Extra: la doncella sin nombre

Dicen que no hay nada más hermoso que una noche estrellada junto a las personas que amas cerca de una cálida fogata, pero cuando esa fogata es tú casa, las personas que amas están siendo devoradas por las llamas y tú solamente miras la noche entre lágrimas, lo único que puedes pensar es que todas las personas que dicen aquello jamás han perdido todo en cuestión de minutos, no han escuchado los gritos suplicantes entre agonía y lamentos de ensordecedor poder, gritos que devastan tú alma y tus oídos; tratando de cubrirte los inútilmente con tus manos sin éxito alguno porqué aún están ahí, resonando en tú cabeza y sigues mirando el cielo, la noche en espera de un milagro, de una estrella fugaz que cumpla tú deseo, pero nada de eso ocurre, el milagro no llega, el deseo no se cumple y la vida de todos quiénes fueron importantes para tí se extingue ante tí.

Con las últimas fuerzas que te quedan bajas las mirada llorando a mares entre sollozos suplicantes de ver a alguien, quién sea, pero todo lo que vez es un cuerpo calcinado extendiendo lo que parece ser una mano hacia tí, totalmente roja con parte de la carne y huesos expuestos; entonces diriges más allá tú mirada solamente para contemplar un manojo de carne roja con algunas llamas aún vivas ahí, entre los restos, no hay cabello, el rostro es irreconocible y de la ropa sólo quedan cenizas cercanas.

Vuelves a alzar la mirada a la hermosa noche que cubre tal grotesca escena, pero no puedes dejar de llorar buscando un milagro, de pronto más gritos se escuchan, más lamentos, súplicas, insultos, maldiciones y desgarradores llantos de hombres, mujeres y niños por igual porqué a los ojos de la muerte todos somos iguales, insignificantes y para el fuego no hay ser vivo que no pueda ser devorado por esté.

"Escapa"

Las últimas palabras de tú madre se vienen a tú mente.

"Corre"

Recuerdas lo que gritó entre llantos tú padre mientras era apuñalado.

"Vive"

Resuena en tú mente la última palabra entre lágrimas de tú hermana que te observa con lágrimas en sus brillantes ojos y con la boca llena de sangre mostrando una leve sonrisa extendiendo como puede la mano hacia tí antes de caer muerta ante tú mirada aterrada.

Entonces una frase se forma en tú mente, una frase creada en base a todo lo que habías vivido hasta aquel momento, una frase con la que darías comienzo a tú nueva vida y con la cual encontrarías tú camino, un camino que te de la razón por la que vivir.

Corres entre lágrimas de impotencia mordiendo tus labios para no gritar, te tropiezas, te lastimas y sangras, pero no te molesta, no te importa pues con una mirada llena de odio y perseverancia vuelves a correr aunque estés cojeando mientras en tú mente te repites aquella frase que cada vez coge más fuerza, más pasión, más emoción, la extiendes como una oración, una oración para tí misma, algo que se convertirá en tú credo, en tú fuerza, en tu voluntad y que creaste para definirte de ahora en adelante mientras aprietas los puños continuas llorando mantenimiento esas palabras en tú mente.

"Escapar jamás será una opción, correré únicamente hacía mí enemigo y viviré para proteger a quién sea digno de ser protegido, volveré a sonreír sólo ante quién lo merezca, serviré a quién me demuestre su valor, no importa si es bueno o malo para el mundo, yo le entregaré mí vida como mí familia entregó su vida por mí"

Así pasan los años dónde encontraste un lugar dónde llevar a cabo tú nueva meta, tú nuevo sueño y anhelo.

La más prestigiosa escuela para mayordomos y sirvientas del mundo, dirigida por los mejores en esas áreas los cuales han servido únicamente a las personas más poderosas del mundo, la escuela "Lealtad Suprema de un servicio supremo" dónde solamente un pequeño número se gradúa o tan siquiera llega a la mitad del curso, pues debido a los extremadamente altos estándares además duros entrenamos en múltiples áreas muchos no soportan la presión y terminan abandonado el lugar.

Sastrería, conducción de vehículos terrestres, marítimos y aéreos de toda clase, nutrición básica, avanzada y gastronomía, maestría en cocina, en diferentes tipos de orden, de limpieza, de cuidados físicos y psicológicos, conocimientos avanzados en finanzas, economía, química además de entrenamiento de clase militar avanzada tanto en combate con armamento de fuego como combate cuerpo a cuerpo, esto era solamente el comienzo de la extensa lista de habilidades que debían ser adquiridas y perfeccionadas en su totalidad para estar al servicio de alguien.

Así es como comienzas una nueva vida en la que únicamente te enfocas en la perfección de tus acciones con tal de jamás volverle a fallar a nadie ni a tí misma, pasas cada prueba sin quejarte, soportadas cada entrenamiento en silencio, soportas cada golpe, caída, quemadura y corte con una actitud inexpresiva, carente de emociones, únicamente cumpliendo cada labor que se te otorga y aprendiendo cada materia que te enseñan sin rechistar aún si las ojeras comienzan a notarse, aún si tú cuerpo quema exigiendo un descanso o tan siquiera detenerte por una tarde para recuperarse, tú solamente continuas porque no todo el dolor que sientes ni todo el agotamiento que posees se comparan a aquel día en que lo perdiste todo.

Así te conviertes en alguien reconocida y valorada por la directora del área de sirvientas y una de las dueñas de la escuela, la antigua poseedora del título de la sirvienta definitiva; Kirumi Tojo.

—jamás creí decir estás palabras ni siquiera formando la nuevas damas que formarán parte del selecto grupo de sirvientas o criadas que brindarán sus servicios a las personas más importantes del mundo, pero definitivamente te has ganado el título que posees ahora, en lo que a mí respecta, estoy orgullosa de llamarte la nueva sirvienta definitiva. Estoy muy segura que en la academia Kibougamine encontrarás lo que buscas, aquella persona a la que brindaras tú vida, solamente recuerda siempre "el deber antes de uno mismo" ese debe ser el credo más importante para una sirvienta— le miraba con gran orgullo aunque la niña frente a ella solamente inclinó la cabeza con respeto hacia ella sin dejar de mantener un rostro serio que no mostraba expresión o emoción alguna incluso ante los elogios de ella.

—no lo sé señorita Tojo ¿Realmente cree que está preparada? Incluso nuestros clientes más poderosos económicamente han pedido que sea destituida, aún cuando han aceptado su actitud fría, el hecho de que se niegue a servirles mirándoles con desprecio o superioridad es algo que no podemos ignorar. Ya sea una sirvienta o un mayordomo es necesario mantener siempre una actitud serena además de una sonrisa ante nuestro amo y señor, es a quién...— no pudo terminar pues fue interrumpido por Kirumi que movía su dedo índice negando mientras hacía sonar sus dientes con desapruebo sonriendo.

ts ts ts ts... En eso se equivoca señor Tian, ella cuando llegó ante mí ya me había explicado su deseo y yo he decidido respetarlo a cambio de que ella demostrase su valor como sirvienta lo cual a logrado con creces, el que ella no vea a nuestros clientes como personas aptas para su servicio me parece bien, ella encontrará a quién darle sus servicios con una sonrisa algún día, de eso estoy segura— le mencionó con felicidad y mucha seguridad.

—estoy de acuerdo con la señorita Tojo, señor Tian— una chica de cabellera rubia hizo aparición dejando sombreado al hombre que solamente se limitó a mirar al frente mientras ella se ganaba a su lado —cuando ella entró en la escuela muchas le miraban mal o como poca cosa, pero al igual que yo fuimos nosotras bajo nuestros propios méritos y esfuerzos que les cerramos la boca a muchas, ahora estoy cerca de.mi graduación, pero aún así siento que no soy ni la mitad de buena que ella, realmente me siento feliz de que la hayan considerado para ese título, creo que lo merece— le dijo con total seguridad en sus palabras.

—bueno, sin duda confío en el criterio de ambas por lo que no tengo objeción en su retiro de la escuela para terminar su educación en la academia al igual que lo hicimos la señorita Tojo y yo— terminó de hablar el hombre que miraba con seriedad y algo de preocupación el rostro inexpresivo de la chica.

—¿Así que tiene tú aprobación encargado del área de los mayordomos de la más alta clase, señor Sebas Tian?— le miró felizmente la señorita Kirumi.

—supongo que no tengo objeción de su juicio, después de todo es tan acertado como el mío y si usted dice que está lista señorita Kirumi Tojo entonces le tomaré la palabra— dio unos pasos adelante para colocar su mano izquierda en el hombro izquierdo de la chica haciendo que la chica de cabello rubio tuviera un ligero tick en la ceja que le hizo gracia Kirumi —recuerda que estarás representando el nombre de la escuela y de todos aquí, espero puedas encontrar a la persona a la cual deseas servir con una sonrisa y entonces jamás la pierdas— le hablo con algo de seriedad, pero también cariño cómo un padre a su hija, la chica por su lado se limitó a asentir aunque su cara no cambio él pudo notar la emoción por primera vez en sus ojos, algo que sin duda lo dejo más tranquilo.

—¿Ya es hora de escoltar a la señorita para su viaje?— pregunto un hombre entrando a la habitación.

—ah Sebastián Michaelis puntal como de costumbre, sí. Escolta a la señorita al portón de la escuela ya que allí Walter será el encargado de llevarla al aeropuerto por favor— le dijo señor Sebas amablemente a lo cual el dio una reverencia con una mano en su pecho mientras se diría a la niña para tomar sus maletas e ir a lo que será un nuevo comienzo para ella.

En el trayecto él intentó entablar una conversación con la chica una última vez al igual muchos otros lo habían intentado antes que él, pero fue completamente inútil, su rostro no cambiaba, sus ojos estaban completamente vacíos y sus labios dibujaban una leve mueca de tristeza o desagrado, era difícil descifrar lo que pensaba o quería la chica aún cuando todos en la escuela sabían su objetivo.

Caminar a lo desconocido es algo que asusta a cualquiera, ir a un nuevo lugar donde no hay nadie a quien conozcas es una experiencia que puede parecer emocionante y divertida, pero también es peligrosa pues no sabes qué tipo de gente encontrarás, pero las múltiples noticias de asesinatos, suicidios, robos o gente que a producido matanzas en muchos lugares del mundo no es alentador en lo absoluto, pero aún así no te preocupa, no te importa pues solamente tienes tú objetivo en mente y tú propio credo en el corazón, aquel que definió tú vida cuando corriste sin mirar atrás, aquel que ahora pesa incluso más que una montaña y al que serás fiel aunque pierdas tú vida en el intento.

Muchos definirían un viaje como una experiencia divertida la cual se disfruta en todo momento para crear lindos recuerdos, pero el mundo no se basa únicamente en eso y cuando lo tienes claro es cuando puedes ir sabiendo que lo que te espera no será fácil o divertido, será peligroso e inseguro, pero aún así mantienes una pequeña chispa de emoción en tú corazón, solamente que no dejas que esa chispa nuble tú juicio y eso es en parte gracias a que también vas con un objetivo, no sabes si lo encontraras ahí, pero al menos podrás intentar encontrarlo lo cual es suficiente para en fondo de tú ser, estar finalmente feliz por primera vez en muchos años.

En la gran oficina donde aún se encontraban Sebas y Kirumi terminado el papeleo del traslado.

—¿Cómo la llamaras en los papeles de traslado? Nunca le colocamos un nombre— le pregunto Sebas a Kirumi mientras acariciaba un poco la barba de su barbilla.

—excelente pregunta, pues simplemente pondré el título que la academia le otorgó ya que nunca la adopté aunque la tratase como a una hija— le dijo mientras mantenía su vista en los documentos con una sonrisa —solamente espero que a quién le de desee dar su vida entera como sirvienta le de un lindo nombre digno de su gran talento— soltó el lápiz para echarse hacia atrás en su asiento mirando al techo perdida en sus pensamientos.

—¿Estás de acuerdo con ello?— pregunto curioso.

—esa fue su voluntad y yo decidí respetarla, pero... Debo admitir que no lo estoy— se sincero mientras se volteaba para mirarle.

—¿Te abría gustado darle tú un nombre?—

—no, para mí siempre será mí pequeña doncella sin nombre, no estoy de acuerdo porqué... Creo que el dar un nombre es uno de los máximos símbolos de unión, un privilegio que solamente los padres tienen hoy en día y en la época de esclavitud nadie por más dinero que tuviera lo considero digno de llamar a esa gente como se les de la gana, dar un nombre debe ser algo importante, un símbolo de un lazo que va más allá de cualquier otro, cuando ella llegó no me dijo el suyo a pesar de decir que lo recordaba...— recordó el día en que llegó con tan solo 5 años a las puertas de la escuela.

<Flashback>

Era tormentosa tarde en la cual se tuvieron que suspender las actividades de entrenamiento físico en los patios de la escuela cuando Kirumi escucha el timbre de los portones exteriores de la escuela por lo que con incredulidad de que alguien esté afuera de la escuela con la fuerte lluvia revisa las cámaras quedando atónita al ver una pequeña silueta en medio de la lluvia por lo que sin pensarlo dos veces tomó un paraguas y corrió hasta los portones aún si quedaba toda manchada por el barro o empapada al correr.

El viento resoplaba con fuerza impidiendo en varias ocasiones que avanzará, se cubría con su brazo el rostro tratando de aguantar las ráfagas, pero eso hace que el paraguas que sostenía con su otra mano se de vuelta y salga volando dejándola a merced de la lluvia, pero sin preocuparse por ello ve como a lo lejos la pequeña silueta aún continúa en la entrada por lo que colocando sus brazos al frente tratando de cubrir su rostro se dispone a volver a correr aún cuando el viento la trata de arrojar hacia atrás y los charcos de agua y lodo le impedían avanzar más rápido, pero finalmente logró llegar para sujetar uno de los barrotes del inmenso portón de la escuela observando como aquella silueta estaba cubierta únicamente por una gabardina gris para la lluvia.

—¿Qué edad tienes pequeña?— le pregunto tratando de sonar amable a pesar que su tono de voz era elevado pues la fuerza de lluvia además del viento impedía que cualquiera pudiera hablar con normalidad.

La pequeña respondió, pero fue inaudible para ella, pensó en pedirle que se fuera o que hablara más fuerte, pero antes de poder decir algo la pequeña alzó su mirada hacia ella.

—¡¡¡Por favor déjeme entrar a la escuela quiero ser la mejor sirvienta del mundo!!!— la pequeña tenía pose firme y decidida, pero su expresión, para la Kirumi era algo que jamás había visto, sus ojos reflejaban un gran dolor entre lágrimas, pensó que tal vez era la lluvia, pero no, eran las lágrimas de la pequeña que recorrían su rostro mientras se mordía el labio para intentar no sollozar, parecía que estaba triste, pero aún así a la mujer le pareció que aquella niña la miraba con odio, odio hacía ella, hacia el mundo w incluso hacía sí misma.

Sin perder más tiempo la hizo pasar más para poder hablar que para aceptarla pues como mínimo la había dejado intrigada.

Una vez adentro y tras ser atendidas se le informó de las múltiples heridas, moretones, ojeras y claros signos de desnutrición que poseía la infante por lo que pidió que fuera llegada al salón de reuniones para platicar con la pequeña.

Cuando llegó la vio de pie aún cuando claramente estaba agotada después de todo a simple vista se notaba cada cosa que se le describió y a eso sumarle el haber estado bajo está cruel tormenta por quién sabe cuánto tiempo pues no podía apartar la vista de esa postura firme aparentando una fuerza que claramente no existía.

—¿Porqué estás de pie? Puedes tomar asiento...— le dijo mientras ella se sentaba en frente de la pequeña.

—de-debo estar de pie... S-sí me siento n-no po-podré atender -cómo es debido...— su respuesta confundió a la mujer.

—oh... Sí, decías algo de querer entrar ¿No?— le pregunto intrigada, pero se sorprendió al ver como la chica se tiraba al suelo de rodillas, pensó que se había caído producto del cansancio, pero estaba equivocada.

—¡¡Sí!! ¡Por favor!... Por favor... Déjeme entrar a está escuela— estaba de rodillas con sus codos y manos en el suelo sin dejar ver su rostro, pero se veía como lágrimas caían en la alfombra, también pudo notar como sus brazos temblaban y empuñaba con fuerza sus manos, la niña suplicaba una y otra vez que la dejase entrar a lo que ella se arrodilló para acariciar su cabello con suavidad.

—puedo preguntar ¿Porqué quieres ser una sirvienta?— le miró con una sonrisa llena de empatía y comprensión lo que hizo que la niña entre lágrimas la mirará sollozando y con algunos mocos colgando por tanto llorar.

—quiero... Quiero ser fu-fuerte... Qui-quiero ser la fuerza de alguien... S-su apoyo... S-su calor... Quie... Quiero dar todo por ese alguien...— se pone de pie sorprendiendo a Kirumi que sólo la observaba —qui-quiero ser to-todo pa-para esa persona... Cu-cuidarla... Pro-protegerla y... Y... Servirle— la determinación en esa última palabra le llegó al corazón, supo que la pequeña hablaba totalmente enserio a pesar de que no aparentaba más de 5 o 6 años, pero luego vio como alzó su mano derecha y la colocó en su pecho en el lugar de su corazón con una mirada desafiante —daré todo de mí, por mí objetivo, mí sueño... Decidiré a quién darle mí vida y lo haré hasta que muera sin importar el costó ni quién sea, haré lo que me pida sin importar si es correcto o no, ético o no, no me importa si es bueno o malo para el mundo, solamente me importa que sea digno para mí, para lo que deseo— la mujer estaba con la boca abierta perpleja por lo que escuchaba, nunca en sus años de servicio o dirigiendo la escuela para sirvientas y mayordomos había escuchado a alguien hablar de esa forma que no fuera ella o Sebas, entonces entendió que esa niña era especial, era diferente, ella entendía lo que era darlo todo por alguien, servir con todo tú corazón y alma, finalmente había encontrado alguien que era la personificación de credo "el deber antes de uno mismo" pues para alguien que le dedica su tiempo a otra persona no debe existir el tiempo, el bien, el mal, lo correcto o lo incorrecto, para alguien que está dispuesto a servir solamente debe existir su amo, su señor, su jefe o como sea que el desee ser llamado por tí, para eso, para dar todo de tí, es importante que sea tú elección estar junto a esa persona, Kirumi había brindado su servicio a magnates, empresarios, modelos, actores e incluso algunos presidentes,pero siempre fue su elección porqué para ella servir era lo importante, pero para esa pequeña servir era algo más que un deber sagrado, era su vida, era lo que deseaba.

La mujer se levantó colocando sus manos en sus caderas mirándola también con determinación.

—sí lo que dices es verdad estás en el lugar correcto, aquí aprenderás todo para dar un servicio no de simple calidad sino de total y absoluta supremacía, pero... Para eso sufrirás, sufrirás como nunca porque servir no es para cualquiera, no todos logran pasar siquiera el primer año y tú eres pequeña aún, pero si estás dispuesta a trabajar duramente día, noche, bajo la lluvia como hoy y bajo el sol entonces tal vez logres superar el primer año y aún te quedan huesos por romper entonces el segundo año se encargará de moler los hasta hacerlos polvo, tendrás que leer como jamás has leído y aprender cosas que ni sabías que existían y quizás jamás utilices, pero si tú amo te lo pide entonces tú obligación será saberlo, responderle y sonreírle porqué sabes que hiciste un trabajo excelente, eficaz y sin duda alguna supremo— le señala con el dedo con una mirada algo molesta —¡¿Crees estar lista para aguantar un infierno?! ¡¿Estás segura de soportar todo lo que te pongamos delante para ser la mejor sirvienta del mundo?!— le gritó colocando su dedo índice con el que le señalaba en su frente una y otra vez —¡Quiero escucharte decirlo!— volvió a poner sus manos en las caderas mirándola fijamente al igual que la pequeña le miraba para acto seguido agachar su cabeza ante la mujer.

—por supuesto que estoy segura y lista, por favor enseñe me, entendeme y eduque me como estime conveniente, yo aprenderé, lo dominare y lo ejecutare con el nivel que se espera de una sirvienta de está escuela ¡Se lo juro!— alzó la mirada a la mujer la cual sonrió.

—muy bien pequeña, bienvenida a la escuela "Lealtad Suprema de un servicio supremo" por ahora pediré que te guíen a tú habitación, comenzaremos...— mira el reloj —bueno, son las 12:45 a.m. pero la calidad y supremacía no conoce excepciones ni privilegios, te levantarás a las 5:00 a.m. para iniciar con lo básico ¿Entendido?— le miró en respuesta de una respuesta que la satisfaga.

—por supuesto que sí— inclinó su cabeza ante ella, lo cual la hizo sonreír con emoción.

"Al igual que Walter es tú orgullo Sebas, creo que yo acabo de encontrar el mío"

Pensó la mujer que se regocijaba por dentro por la elegante y bien presentada respuesta de la pequeña hasta que se dio cuenta de algo.

—con todo lo ocurrido me he olvidado de lo más básico— se disculpó con una leve reverencia a la pequeña —mí nombre es Kirumi Tojo la directora encargada del área de sirvientas de está escuela ¿Cuál es tú nombre pequeña?— le extendió la mano en señal de que se presentase.

—no tengo nombre por el momento— la mujer se sorprendió por la respuesta.

—¿Qué quieres decir?— pregunto intrigada.

—soy huérfana, mí familia murió hace casi un año creo, sinceramente es difícil seguir el paso del tiempo, pero puedo corregirlo así que me disculpo— colocando la mano en su pecho se inclinó.

—¿No recuerdas tú nombre?—

—lo recuerdo, pero no lo necesito—

—¿Eh? ¿Qué quieres decir?—

—cuando tenga a quién servirle por el resto de mí vida deseo que sea esa persona la que me de un nombre con el cual quiera dirigirse a mí—

—¿Quieres que un extraño o extraña te de un nombre?—

—por supuesto que no, deseo que lo haga la persona a quién yo consideré digna de mí servicio eterno— la sinceridad y calma en sus palabras sin duda sorprendió a la mujer que se quedó mirando a la pequeña asombroda por lo que escuchó.

—e-entiendo...— respondió un tanto nerviosa —bueno, como necesito una forma de dirigirme a tí  de momento simplemente te llamaré... Doncella...— la pequeña acepto su apodo y luego fue dirigida a una habitación vacía dónde podría instalarse.

<Fin del flashback>

—luego de varios arduos y extensos papeleos legales logré darle el apodo provisional de doncella gracias a mis influencias, pero... Espero que la persona que escoja... Le de un nombre digno de ella, digno de la sirvienta definitiva— retomó su lápiz para terminar de escribir y firmar los documentos.

—ya veo, aún guardas tus sentimientos a favor del profesionalismo en tú trabajo— respondió riendo un poco.

—ja, mira quién lo dice...— le miró con picardía haciendo que él se sonroje desviando la mirada.

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Espero les haya gustado esté extra de la historia del pasado de uno de los futuros personajes.

¿Porqué un extra de esto? Muy simple, aún no termino el capítulo que sigue :c así que quise hacer un extra y que mejor que una historia canónica del pasado de uno de los personajes cuya historia tuve que cambiar (cuando lleguen los demás entenderán porqué).

Quería contar su historia, pero por más capítulos que pensaba no encontraba la forma de encajar toda la historia y de por sí creo que se hacía muy larga para formar parte de un capítulo así que es por eso que le hice este extra, hay algunos más que podrían llegar a tener, pero no sé si sea muy importante contar sus historias al nivel que conté está.

En fin, sin más que decir me despido, un gran saludo a todos y como siempre gracias por leer.

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