Los caminos rotos

"Pelear es inútil, un combate que no es a muerte es sólo una perdida de tiempo"

En el pequeño pueblo de Royal Woods dos años tras la separación de Lincoln y Junko.

El pequeño Lincoln de ahora 8 años terminaba sus planes para el día de hoy.

Lincoln mirando a los lectores —¡Hola! espero se encuentren bien, yo por mí parte estoy muy contento ya que hoy no tengo actividades con mis hermanas, lo sé lo sé, suena muy cruel decirlo así, pero hoy tengo grandes planes por lo que nada me hace más feliz aunque claro, primero preguntaré si alguna me necesita ya que al fin y al cabo ayudarlas me hace muy feliz sobre todo a Leni... Oh es cierto, como ha pasado tiempo desde que les he hablado no lo saben, pero verán mí hermana mayor Leni últimamente a pesar de ser tan joven se a hecho de gran fama por sus diseños ¿Recuerdan cuando le dije que podía hacer ropa para las gemelas? Pues no solamente le hizo unos adorables trajes sino que cuando mamá las llevo al parque los demás padres quedaron simplemente fascinados con aquellos atuendos miren— saca su celular del bolsillo y vuelve a mirar a los lectores mientras busca las fotos —sé lo que pensarán... ¿Lincoln cómo es qué tienes un celular? Pues aunque no lo crean lo gane en un concurso dónde esté era el primer premio además de 500 dólares, no fue muy difícil ya que era una competencia de uno de mis juegos favoritos Tekken jeje... Oh aquí están— muestra la pantalla de su celular con las fotos.
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—está es la pequeña Lola cuando Leni terminó su vestido ¿No es adorable? Mí hermana Lori tomó la foto y le pedí que me la enviara cuando obtuve mí celular y esta es la de Lana...— muestra la siguiente foto.
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—¿No es linda? Aunque sí como podrán apreciar no le gustaba mucho y estaba algo triste, supongo no le gusta el rosa a diferencia de Lola jeje porqué ella intentaba en todo momento acercarse a Lana para jalarle la ropa como si intentará quitársela— mirá un poco más la foto con mucha nostalgia y cariño por aquel momento —¡Oh y esperen a verlas con sus últimos atuendos!— dijo con gran emoción mientras buscaba las fotos —¡Aquí están!— dijo para luego mostrarlas.
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—Como verán hemos dejado que a Lola le cresca su cabello, parece que así es como le gusta ya que cuando mamá la llevo a la peluquería... Bueno digamos que pareciera que a la peluquera le atacó un gato por como le quedó la cara... Jeje— ríe nerviosamente al recordar cómo la pequeña infante se lanzó a la cara de la mujer mientras la arañaba y su madre la intentaba quitar de encima —por otro lado parece que a Lana le gustará el pelo corto o tal vez se haga una cola de caballo como la de Lynn— dijo mientras cambiaba para mostrar la siguiente foto.
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—Aunque no lo crean aquí ella estaba muy feliz sobre todo cuando le presté a mí querida Bun Bun, mí peluche de conejo, también es muy gracioso ya que no le habíamos dejado la capucha puesta, pero ella misma moviendo sus pequeñas manitas se la logró colocar, parece que le gusta llevar algo en la cabeza jeje— guarda su celular en el bolsillo —bueno, se preguntarán que tiene que ver todo esto con Leni, la cosa es que ahora ella es muy solicitada para todo tipo de vestuario, mí querida hermana se ha ganado una reputación de diseñadora y modista increíble para su corta edad, es por eso que ahora más que nunca la ayudo no solamente modelando sino que también ayudándola a crearlos... Ah~ ver su cálida e inocente sonrisa tras terminar cada encargo no tiene precio. Bueno, hoy será un gran día y ya tengo todo planeado además de cambios en casos de emergencia ¡Empecemos con todo!— Lincoln guardaba en uno de sus cajones la libreta donde había anotado su día para salir de la habitación con su ropa para bañarse antes de desayunar.

Al salir de su habitación se disponía a hacer la fila para el baño, pero entonces su madre lo llamo desde la cocina por lo que desviando su paso fue a abajo para ver qué ocurría.

—cariño me llamaron del consultorio dental, necesitan que vaya ahora mismo y tú padre se fue temprano para...— le decía su madre, pero fue interrumpida por un gesto con las manos en señal de que espere por parte del albino.

—sé a donde quieres llegar mamá y no te preocupes puedes ir tranquila, yo haré el desayuno para mis hermanas y les daré la papilla a las gemelas y el biberón para Lisa además de avisarle a Lori que cuide a la bebé— termina de hablar Lincoln dirigiéndose a donde guardaban las sartenes y ollas para sacar las cosas.

—muchas gracias cariño— se acerca y le da un abrazo por la espalda —de verdad aprecio mucho que te encargues de esto después de... Bueno tú sabes— dice con lago de preocupación al recordar lo que pasó la última vez que alguna de sus hijas intento cocinar cualquier cosa —aún no entiendo cómo hizo Luna para quemar un tazón de cereal con leche... Bueno adiós cariño, ten un lindo día— le decía mientras agitaba su mano retirándose a su trabajo.

—¡Adiós mamá!— alcanzo a gritarle a su mamá antes de que cerrará la puerta, luego comienza a sacar cosas del refrigerador para comenzar con la preparación —siendo honestos... Me preocupa más cuando Leni quemó la olla con agua...— se decía a sí mismo mientras preparaba todo.

En paralelo a esto en un sector de Medio Oriente en conflicto.

Vemos a una pequeña niña correr entre escombros de edificios mientras se escuchaban varios proyectiles que hacían retumbar la tierra, pero ella no se inmuta ante ésto pues sabía que pronto se alejaría de la zona de guerra, pero cuando estaba en frente de un gran edificio un enorme movimiento telúrico se hizo sentir con gran potencia terminado por tumbar varios escombros dejándola prácticamente con murallas delante y atrás por lo que debería escalar, pero cuando se disponía a moverse un sonido inconfundible para ella se dejó escuchar muy a su pesar demasiado cerca pues era el sonido de una de las bombas de los aviones la cual caería cerca en se momento se quedó paralizada pensando si la explosión la alcanzaría.

—¿Porqué?— fue lo único que pudo decir tras el impacto que sacudió la tierra en un instante; haciendo que pierda el equilibrio y caiga por el fuerte movimiento afortunadamente por lo visto la explosión no había llegado a su ubicación, sin embargo, ese último remezón fue lo suficientemente fuerte para tumbar el edificio que ahora estaba a segundos de aplastarla, ella estaba por primera vez paralizada del miedo, correr no era opción pues no alcanzaría a escalar los escombros que habían caído frente y detrás de ella por lo que vio con absoluto pánico el edificio que se caía justo sobre ella —Junko... Lincoln... Lo siento— dijo como últimas palabras mientras las lágrimas caían de sus ojos como mares al saber jamás volvería a ver a su hermana y amigo, en el último segundo como auto reflejo cerró fuertemente los ojos mientras apretaba con fuerza los puños esperando que fuera una muerte rápida e indolora.

Mientras tanto en Francia.

Junko terminaba su última sesión de modelaje para al fin retirarse a su hogar a sabiendas que en la tarde tendría una entrevista de nuevo, pero esta vez no para una radio sino para una televisora aunque esto no podría importarle menos, sin su querido amigo Lincoln o su hermana para molestar ella se encontraba absorta en su aburrimiento.

—tal vez podría provocar algún desastre para divertirme...— decía mientras apoyaba la cabeza en su mano observando por la ventana de la limosina para luego dar un pesado gemido de aburrimiento dejándose caer en el asiento mirando el techo de aquel elegante vehículo —si iniciará mis planes ahora todo saldría mal, necesito muchas piezas e información que aún no están a mí alcance— sacá de su bolsillo un folleto para mirarlo —academia Kibougamine, Pico de la esperanza o Cumbre de la Esperanza... Allí conseguiré todo lo que necesito y por fin comenzaré mí plan— guarda el folleto para sacar su celular y mirar alguna que otra noticia de moda en redes sociales cuando un anuncio una en particular llama su atención —¿Y esto?— se sienta rápidamente por la impresión mientras leía el artículo en su celular.
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Artículo:

¡Increíble! Una pequeña chica estadounidense una genio de la moda

En Estados Unidos en el estado Míchigan se encuentra una pequeña chica de tan solo 13 años ¡Así es tan solo 13 años! Y sus modelos de vestuario infantil y de gala ya son tendencia en todo el estado incluso llegando a otros como Nueva York donde la exigencia es mucho mayor.

La pequeña llamada Leni Loud ya se a hecho la reputación como una de las más jóvenes promesas para el mundo de la moda además de que su gran alegría la hace ser apreciada y querida por todos al igual que la gran artista Angie Yonaga la pequeña artista de la cual ya hemos hablado, en una entrevista cuando le preguntaron a la señorita Loud a que cree que se debía su gran éxito ella respondió:

"Todo se lo debo a mí querido hermanito menor Linky"

También ha declarado que es gracias a su hermano con su constante apoyo y cuidado que ella ha conseguido confeccionar tales obras. Dentro de lo más destacable están ropas para bebés, chicas de entre 5 a 15 años y ropa para varones entre las mismas edades, no cabe la menor duda de que en un futuro también confeccionará ropa para adultos de la más alta calidad y corren rumores de que podría ser solicitada para la academia Kibougamine en caso de seguir así.

Por otro lado su hermano menor Lincoln Loud también comienza a ganar una reputación gracias a sus planes a la hora de competencias que requieran ingenio ya sean videojuegos, juegos mesa o acertijos, las intrincadas estrategias del joven de tan solo 8 años lo hacen poseedor de un gran talento innato a la hora de resolver problemas, otras jóvenes promesas son las chicas (...)
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—¿Leni Loud? Ahora que lo recuerdo creo que Lincoln menciono que tenía más hermanas... ¿Una de ellas podría ir a Kibougamine? Un momento... ¡¿Lincoln podría ir?!— Junko se regocijaba de alegría volviéndose a tirar al asiento mientras daba algunas patadas al aire y movía los brazos en total alegría con una retorcida sonrisa —¡Lincoln irá! ¡Lincoln irá! ¡Lincoln irá! ¡¡¡Aaaaaaaaah!!! ¡Esto no podría ser más perfecto!— toma el celular con ambas manos mientras lo presiona con fuerza contra su pecho —¡Es claro que somos el uno para el otro! ¡Está es la prueba de que él me ayudará! ¡Él estará de mí lado! ¡¡Iiiiiiiigh!! Ahora sí puedo esperar tranquilamente a que inicie mí plan, en cuanto él entre yo lo haré... ¡Juntos traeremos la desesperación al mundo!— vuelve a sentarse mientras extiende sus manos riéndose maniaticamente con los ojos en espiral.

De vuelta en Royal Woods.

Lincoln terminaba de bañarse ya que casi sale en pijama debido a que no había tenido tiempo para ir y una vez afuera se dirigió a su habitación para preparar su mochila con las cosas que llevaría.

Cuando estaba a punto de salir de la casa una sensación de escalofrío le invadió por lo que volteando rápidamente tomó a la responsable en sus brazos.

—¡Hola mí pequeña Lucy! ¿Qué necesita mí pequeña damisela de la oscuridad?— le pregunto dándole un gran abrazo para luego bajarla mientras pensaba "rayos, creo que ya no podré tomarla a crecido mucho y no tengo tanta fuerza".

—suspiro... ¿Porqué tienes que salir hermano? Las últimas semanas no hemos pasado tiempo juntos como antes además...— juega un poco sus dedos índices mientras bajaba su mirada la cual era cubierta por su flequillo —me gustaría que me ayudarás con mis poemas y leyéramos un poco— le decía para luego alzar su vista aunque aún así no se podían ver sus ojos, pero Lincoln ya sabía que estaba poniendo una tierna mirada brillosa de cachorrito que siempre le convencía.

—Lucy... Hoy tengo planes con Clyde y Seiko, pero no te preocupes. Volveré a las 5:30 a más tardar hermanita, luego de ayudar a Leni con las vestimentas que está diseñando ahora leeremos todo el resto del día ¿Te parece?— le decía con una gran sonrisa mientras acariciaba su cabello, pero ella solo desvió la mirada al costado de brazos cruzados por lo que necesitaba mejorar el trato —bueno y qué tal si mañana tú y yo le pedimos a mamá que nos lleve a esa nueva cafetería de temática oscura y luego al parque por unos helados ¿No suena genial?— la niña entonces lo abrazó dándole las gracias y el correspondió el gesto de forma alegre para luego salir de la casa.

Lincoln mira a los lectores mientras camina —¿Saben me encanta pasar tiempo con mis hermanas y ayudarlas, sobre todo Lucy y Leni quienes son con las que soy más unido, bueno... Antes abría incluido a Luna, pero...— recuerda cuando le pidió ayuda para mover unos amplificadores a la cochera y por un juguete de las gemelas resbaló de la escalera cayéndole uno encima quedando debajo de esté por media hora hasta que Luna fue a ver porque tardaba tanto y todo eso provocado porque la última vez que los utilizó fue en la sala rompiendo todas las ventanas; dejando de paso a Lincoln prácticamente sordo durante casi dos días ya que él estaba a su lado ayudándole —digamos que... Su estilo es muy... Muy... "Estruendoso" para mí jeje— sonríe algo nervioso al no encontrar mejores palabras para describir la.

Llegando la parqué donde se juntaría primero con su amiga Seiko la cual se encuentra sentada en una banca estando muy nerviosa mientras miraba reiteradamente de un lado a otro con algo de temor por las personas que pasaban cerca de ella.

Lincoln vuelve a mirar a los lectores —ella es Seiko Kimura, es algo tímida, pero créanme es una gran chica a la que le debo mucho y es muy simpática cuando la conoces— camina rápido hacia ella.

Al verlo ella se levanta y corre hacia el abrazándolo y rodeándolo para colocarse en su espalda rápidamente.

—ho-hola Lincoln... Gra-gracias por acompañarme, pe-pero no es necesario...— le decía tímidamente mientras se aferraba más a su espalda.

—hola Seiko— le dice mientras acaricia una de las manos con la que le sujetaba con una tierna sonrisa que calma un poco a la chica —no te preocupes por eso, es lo menos que puedo hacer, lamento pedirte que nos juntáramos aquí...— trataba de disculparse mirándola con comprensión, pero fue interrumpido por ella.

—¡N-no te disculpes! E-estoy a-acostumbrada a estar en lu-lugares así y...— abraza al chico por el costado —si estás conmigo me siento a salvo— le menciono cerrando un momento los ojos para acurrucarse en su hombro.

—jeje si tú lo dices, bueno vayamos a la farmacia por las cosas que querías para que luego vayamos con Clyde— le dijo para separarse del abrazo y tomarla de la mano mientras salían del parque rumbo a la farmacia.

En el camino ella solamente le miraba desde atrás con un leve sonrojo pensando en lo feliz que le hacía aquel chico.

—¿Lincoln porqué me ayudas tanto?— pregunto sin darse cuenta la pequeña, haciendo que él se detuviera y por ende ella igual.

—bueno si no fuera por tí quizás me abría envenenado yo mismo aquel día en la enfermería cuando me dolía el estómago jeje— se rasca la cabeza avergonzado —si no hubieras aparecido para detenerme tal vez abría quedado hospitalizado o algo así y eso sí que abría sido muy malo— decía recordando como aquel día no se encontraba la enfermera por lo que sin aguantar el dolor quiso tomar lo primero que encontrará que no pareciera tóxico, pero para su desgracia lo que había tomado si lo era y cuando estaba a punto de tomarlo de atrás de la cortina de una de las camillas salió una niña que rápidamente le tiro el frasco de la mano diciéndole que eso era malo y si quería aliviar su dolor debía tomar otro que ella le entrego.

—sí, e-eso abría sido una des-desgracia...— le decía tímidamente mientras aún sujetaba su mano.

—ya lo creo, casi todas mis hermanas dependen de mí o les gusta pasar tiempo conmigo, no quiero imaginarme el revuelo que se abría producido en la casa por mí ausencia jajaja— se reía un poco para restarle importancia al asunto.

"Yo no lo decía por ellas... Perderte o que te enfermes sería una desgracia para todos... Para mí..." Pensaba la pequeña mientras apretaba un poco más su mano.

Una vez en la farmacia la niña compro varias medicinas y algunas pastillas de nombres muy extraños o muy largos que el pequeño albino desconocía totalmente, pero una vez salieron la curiosidad le pudo y quiso preguntar para que servían o si ella se encontraba delicada de salud pues quedó algo preocupado tras la mirada de la vendedora que estaba algo sorprendida por el nombramiento de algunos de los medicamentos, sin embargo, ella aún era muy reservada o parecía que le asustaba hablar del tema por lo que desviando la mirada solamente dijo que ella y sus padres se encontraban bien, pero que ella los necesitaba para algo que no le quiso decir a su amigo.

A Lincoln esto le preocupaba, pero confiaba en ella por lo que le regaló una tierna sonrisa mientras apoyaba su mano en el hombro de la pequeña que estaba fascinada por el rostro amable y comprensivo del chico que la acompañaba.

Luego de media hora caminando llegaron a la casa de la pequeña donde ella entró a dejar las cosas y luego partieron rumbo al arcade donde se reunirían con Clyde.

—¿Segura estarás bien? El arcade está en el centro comercial y está lleno de personas— preguntaba algo preocupado el chico a sabiendas de la actitud que ella tenía ante muchas personas.

—N-no te preocupes— suelta su mano para tomarlo del brazo jalando lo un poco —mi-mientras estés conmigo no te-tengo miedo ni -pánico— le decía mientras cerraba los ojos con total confianza haciendo pensar a Lincoln que bajo su mascarilla ella estaba sonriendo cosa que le hizo muy feliz.

Una vez llegaron unos minutos después llegó Clyde y los 3 amigos comenzaron su día de diversión.

De vuelta a la zona en conflicto en algún lugar del Medio Oriente.

Vemos a varios soldados disparar inútilmente hacia algo mientras se refugiaban detrás de unas paredes que no fueron del todo tiradas por los constantes bombardeos.

—¡Maldición! Llamen a las unidades 2 y 5 necesitamos refuerzos— decía un hombre de voz grave mientras recargaba su arma a uno de sus hombres el cual trataba de entablar comunicación con el resto de unidades.

—Se-señor... Me llegan informes de que perdimos al escuadrón 1, 5 y 6... E-el escuadrón 2 está bajo ataque enemigo y no pueden asistir— le decía tímidamente el hombre que tenía mucho miedo por la situación.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo mierda perdimos 3 escuadrones?! ¿A caso esos bastardos ya cruzaron a nuestro territorio?— le pregunto mientras disparaba a su objetivo, pero era inútil.

—¡Señor me quedé sin municiones señor!— le gritó uno de los soldados desde un cúmulo de escombros.

—¡Señor, yo también señor!— le dijo otro mientras tiraba a un lado su arma y sacaba una pistola para intentar reanudar el fuego.

Poco a poco el resto también informaron la misma situación hasta que finalmente él también se quedó sin municiones.

—¿Qué hacemos señor?— le pregunto con temor el soldado que había tratado de comunicarse con el resto.

Su superior solamente rió con su grave voz mientras sacaba un puro de su bolsillo y trataba encenderlo estando recostado contra la pared.

—¿Se-señor?— le pregunto nuevamente con más nerviosismo, pero no recibió respuesta hasta que finalmente el hombre logró encender el puro y tras una bocanada exhaló el humo para hablar.

retirense... Retirense todos...— fue lo único que dijo el hombre, sus hombres querían replicar o cuestionar su decisión, pero esté volvió a hablar —¡¿No me escucharon maricas?! ¡¡Es una maldita orden de su oficial en jefe!!... Ya... Larguen se de aquí idiotas, vivan para luchar un día más, yo me quedaré para ganarles tiempo soldados— terminó de hablar mientras se colocaba de pié escuchando las múltiples quejas de sus hombres mientras mantenía el puro en su boca —no sean estúpidos, son jóvenes, podrán luchar un día más ¡¡Ahora largo!!— dejó caer su puro la gritar —¡¡Está es mí última orden!! ¡Vivan mocosos de mierda! ¡¡Vivan!!— tras su grito entre varias lágrimas de impotencia sus hombres se marcharon, pero hubo uno que se quedó —¡¿Qué estás haciendo cadete, eres idiota?!— le gritó conteniendo sus lágrimas para no parecer débil ante su subordinado.

El hombre se puso firme haciendo un saludo militar.

—¡Señor, me quedaré y le ayudare a duplicar ese tiempo señor!— le dijo con firmeza en su voz.

—eres un idiota— le dijo con una sonrisa dejando caer una lágrima de su ojo izquierdo.

—¡Si señor! Pero soy el idiota a su servicio señor, ayer, hoy y siempre. No lo dejaré aquí sólo— terminó de hablar dejando de hacer el saludo militar.

—gracias soldado— fue lo último que dijo antes de sacar una navaja de su cinturón preparándose para la llegada de la persona a la que le disparaban.

Un gran silencio invadió por completo el lugar, su compañero también había sacado una navaja para entablar combate mientras esperaban su llegada, era algo irreal para ambos, juraban que aún se debían escuchar explosiones, bombardeos y armas dispararse a la distancia, pero en aquellos momentos parecía estar todo en un silencio tan profundo que podían escuchar hasta los latidos de sus propios corazones, la tención era enorme mientras esperaban la llegada de su objetivo, pero el tiempo pasaba y esté no salía hasta que finalmente detrás de ellos se escuchó algo caer y rodar hacia ellos. Los hombres en posición de combate voltearon viendo con horror lo que había producido tal sonido, era la cabeza cercenada de uno de sus hombres, de los que les ordenó que se retirarán para que vivieran más tiempo, ahora su cabeza se encontraba a sus pies con una expresión de terror absoluto plasmada permanentemente en ella, su subordinado no aguanto y cayó de rodillas para vomitar.

—sí te hace sentir mejor da igual si les pedías que se fueran o que se quedarán, el resultado abría sido el mismo— una suave, pero fría voz se hizo escuchar haciendo eco para ambos que retomaron rápido como pudieron la compostura con gran temor en sus miradas —me agradan esas expresiones, serán las últimas que tengan— de pronto de las sombras una granda salió ellos miraron con pánico, pero se dieron cuenta que no era una era una normal, era una granada de luz que al explotar los segó al instante lo único que pudo escuchar el comandante fue un corte y el posterior grito inconfundible de su subordinado para luego escuchar un cuerpo caer al suelo.

—¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!— agitaba con desesperación su navaja hacia el frente esperando darle, pero era inútil ya que su objetivo se encontraba posada encima de la pared justo encima de él, tomó una pequeña piedra que se encontraba ahí y la arrojó en dirección contraria —¡Ajá! Ya te tengo pequeña zorra— el hombre corrió con el cuchillo apuntando hacia delante en la dirección del sonido hasta que escucho que algo caía detrás de él dejándolo con una expresión de pánico.

—patético— dijo con frialdad mientras le daba un disparo en la rodilla haciendo que el hombre caiga mientras gritaba de dolor para luego dispararle en la otra haciendo que el hombre gritara más fuerte —¿Ustedes se hacen llamar soldados? Desperdician las balas como desperdician sus vidas— con la última fuerza que le quedaba el hombre arrojó con toda fuerza que pudo la navaja la cual ella detuvo justo a pocos centímetros de su frente con sus dedos —¿Creías que podrías darme con eso?— dijo con sarcasmo y una leve sonrisa de satisfacción.

—e-eres... U-un... Mo-monstruo...— le dijo el hombre que ya se encontraba agonizando por la perdida de sangre.

Ella por su parte soltó un chasquido con los dientes con desagrado mientras se acercó dándole una patada en la cara tirándole lejos el gorro y sujetándolo del cabello le levantó el rostro para que la mirará, cosa que pudo hacer a duras penas pues aún veía nebuloso por la granada de luz.

—no necesito que un miserable don nadie me diga lo que soy, ya tengo a alguien que me quiere como soy y otra que me aceptó así, ambas son las únicas personas que tienen el derecho de llamarme así ¿Entiendes?— le jala con más fuerza y el hombre con dolor asiente —bien— acerca su arma a la boca del hombre y sin más dispara dejando caer el cuerpo —idiota, si un edificio no me mató, menos lo harán unos idiotas que ven las armas como juguetes... Lincoln, Junko pronto nos volveremos a ver... Ya quiero estar contigo una vez más mí querido Lincoln, deseo mostrarte todo lo que he aprendido— se decía a sí misma; con una pequeña sonrisa escalofriante mientras caminaba de vuelta a su base la pequeña niña que acababa de ganarse el título a pulso de "la soldado definitiva" se movía como si nada entre un montón de cadáveres.

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Bueno ahora saben porqué para este fanfic la línea divisoria entre lo que es el capítulo y mis comentarios del mismo tiene un punto xd y es que aquí probaré un nuevo formato y es usar la línea para denotar cosas que son mostrada en pantallas de celulares ya sean fotos, noticias, artículos o mensajes entre los personajes, espero este formato les guste.

Aquí vemos a las pequeñas Lola y Lana no técnicamente como esperaba porque pensé encontraría fotos de ellas de bebés o algo similares aunque no fue así del todo, encontré algunas, pero no me terminaron de convencer y no quería poner aclaraciones de por medio del fanfic así que encontré esas me gustaron, encontré que se parecen mucho y pues eso, así son las gemelas de bebés en este universo. También la foto de presentación de la pequeña Seiko que originalmente no pondría una foto de ella de momento, pero justo encontré esta maravillosa foto de ella de pequeña y justo sentada en una banca, más justa imposible jajajaja realmente cuando la vi la descargue de inmediato para colocarla.

Fue un capítulo más corto de lo habitual aunque por las imágenes y el artículo que leyó Junko se puede sentir igual o más largo de lo habitual, pero creo que así termino perfecto.

Sin más que agregar me despido esperando el capítulo les haya gustado, una gran saludo a todos.

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