Capitulo 5: Mata a los criminales más buscados
Y así fue como hace ocho meses comencé mi segunda vida como el vigilante de la noche. Empecé encontrando nuevamente a aquellos dos delincuentes que golpearon hasta la muerte a una indefensa niña. Y los castigué como se merecían... con la muerte.
Dejé los cadáveres de esas dos basuras junto a las pruebas que la policía había ignorado, argumentando que "no eran incriminatorias" según el expediente.
Después, comencé a sembrar el terror entre las bandas criminales de las calles de la capital. Todos empezaron a llamarme "Capucha Carmesí". Ningún criminal escapaba de mi vista... o eso pensé hasta aquella noche fría. Estaba vigilando un edificio siguiendo algunas pistas de unos sujetos. En ese lugar se vendían drogas y se prostituían mujeres y niños.
-Aaaaa... ¡achús! Creo que terminaré con esto y me iré a casa... Diablos, qué lugar tan desagradable. Es propio de escorias como ellos...-murmuré mientras me preparaba para entrar y acabar con los responsables sin piedad. Basuras como ellos no merecen ningún tipo de perdón.
Pero de repente, se escucharon gritos y disparos. Me sorprendió, pues eran muy buenos ocultándose. ¿Cómo es que derepente estaban causando tanto alboroto? Me quedé observando y luego salieron por el techo tres personas. Dos mujeres y un hombre. Una de las chicas era pequeña, vestida elegantemente de color rosa. La otra era una mujer adulta, de apariencia llamativa y... espera, ¿tiene orejas de felino en su larga cabellera amarilla? Y por último, reconocí al hombre... lo había visto en tantos carteles de "Se busca". Era aquel asesino de Night Raid, ese grupo de asesinos muy buscado en la capital. Y Adrik pertenecia a ellos. Por deducción, supuse que las dos chicas también eran miembros de Night Raid.
No podía dejarlos ir, a pesar de que habían acabado con esa banda de criminales. Ellos también eran criminales. Además, desconocía sus motivos. Tal vez simplemente habían eliminado a esos criminales por alguna deuda, y no para ayudar a las personas.
Comencé a seguirlos desde lejos, hasta que frenaron en medio de un parque que estaba absolutamente vació. No había ni siquiera una sola persona, ya que hacia muchísimo frio y lo mas probable que todos estén al resguardo del frio como pudiesen. Pero ellos seguían ahí, quietos...yo no pensaba salir de mi escondite hasta tener un plan. Pero para sorpresa mia, la chica rubia con orejas de felino se dio la vuelta junto a la chica rosada en mi dirección, abrí los ojos como plato, ¡me descubrieron!.
Aquella chica peli rosada desenfundo una especie de fusil y disparo en mi dirección, salí de aquel escondite y me pose sobre una farola del parque enfrente de ellos, separados por aproximadamente unos diez metros de distancia, para verles la cara. La primera en hablar fue la chica rubia con orejas de felino.
-Oigan, ¿el no es el famoso héroe vengador de la capital?-
-Capucha roja no recuerdo que...- Dijo la chica peli rosada en un tono soberbio.
-Oh...¿debería sentirme halagado que un grupo de asesinos tan famosos aquí en la capital sepa de mi existencia? Y por cierto, es "Capucha carmesí", o bueno así me llaman.-
El hombre llamado Adrik tomo la iniciativa. -Como sea, como les vistes los rostros a ellas dos. Tendremos que matarte.-
Siguió la chica rubia con orejas de felino. -Vaya...que mal, tu fama como héroe termina aquí, amigo.-
-Oh...que curioso, yo estaba por decir lo mismo.-
-Jum, tal vez no sepas contar, pero somos mas que tu.- Orgullosamente hablo aquella chica pequeña vestida de rosa.
Estiro mi mano hasta uno de los bolsillos de mi ropa y lanzo un par de kunais a las farolas, rompiendo sus focos. Quedando el parque a nuestro alrededor completamente oscuro. Mi entorno...
-Maldición, no puedo ver nada.- comento enojada la chica peli rosada.
-¡A tu espalda, Mine!- Grito la otra chica rubia.
Estaba a centímetros de cortar su cuello, lo que seria una muerte lenta y dolorosa. Pero se interpuso la espada del joven adulto, Adrik. Chocando ambos filos de la espada y cuchillo, haciendo aquel ruido desagradable de metal chocando. En cuanto bloqueo mi ataque retrocedí.
-¿Cómo es posible que no lo haya reconocido el olor de el estando tan cerca?- Estaba muy confundida aquella chica rubia.
-Oh, así que funciono mi estrategia. Me imaginaba que tenias una especie de habilidad en la localización, gracias a que me Encontrastes bastante rápido.-
Sonreía internamente tras ver que gracias a una charla que tuve con mi hermano mayor, Mizu, hace un par de meses que se había encontrado con un miembro de un pueblo que se dedicaba a utilizar flores para diversas cosas, especialmente una planta tan peculiar, que tenia un aroma único, es tan embriagador aquel aroma que sirve especialmente para cazar bestias, ya que oculta el aroma corporal de una persona a los animales o incluso un par de las bestias peligrosas debiles que no cuenten con un excelente olfato.
-Eres bueno chico. Pero nosotros somos mas.- Desclavo la espada y la empuña con ambas manos el joven Adrik.
-Oh, ¿pero de que sirve ser mas si no pueden verme hasta que este enfrente de ustedes? Y cuando me hallan visto, ya estarán muertos.-
El joven adulto, Adrik, sonrió y clavo su espada en el suelo. -¿Quién dijo que no podremos verte?-
-¿Eh?-
Tras clavar la espada en el suelo y hacer un ruido desagradable a metal. El hombre volteo su mirada a las dos chicas.
-Déjenme esto a mi. Retrocedan.-
El hombre clavó su espada en el suelo, emitiendo un chirrido metálico. Las dos chicas intercambiaron una mirada y asintieron antes de apartarse a un lado.
Mientras tanto, el joven Adrik comenzó a recitar palabras con una voz firme y determinada:
-Yo soy el filo de mi espada.
El hierro es mi cuerpo, y el fuego es mi sangre.
Sobreviví incontables batallas.
No conocí la derrota.
Y jamás me alze con la victoria.
Espada conocida como "La soberana ave legendaria convertida en arma, que otorga el poder de convertirse en el rey de los caballeros y unificar a los pueblos." Renace nuevamente y préstame tu poder, ¡Okinahame!-
Un ave gigantesca emerge a espaldas de aquel sujeto, creando una llama poderosa de color rojo y oscuro que alumbra el lugar.
Y aquel joven llamado Adrik es envuelto por el manto del fénix, otorgándole una intimidable armadura oscura.
Las chicas estaban expectantes ante la aparición de aquella ave legendaria y como aquel caballero fue capaz de dominar a la bestia.
-Okinahame...la teigu del mito...- Estaba completamente sorprendido, después de mucho tiempo no sabia que hacer...esto sta completamente mal, Night raid cuenta con las armas legendarias del imperio, las teigus.
El joven desclavo la espada, y se prepara para luchar. Un terror increíble se apodero de mi cuerpo, pelear contra una teigu es muerte segura...debo huir de aquí, no puedo quedarme y esperar la muerte. Pero si miedo aunque sea un solo dedo el se lanzara contra mi...
-¡Todos quietos ahí! Somos la policía de la capital. Todos están detenidos, por deterioro de la vía publica.-
El joven caballero aun sostenía su espada sin dudar...parece que no tenia intensión de rendirse. En cuanto a mi, ¡Justo lo q necesitaba! No podría estar mas contento por la aparición de mis compañeros durante el día. Decidí levantar mis brazos...los policías estaban apuntándonos ambos.
-Les recomiendo no respirar.- Hable tranquilamente y abrí mi puño, dejando caer una pequeña esfera atada con hilos. Apenas toco el suelo esta exploto dejando una espesa cortina de humo y a los soldados tosiendo tratando salir de ella. No se que hará aquel sujeto llamado Adrik, pero yo no pienso quedarme aquí. Comencé a correr por la niebla y me metí en el sistema de alcantarillado...no era la mejor opción, pero es prefiero oler mal a ser arrestado. Y la verdad...desde hace un tiempo hay muchas condenas a muerte, incluso publicas...una pequeña cantidad de personas gritan sus ultimas que son inocentes y otra gran mayoría son eran delincuentes que había entregado yo a la policía, ya que no los consideraba personas que debían morir como ladrones de bolsos, o estafadores...pero aun así los juzgaban y los condenaban a muerte de todos modos...Así que lo mas probable que "Capucha Carmesí", ósea yo, debido a sus múltiples delitos también sea condenado a muerte.
Tras arrastrarme por las duras y olorosas aguas del alcantarillado, logre salir.
Comencé a toser debido al gran olor. -Por dios. ¡Que olor mierda!-
-Oye, ¿Quién anda por ahí?-
Escuche la voz de una chica, rápidamente escucho unos rápidos pasos y en menos de un minuto estaba enfrente mío aquella chica y se lanza sin dudar contra mi. Era alguien joven, con pelo largo naranja y llevaba un atuendo de la policía de la capital. Intento evadir sus constantes golpes pero eran demasiado rápidos y agiles. Podría decir q es una excelente peleadora, me estaba comenzando a ganar terreno y acorralándome contra la pared, sus golpes eran continuos y certeros. Comenzaba a sentir los impactos en mi cuerpo. Pero no tengo intensión de lastimar a alguien q no se lo merezca, así q aprovechando el lugar. Agarre una bolsa de basura q estaba en el lugar y se la arroje con la intensión de separarla de mi. El "no se esperaba ese movimiento y retrocedió, por alguna razón su rostro cambio de seria...¿a sorprendida?
-Espera, eres Capucha carmesí...soy una admiradora tuya.-
Me mantengo callado pero sorprendido, alguien como yo, un asesino, ¿podría tener algún admirador?
-Realmente admiro como proteges la ley cumpliendo justicia y matando a asesinos, carteles de mafias. Eres asombroso.-
Un momento de silencio apareció de la nada, ya que la que hace un momento era una excelente peleadora, se convirtió en una fan escandalosa y esa misma fan se quedo callada de repente.
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-Ah, ¡perdón! ¡No sabia que eras tu! ¡Te golpee sin pensarlo!-
-Yo no protejo la ley, protejo a las personas honestas que no pueden protegerse por ellos mismos. Proteger la ley, la justicia, ser un héroe y un vigilante no es exactamente lo mismo. Y yo soy eso mismo, soy un vigilante. Un criminal, pero dispuesto a hacer todo lo necesario para resguardar la paz para las personas.-
La chica se quedo callada escuchando atentamente.
-Y como tal, no puedo dejarme atrapar.-
Comencé a subir por la escalera anti incendios del edificio, para huir del lugar. La chica ni siquiera se movió, ni un dedo...simplemente miro al cielo y asintió con la cabeza.
Entre por la azotea de mi pequeña casa, sin siquiera preocuparme q alguien me espere...ya que Mizu. Generalmente se encuentra fuera de la capital por varios meses. Ya me acostumbre a la casa sola, así que me tire directamente en la cama sin siquiera darme una ducha. Esta vida secreta me tiene destruida las horas de sueño...me quede dormido sin siquiera darme cuenta, las horas pasaban y cuando desperté me golpee con la realidad. Estaba llegando tarde al trabajo de nuevo, hoy me toca entrenamiento con el capitán de guardia...así que lo mas probable es que me mate en mi primer día entrenando con el. Me quito la gabardina y la capucha, las vendas, el cinturón que guardaba cuchillos y una pistola. Y salgo de la habitación poniéndome el uniforme de la policía.
No tardo en llegar al dojo donde hoy iba a seguir mi entrenamiento con el capitán de la guardia. Ya dentro del lugar, se encontraba un hombre gigante cruzado de brazos mirando hacia la pared en el centro de la gran habitación.
Agache la cabeza apenado. -Lo siento por llegar tarde.-
-Shhh... contesta mis preguntas.-
Levanto la ceja algo confundido...El hombre levanta su mano.
-Somos personal de la policía de la capital y actualmente estamos en guerra con el ejercito de indulgentes, por lo tanto, ¿Qué pensarías si muriera un compañero?-
Estaba confundido, ¿que eran esas preguntas? Pero no quería darme el lujo de preguntar después llegar tarde...
-Primero antes que eso, lucharía para que las personas no mueran...pero si llegase pasar, inevitablemente las personas mueren. Pero aun así intentaría salvarla.-
-¿Tendrías intenciones de vengarte?-
...
Esa pregunta me hiso estar un par de segundos callados...no pude evitar recordar aquel hombre enmascarado incinerando todo mi pueblo como si nada. Esa mirada...tan fría...y su alrededor ardiendo.
-Vengaría a mis compañeros caídos, pero no haría nada estupido ni suicida. Iría con un plan en manos.-
-Suponiendo en el caso que tengas que luchar contra una cara amiga en el bando contrario, ósea el ejercito de indulgentes. ¿Tu de que lados estas? Del lado de la capital o de los indulgentes.-
-Protegería a las personas honestas y lucharía por traer la paz.-
-Debo decir que tus respuestas son interesantes, te sacaste un cien. Es muy raro que hayan reclutas como tu, es estupendo. Me encanta.-
Estaba muy confundido...que significan estas preguntas, se supone que el anterior sensei me recomendó con el ya que era uno de los mejores maestros, además de ser el capitán de la guardia, o también conocido como "el demonio capitán de la policía imperial", Ogree.
-Muy bien, comenzaremos de inmediato tu entrenamiento.-
Aun mas confundido estaba. -"Comenzaremos"?-
Rápidamente escucho unos pasos ligeros a mis espaldas. Me volteo y recibo un rápido golpe de una joven peli larga naranja...¿Qué demonios? Es la misma joven policía que me encontré anoche después del enfrentamiento contra esos miembros de Night raid.
La mujer empuña un Bokken, una espada de madera utilizada en la práctica del kenjutsu. Ella demostraba una gran determinación mientras se posiciona al frente a frente en el tatami.
La chica muestra una gran destreza al blandir su Bokken, demostrando su agilidad y precisión en cada movimiento.
El combate comienza con un intercambio rápido de golpes. El hombre demuestra una agilidad y velocidad bastante buena, lanzando golpes y patadas precisas. La mujer, con su Bokken en mano, bloquea los ataques con maestría y contraataca con movimientos fluidos, siendo la mayoría exitosos.
Ella aprovecha la longitud y peso de su arma para mantenerme a raya, intentando mantener en guardia y buscar una oportunidad para contraatacar.
Consciente de la ventaja de alcance de mi oponente, me muevo ágilmente, esquivando los golpes del Bokken y buscando una apertura en su defensa. Utilizo mi experiencia y conocimiento de todo mi entrenamiento en técnicas de karate para anticipar a los movimientos de la chica.
A medida que la pelea progresa, ambos luchadores muestran signos de fatiga, pero ninguno cede terreno. Cada uno se esfuerza por superar al otro, empujando sus límites físicos y mentales. Finalmente, el hombre encuentra una oportunidad, una abertura de la defensa de la chica. Con un rápido movimiento, desvía el Bokken de la mujer y lanza un potente golpe que la desequilibra. La chica cae al suelo, consciente de que ha sido superada en esta ocasión.
-Ha sido suficiente-
El joven se detiene y le extiende la mano a la chica, ella duda un momento pero finalmente la toma. Ambos se inclinan en muestran de respeto y admiración mutua. Reconocen el esfuerzo y la habilidad del otro.
-Muy bien, esto me dio una buena idea de como empezar un entrenamiento equitativo para ambos.- Sonriendo sinceramente apoyo su manos en los hombros de la chica y yo. -Por hoy, pueden tomarse el día. El siguiente día de entrenamiento será cada dos días a la misma hora.-
Ambos nos vimos confundidos pero decidimos aceptar...
Tras un rato, luego de cambiarme, salía del dojo dispuesto a ir a cumplir mis horas de patrulla.
-Oye.-
Me voltee rápidamente, era aquella chica peli naranjada. Estaba apoyada contra la pared...
-Tu nombre es Tn, verdad?-
-Así es, un gusto.-
-Mi nombre es Seryu. Lo mismo digo.- Ella estiro su mano confiada. No dude y decidí aceptar el gesto.
-Por cierto, se que sonara algo raro, pero...me gustaría entrenar diariamente contigo. Porque te considero mas fuerte que yo.-
Tn miraba con una gota sobre la cabeza a la chica...
Y así fue como Seryu y yo comenzamos a tener una relación de Senpai y Kouhai, ambos aprendimos del otro, aunque ella siempre decía que aprendía mas de mi que yo de ella, y nos convertimos en buenos amigos. Y en cierta medida, Seryu tapaba la soledad que comenzaba a tener en la capital al casi no estar Mizu en casa.
Mientras seguíamos asistiendo a las clases del capitán Ogro.
/Presente/
-¡Senpai!-
El joven levanto la mirada mientras se tapaba una parte de su visión gracias al rayo del sol...se sorprendió al ver a aquella persona. Una chica joven con pelo y ojos de color naranjas, ella tenía una larga cola de caballo que casi llegaba al suelo y vestía la armadura típica de la Guardia de la Capital.
-Seryū...jeje lo siento, me he quedado dormido.-
Con una gota sobre su cabeza. -Es tan típico de ti...me pregunto que te abras quedado haciendo.-
Tn al escuchar esa tipo de pregunta no pudo evitar ponerse nervioso...un recuerdo de anoche pasa por su cabeza. Uno donde el estaba corriendo por el techo de una casa, persiguiendo a un ladrón y tras atraparlo entregarlo a la policía.
-Eh, bueno...solamente me quede leyendo un libro filosofía.-
La joven miraba a su compañero, nunca dudaba de su palabra. Aunque en esta ocasión se veía algo nervioso, ya que no era capaz de mirarla.
-Por cierto Seryū, ¿tu que haces aquí? ¿No deberías estar en el entrenamiento de hoy-
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-Eh, bueno...-Desviando la mirada, algo apenada.- Yo...también me quede dormida.- La chica sonríe avergonzada.
Seryū es mi compañera de guardia, entrenamiento y también una buena amiga. Nos conocimos durante mi primer día de entrenamiento con el capitán de la guardia y nuestro maestro. Luego nos asignaron juntos para patrullar en la cuidad, ya que según el capitán, eso seria bastante favorecedor para conocernos y tener un mejor entrenamiento juntos. Desde entonces nos hicimos buenos amigos, y hoy tenia un entrenamiento especial con ella y el capitán...pero parece que a ambos nos mataran.
-¿En serio también te quedasteis dormida? ¿Estuviste de nuevo buscando a criminales toda la noche?- Para nada sorprendido.
-Bueno...jeje...-
El joven se acerca al rostro de la chica y pone su mano en su frente.
-¿E~eh?- El rostro de Seryū tomo un color rojizo.
-Deberías cuidarte mejor, descansar tus ocho horas y luego buscar el mal, como tanto dices. Sino me obligaras a cuidarte como aquella vez que saliste bajo la lluvia y estuviste dos días en cama.-
-¡Ca~callate, idiota! ¡Ya deja de cuidarme como si fuera una niña pequeña!- Ruborizada retrocede.
-Dilo y créetelo, eres demasiado infantil Seryū.-
De repente, en el hombro de la chica salió una especie de "perrito" pequeño de piel blanca, orejas y ojos negros de aspecto caricaturesco y aparentemente inofensivo. -¡Kiu!- Tn se quedo mirándolo confundido...
-¿Eh?- Confundido. -¿Eso no es...la teigu, Hekatonkheires?-
-Oh si, el es la razón por lo que Salí ayer a buscar el mal.- Lo tomo en brazos.- Te lo presento, el es Koro. Koro saluda a Tn.-
El joven estaba escuchando con una gota de sudor e incrédulo. -¿Koro?-
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Hace varias semanas durante mi entrenamiento con Seryū, me habían llamado para un "examen", estaban buscando un usuario para una teigu sin dueño, ella era...Transformación Mágica de la Bestia: Hekatonkheires.
Durante el examen físico me di cuenta que no era el primero en ser evaluado..."Te seré sincero chico, si no le agradas y sos creyente en alguna religión católica o en esa extraña religión del camino de la paz...te recomendaría rezarle a dios. En serio, ¿estas seguro de seguir?" Fue lo que me dijo uno de esos científicos, decidí asentirle...creo que fue algo amable al informarme que podía morir. Pero aun así, no me eché para atrás, no llegue hasta aquí retrocediendo. Debo persistir y confiar que seré elegido...aunque probablemente muera a manos de otra persona cuando se entere, Mizu. Pero de todos modos, no tengo planeado morir hoy.
Por otra parte, los científicos me comentaron que Hekatonkheires, es una teigu orgánica. Estas demuestran ser perfectamente capaces de regenerar cualquier parte de su cuerpo en el caso que sean amputadas, siempre y cuando su núcleo se mantenga intacto; de todas formas, esto no las convierte en armas indestructibles, pues si se logra destruir su núcleo la Teigu dejara de funcionar, y si su usuario es asesinado, la Teigu se verá obligada a detenerse. Simplemente es fabulosa...no deje de ver a la teigu, en todo el examen físico, con asombro y con la ansiedad de ser escogido como su usuario.
De repente, hizo un pequeño movimiento, luego otro...y comenzó a acercarse lentamente hacia mi, los científicos estaban del otro lado de una habitación mirando atreves de un cristal esperando...no se si era lo mejor o peor debido a sus rostros tan serios... Hekatonkheires, poco a poco se fue acercando dejando de lado su apariencia tierna y adorable de un pequeño cachorro...pasando a una agresiva y cuando estaba a unos cuantos centímetros de mi...al verla tan cerca no pude evitar tener miedo. Pero el miedo fue lo que me paralizo hace un año atrás cuando murieron todos en el pueblo...la muerte del señor Kirei, de aquella niña y su madre...todos porque tuve miedo. Simplemente no puedo tener miedo, si quiero ser fuerte tengo que arriesgar todo para serlo. Mi rostro cambio de una temeroso a decidido.
Una vez casi frente a frente se quedo estática la teigu y cayo al suelo. Los científicos se acercaron y agarraron en brazos al cachorro adorable. Ellos dijeron..."Habías sido elegido...pero que raro, en el ultimo momento cuando estaba por hacerse el vinculo entre usuario y teigu...te rechazo. Es algo bastante curioso...". Así es...¡Fui rechazado por un arma! Diciéndolo así, ¡suena algo bastante gracioso! Ya entiendo porque Mizu lloraba a carcajadas luego de reclamarme explicaciones por querer ser un conejillo de indias para conseguir una estúpida arma...pero mirando el lado bueno, aun sigo vivo.
-Así que...¿Koro?- Hablo incrédulo Tn.
-Koro es el nombre que le di...jeje es poco practico y raro llamarlo "Hekatonkheires"-
El joven la escuchaba con una gota sobre su cabeza. Por dentro sentía alegre por su compañera por conseguir su teigu, es todo un honor para un soldado tener un arma tan legendaria. Pero también no podía evitar sentirse amargado...
De repente Koro comenzó a saltar y ponerse nervioso, Seryu voltea hacia el y se da cuenta del horario.
-Es cierto, tenemos que ir con el capitán Ogro al entrenamiento de hoy.-
El joven se había olvidado completamente y sin previo aviso se pone nervioso.
-¡Tenemos que apurarnos! ¡Nos matara!-
Ambos jóvenes comenzaron a correr y llegaron al dojo. El lugar donde entrenaba el capitán a sus soldados...al entrar, vieron que en medio de la sala estaba el capitán de la policía imperial. El capitán Ogre, era un hombre musculoso con el pelo negro que estaba envejeciendo cerca de sus patillas. Él tenía un peinado inusual con cuatro colas de caballo. Él tenía una gran cicatriz en forma de estrella sobre su ojo izquierdo, mientras que su ojo que le quedaba era rojo con una esclerótica negro.
-Llegan diez minutos tarde.-
Un silencio incomodo invadió el gran salón. Parecía un hecho de muerte...ambos jóvenes no sabían que decir. Seryū estaba por tomar la iniciativa...pero el capitán la interrumpió.
-En tu caso, Seryū, puedo entenderlo. Conseguir una teigu debe ser algo sumamente emocionante. Puedo comprender que estabas ansiosa y como te conozco bien, habrás salido a defender la justicia...o, ¿me equivoco?-
El silencio de la chica confirmaba su teoría.
-Muy bien, no importa. Aunque deberías reflexionar en tus actos. Tener una teigu conlleva una gran responsabilidad.- El hombre voltea hacia Tn.- Por otro lado, ¿Cuál será tu escusa esta vez?-
Tn al escuchar esa pregunta, no sabia como explicarse...el capitán se quedo callado esperando una respuesta. Al no recibirla, volvió a hablar.
-Hmm...bien, tengo una idea. Hoy era el entrenamiento especial a cada uno. Seryū, tu debes reflexionar lo que hiciste, como te dije. Debes ser mas responsable ahora. No puedes simplemente decir "Lo siento", acaso le dirás lo siento a un compañero lastimado? Le dirás lo siento a alguien que esta apunto de morir? No, debes ser mas responsable en lo que haces y actuar acorde a la situación.
La chica al escuchar eso le contesto.
-Pero capitán, quiero volverme mas fuerte. No lograre ser fuerte reflexionando y meditando.-
-Al contrario, en una pelea no es todo la fuerza. Debes tener la cabeza tranquila y tener una estrategia en mente.- El hombre voltea la mirada hacia el joven. -Y tu, Tn, debes derrotarme en un combate.-
El joven al escuchar esas palabras se le formo una gota de incredulidad en su rostro.
-Yo...la verdad, siendo lo mas honesto posible capitán. No creo ser capaz.-
-Tienes q ser capaz, lo mismo q le dije a Seryū, a tu enemigo le dirás q no eres capaz? A tus compañeros le dirás q no eres capaz? No, debes tomar decisiones y pelear.-
Tn dudo y agacho su cabeza, cerro sus ojos. El se dedica plenamente a su entrenamiento para algún día superar a su hermano y dejar de ser su sombra, pero principalmente poder ayudar a todas las personas que necesiten su ayuda. Una mano amiga se apoya en su hombro, era Seryū.
-Vamos, tu puedes. Yo confió en ti.-
Tn algo confundido voltea hacia Seryū.
La chica muy apenada y sonrojada apunta a su pequeño compañero-Digo, Koro y yo confiamos en ti.- Koro asiente dando pequeños saltos.
Tn da un paso adelante y se acerca donde se encontraba esperando de brazos cruzados el capitán Ogre. Ambos
El tatami estaba listo para el combate de entrenamiento de karate entre el joven alumno, Tn, y su experimentado profesor, su Sensei Ogre. La sala estaba llena de un ambiente serio y silencioso mientras Seryu observaba atentamente, ansiosa por presenciar una demostración de habilidad y destreza.
Tn se encontraba nervioso pero decidido a aprovechar esta oportunidad para mostrar sus avances. Sabía que enfrentarse al Sensei Ogre no sería tarea fácil, pero estaba decidido a darlo todo y superar sus límites. El Sensei, por su parte, se mantenía sereno y tranquilo, transmitiendo confianza a su joven discípulo.
El combate comenzó con un saludo respetuoso entre ambos. Tn mostró su determinación mientras asumía su postura de combate, listo para atacar. Lanzó un rápido golpe directo hacia el torso de su profesor, pero el Sensei esquivó ágilmente el ataque, dejando al joven discípulo desconcertado.
El Sensei respondió con una combinación de golpes precisos, moviéndose con gracia y control. Aunque Tn lograba esquivar algunos de los ataques, el maestro siempre encontraba una brecha en su defensa, conectando con golpes ligeros pero efectivos que dejaban al joven con sensaciones de frustración.
A pesar de la desventaja, Tn no se rindió. Continuó esforzándose y buscando oportunidades para contrarrestar los ataques del Sensei. Concentraba toda su energía en cada movimiento, pero el maestro parecía un paso por delante en cada intercambio. Su maestría en las técnicas era evidente, y su experiencia le permitía anticipar los movimientos de Tn con facilidad.
El combate avanzó y el joven comenzó a sentir el cansancio en su cuerpo. Sus golpes no eran tan nítidos como al principio, y sus movimientos eran más lentos. Mientras tanto, el Sensei se mantenía firme, sin mostrar signos de fatiga. Utilizaba su conocimiento del arte del karate para neutralizar los ataques de Tn y, al mismo tiempo, encontrar oportunidades para lanzar sus propios contraataques.
A medida que el combate llegaba a su fin, Tn luchaba por mantenerse en pie. Aunque había demostrado coraje y determinación, su inexperiencia y falta de técnica se hicieron evidentes frente al maestro. Finalmente, Sensei Ogre aprovechó una apertura en la defensa de Tn y lanzó un golpe final preciso, dejando al joven alumno en el suelo.
-Ay...ay...he sido derrotado...-Sonreía el joven con una gota sobre la cabeza.
Seryu junto con el pequeño Koro ambos eran expectantes del combate, pero la sorprendida era la joven al ver el gran progreso que hiso Tn desde que se conocen.
-Fue un entrenamiento interesante. Has mejorado mucho.-
El gigante capitán Ogre se acerca a Tn y le extiende su mano para ayudarlo a levantar.
-Gracias sensei.-
-Muy bien, el entrenamiento a acabado y el día de hoy es su graduación. Hoy podrán subir de rango en la policía de la capital. A partir de ahora serán oficiales principales -
Ambos jóvenes asintieron emocionados mientras Koro se alegraba por la joven chica
-Muy bien, hoy les daré su primera misión como agentes oficiales.-
Ambos jóvenes miran directamente a su capitán.
-Tendrán la tarea de custodiar la gran cárcel imperial por el tiempo de una semana. Ya que será el tiempo que estará un sujeto. Principalmente a el lo tienen que custodiar, es un asesino que mato a millones de personas en las frías noches. Seguramente ya los conocerán...-
Ambos jóvenes no respondían nada.
-Se hacen llamar "Night raid".-
Ambos jóvenes se sorprendieron al escuchar sobre esos asesinos, pero especialmente mas Tn al escuchar que uno de esos sujetos había sido atrapado. Ya que en su breve enfrentamiento aquella noche fría hace un par de meses parecían bastante fuertes.
Seryu algo interesada pregunta. -Como lograron atraparlo?-
-Según el informe, uno de los hombres de la general Esdeath, un tal llamado Mizu. Logro derrotarlo tras un arduo combate.-
El joven aun mas se sorprendió al escuchar que su hermano, poseedor de la teigu "Rex abyss", había logrado derrotar a un miembro de Night raid, pensó internamente. -Hay un gran abismo entre Mizu y yo, logre dejar fuera de combate a esas dos chicas pero aquel sujeto con la espada me supero fácilmente...-
-Muy bien, el objetivo es custodiar a ese miembro hasta que la general Esdeath logre quitarle toda la información posible de Night raid.-
Ambos jóvenes asintieron.
/Unos diez minutos después./
-Senpai.-
Voltee mi mirada hacia atrás, era Seryū llamándome.
-Oh, Seryū, pensé que te habías ido.-
-De hecho, te estaba esperando.-
-¿En serio? ¿Sucedió algo?-
-No, solamente...-Algo apenada y jugando con sus dedos. -Quería saber, si quisieras salir a dar un paseo. ¿Qué dices?, Sera divertido.-
-Lo siento, paso. Tengo que hacer unas cosas.-
La joven inflo sus cachetes. -¿Tu ni siquiera piensas en divertirte una noche antes de ir a trabajar una semana entera?-
-Divertirme...-
El joven al escuchar eso no pudo evitar recordar las llamas que consumían todo a su paso, casas, personas, animales, absolutamente todo...luego, la oscuridad. Aquella oscuridad con lo adopto, de ella misma emerge esa figura con forma de caballero oscuro y con capucha roja. Su alter ego durante las noches, aquel asesino despiadado para los criminales sin causa, pero aquel héroe justiciero capaz de mancharse las manos con sangre para proteger a las personas honestas.
-No tengo derecho a pedir algo tan lujoso como eso...-
-¿Hmm? ¿A que te refieres?-
-Lo siento, luego hablamos.-
El joven rápidamente se retiro dejando a la chica confundida. Ella voltea su mirada hacia su compañero Koro.
Ya habían pasado varias horas, específicamente son las 2 am, me encontraba arriba de un andamio sobre un callejón oscuro sumido en mis pensamientos mientras aquella palabra re sonaba en mi cabeza, "divertirme", desde que perdí mi hogar, mi maestro, todas aquellas personas que por mi error todos ellos murieron...perdí toda mi vida. Desde entonces ya no tengo derecho a nada mas que redimir mis errores, aunque eso signifique...
Ni siquiera me acordaba y era consiente de lo que estaba viendo, en aquel callejón oscuro, un sujeto que había discutido con una mujer, procedió a golpearla varias veces y luego le quito la poca ropa que tenia, para comenzarla a abusar sexualmente de ella. Una vez consiente, no pude evitar sentir nauseas al ver tremendo acto, baje mi capucha roja y caí al suelo haciendo un desagradable ruido contra el duro cemento.
El hombre se levanta los pantalones. -¿Qué quieres idiota?-
Desenvaino lentamente mi cuchillo. El sujeto se percato que esto no era un juego, rápidamente agarra de su bolsillo una navaja. Comienzo a caminar en su dirección mientras que el hombre retrocede un paso...en menos de un abrir y cerrar de ojos, balanceo mi cuchillo de arriba abajo. Solamente con la velocidad y la fuerza de mi balanceo hace que su brazo...
Ha salido volando. Una de sus manos a salido volando.
Ha salido volando desde su brazo y la sangre sale de la herida a borbotones. Todo su alrededor esta de color rojo, como si hubiera arrojado pintura...y huesos, huesos asoman de su brazo, mientras que el hombre se retorcía del dolor...
Se sujeta con su otra mano la herida mientras gemía del dolor. -Eres un maldito...te mata~...-rápidamente desenfunda una pistola.
Agache lentamente la mirada, mi cuchillo resplandece gracias a la luz de la luna.
Como si el tiempo se hubiera detenido, con una velocidad sorprendente me acerco al hombre y lo ataco con rápidos y precisos cortes alrededor de todo su cuerpo. Diecisiete cortes precisos en menos de diez segundos, el sujeto escupe grandes chorros de sangre. Finalmente en el ultimo golpe me posiciono en su espalda...
-Dime, ahora, ¿eres capaz de seguirme el ritmo?-Desenfundo lentamente mi arma. -Ya muérete.- Finalmente disparo en su cabeza y el cuerpo al fin cae al suelo sin vida.
Volteo mi mirada hacia la mujer, se asusta al verme asesinar así a aquel sujeto pero se encontraba muy débil para huir. Lentamente me acerco y me agacho a su lado.
-Deja de vivir esta vida, sino algún día morirás...basuras como esa hay millones.-
Aquella mujer era una prostituta que siempre estaba todas las noches a unas cuadras de donde vivo, siempre con un nuevo golpe en su rostro. Si bien nunca la conocí, siempre la veía al salir de noche.
Me levante de su lado y le deje una chamarra para que se cubriera. Finalmente me retiro del lugar, y continuo mi vigilancia por la seguridad de la capital...aunque eso signifique, me tenga que manchar las manos con sangre.
Mientras tanto, en un lugar aislado a las afueras de la capital, se encontraba un refugio al pie de una imponente montaña. En su interior, seis personas escuchaban atentamente a una séptima: una mujer de apariencia atractiva, con el pelo blanco corto pero de aspecto varonil, que ocupaba un asiento ligeramente adelante. La mujer sacó un cigarrillo de su bolsillo, lo encendió y lo colocó entre sus labios, aspirando el humo.
-Muy bien, como sabrán, nuestro compañero Adrik ha sido capturado por las fuerzas de la general Esdeath, "Las cuatro bestias". Durante nuestra última misión, nos informaron que ya se ha fijado una fecha para su ejecución pública. Por ahora, lo trasladarán a la gran cárcel imperial, probablemente para extraerle toda la información sobre Night Raid y sus miembros. -explicó la mujer mientras exhalaba una bocanada de humo de su cigarrillo.
Los otros seis miembros del grupo permanecieron en silencio, pero una chica peli rosa parecía especialmente preocupada. Era aquella chica de baja estatura y vestimenta rosa, anteriormente conocida.
La líder del grupo soltó el humo del cigarro y continuó- Es probable que con esta ejecución, pretendan enviar un mensaje al Ejército Revolucionario, mostrando que incluso uno de los nuestros puede ser ejecutado si es capturado.-
La joven peli rosa bajó la cabeza, sintiéndose culpable por todo.
-Nuestra misión ahora es rescatar a Adrik. Tanto él como su Teigu, Okinahame, son cruciales para el Ejército Revolucionario -anunció la líder.
Los otros cinco asintieron, mientras la chica peli rosa seguía con la cabeza baja, abrumada por la culpa. La líder volvió a llevarse el cigarrillo a la boca.
-¿Tienen alguna pregunta? -preguntó, pero ninguno de los presentes pronunció una palabra.
Mientras tanto, Tn descansaba en el techo de un edificio cercano, observando la luna.
-Mañana comienza mi trabajo en la cárcel imperial... -murmuró para sí mismo, cerrando los ojos y recordando la pelea contra los miembros de Night Raid y las Teigu que poseían- Es probable que intenten rescatar a su compañero... y si eso sucede...-
En el refugio debajo de una gran montaña.
-A partir de mañana comenzaremos a planificar nuestra infiltración en la cárcel imperial -anunció la líder.
Tanto Tn como la mujer se levantaron al mismo tiempo, con determinación en sus rostros.
-¡Debo proteger la cárcel imperial! -exclamó Tn.
-¡Atacaremos la cárcel imperial! -afirmó la líder.
Continuará...
Proximo capitulo: La noche del destino.
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