran a su color natural. —¡Me hiciste perder la partida! —Sigue manifestando

El contrario, a pesar de su obvio tono irritado sigue soltando carcajadas al aire, parando solamente cuando un calambre estomacal por tanto reír lo hace soltar un quejido.

—Creo que rompí mi caja de risa. —Expresa con una mueca graciosa y dolorosa para después tomar varias respiraciones profundas que no hacen más que ser cortadas a causa de sus pequeñas rizotadas.

A pesar del dolor se inclina hacia delante y apoya sus manos en sus rodillas, mira directamente y con suma diversión a aquellos grandes orbes que le devuelven la mirada con clara molestia.

—Sé que no estás molesto por eso. —Sonrió con autosuficiencia.

JongSeong aún sabiendo que tenía razón procedió a negar lo afirmado.

—¡Claro que lo estoy! —Se defendió el mayor mientras volvía a recoger el control del suelo, su pie empujó hacia un lado al azabache quien se dejó hacer sin borrar aquella sonrisa de antes.

Jay con cejas fruncidas y labios en forma de pico volvió su vista a la pantalla, iniciando otra partida y decidiendo así ignorar a aquel que seguía con su mirada fija en él, aquel que se volvió a acercar para taparle la vista lo que lo hizo estirar el cuello para poder verlo al rostro.

—No, no lo estas. —Volvió a afirmar el azabache.

A pesar de las palabras del rubio Jake sabía que este en realidad no estaba molesto por haber perdido la partida sino que lo estaba por la acción que lo había llevado a ello, aquella que había hecho minutos antes por capricho al querer molestar a su novio, aquella que repetiría justo en aquel momento.

—Estas molesto es por esto.

Junto a aquellas palabras se inclinó más hacia delante, subió y estiró los brazos tal y como hace unos minutos atrás parando cuando ambas manos estuvieron a la misma altura que el rostro ajeno, sus dedos se curvaron a la par para así imitar la forma de una posillo, uno que fue utilizado para acunar las mejillas contrarias, mas la acción no murió ahí, de hecho, hizo al rubio inclinarse un poco hacia delante cuando sus manos atrajeron su cabeza hacia él, se inclinó más hacia abajo para que sus ojos y los del rubio se encontraran con más facilidad, mismos que, tras la acción comenzaron a temblar con ligereza.

Sus acciones habían sido tan rápidas que no le dió tiempo a reaccionar a JongSeong, haciéndolo tardíamente cuando sus orbes se encontraron de lleno con aquel para de avellanados luceros. Inhaló mas no exhaló pues su respiración se quedó atascada en garganta, su pulso se elevó y con ello su ritmo cardíaco, no tuvo que pasar ni un minuto para que nuevamente sus pómulos y el cartílago de sus orejas tomaran aquel color rojizo que evidenciaba cuál era su única debilidad.

—¿No es verdad, Tomatito? —Aquello fue dicho con una tierna sonrisa que ocultaba un aura maligna en su interior.

Sí, lo que Park JongSeong tenía como debilidad era aquello que jamás había logrado superar que era su evidente vergüenza al hacer el más mínimo contacto visual.

Debilidad que encontraba molesta, sin embargo, parecía ser entretenida para su novio quien siempre aprovechaba hasta la más mínima oportunidad para sorprenderlo y hacerlo sonrojar, ganándose insultos y demás palabras grotescas del rubio quien ocultaba su vergüenza a través de una actitud a la defensiva.

JongSeong al sentir como su rostro volvía a adquirir temperatura estiró los brazos y le pellizcó las mejillas al azabache, hecho que llevó a una lucha por ver quién soltaba a quien primero.

—Yah~ eso duele, suéltame. —Se quejó el azabache al sentir como los dedos ajenos jalaban de sus mejillas.

—Tú primero. —Impuso mientras movía la cabeza para liberarse, mas Jake negó, aferrándose a sus pómulos con una mueca de dolor. —Entonces sufre.

Apretó con una fuerza mayor las mejillas del chico, obviamente, no lo hizo con una fuerza bruta pues que, a pesar de sacarlo de quicio su intención jamás sería el lastimarlo, solo quería que lo soltara pues sentía como su rostro comenzaba a adquirir la misma tonalidad de sus pómulos y orejas.

Jake no lo quería soltar pero el agarre hacia que doliera sus pómulos por lo que lo soltó, siendo así liberado, tomó asiento en el sofá mientras se sobaba la zona hormigueante. Por su parte, JongSeong desvió la mirada, abanicándose el rostro con la diestra pues sentía que la sala estaba a más de 50° centígrados.

Jake puchereo mientras volvía a hablar. —Eso dolió.

El rubio sin dejar de observar el piso contestó. —Debes de atenerte a las consecuencias. —Sus brazos fueron cruzados sobre su pecho, haciéndole saber cuan disgustado se encontraba en aquel momento.

Usualmente no se enojaba por aquello puesto que el azabache solía hacerlo pocas veces, una o dos veces cada cierto tiempo sus mejillas y pómulos explotaban en carmín, sin embargo, en los últimos meses las veces que ocurría había aumentado hasta llegar a ser diario, donde sea y cuando sea Jake parecía dispuesto a disparar la sangre de su cuerpo hacia su rostro.

No fuera tan malo para alguien llevadero, sin embargo, para alguien con un orgullo inmenso como él, el verse avergonzado todo el tiempo era algo que, evidentemente, no era de su agrado.

—Sabes que lo hago porque te ves lindo cuando estas todo rojito. —Se excusó el azabache.

JongSeong rodó los ojos. Volvió a tomar el control que había sido abandonado, comenzado a jugar nuevamente. A su lado se oyó un lindo ruidito que sonó como un quejido infantil uno que ignoró por completo pues quería darle una lección a quien parecía divertirse por su enemistad con el contacto visual.

—No te enojes, Jay~ —Llamó por su nombre no coreano, sabiendo que cada que era llamado así vacilaba en su molestia, sin embargo, esta vez no cayó como todas las demás veces por lo que, con mucho esfuerzo, mantuvo su expresión indiferente—. No me ignores, sabes que no me gusta cuando lo haces. —Puchereo Jake.

Sabía que así era, tal y como a él no le gustaba el intercambio de miradas a el azabache no le gustaba que fuera ignorado. Era siempre como un cachorro en busca de atención.

Uno que quería que tendría una probada de su propio chocolate.

Por su parte, Jake, al verse ignorado se colgó de su brazo, apoyando su cabeza en su hombro para así llamar su atención.

—No estes molesto~ —Volvió a pedir mientras refregaba su cabeza contra su hombro al igual que un cachorrito arrepentido por su travesura. —. No lo volveré a hacer si te molesta tanto.

Palabra alguna salió de sus labios, su mirada siguió fija en el personaje de Crash, mas, internamente celebró al escucharlo decir aquello.

¡Ya no sería molestado nunca más!

Aún no había vencido su debilidad, hecho que aún le molestaba, pero al menos por un tiempo no tendría que lidiar con ella. Tendría ese descanso de mejillas rojas por el cual había estado rogando.

Con una sonrisa triunfante abrió la boca listo para aceptar ese trato, mas la volvió a cerrar cuando escuchó la voz desanimada de su novio.

—Aunque es una lastima que eso pase. —Un suspiro dramático salió de los labios del menor mientras paraba de restregar su cabeza contra su hombro y en su lugar la apoyaba sobre él. JongSeong pudo sentir como era mirado con ojos tristes. -Sabes cuanto me gusta ese contraste que hacen tus mejillas con tu apariencia toda ruda. —Otro suspiro más se escapó de sus labios. —Debere de buscar otro punto de encanto, ¿Será que lo lograré?

Pareció algo dicho para si mismo, pero al serlo expresado en voz alta fue escuchado con suma claridad por el rubio quien movió los controles del mando, imitando la acción de jugar sin en verdad hacerlo pues solo se dedicaba a mover al personaje de un lado a otro en la villa.

Aclaró su garganta aún manteniendo una actitud desinteresada antes de hablar. —Tengo muchos encantos.

Jake lo observó fijamente por un momento, JongSeong se dió cuenta de ello, mas no le devolvió la mirada, al menos no del todo pues estaba atento de reojo a cada acción contraria.

Su perfíl fue analizado por algunos escasos minutos antes de que los orbes del azabache volviera a viajar hacia el televisor.

—Supongo que sí. —Terminó por decir Jake sin muchas ganas, hecho que provocó un poco molestia en el mayor quien no pudo evitar fruncir el ceño.

—¿Supones? Ja. —Comentó y rió sin mucha gracia JongSeong.

¡Claro que tenía muchos encantos!

Estaba el hecho de que tenía facciones perfectamente equilibradas que hacían a más de una, y uno cabe resaltar, suspirar cada que hacia su camino por las calles de Seúl, esas mismas que a combinación con su estilo chic y oscuro de vestir le daban aquel aire de Bad boy del cual estaba orgulloso, sin contar que era uno de los alumnos con mejor calificaciones en la universidad. Así mismo poseía habilidades culinarias capaces de hacer llorar, en una buena forma, a cualquier crítico de comida.

¿Podía su egocéntricidad ser otro encanto? No estaba seguro pero de lo que si estaba era que sabía que estaba lleno de encantos que superaban a aquel que ni si quiera consideraba como uno, mas no parecía ser el caso para el azabache quien en verdad parecía muy nostálgico al tener que enfocarse en otro que no sea ese.

El menor se alejó del rubio y se arrecosto en uno de los apoya brazos, tomó en su camino una almohada que abrazó una vez y se encontró lejos.

—Tienes muchos encantos —Admitió para el gusto del mayor quien sonrió con triunfo ante aquello, sin embargo, para su comodidad no terminó ahí su frase.—, pero ninguna es tan especial como ese, después de todo, fue por él que lo nuestro comenzó, ¿No?

Poco creíble pero cierto. Su relación había iniciado por un accidental intercambio de miradas, en medio del pasillo escolar.

Aquel choque de miradas había provocado el inminente sonrojo del rubio que en aquel entonces era conocido por ser alguien con aura y apariencia intimidante, hecho que había despertado, de cierta forma, el interés del australiano a causa de aquel inimaginable pero fascinate contraste que jamás imaginó podría presenciar.

El intercambio de miradas solo había durado unos pocos segundos pues JongSeong, al notar como su rostro enrojecía, había apresurado sus pasos, sin embargo, solo eso bastó para que en aquel entonces pelinegro muchacho, se dedicara a hacer que aquel color carmín tintara las mejillas y orejas del rubio cada que la ocasión se presentara.

Por obvias razones Jake se había ganado miles de insultos y rechazos, o una combinación de ambos, por parte del rubio, sin embargo, después de 6 meses JongSeong se encontró a si mismo acostumbradose a la presencia del menor, cayendo, a final de año, en las redes del amor junto a aquel cuyo único objetivo de vida parecía ser el de hacerlo sonrojar, dándo pie, en una tarde de invierno, tras un beso robado y pómulos rojos, a aquella relación que ya llevaba casi 3 años.

3 años de interminables contactos visuales y pómulos carmín.

—Sera realmente difícil a esta altura encontrar algo más. —Hizó una pausa al abrazarse más hacia la almohada entre sus brazos, para este punto el juego ya se encontraba abandonado puesto que JongSeong solo sostenía el mando mientras oía los lamentos ajenos. —Supongo que esto es lo que pasa con las parejas después de un tiempo, creo que a esto se refería Hoon cuando me dijó algo sobre estinguirse la llama del amor o algo por el estilo cuando terminó con....

Su queja no pudo ser finalizada al momento de JongSeong soltar el mando.

El rubio dió un salto que lo hizo acercarse al azabache, tomó la almohada en los brazos ajenos y la tiró lejos, estirándose nuevamente para tomar esta vez al chico del rostro, haciéndolo voltear para que lo viera de frente.

Aunque sintió sus mejillas empezar a arder y su corazón tamborilear en su caja torácica no apartó la mirada de los orbes ajenos, esos que lo veían sorprendidos por la acción llevada a cabo por voluntad propia.

¿Que acaba de decir? ¿Estinguirse la llama del amor? ¿Romper? Hizo presión en las mejillas contrarias para demostrar su disgusto interno. ¡Eso jamás! Prefería mil veces convertirse en un tomate con brazos y piernas que romper con el azabache, no dejaría que eso pasara, jamás.

—¿Shay? (Jay) —Preguntó, o bueno, hizo el intento de preguntar puesto que sus mejillas apretujadas no lo dejaban hablar con claridad.

—Para ahí mismo tu tren. No hay necesidad de llegar a ese extremo, ¿ves? Puedes seguir con ello.

Jake logró apartar las manos de sus mejillas, sus manos fueron tomadas por el rubio de inmediato, siendo entrelazadas.

—Pero dijiste que te molesta.

—¿Molestarme? ¡En lo absoluto! —Rió el mayor casi histéricamente. Tosió y volvió a sonreír forzadamente—. No me molesta para nada. —Aseguró—, así que no tienes que buscar otro punto de encanto.

—¿Estás seguro?

Aunque era un claro no, JongSeong afirmó. —Completamente.

Ambos intercambiaron miradas, Jake no se veía muy convencido, mas, a los pocos segundos volvió a sonreír, tomando del rostro al rubio para plantarle un pequeño beso en los labios, seguidamente se abrazó a él.

—Que felicidad. Se restregó en el homoplato del JongSeong, alzó la vista para poder verlo directamente a los ojos, los pómulos y orejas del rubio no tardaron en obtener color. —No voy a tener que renunciar a mi tomatito. —Sonrió más que felíz para volver a bajar la mirada y acurrucarse en pecho del mayor.

JongSeong suspiró derrotado mientras pasaba sus brazos sobre el azabache para así corresponder aquel abrazo que le era dado.

Se arrepentiría de ello, sabía que lo haría, sin embargo, no podía permitir que debido a ello su relación llegara a su fin, si aquel defecto suyo era algo que el azabache encontraba lindo y fascinante tendría que acostumbrarse a ello puesto que, más que su propia tranquilidad, ver al azabache felíz era más importante, incluso si eso significaba vivir una vida entera de pómulos carmines y orejas al rojo vivo.

JongSeong a simple vista parecía no tener debilidades, sin embargo, si que las tenía, y, para su desgracia, su más grande debilidad no era aquella que provocaba el manifieste del carmín en su rostro, sino que lo era aquel chico que, con una sonrisa triunfal a causa de su victoriosa jugarreta, se abrazaba a él.

Su más grande debilidad era Sim Jake.

😳🔥

Declaro el inicio del flufftober 🎉

Bueno, este primero no me convenció mucho pero no tenía tiempo para escribir otro más tonces ª

Igual y salió rosa pero no sé, sentí que pude haber usado mejor el tema but yolo

Estoy full con exámenes y la uni pero espero y cumplirles al menos con la mitad 😔👌🏽

Espero y al menos le haya parecido lindo y perdón alguna falta ortografica, la corrijo después 😞

Nota cortita pq nos vamos a ver mañana ¿no? Aghgshs

Se les re quiere 🥺 y nos vemos en otro oneshote 👀

Att: Yanii 🐰

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