Extra: Mí medicina eres tú

Jejejejeje hey... Sí, esto es un especial y estoy colocando un mensaje al inicio (es raro para mí créanme, supongo por la costumbre) pero descuiden es solamente algo rápido.

No es necesario ver este especial para entender la historia, pero lo que pasa aquí si es canónico, por lo que sí desean continuar espero lo disfruten y si no espero les guste el próximo capítulo. Saludos a todos.

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Escuela de Royal Woods tiempo después de la llegada de la familia Loud y que se conocieran Lincoln y Seiko.

Una pequeña se encontraba sola llorando en la oscuridad pensando en que era el día que más detestaba ya que le recordaba la horrible realidad, nadie en su escuela la quería, apreciaba o tan siquiera la respetaban por ser una pequeña de tez blanca y delicada, un cabello algo descolorido unos ojos que para la mayoría eran extraños al ser violetas y que parecía siempre estar en enferma por lo que usaba una mascarilla en todo momento haciendo que muchos niños pensaran que se veía repugnante, asquerosa o que tuvieran teorías como que ella era en realidad un monstruo, un zombie, un alienígena e incluso quienes decían que era la "niña experimento" y por eso usaba mascarilla para ocultar los atroces experimentos que le hacían a diario y que si la tocabas te volverías como ella y unos hombres llegarían a tú casa para llevarte por lo que nadie se le acercaba haciendo que la mayoría del tiempo solamente le tirarán cosas, incluso piedras.

La niña lloraba lo más silenciosamente que podía en el interior de la oscura enfermería, el único lugar en el que se sentía segura, a salvo, sobre todo un día tan oscuro y deprimente como lo era esté, pero entonces la puerta de la enfermería se abrió lentamente lo cual aterró a la niña que se cubrió con las sábanas de la camilla deseando que quien quiera que fuese que se marcharse pronto mientras temblaba del miedo más aún cuando escucho los pasos acercarse a donde se encontraba, el miedo la invadía cerrando con toda sus fuerzas sus ojos con pequeñas lágrimas que sean salir, entonces escuchó como corrían la cortina de la camilla donde se encontraba, la pequeña sentía que le daría un infarto mientras escuchaba los rápidos latidos de su corazón recordando las nebulosas caras de todos quiénes la molestaban o le gritaban cosas.

-aquí estás- fue lo que se escuchó, pero no con asco, sarcasmo o burla, era un tono de voz calmado, tranquilo y dulce que la hizo abrir los ojos perpleja mientras se levantaba un poco para mirar aún con la sábana en su cabeza.

-¿Li-Lincoln?- dijo con asombro la pequeña con su frágil voz apenas audible.

-hola Seiko- le respondió con entusiasmo con una gran sonrisa agitando su mano.

-¿Po-porqué estás en la enfermería? ¿Vo-volviste a caerte?- le pregunto tímidamente con la cabeza baja, pero luego la levantó para mirarle con preocupación -¡N-no me digas que volviste a co-comer algo en mal esta-tado!- dijo con difícultad por su tartamudeo pues aunque le gustará la presencia del chico le asustaba la idea de que le pasará algo y él era un experto en eso.

-¡Por favor no digas eso!- hace un puchero cruzándose de brazos -so-solamente pasó una vez...- menciono tímidamente desviando la mirada provocando el suspiro de alivio e incredulidad de la pequeña.

-¿Entonces porqué viniste?- pregunto confundida.

-¿De qué hablas?- pregunto él también confundido por la pregunta -es obvio que vine por tí jeje- le dijo sonriendo alegremente, algo que sin duda sonrojo a la pequeña.

-¿Eh?... ¿Po-por mí?- no podía creerlo, Lincoln la estaba buscando, era algo sumamente extraño y desconocido para la niña, alguien la estaba buscando a ella y no solo eso, le miraba con su dulce rostro de tez blanca como su hermoso cabello que parecía relucir incluso en la oscuridad, con su sonrisa inconfundible, sincera, amable, cariñosa, una sonrisa que mostraba perfectamente el tipo de persona que era y esos ojos que la miraban, esos hermosos ojos azules en los que podía verse reflejada mientras él le sonreía, una persona tan maravillosa, tan antes dulce y amable la buscaba a ella, pero esto no podía ser, la chica rápidamente trato de volver a realidad nadie la buscaría a ella y mucho menos esté horrible día, en palabras de la pequeña "un día que no está hecho para personas como yo" aquel era su pensamiento desde que había entrado al jardín de niños y que la había acompañado toda su vida -¿Porqué me buscas a mí?- dijo con algo de tristeza en su voz pues el que le buscará tal vez significaba que necesitaba algo de ella, aunque no estuviera enfermo tal vez alguno de sus amigos si lo estaba o alguien de su familia o incluso alguien desconocido y él simplemente quiso ayudar recurriendo a ella "es probable que me necesite... Después de todo... Así es la única forma en la que alguien me busca" pensó para sí misma aunque con dolor no le importaba pues Lincoln había sido el primer niño que le hablo con normalidad, el primero en sonreírle de forma sincera y alegre y el primero en pasar tiempo con ella sin parecer asustado o asqueado por su apariencia.

-quería darte esto- mueve su chaqueta un poco para buscar en su bolsillo algo -¡Ah! Aquí está, ten...- le entrega una tarjeta -espero te guste... Todas las que encontré con temática de medicina decían cosas como "mejorate pronto", "espero salgas vivo","no te olvidaremos"... Y bueno se hacían más y más deprimentes...- al recibir la tarjeta la chica queda totalmente anonadada observándola y luego vuelve a ver al chico que continuó hablando -así que... Cómo ninguna me convenció yo...- se soba el brazo con el otro -t-te dibujé una yo mismo...- menciona algo sonrojado.

La pequeña no sabía que decir "¿Es una broma? ¿Se está burlando de mí?" Fue lo primero que pensó con mucha tristeza la niña, pero al abrirla no podía creerlo.

En un extremo habían dibujos de ella y él pareciendo estar muy felices rodeados por muchas cosas de medicina algo que sorprendió y fascinó a la pequeña, mientras que en en la otra parte había una nota la cual leyó en voz baja para sí misma.

-Se-Seiko... De-desde que te conocí so-soy muy feliz, e-eres una persona increíble y muy amable- la timidez y tartamudeo de su lectura se fue desvaneciendo poco a poco mientras se emocionaba por las palabras dedicadas a su persona -me alegra como siempre me ayudas y me cuidas, sé que tengo una familia muy grande, pero mis hermanas aunque hacen lo que pueden no saben tratar heridas o malestares como tú, gracias por ser mí amiga, por cuidarme y por estar conmigo realmente te quiero mucho Seiko, atentamente Lincoln Loud, posdata feliz día de San Valentín...- al terminar la pequeña sujetaba con fuerza la tarjeta mientras las lágrimas recorrían su rostro.

Ella miró con lágrimas en los ojos a Lincoln el cual se sorprendió y entristeció pensando que no le había gustado, iba a disculparse, pero fue sorprendido por un abrazo de la pequeña que se abalanzó sobre él tirando a ambos al suelo, el chico veía asombrado como aún así ella lo seguía sujetando del cuello mientras acariciaba su mejilla con la suya repitiendo una y otra vez "gracias".

A Seiko le costaba creerlo, pensó que era un sueño, un maravilloso sueño del que no quería despertar nunca más, ella había recibido un regalo del día de San Valentín y de la persona más importante para ella, de su querido amigo albino el cual solamente se dejaba querer por ella aún cuando lo había derribado por lanzarse desde la camilla, la pequeña le abrazaba sin intenciones de querer soltarlo por miedo a que se fuera, a que desapareciera y despertará descubriendo cruelmente que todo había sido un simple sueño, pero él seguía hay tranquilamente apoyando una mano en el suelo para permanecer sentado luego de la caída y con la otra acariciando el cabello de su preciada amiga.

Luego de algunos minutos la campana sonó señalando que debían volver al salón de clases, pero ella no quería, prefería seguir así como estaban aún si permanecían en el suelo le daba igual no quería apartarse ni un segundo del chico.

-Se... Seiko si no llegamos pronto nos van a castigar...- trató de explicar el chico, pero ella le dijo que no le importaba un castigo si podían seguir así más tiempo -también disfruto de estar así- menciono para la sorpresa de la pequeña que se sonrojo al instante para mirarle a la cara, pero esté miraba a un costado también con un rubor en sus mejillas -pe-pero no quiero que me castiguen además... La tarjeta n-no era lo único que te-tenía planeado para hoy...- menciono el chico para sorpresa e intriga de la pequeña.

"¿Aún hay más? Lincoln me está diciendo que...¡¿A preparado más cosas?! ¡¿Pa-para mí?!"la pequeña no podía creerlo, estaba muy feliz a la par que emocionada por primera vez en su vida escolar esté día no lo sentía como un tormento eterno que jamás desaparecía ni acababa, ahora mismo para ella era el día más increíble de su joven vida.

La pequeña lo pensó unos breves segundos y finalmente se paró para que así Lincoln igual lo hiciera.

-la-lamento haberte ti-tirado...- se disculpó agachando la cabeza mientras jugaba con sus dedos, pero entonces el pequeño la tomó del hombro con una mano mientras con la otra le daba un pulgar arriba con una gran sonrisa.

-no hay problema, fue divertido sobre todo porque no me lo esperaba jeje- le menciono con gran entusiasmo para luego apartarse mientras se rascaba la nuca -además... S-se sintió bien, pe-pero debemos darnos prisa, llegaremos tarde a clases y como mínimo nos regañarán- dijo el chico que por un momento pensó en tomar la mano de su amiga, pero dado lo ocurrido estaba muy nervioso por dentro como para intentarlo.

-tienes razón...- menciono la pequeña cerrando los ojos unos breves segundos en señal de completo alivio, la pequeña estaba en paz y muy feliz, una vez volvió a abrir los ojos tomó rápidamente sin pensar la mano del chico -vamos, si nos damos prisa quizás con una disculpa no nos castiguen- le dijo con gran alegría en su voz algo que hizo pensar a Lincoln que bajo esa mascarilla ella estaba sonriendo ligeramente, un pensamiento que por alguna razón lo ruborizó y sin poder articular palabras asintió dejándose llevar de la mano por su amiga.

Tras una disculpa con la maestra y una aburrida y típica jornada de clases finalmente era la hora de salida, Seiko aguardaba en la entrada la llegada del pequeño albino que le pidió que la esperé ya que debía volver por unos libros que olvidó y se despediría de su amigo Clyde.

Mientras aguardaba unos niños al verla comenzaron a murmurar cosas al igual que las niñas que pasaban cerca, algo que a pesar de estar más que acostumbrada le afectaba, le dolía inmensamente, pero no está vez, ahora era diferente pues ella a pesar de escuchar alguno de sus comentarios mal intencionados a ella no le importaba, para la pequeña ellos podrían comentar todo lo que quisieran, podían insultarla cuanto quieran porque la felicidad que tenía en aquellos momentos la hacía totalmente inmune a sus comentarios, las niñas seguían hablando al igual que los chicos, pero veían como a la pequeña no parecía importarle, algo que los molestaba.

"-que se cree esa rara-"

"-quizás la vendrán a buscar de su planeta-"

"-tal vez experimentaron tanto con ella que ya no tiene emociones-"

"-iugh repugnante jajajaja-"

"-sí, yo escuché que viene de un laboratorio-"

Los comentarios poco a poco ya no eran simples murmullos, ahora se podían escuchar claramente, pero a ella no le importaba no era nada que no le hubieran dicho ya y si era sincera por primera vez le daba igual, pero a ellos esto cada vez les irritaba más hasta que uno deicidio tirarle una piedra que agarró del suelo y otra niña sacaba un libro para tirarlo también.

"-veamos si ya no siente nada ese monstruo-"

"-le enseñaré modales a esa rara, a mí nadie me ignora-"

Mencionaban ambos a sus respectivos grupos de amigos que les rodeaban expectantes a lo que ocurría, algunos dudosos de lo que hacían y otros emocionados por lo que pasaría, pero lo que tenían en común es que ninguno ellos detendría aquel acto.

La pequeña no era tonta, había escuchado perfectamente lo que dijeron y sabía que le tirarían cosas, normalmente abría huido, pero debía esperar a Lincoln, no, más bien ella quería esperarlo aún si eso significaba soportar que le tirarán cosas al igual que años anteriores "una vez más no hará diferencia, al menos está vez... Tengo un motivo para soportar" pensó mientras se apegó a la pared sacándose la mochila y deslizándose hasta el suelo cubriéndose de frente con esta para que no que sea que le aventaran no le diera en la cara.

Finalmente el ataque comenzó.

Piedras, libros, lápices, incluso algunas reglas, estuches diccionarios era arrojados a la pequeña que se cubría como podía sentada en el suelo tapándose lo más que podía con la mochila aunque algunos le dieran en la cabeza por rebote contra la pared, la pequeña temblaba con los ojos cerrados, quería que pararán, pero intentar hablar era inútil y ella ya lo sabía por experiencia propia por lo que solamente aguantaba como podía conteniendo las lágrimas. Luego de unos minutos su cabeza le dolía algunos daban de lleno en ella, otros llegaban a sus pies y aunque llevará zapatos era tanta su insistencia que incluso así podía sentir dolor ahí.

Uno de los chicos se reía a carcajadas mientras le tiraba pequeñas piedras a la niña hasta que vio que ya no le quedaban, frustrado chasqueó los dedos hasta que mirando al costado vio otra mucho más grande casi del tamaño de su mano por lo que con una sonrisa malévola la tomó, sus amigos le intentaron decir que eso era peligroso, era demasiado grande, pero él hizo caso omiso haciéndolos callar amenazando los con lanzarse las a ello si no cerraban la boca, incluso la chica que le tiró varios libros o diccionarios de ella y sus amigas pensó que era demasiado, pero con la misma sonrisa le ánimo a que lo hiciera, sus amigas por su parte se miraron sintiéndose algo culpables por lo ocurrido "esto ya no es divertido" pensaron, pero no se atrevían a cuestionar a su amiga.

Seiko escuchó con temor que le iban a tirar una piedra más grande, llena de pánico no sabía qué hacer "¿Escapar?" Se preguntó a sí misma, pero lo descartó pues si lo intentaba era posible que le dieran igualmente "¿Gritar para que se detengan? ¿Suplicar?" Gasto innecesario de aliento se dijo, era obvio que eso no le había funcionado en el pasado ahora menos lo haría, parecía que todo increíble, maravilloso y alegre de su día se había esfumado para dar paso simplemente a otro triste, horrible y trágico día de San Valentín como tantos otros que había vivido por lo apretando con fuerza su mochila cerró con más fuerza los ojos mientras temblaba solamente esperando que todo terminará luego de ese tiro.

Finalmente tomando impulso para lanzarla con toda su fuerza el chico la tiró tratando de apuntarle a la cabeza.

Seiko esperaba con temor el impacto, pero esté jamás llegó.

—¿Qué creen que hacen?— se escuchó con mucha rabia en sus palabras, se podía sentir el desprecio en cada una al igual que en su mirada llena de odio, algo que asusto a todos los presentes —¿Y bien? ¡¿Qué creen que están haciendo?!— pregunto ahora con más molestia mientras mostraba una cara de desagrado y de pocos amigos el chico que recibió el impacto de lleno en la frente por la cual escurrían dos delgados hilos de sangre que de a poco llegaban hasta sus mejillas y finalmente caían al suelo dándole una apariencia aún más aterrada por su mirada.

La pequeña Seiko reconoció de inmediato la voz aunque estaba completamente atónita pues jamás le había escuchado molestó y solamente escucharlo ahora mismo infundía temor en cualquiera que lo mirase o le escuchará por lo que levemente levantó por encima de su mochila mirada algo temblorosa y ahí lo vio, Lincoln estaba enfrente de ella dándole la espalda indicando que la había protegido, pero un leve sonido desvió su atención al suelo haciendo que abriera los ojos como platos al ver que ahí se encontraban sus pequeños charcos de sangre y aún goteaba hacia ellos desde el pequeño, algo que asusto por completo a la pequeña que sin pensarlo se levantó rápidamente.

—Li-Li-Li-Lincoln... T-tú e-estas sa-sangrando...— abrió su mochila para buscar cualquier cosa que le sirviera para atenderlo encontrando parche curtidas, y un frasco de alcohol además de un poco de algodón por lo que iba a tocar su hombro, pero antes de hacerlo él giró su mirada dejando ver uno de los rastros de sangre que iniciaba en su frente y le sonrió.

—estoy bien, descuida— le dijo con una gran sonrisa en la que mostraba los dientes con una expresión de despreocupación envidiable dejando perpleja a la chica que quería reclamarle, pero esté desvió su mirada nuevamente al frente —ahora lo que quiero es... ¡Saber porqué le tiraste una piedra a mí amiga!— dijo mostrando su puño alzado con gran irá acompañada de una expresión de odio puro que hizo a todos dar un paso hacia atrás menos el responsable.

—¿Y qué harás?... Anciano jajajaja— se burló el chico por el cabello blanco de Lincoln.

—¿Yo?— sonrió con malicia —no soy fanático de la violencia...— se acercó lentamente al chico —ni tampoco me gusta recurrir a tácticas cobardes como lanzar cosas, ni mucho menos esconderme detrás de otros para que resulten lastimados por mí culpa...— todos le miraban expectantes —no soy fuerte, ni muy listo para muchas cosas, pero...— quedó parado justo en frente del otro chico que lo miraba con molestia y preocupación por la actitud que tenía.

—¿Pero?— intentó sonar rudo para ocultar su nerviosismo, causando la sonrisa del pequeño albino.

—podría sorprenderte de lo que soy capaz cuando lastiman a las personas que quiero— sonríe con malicia mientras lo mirada directamente a los ojos haciendo que el niño de un paso atrás.

—¡J-ja! So-solamente son... Pa-palabras...— dijo tratando de mantenerse firme.

—tienes razón, son sólo palabras...— el otro chico respiro aliviado para retomar todo su valor y amenazarlo, pero antes de hacerlo el chico albino hablo primero —pero luego de las palabras vienen las acciones y ahí es donde soy bueno— terminó de hablar dejando al otro chico asustado mientras Lincoln se daba vuelta con total calma para caminar de vuelta hacia Seiko sonriendo como si nada hubiera pasado para tomar una de sus mejillas —¿Te encuentras bien? Lamento haber tardado tanto...— dijo un poco cabizbajo pues si no la hubiera dejado sola esto no abría pasado.

Ella lo reconfortó diciendo que estaba bien, que no tenía ninguna herida y solo le dolía un poco la cabeza, pero que deseaba que continuarán con su día, algo que alegro ligeramente al chico que tomó su mano para ir rumbo a donde lo estaría su madre junto a sus hermanas para ir a casa.

—¿N-no deberíamos curarte?— pregunto algo asustada Seiko pues aunque ya no sangraba tenía el rastro de sangre aún en el rostro.

—descuida, cuando nos subamos a la van podrás curarme— le menciono con su expresión sincera de felicidad habitual "además lo que dije es verdad, no me gusta la violencia y lo malo es que tampoco soy alguien muy fuerte como Mukuro o mí hermana Lynn, pero... Lo que le hicieron a Seiko no quedará así, tal vez yo no use la violencia, pero no significa que impida que otros la usen" pensó teniendo ya listo un plan para vengarse de esos niños que osaron lastimar a su amiga.

Una vez llegó Vanzilla las preguntas por parte de sus hermanas mayores y su madre no se hicieron esperar, él, sin embargo, con total calma les dijo que se encontraba bien y que después les explicaría ya que Seiko quería tratar la herida así que le pidió a su madre que por favor no cancelarán los planes para hoy solo por esto, aunque su madre dudo decidió aceptar la petición de su hijo pues sabía lo importante que era esto para él además de todo el tiempo que invirtió en preparar todo.

Lincoln y Seiko iban sentados en los últimos asientos de Vanzilla mientras ella le curaba, desinfectada y tapaba la herida, pero como tenía el tipo de parche adecuado colocó 2 en firma de cruz cosa que le pareció simpática y creía que se veía lindo así.

"Nunca olvidaré cuando nos conocimos, yo solamente estaba asustada y actúe por instinto, pero tú decidiste quedarte allí conmigo, al principio pensé que era simple cortesía, una muestra de agradecimiento sin más, pero tú continúas te yendo, cada receso, incluso en la hora de almuerzo tú ibas y me llevabas algo de comer aún cuando mí timidez e incomodidad hacia el resto hacía que no te hablara tú perseveraste. Tú sonrisa alegre y confiada, tú mirada cálida, sincera y llena de vida me cautivaron, nunca había visto a alguien tan feliz, tan sincero, humilde, cariño y bondadoso. Siempre me agradeces cuando te curo o alivio tú dolor, pero la verdad es que tú curaste y alivias te el mío... Lincoln gracias, gracias por estar conmigo y por curar mí dolor..." Así la pequeña pensaba durante el transcurso del viaje hasta la llegada de la residencia Loud.

Una vez ahí Lincoln le pidió que la esperará en la sala mientras se cambiaba lo cual ella aceptó, pero rápidamente todas sus hermanas subieron junto con él para pedir explicaciones de lo ocurrido, a sabiendas que eso le tomaría mucho tiempo les menciono que se los diría en la noche ya que no quería que mamá se preocupará algo que puso aún más alerta a todas que estaban ya de por si molestas con quién le haya hecho eso a su hermano.

Pasado un tiempo finalmente Lincoln bajaba ya listo para continuar con su plan que él mismo titulaba "día perfecto para una bella velada con mí mejor amiga en agradecimiento a su ayuda y como muestra de afecto por mí parte".

—lamento la tardanza, mis hermanas querían arreglarme también y no dejaban de decirme cosas, pero... Como hablan al mismo tiempo no entendí nada por lo que asentí hasta que me dejaron ir jeje— le dijo con una cálida mirada sonriente que hacía resaltar aún más su ternura y la pequeña veía con asombro el bello conjunto que llevaba su querido amigo albino.


—¿Li-Lincoln? Te-te ves... Te ves muy,muy li-lindo— menciono con un leve rubor Seiko mientas ponía su mano en su pecho tratando de calmarse un poco pues sentía como su corazón se aceleraba al ver el conjunto de su amigo mientras le sonreía.

"E-es increíble, si-siempre fue li-lindo, pero a-ahora se ve ta-tan e-elegante y-y sofisticado... Le queda muy bien el blanco... Realmente quisiera jamás me dejara de sonreír, quisiera que siempre estuviera a mí lado, que me abrazara, que me cuidará y yo cuidarlo y protegerlo a él, tal y como me protegió hoy... ¡Sí! Eso debo hacer, debo protegerlo, proteger su sonrisa, la primera sonrisa que fue dedicada mí... Tengo que estar al lado Lincoln... Solamente espero... Qué el también quiera estar siempre a mí lado" fueron los pensamientos de la pequeña mientras admiraba el dulce rostro de su amigo.

Por otro Lincoln veía con libero sonrojo como ella le miraba fijamente con brillo en su mirada, que aunque no se notará a primera vista él ya la conocía lo suficiente para notarlo, le alegraba inmensamente que le gustará su conjunto pues se lo había pedido especialmente a su hermana Leni, un conjunto elegante que combinará con el estilo clásico y elegante de Seiko y esté era el resultado.

—M-me alegra que te guste— no pudo aguantar más la vergüenza de ser observado tan fijamente que totalmente Colorado desvió la mirada mientras se rascaba levemente la mejilla con su dedo índice —Le-Leni lo hizo... Que-quería a-algo e-elegante para hoy— no se atrevió a decir que era especialmente para ella, pero sus hermanas que observaban felices o conmovidas la escena a excepción de Lucy que apretaba con fuerza el barandal de la escalera se encargaron de que la niña lo supiera, más específicamente fue Luan la que entró a escena.

—jajajajajaja ay Lincoln, pareces un tomate invernal jajajajaja ¿Entiendes? Tú cara es como la nariz de Rodolfo en medio de la nieve jajajajaja ¿Entiendes, entiendes?— reía a carcajadas la pequeña comediante ganándose el suspiro de desaprobación de todas y el albino solamente rió forzadamente mientras entre dientes trataba de decirle a Luan que no era el momento,pie de entrada para que ella prosiguiera —jajajajaja ¿Dices que no es el momento? Pero en el momento en que le pediste a Leni ese traje del siglo pasado especialmente para tú cita con Seiko debiste saber que vendrían chistes así jajajaja ahora ustedes son una pareja palidemporánea jajajaja ¿Entienden?— por primera vez en toda su vida Lincoln tenía ganas de maldecir a una de sus hermanas por lo que acababa de decir, quedó completamente helado con la boca abierta con miedo a voltear a ver a su amiga Seiko por no saber cómo se tomaría lo que dijo Luan.

"A veces creo que mí hermana solo quiere ver el mundo arder como en el día de las bromas y por primera vez yo desearía verla arder ¡¡¿Cómo pudo decir eso?!! ¡Es todo! Es mí fin, el plan de arruinó, seguro ella ahora siente pena por mí o le parece raro o desesperado... Tal vez crea que soy algún loco obsesivo... ¡¡Aaaaaah Luan esto no se quedará así!!" Los pensamientos e inseguridades del chico lo hacían palidecer más de lo que ya de por sí era mientras varias gotas de sudor por los nervios recorrían su cara, quería voltear, pero el miedo le impedía hacerlo.

Por otro lado en la mente de la chica ella también tenía su propio debate mental.

"¡¿Qué a dicho?! ¡¿Qué lo hizo por m! No, no, no, no... Cla-claramente es una de las clásicas bromas malas de su hermana, s-sí eso debe ser, después de todo ¿Porqué el llegaría tan lejos por mí? No soy linda, simpática, sociable, atlética, carezco de carisma, elegancia, belleza, dulzura... E-es imposible que el de haya tomado tales molestias por mí ¿Verdad? ¡¿Verdad?! Pero... ¿Y sí lo hizo? ¡¿Y sí realmente lo hizo por mí?! Eso... Eso sería..." La pequeña no estaba acostumbrada a tener tantas emociones en tan poco tiempo por lo que tuvo un colapso mental mientras temblaba y sus ojos daban vueltas, no era capaz de articular palabras y uno podría jurar que le salía humo de la cabeza algo que al ser notado por las hermanas sonrieron con complicidad pues para ellas era claro lo que sentía la pequeña y habiendo terminado su trabajo Luan se despidió entre risas diciendo que debía ir a ensayar.

Lincoln estaba aterrado, no podía encarar a su amiga ahora mismo por lo que estableció posibilidades de acciones a tomar en ese momento "¿correr a mí cuarto?... No es mala idea, pero dejarla aquí abajo sin explicación... Seguro se sentirá mal o pensará que estoy enojado o algo así, mejor no... ¿Correr afuera de la casa?... ¿Qué estoy pensando? Es exactamente lo mismo, no puedo huir... ¿Confrontación?... Quisiera evitarla, pero sí explicó que ella solo bromeaba o que..." No pudo terminar de pensar pues la voz de su amiga le interrumpió.

—¿D-de verdad l-lo hiciste por mí?— escucho la pregunta con su frágil voz apenada lo cual puso aún más de los nervios al chico que solamente podía maldecir a su hermana ahora mismo —¿Hi-hiciste qué... Qué te ha-hagan un traje pa-para combinar con el mío?— agregó con algo de timidez mientras bajaba su mirada juntando sus manos.

"¡Vamos hombre si algo! Ella espera una respuesta y tú debes dársela... No es diferente a tratar con Junko o Mukuro, has hablado con Seiko por prácticamente un año ¡No es momento de acobardarse! Así que... ¡Da media vuelta y corre! No no no no, quiero decir ¡¡Da media vuelta, mírala a los ojos y dile la verdad!!" trataba de convencerse a sí mismo, pero no dejaba de temblar por lo que tragando un poco de saliva se volteó de la forma más lenta y anti natural posible poco si fuera un robot al que le faltaba aceite incluso parecía rechinar mientras se giraba mostrando su mirada preocupada y labios temblorosos.

—yo yo yo yo... Bueno, yo...— trató de explicar, pero era un esfuerzo inútil mientras por dentro de gritaba a sí mismo con frustración, no era ni siquiera capaz de mirarla a los ojos, trataba de forzarse a ver el suelo, las paredes, el techo, el sofá, la televisión, sus propios pies, pero sabía que en algún momento debía mirarla.

—¿No verdad?... Eso sería imposible...— su tono de voz decaído y triste hizo reaccionar de inmediato a Lincoln que finalmente la miró, ella parecía triste por haber dicho esas palabras, pero que en fondo ella pensaban era verdad, se sentía tonta por tan siquiera pensar que él o cualquier persona en el mundo hiciera tal cosa por ellas parecía que quería llorar, pero apretaba con fuerza sus manos para aguantar, entonces Lincoln se dio una fuerte cachetada mental a sí mismo almirar lo que había provocado.

"¡La chica que tanto quieres está ahí triste y pensando que no es nada para tí por estúpido! ¡¡Has algo maldita sea!!" Se grito dn si mente.

—y-yo... L-lo que dijo fu-fue— es lo único que pudo mencionar mientras que en su mente se volvió a gritan una vez más "¡¡Pero que sea mejor!!" Se regaño, por lo que tomando aire y todo el poco valor que le quedaba gritó a todo pulmón —¡¡Lo que dijo es verdad lo hice para tí, espero te guste y no creas que es raro!!— dijo terminado sin aire tras lo dicho por lo que respiraba agitado tratando de recuperar el aliento para continuar mientras la pequeña le miraba asombrada y algo asustada por haber gritado tan de repente, pero extremadamente feliz por lo había dicho —Seiko yo... Quería pasar mí primer San Valentín en Royal Woods contigo porqué... Eres... M-muy importante para mí, podré ser listo o astuto para muchas cosas, pero también so-soy alguien distraído que se lastima con facilidad, podría decirse que soy despistado jeje... Pero el punto es, qué quiero pasar el día de hoy contigo porque últimamente te noté más triste o deprimida de lo habitual así que aprovechando el día, quería que tuviéramos... U-un lindo recuerdo juntos y el traje fu-fue mí idea pensando en que t-te gustaría— terminó de explicar con la cara totalmente roja desviando su mirada pues ya no era capaz de mirarla, pero ella simplemente se acercó y lo abrazó para sorpresa del pequeño albino.

—me encanta... Me encanta pasar tiempo contigo y me encanta estar a tú lado Lincoln... Gracias de verdad...— la pequeña le abrazaba con fuerza al igual como cuando estaban en la enfermería, pero está vez ella se separó más rápido lo que confundió al chico, ella se bajó la mascarilla y le dio un tierno beso en mejilla —espero disfrutemos el resto del día juntos— le dijo con una pequeña sonrisa con el rostro ruborizado y sus ojos cerrados que hizo que el corazón de Lincoln se acelerará más que cuando corría o entrenaba junto a Lynn, el rostro del chico había alcanzado nuevas e intensas tonalidades de rojo mientras tartamudeaba diciendo que él también lo esperaba.

Finalmente su madre interrumpió la escena para preguntarle si ya estaban listos ya que si no se haría muy tarde por lo que volviendo en sí Lincoln tomó la mano de Seiko para correr con ella hasta Vanzilla donde tendrían su mágico día.

Así tuvieron una tarde que inició con juegos en el arcade seguidos de una película, para finalizar con una linda cena en un restaurante italiano la cual disfrutaron mucho.

Ya a las 8:30 p.m. llegaron a la casa de la pequeña para despedirse.

—gracias Lincoln, fue un día simplemente maravilloso— le dijo algo ruborizada la pequeña.

—n-no fue nada Se-Seiko... Me divertí mucho contigo— le dijo el pequeño albino también con su rostro colorado mientras se cuestionaba si era buena idea lo que pensaba.

—bueno, voy a entrar. Nos vemos mañana en la...— no pudo terminar pues fue interrumpida por una cálida y suave sensación en su mejilla —¿Eh?— dijo de forma casi inaudible por la impresión mientras llevaba su mano a la mejilla donde Lincoln le había depositado un tierno beso al igual que ella lo había hecho.

—¡N-nos vemos mañana Seiko!— dijo tímidamente el chico mientras agitaba su mano corriendo de vuelta a Vanzilla.

La pequeña solamente pudo llevar la mano de su mejilla a su pecho mientras lo veía alejarse ya en la van y esté la miraba totalmente rojo desde la ventana.

—nos vemos... Mí querido Lincoln— se dijo a sí misma sonriendo por debajo de la mascarilla.

Así se perdió de la vista y luego de unos minutos llegaban a la casa Loud con su madre mirándolo con picardía pues vio toda la escena, el chico muy rojo quería salir corriendo de la van a su cuarto, pero se tropezó con algo, era la mochila de la pequeña que se le olvidó entregarle cuando bajaron.

Fin.

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Espero les gustará esté especial la razón de su existencia es que pensé quizás hacer un especial de San Valentín para todas, pero una vez al año tardaría mucho y justo pensé en esté tierno aunque difícil día que pasaron juntos.

Por si quedan dudas Lynn se "encargó" de los bravucones y no fue la única jajajaja

Rita por otro lado fue a entregarle la mochila a la pequeña sin Lincoln ya que esté no tenía la fuerza mental para mostrarse frente a ella luego de ese beso.

Sin más que decir me despido, un gran saludo a todos.

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