Capítulo 1: El Forastero

Un padre y su hijo estaban en el bosque cazando animales para la cena, un hombre algo mayor de cabello largo rojizo con facciones toscas pero que le hacían ver apuesto y una gran marca en el lado izquierdo del rostro. Acompañado de un chico joven castaño que cargaba un arco y un carcac de flechas de madera.

hablaban sobre la dirección que podrían tomar los animales en invierno, durante la última semana habían visto varios ciervos y osos en los alrededores lo cual es raro considerando que muchas especies inviernan en aquella época del año pero a falta de carne en la casa y 2 féminas que alimentar buscarle la quinta pata al gato no sería una buena opción.

Makoto: ¡papa! ¡Aqui hay huellas de oso! - grito el joven peli negro - parece que se dirigen al norte.

Mitarai: ¿osos al norte?, pero allí se encuentra el bosque retorcido, es raro ver a un oso o cualquier ser vivo dirigirse allí.

Makoto: vamos papa, no puedes creer enserio las historias de demonios, espíritus y wendigos.

Mitarai: niño... Yo fui samurai, creeme cuando te digo que algunas historias no son simples cuentos.

Makoto: ya, ya, cuando vea un wendigo te creeré.

Mitarai: ¡solo sigue las huellas o disparas ese arco hasta que no sientas los brazos!

Makoto: ¿Heee?... Bien, sigamos al oso.

Los dos hombres siguieron caminado durante un kilómetro cerca de la entrada del bosque retorcido. El bosque retorcido es un lugar donde nunca brilla el sol, siempre es de noche pero ni la luna o las estrellas son visibles allí y se narra que los únicos seres que habitan el bosque son wendigos, poseídos, espectros y el ser más poderoso y peligroso del mundo samurai conocido, "El Shura", guerreros poseídos por la sed de sangre, guerra y destrucción, pocos son los que han visto un shura y vivido para contarlo y ahora, estos dos se aproximaban a las fauses del lobo por un poco de carne.

Los 2 varones seguían como podían las huellas, si cazaban a ese animal podrían tener suficiente carne para una temporada, sería perfecto pero había un problema....bueno.... Dos problemas...

Makoto: ¿este es el bosque retorcido? - pregunto viendo la tétrica entrada de árboles negros sin hojas cubiertos por una densa niebla.

Mitarai: si, es este ¿y las huellas del oso?

Makoto: las huellas se adentran en el bosque.

Mitarai: bueno, hasta aquí llegamos, vámonos y busquemos otra presa.

Makoto: ¡caminamos más de un kilómetro y yo no me voy sin esa carne! - dijo para después correr hacia el interior del bosque mientras era perseguido por su padre.

Mitarai: ¡maldición chico harás que nos maten a los dos!

Makoto: pero a funcionado - dirigió su mirada al frente, ahí estaba el oso - ahora solo queda hacerlo.

El chico tomó una flecha y la cargo en el arco, tenso la cuerda lo más que pudo y punto al cuello del oso, tomó aire inflando el estómago y una vez listo soltó la flecha. Corto el aire provocando un sonido silvante hasta impactar en su objetivo.... El oso cayó muerto debido al impacto provocado. Los dos se dirigieron hasta su presa muerta para cargarla en el trineo que habían traído, el chico se sentía orgulloso de cazar un oso en cambio su padre pensaba en que castigos le impondría al llegar a casa por haberse ido a un lugar tan peligro sin pensarselo 2 veces.

Makoto: ya quiero despellejarlo - su boca producía saliva de solo pensar en la carne del oso cocinada.

Al terminar de cargarlo se dispusieron a salir lo más rápido del bosque, para ello, los dos jalarian del trineo con todas sus fuerzas, el peso del cadáver era infernal y caminar en la nieve no era mejor además de sumarle la distancia que debían caminar hasta casa... Bueno... ¿Quién tiene hambre?.

Makoto: está cosa pesa mucho.

Mitarai: callate y sigue tirando.

Después de unos infernales 30 minutos tirando del trineo la entrada del bosque se veía cerca, eso junto al hambre les devolvió las fuerzas. Un poco más y estarían seguros pensaba el padre de nombre Mitarai, el antaño fue un samurai pero prefirió una vida tranquila a seguir blandiendo su espada, además, que esa vida tranquila alejaban las pesadillas que antes le carcomian la cabeza; sabía que tan peligroso era realmente el bosque retorcido y quería salir lo más rápido posible, aceleraron un poco el paso esperando salir antes pero un ruido, el ruido de ramas quebrandose y pasos agigantados les frenaron en seco.

Mitarai: ¡Makoto, tu arco, ahora!

El joven peli negro cargo una flecha mientras que el padre desenfundo una espada característica de los samurai, la katana.

Makoto: ¡papa ¿que es ese ruido?! - preguntó mientras dirigía el arco a cualquier dirección que se encontrará el ruido.

Mitarai: ¡no lo se pero hagas lo que hagas no sueltes ese arco! - el samurai siguio el sonido con su katana hasta que de pronto se detuvo, el ruido freno y de la nada misma del bosque un joven de cabello blanco y ropas raras cubierto de sangre salió disparado hasta chocar con un árbol.

En su mano derecha sostenía una katana destruida, tan solo quedaba desde la empuñadura hasta un poco menos de la mitad de la hoja, la parte superior no estaba.

Makoto: ¡está muy mal, debemos sacarlo de aquí! - notando los cortes y golpes en el cuerpo del desconocido.

Los dos se acercaron hasta el chico, estaba inconsciente, lo cargaron y lo pusieron en el trineo para después jalarlo con todas sus fuerzas hasta la salida del bosque, detrás de ellos se escucho un rugido pero ya era tarde, cuenta las historias que los seres que habitan el bosque retorcido están encerrados, no pueden salir del bosque pero como una historia es una historia es mejor no quedarse para averiguarlo.

Al anochecer

En una pequeña casa en el bosque se encontraban una mujer algo joven con una niña pequeña en el interior, la noche ya había llegado y los hombres aún no habían vuelto elevando las preocupaciones en las dos féminas que les esperaban.

Mirai: mamá ¿papá y Makoto están bien? - preguntó la niña de cabellos negros a su angustiada madre.

Yusuriha: si cariño jejeje, a lo mejor se les hizo un poco tarde - intentando ocultar su preocupación.

Pasaron unos minutos angustiosos hasta que la puerta principal se abrió, Detrás de esta se encontraban su marido Mitarai y su hijo Makoto arrastrando el trineo con un enorme oso, eso impresionó a la mujer la cual no había visto un oso muerto desde hacía mucho tiempo pero lo mas sorprendente realmente fue el hecho de que sobre el oso se encontrará un jovencito de cabello blanco muy mal herido el cual parecía negarse a soltar el arma dañada que traia en sus manos.

Yusuriha: ¿que le ha pasado? - preguntó aproximándose rápidamente al chico para examinarlo.

Makoto: no sabemos, lo encontramos en el bosque retorcido.

Aquel comentario heló la sangre de yusuriha la cual conocía de antemano las bestias que resguardan ese lugar, quería preguntar porque demonios fueron a ese lugar tan peligroso pero las preguntas tendrían que ser después, ahora, debian ayudar a que el chico no muriera.

Mitarai: ¡Mirai, prepara un baño de hiervas medicinales y trae el bolso rosa de la habitación de Mamá!

Mirai: ¡ya voy papi!

Mientras que la niña preparaba el baño medicinal el resto de la familia se quedó en la sala con el chico albino recostado en el piso, sus ropas estaban maltrechas y había mucha sangre manchando su rostro y partes de su pelo, la mujer tomó un cuchillo y con el empezó a rasgar las ropas del peli blanco para después quitárselas. Las ropas que traía eran completamente extrañas, nunca nadie había visto ese tipo de vestimenta pero las preguntas como ya se dijo vendrían después, primero, venían las heridas.

Yusuriha: ¡Santo cielo! - exclamó al ver las heridas en el cuerpo del albino, el chico se encontraba en un estado deplorable, tenia moretones, rasguños, cortes profundos y golpes algo recientes, además, estar literalmente bañado en cicatrices siendo la más notoria una en diagonal en la espalda, ni siquiera su marido tenía tal nivel de heridas y eso que el sirvió como guerrero habiendo peleado en cientos de batallas pero este chico parecía sobrepasarle.

Makoto: papa, ¿estará bien verdad?

Mitarai: solo el tiempo y algo de suerte lo dirá.

..................................................................................................................................................................................................................

????: holaaaa

Lincoln: *¿quién.... Eres?*

?????: holaaaaa bello durmiente.

Lincoln: *¿bello... Duerminte?* ¿Mamá?

?????: ¿mamá? Nop, no soy ella.

Lincoln: ¿Ri.. Pper?

????: holaaaaa, ¿estas bien?

Lincoln: *me duele todo, ¿que rayos ha ocurrido?*

El albino abre lentamente los ojos, delante de él se encontraba una niña peli negra de ojos violetas la cual al verlo despertar sale corriendo del cuarto. El albino solo pensaba *¿Quién era es niña? Mejor aún, ¿¡que rayos ha ocurrido!?*, intento levantarse, mala idea, muy mala idea.

Lincoln: ¡por un demonio, lo que faltaba! - su cuerpo estaba completamente vendado en especial su brazo derecho, le dolía todo y cuando digo todo es todo inclusive el simple acto de respirar le hacía doler los pulmones - ripper ¿algo que decir?

No hubo respuesta.

Lincoln: ¿Ripper estas ahí?.... Tierra llamando a Ripper.... ¡Venga ya, no me hagas esto!

Nuevamente sin respuesta y el escándalo que hizo no es que fuera muy discreto y mucho menos en una casa desconocida.

?????: Anata ga okite iru no ga wakarimasu/ veo que estás despierto - dijo una mujer que entraba en la habitación.

Lincoln: disculpe... (el albino hablaba en inglés) me podría volver a hablar, es que no entendí.

?????: Tengoku, watashi wa hotondo wasureteita, ¡makoto wa koko ni kimasu!/ Cielos, casi se me olvida, ¡Makoto ven aquí!

Makoto: Mama wa dō shita no?/ ¿que pasó mamá? - dijo el chico castaño entrando a la habitación posando sus ojos en el albino el cual les miraba confundido - .... Gaikoku hitodesu ka, eigodesu ka?/Adivino....es extranjero, ¿inglés?.

La madre sólo asiente la cabeza confirmando lo dicho por su hijo... Si y no era inglés... Ya saben el porqué.

Makoto: bien chico mi nombre es Makoto, ella es mi madre yusuriha y la niña que salió corriendo del cuarto es mirai ¿alguna pregunta?.

Lincoln: solo unas cuantas.....

Makoto: bueno, dispara la flecha si esta cargada.

Lincoln: bien, allí voy - toma un poco de aire cual gaviota *si es que las hay por allí* - ¿donde estoy? ¿Quiénes son ustedes? ¿Que ha pasado? ¿Por qué tu madre habla en ese idioma? ¿Que año es? ¿Que sabes de 9 locas persiguiendo a un albino? ¿Como llegué aquí? ¿Por qué todos llevan ropas tan raras? ¿Por qué hace tanto frío de cojones? ¿Que ocurrió con la katana? ¿Dónde están mis cosas? ¿Ya dije que ha ocurrido?

Makoto: wow, wow, wow, tranquilo amigo, sabía que traía flechas pero nunca pensé que las usarías todas y respondiendo a tus preguntas...

El chico le contó todo o por lo menos le dio respuestas precisas y secas

Makoto: ¿donde estas?, Japón

¿Quiénes somos?, los que te salvaron la vida.

¿9 locas persiguiendo a un albino?, eso suena a fantasía retorcida.

¿Ropas raras?, son yukatas y kimonos contra el frío.

¿Frío de cojones?, es invierno

¿Katana y tus cosas?, muy buena pregunta porque ni yo lo sé.

Y lo más importante tanto para el albino como para aquellos presentes

Makoto: ¿que te sucedió?, me gustaría saberlo a mi también chico, lo único que te puedo decir es que literalmente saliste disparado por lo aires frente a mis ojos, chocaste contra un árbol y mi padre y yo te trajimos hasta nuestra casa para tratar tus heridas, por cierto, ¿como rayos es que tienes más heridas que un kensei?

Lincoln: ¿kensei? ¿Que es eso? - preguntó algo confundido.

Makoto: olvida lo que dije y por si se te olvido mi nombre es Makoto Hajime, te recomiendo dormir un poco más, ordenes del doctor - señala a su madre la cual hizo un gesto de saludo con su mano acompañada de una gentil sonrisa - la cena estará lista en 30 minutos....bienvenido a la tierra de los vivos....

La madre y el niño abandonan el cuarto dejando a un aturdido Lincoln con más preguntas que respuestas, intento conversar con ripper pero el también estaba en silencio, sin nada que hacer o alguien con quien hablar volvió a dormir un poco. 

No había nada, tan solo se encontraba flotando en un espacio vacío, *tan vacío y sin nada como lo que ella siente por ti... Ejem... Ejem...*, no era el Nexo porque de lo contrario ya estaría escuchando voces salidas de la película "El grito" y tampoco era su cabeza ya que nada respondía a su voluntad y si un poco más de dos años de tortura y la "Pesadilla de elm street" le enseñaron algo es que en tu cabeza todo debe estar bajo tus órdenes.... No puso mucha atención, lo que vio en aquel bosque era suficiente como para una película de terror, ahora solo quería descansar un poco.

——————————————————

Bueno, este capitulo es corto y si quieren la verdad es que no tenia muchas ideas pero me gusta el resultado y espero les guste a ustedes (aunque e de admitir que es un poco flojo). Si les gustó comenten y voten y si tienen críticas u opiniones de que debería agregar u omitir recuerden algo.... ¡Deben ser civilizados!

Sin nada mas que decir ¡nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top