Despedidas [parte 2]

En Royal Woods el día viernes tras llegar de la escuela.

Lincoln se encontraba ya afuera de la habitación que compartían Lucy y Lynn preguntándose si era buena idea entrometerse pues ya se imaginaba el porqué de su desanimo.

"Tengo que apoyarla, sé que ella es la mejor, pero... ¿Porqué no puede entenderlo? No ir a esa academia no es el fin del mundo... Hay muchos atletas y deportistas famosos y reconocidos que no han ido allí" eran los pensamientos del chico hasta que respirando hondo tocó la puerta finalmente.

—¡Largo!— se escuchó con clara molestia, pero había algo más en ese tono de voz, era tristeza, frustración y sobre todo temor.

—Lynn soy yo, Lincoln— contesto gentilmente el albino.

—... ¿Qué quieres?— pregunto mientras se escuchaba como se resonaba la nariz y la timidez que presentaba ahora indicaba estaba sollozando lo más silenciosamente posible para no llamar la atención, pero fue inútil pues su hermano la conocía lo suficiente como para darse cuenta de su estado.

—quiero hablar, ¿Puedo pasar?— pregunto con amabilidad.

—n-no quiero hablar con nadie...— fue la respuesta la joven deportista.

—Lynn ambos sabemos que de una forma u otra entraré, no es la primera vez que te encierras... Por favor, déjame ayudarte— le respondió Lincoln con algo de pena.

—¡Te golpeare sí lo intentas!— contestó con fuerte grito.

—¿Alguna vez eso me detuvo?— pregunto con una breve risa por la respuesta de su hermana cómo si no supiera que aún si ella le pegaba él igualmente entraría y se quedaría hasta que tuviera ánimos de hablar aún si eso significaba terminar con un ojo morado o varios moretones en los brazos y la cara.

—...— no hubo respuesta está vez, pero Lincoln tenía confianza en que su hermana entendería y luego de unos segundos se escuchó como quitaban el seguro de la puerta, pero nadie abrió, solamente se escuchó los rápidos pasos de la deportista que volvía a su cama para cubrirse bajo sus sábanas —pasa...— dijo de forma a penas audible.

Así Lincoln entro en la habitación lentamente para el asombro de las pequeñas que miraban desde las escaleras la situación "¡No es justo! Sólo porque esa gorila sin carisma y gracia está triste triste no significa que deba acaparar a Linky" pensó muy molesta Lola mientras apretaba la esquina de la pared donde se sujetaba, "ouh... Sí se demora ya no podremos jugar en el lodo, no es justo" pensó con frustración Lana, "no comprendo como mí hermano mayor denominado Lincoln a pesar de su clara inteligencia ligeramente superior al promedio le da prioridad a trivialidades emocionales en lugar de a experimentos e investigaciones de relevancia elemental" concluyó confundida y algo celosa Lisa, por otro lado Lucy solamente se limitó a observar con molestia para luego escabullirse sigilosamente por los ductos de ventilación hacia su habitación para escuchar la conversación.

Una vez dentro de la habitación Lincoln se acercó lentamente sentándose a los pies de la cama de Lynn la cual seguía cubriéndose en su totalidad por las sábanas.

—Lynn... ¿Pasó algo en la escuela?— pregunto Lincoln.

—no— fue la rápida y seca respuesta de su hermana.

—¿Estás así por lo de la academia?— volvió a preguntar, entonces ella se destapó de inmediato sentándose en la cama.

—¡¡No es justo!! Yo... Yo... Yo soy... La mejor deportista en el pueblo e incluso ya he ganado competencias en otros estados ¡¿Qué más quieren para aceptarme?!— explicó con los brazos alzados y gran frustración para finalmente juntar sus rodillas con sus manos y hundir la cabeza comenzando a sollozar —Le-Leni y Luan fueron aceptadas... ¿Porqué yo no?... Tú también serás reclutado seguramente cuando cumplas 12... No quiero que te vayas... No quiero quedarme atrás... No quiero— su tono se hacía cada vez más bajo a cada frase causando que el chico penas pudiera escuchar o entender lo que decía debido también a la posición en la que se encontraba.

—tranquila Lynn— el chico acarició gentilmente el cabello de la deportista para luego recostarse a su lado —sabes Leni fue escogida para entrar en preparatoria y Luan en su segundo año de secundaria ¿Quién sabe? Tal vez Luna también sea reclutada para preparatoria y tú también lo serás créeme— le abrazo por el costado haciendo que la chica castaña sacará su cabeza con ligeros resoplidos por llorar tanto mientras se limpiaba su cara con la mano.

—¿Tú crees?— se apresuró a mirar a su hermano el cual solamente sonrió cálidamente mientras la abrazaba con una mano para cerrarla más a él.

—estoy seguro, tú solamente sigue jugando Lynn, sigue compitiendo y dando lo mejor de ti para ganar, estoy seguro que llegarás a lo más alto— le decía extendiendo su mano al frente moviéndola lentamente hacia el costado —tú siempre serás una gran deportista y ellos no quieren verlo es su problema, pero para mí, tú Lynn Loud Jr eres la deportista más grande del mundo— terminó de por empuñar su mano extendida para regalarle nuevamente su sonrisa que tanto apreciaba la chica —sigue dando lo mejor de tí Lynn— la toma para abrazarla cayendo los dos extendidos en la cama quedando sus rostros muy juntos algo que sonrojo a la deportista, por otro lado Lincoln dada la poca iluminación que tenía la habitación no se había dado cuenta de esto y solamente prosiguió —tú siempre serás la deportista número uno para la familia y para mí— terminó de decir el chico para luego pararse y retirarse de la habitación —debo ayudar al resto de nuestras hermanas, pero espero verte con los mismos ánimos de siempre para entrenar mañana temprano ¿Te parece?— le pregunto antes de salir antes del cuarto.

—s-sí, me parece bien— aunque con algo de nervios al principio termino de decir con determinación en su mira cosa que pudo feliz al chico—¡Ah! Y Lincoln... Gracias...— le menciono antes de que él cerrará la puerta cosa que lo puso aún más feliz antes de ir con las demás.

—siempre seré la número uno para ti, pero... Si no soy la número uno para ellos te alejaran de mí, tú igual irás a esa academia y yo... No quiero que te aparten de mí, Lincoln....— se dijo a sí misma mientras abrazaba fuertemente su almohada al pensar en el momento en que el abrazo del chico los hizo car hacia atrás quedando muy cerca el uno del otro.

Por otro lado desde la ventilación la pequeña gótica de la familia apretaba con fuerza sus puños pensando en lo último dicho por su hermana para luego limpiarse la sangre que se dejó al morderse el labio inferior con tanta fuerza al haber visto como ellos se habían abrazo y caído juntos en la cama recordándole cuando ella tuvo que ir a dormir con Lincoln.

—suspiro...— fue lo único que dijo mas no con frialdad, indiferencia o pesadez, está vez había rencor, frustración y desagrado en su voz como si su suspiro fuera una fuerte maldición o insulto hacia su hermana.

Una vez salió de la habitación fue abordado por sus hermanas menores las cuales ya tenían el botiquín en las manos por si había resultado herido, pero el las tranquilizó a todas y les dijo que iría por Lily para cuidarla, pero que mientras lo hacía podría jugar con ellas proponiendo el orden de Lana, Lola y finalmente Lisa algo que no agrado a las últimas dos mencionadas, pero rápidamente Lisa entendió el porqué del orden así que aún con cierta frustración se resigno a lo dicho por su hermano.

En la ciudad de Tokio, Japón.

Junko terminaba de comer mientras que Mukuro se alistaba para salir nuevamente.

—así que... ¿Una nueva misión eh?— dijo con cierto tono de molestia en su voz la chica que observaba a su hermana tomar sus armas y equipo.

—es correcto, me solicitaron para estar en primera línea en medio oriente, por lo visto es una misión de alta prioridad— menciono lo más fríamente que pudo.

—de acuerdo, suerte, pero te diré una cosa hermanita...— Mukuro volteó al no escuchar como continuaba su frase y lo que vio fue el rostro de desagrado de Junko la cual le miraba con los ojos vacíos —sí me mientes o te vuelves en mí contra ya podrías ser la inmortal definitiva que encontraré la forma de matarte igualmente ¿Entiendes?— esa frase dejo helada a la pequeña soldado que dejó caer una gota de sudor frío por el costado de cabeza mientras sentía un escalofrío recorrer toda su espalda —mis planes no han cambiado y déjame decirte una cosa— Junko se puso de pie y camino hacía ella hasta estar a su costado para hablarle cerca de su oído —lo único indispensable en mí plan es Lincoln, todo lo demás es desechable así que si quieres estar con él y conmigo será mejor que entiendas tú lugar— Mukuro estaba perpleja con los ojos muy abiertos con las pupilas tan pequeñas como puntos que se movían ligeramente con desenfreno, su corazón se apretaba y le costaba respirar, las palabras de su hermana claramente no eran una advertencia, eran una amenaza.

cla-claro que lo sé Junko... Sa-sabes que yo siempre estaré de tú lado para cuidarte y protegerte hermana, te ayudaré a concretar tus planes y para eso debo hacerme más fuerte— por primera vez luego de muchos años titubeó, tenía miedo y se sentía indefensa ante una amenaza que supera a cualquiera que hubiese visto en el campo de batalla.

—me parece perfecto, espero regreses con vida para cuando entremos a la academia y de comienzo mí plan, ya he entrado en contacto con algunas pestes que me servirán solamente me falta un logo, un icono, algo que identifiqué la nueva era de caos y desesperación ¡Jajajajajajajaja!— comenzó a reír maniaticamente.

El rostro de Junko reflejaba su retorcido pensamiento que por primera vez asusto a su hermana la cual por puro instinto de supervivencia quiso dar un paso hacia atrás, pero sabía que ese sería un error garrafal que la sentenciaria a muerte por lo que aguanto como pudo la compostura mientras se despedía de forma tranquila de su hermana, pero antes de salir fue detenida por está, algo que la asusto tanto que por un momento cruzó por su mente sacar su arma y disparar, pero sabía que esto era inútil así que con pánico absoluto por dentro, pero un rostro completamente frío y sereno por fuera se volteó para ver lo que quería su hermana.

—quiero que me dejes el arma que use ayer— le dijo con una gran sonrisa.

—¿Eh? ¿Quieres volver a...— no pudo terminar.

—¡No tonta! Haré algo más divertido ya que me iré hoy, intervine las cámaras de seguridad ayer y aún no las han reparado, tengo las huellas digitales de varias personas del hotel así que dejaré el arma en alguna de las habitaciones, será muy divertido— decía sonriendo de oreja a oreja mientras observaba a su hermana la cual simplemente asintió y se la dejó para finalmente retirarse.

"Ah~... ¿Realmente está bien esto?" Se preguntó Mukuro tras dejar el hotel bajo la escolta de dos oficiales de fuerzas especiales.

Por otro lado en el penthouse del hotel Junko limpiaba tranquilamente las huellas de ella y de su hermana para dejarla como nueva antes de colocar las nuevas.

—ahora que tengo el acto principal para este hotel puedo retirarme tranquila jijiji... ¡Jajajajajaja! Pero... Antes de irme del país le haré una visita a la hermana de Lincoln— sonríe ampliamente —Aaaaah~ ya quiero tener a Lincoln entre mis brazos— se abraza a sí misma mientras respira más agitada con un poco de rubor en sus mejillas pensando en el chico que tanto quería —ya verás mí querido Lincoln, tú y yo crearemos un nuevo mundo jajajaja— finalmente se levanta para salir rumbo a la academia Kibougamine para una rápida visita antes de irse.

En Royal Woods ya de noche.

Lincoln terminaba de ayudar a Lisa con sus estudios ya casi universitarios los cuales concretaba sin ninguna dificultad además de realizar algunos experimentos los cuales la mayoría terminaron en desastres o explosiones por lo que realmente él tener el botiquín a mano se convirtió rápidamente en una prioridad. Una vez finalizado, fue a la sala para ver la televisión y relajarse.

—hola Lincoln— un rápido saludo lo exaltó levemente, al mirar al costado del sofá vio que estaba su hermana menor Lucy.

—hola Lucy... Jeje lograste tomarme desprevenido, estaba tan distraído que no noté que estabas aquí, lo siento— dijo algo apenado por no haberse dado cuenta de la presencia de su hermana rascándose la cabeza.

—suspiro... Hoy estuviste complaciendo y cuidando a nuestras hermanas, es natural que no te acuerdes de mí— mencionó cabizbaja.

—vamos eso no es cierto... Bueno, no es que te olvidará, es... Solamente creí que ya sabes estabas en el ático, los ductos de ventilación o en el sótano, normalmente no estás en los sitios más luminosos de la sala, en última instancia pensé que estarías en mí habitación— dijo mientras la abrazaba por un costado y ella se dejó querer acomodándose en él.

—tú habitación es muy cómoda y es el único lugar en donde no importa lo que pasé sé que llegarás allí— el pequeño no entendió del todo lo que dijo su hermana, pensó que tal vez lo había dicho de forma simbólica o poética algo muy común en ella por lo que sonrió sin tomarle importancia pues lo que era realmente importante para él era que a ella le gustaba que pasarán tiempo juntos y ya que hoy no había tenido tiempo, lo que quedaba del día se lo dedicaría a Lucy.

Así tras la llegada de las hermanas que habían salido y posterior llegada y cena con sus padres que llegaban de sus trabajos todos se disponían ir a dormir, pero una vez que todos estaban dentro de sus habitaciones o eso se supondría la puerta del cuarto de Lincoln comenzaba a abrirse lentamente mostrando la silueta de alguien que entraba sigilosamente.

—Lincoln... Lincoln— la silueta comenzó a mover a su hermano que estaba profundamente dormido por lo que ni se inmutó ante el movimiento —vamos Lincoln, por favor— le movió con un poco más de fuerza ganándose la reacción de su hermano que fue simplemente darse la vuelta lo cual la molestó un poco —sí no comienzas a despertar ahora mismo me llevaré a Bin Bum y no la volverás a ver... Jamás— susurró de tal forma que parecía gritar y lo mencionado fue suficientemente grave para despertar a Lincoln.

—¡Ya me desperté!— dijo sentándose en la cama mientras bostezaba y de refriega un ojo —¿Qué hora es?... ¿Porqué aún está oscuro?— preguntó algo somnoliento.

—aún es de noche Linky— jugó con sus manos juntas con algo de nerviosismo —es que yo... Yo tuve una pesadilla y quería... Ya sabes— le dijo algo nerviosa, el chico albino volteó para ver qué quién había interrumpido su sueño era su hermana menor Lola que se encontraba algo cabizbaja y parecía avergonzada mientras jugaba con sus dedos.

—claro Lola no hay problema, puedes dormir conmigo está noche— dijo con una leve sonrisa mientras se corría al costado, pero fue detenido por su hermana ya que ella quería estar al lado de pared, esté asintió para correrse nuevamente al costado opuesto dejándole un espacio a Lola que subió a su cama y se abrazo lo más que pudo a su hermano para quedarse rápidamente dormida al igual que esté.

Luego de unos minutos una segunda silueta apareció, pero está miró con desagrado la escena.

—suspiro...— fue lo último que dijo antes de marcharse.

Así las semanas pasaron entre días felices y tranquilos para el chico albino, poco a poco Lynn retomaba su ánimo con ayuda de él, Lola cada día parecía irle mejor en sus concursos, Lana se hacía más buena en la mecánica y fontanería además de que su cariño por los animales la hacía tener varios en su habitación, Lisa tenía ya algunos experimentos e inventos reconocidos por la comunidad científica, Lori vivía tranquilamente su noviazgo, Lucy trataba de pasar el mayor tiempo posible con su hermano y por último Luna ya se había hecho de una pequeña fama a nivel nacional gracias a la ayuda de Lincoln el cual con sus estrategias y planes logró conseguirle varios sitios donde tocar además de una buena cobertura de los medios.

Por otro lado en la escuela Lincoln disfrutaba del día a día con sus amigos jugando videojuegos, hablando de cómics y alguna que otra tontería que hacían, pero también pasaba tiempo con Seiko en la enfermería ayudándola a desarrollar sus nuevos medicamentos de todo tipo o disfrutaba en el patio un picnic con su amiga Cookie que siempre le llevaba nuevas recetas para que las probase o le llevaba sus favoritas para que disfrutara.

Así el tiempo transcurrió y un importante día llego, era el cumpleaños número 15 de la cantante de rock de la familia Loud, un día que celebraron a lo grande con mucha diversión pues el próximo año entraría en preparatoria y ella ya se sentía una artista musical realizada pues tenía varios conciertos, entrevistas y sobre todo tenía a su amado fan número 1, su pequeño hermano menor Lincoln y a su pareja Sam la cual también gozaba de gran fama junto a ella.

Todo transcurrió con normalidad para la familia el resto del año hasta la visita de dos personas que ya conocían bien, y estos eran los reclutadores de la academia Kibougamine que tocaban a la puerta de la casa cuando les fue abierta por Rita Loud que se sorprendió de verlos tan pronto.

—Vaya, son los señores Junichirou Kagami y Roberto Sedinho ¿Gustan pasar? Veo que hoy no vienen tan formales como de costumbre— le dijo amablemente la matriarca de la familia colocándose a un costado para que pasarán.

—Gracias, siempre es un gusto estar en su hogar señora Loud ¿Estará Lincoln? Quisiera hablarle de lo...— decía emocionado Junichirou, pero fue interrumpido por un golpe en el hombro por su compañero —¡Ay! Eso me dolió...— dijo sobándose el hombro mirando con molestia a su compañero —me recuerdas a mí hermana— dijo con frustración.

—no vinimos para que hables de tus gustos con el joven Loud, recuerda que estamos trabajando para traer esperanza al mundo, por favor se profesional— le decía con una sonrisa y un pulgar arriba aunque su compañero no estaba convencido.

Al escucharlos la primera en presentarse fue Lynn Jr que pensaba por fin la iban a reclutar por lo que estaba muy emocionada, mientras que el resto de las hermanas y Lincoln también llegaron sorprendidos de la visita de aquellos hombres que normalmente eran quienes escoltaban a sus hermanas cuando venían a la casa por vacaciones o festividades por lo que poco a poco se fueron ganando el cariño y aprecio de la familia.

—¡¡Qué bien!! ¡¿Por fin vienen por mí verdad?!— pregunto Lynn con emoción, pero ambos hombre se miraron con algo de lastima entre ellos y luego a la deportista de la familia.

—lo lamento pequeña, no estás calificada para el curso de secundaria... Pero considerando tú desempeño aunque no debería decir esto, estoy seguro que de seguir así serás aceptada para la preparatoria así que sigue esforzándote al máximo— le dijo con amabilidad Roberto, pero sus palabras no llegaron a la deportista pues desde el momento en que dijo "lo lamento pequeña" y "no estás calificada" ella se cerró a cualquier otro tipo de comentario, negando con mucho dolor lo que pasaba a su alrededor, algo que fue notado por Lincoln quién quería consolarla, pero ella alejó su mano de un golpe y corrió a su habitación.

—iré a hablar con ella— dijo con algo de resignación y molestia el pequeño albino pues aunque sabía ya a estas alturas que entraría lo hacía más por sus amigas y pasar algo de tiempo con las hermanas que menos veía sin mencionar que parecía ahora venían por otra.

—Lynn...— dijo el albino tocando a su puerta.

—¡¡Vete!! ¡¡Lárgate de aquí!!— decía con gran furia en sus palabras que podían escucharse desde abajo haciendo que ambos hombres se sintieran mal por lo ocurrido, pero Rita les calmó explicándoles que no era primera vez que algo así pasaba por lo que estaba segura que Lincoln podría tranquilizarla.

—tiene un gran hijo señora Loud, estoy seguro será una gran adición cuando entré a la secundaria— le menciono Roberto con una sonrisa quitándose los lentes de sol.

—es un chico muy alegre y divertido con buen gusto para los cómics y videojuegos, me encantaría volver a Kibougamine para hablar con él— le menciono con una gran sonrisa Junichirou.

—Gracias a ambos, tengo 11 hijos maravillosos sin duda, pero siempre me ha alegrado que Lincoln pueda cuidar y convivir con todas sus hermanas— menciono con gran emoción y orgullo Rita mientras le pedían que pasarán al comedor para hablar.

—sin duda si existiera el título de "la familia definitiva" por lo menos yo, se los entregaría a ustedes jajajaja— reía el hombre de particular cabello rojo brillante mientras se sentaba.

—concuerdo con él, pocas familias que nos ha tocado conocer son tan numerosas, pero ustedes sin duda son la más unida— agrego con gran aprecio Roberto —y dígame, ¿Dónde está el señor Lynn?— pregunto viendo un poco a sus alrededores.

—¡Ajá! Te quejas de que yo quiero hablar de videojuegos y cómics, pero tú sólo quieres comer los platillos del señor Loud je je je— dijo con tono burlón mientras se reía pesadamente entre dientes.

—¡Jajajaja me atrapaste! No tenemos muchas oportunidades de reclutar especialistas en la gastronomía y su esposo es buen cocinero ¿Es malo querer aprovechar eso?— todos rieron por el comentario, mientras tanto todas las hermanas Loud trataban de escuchar desde el otro lado de la pared la conversación.

En tanto Lincoln, se encontraba en su habitación para colocarse en habitación de su hermana por los ductos de ventilación como lo hacía Lucy para entrar la de él.

Lincoln mirando a los lectores —¿Saben? Hace algún tiempo en una de mis pláticas con Junichirou esté me comentó que entraría a la academia cuando cumpliera los los 12, en verdad al inicio eso me pareció una mala idea, alejarme tanto tiempo de mi familia es lo que no me hace mucha ilusión y menos considerando el carácter de algunas de mis hermanas, alguien debe estar presente para que no echen la casa abajo o para que comparta con ellas, pero como Leni y Luan están allá sumado a que también de alguna forma supieron del talento de Seiko por lo que también entrará junto conmigo además de Cookie pues... ¿Qué puedo decir? No las quiero dejar, sobre todo a Seiko— se desliza hasta la habitación de su hermana —muy bien llegué, deseen me suerte— dijo para luego tratar de abrir la rendija, pero está no cedía —rayos— dijo con frustración intentando aplicar más fuerza, pero era inútil, tratando de mirar el motivo pudo notar lo palos de hockey de su hermana colocados de tal forma que ejercían presión —vaya lo pensó bien, no quiero romper sus palos y ella cuenta con ello, pero...— el chico se cómodo contra la pared para patear la rendija aún si esto significaba molestar a su hermana —no soy un hombre de plegarias, pero si estás en el cielo protégeme Superman— dijo a modo de oración esperando lo mejor para acto seguido patear con fuerza la rendija logrando sacarla junto con él que del impulso entro de golpe cayendo en la cama, pero del mismo impulso que llevaba paso de largo rondando hasta el suelo sobre la rendija y los palos que le dieron en la cabeza y piernas —va a doler mañana...— menciono mientras se levantaba lentamente sobándose la espalda hasta que sintió una mirada de odio y un aura asesina detrás suyo —hay sí... Los palos...— varios gritos se escucharon desde la habitación.

Pasado unos minutos sólo había silencio, por seguridad nadie quiso acercarse a excepción de Lucy, pero al ver que no estaba puesta la rendija no quiso arriesgarse a que la vieran por lo que no pudo ir a escuchar está vez.

Por otro lado dentro de la habitación Lincoln estaba sentado de rodillas mientras que Lynn estaba sentada en el borde la cama de brazos cruzados, el chico albino ahora era una mezcla de blanco, morado y rojo que ni siquiera llevaba la camiseta naranja puesta pues fue destruida durante la confrontación.

—creo que... Necesitaré llamar a Se...— el chico miró con temor como Lynn fruncía el seño por lo que decidió por seguridad no terminar esa frase —va-vamos Lynn ¿N-no exageras te un poco? ¿Qué son dos palos de hockey?— dijo tratando de que le explicará tan brutal ataque y ella se limitó a señalar el sitio donde cayó.

Habían unos patines que se le habían salido las ruedas, y uno de los palos había reventado uno de sus balones favoritos.

"Oooh por eso la caída dolió tanto" pensó ya que él creía solo había caído sobre la rendija.

—...— el chico quería defenderse, pero no encontraba las palabras hasta que se le ocurrió algo —¿No quieres un abrazo?— sugirió extendiendo los brazos, pero la mirada de la deportista le decía que no así que mejor los bajó tratando de pensar en algo mejor, sin embargo, antes de que pudiera decir algo ella fue la primera en hablar poniéndose de pie.

—no siempre puedes solucionar todo metiéndote en mí habitación...— fue interrumpida por Lincoln.

—también es de Lucy...— quiso agregar con una sonrisa nerviosa, pero la cara de desagrado de su hermana le decía que no fue bienvenido su comentario.

Lynn respiro profundamente para tratar de calmarse mientras permanecía de brazos cruzados y cerró los ojos.

—como te decía Lincoln, no puedes arreglar todos los problemas entrando a la fuerza y tratando de hablar ¡Ya me cansé de hablar! ¡Me cansé de las palabras de aliento! ¡Me cansé de tú discurso de apoyó! ¡Me cansé de... De todo...— decía con mucho pesar y tristeza al final dejando caer sus brazos y su mirada al suelo conteniendo las lágrimas —ya fue suficiente Lincoln, no es sólo el que rompieras mis cosas, es el que no entiendas que quiero estar estar sola, ya no quiero sentirme mal pensando que nuestras hermanas se fueron, ahora una más será aceptada y luego tú... Tú te irás también... Sí voy a perderte ¿De que te sirve entrar así? ¿De que sirven tus palabras? Sí al final... Te irás como ellas, ¿Para que tener esperanzas de algo que simplemente no ocurrirá?... Ya no Lincoln, ya no quiero seguir ilusionando me tontamente con algo que jamás pasará... Con una vida que no podré obtener por más que lo desee— se abrazo a si misma sollozando apretando los labios para intentar resistir además de desviar su mirada para que no la viera como lloraba aunque eran claras sus lágrimas que recorrían sus mejillas.

Lincoln ahora sí se había quedado sin palabras no sabía que le afectará a tal grado él no ir a esa academia y se maldecía a sí mismo por no notarlo antes "¡Maldición! Claro que esto para ella no es una simple oportunidad, es también porqué no se quiere sentir excluida, ella siempre a tenido un talento innato para el deporte, pero lo que realmente le hacía feliz era vernos a nosotros, su familia, apoyándola, animando la, en cada partido cuando he ido animarla siempre nos mira con una gran sonrisa porqué sabe que estamos ahí para ella sin importar el resultado... Soy un estúpido, ella no quiere simplemente entrar para demostrarle algo a alguien, ella quiere entrar para mostrarnos que es igual a nosotros y que también desea estar a nuestro lado" pensó el chico mientras con algo de dificultad por el dolor se puso de pie también y lentamente de acercó.

—¿Q-qué estás haciendo?— pregunto algo temblorosa al verlo acercarse y dando un paso hacia atrás, pedo su cama le impedía retroceder más, él por su parte no decía nada —¿Lincoln?— le dijo con duda hasta que finalmente sintió el cálido abrazo de su hermano que la empujó con la poca fuerza que le quedaba había el quedando los dos bien pegados juntos mientras el la abrazaba con una mano y con la otra acariciaba su cabeza.

Estuvieron así varios minutos, Lynn luego de unos segundo había correspondido al abrazo y no quería soltarse por nada del mundo, por su parte el chico no le molestaba la idea de quedarse así durante horas si era necesario con tal de hacer sentir mejor a Lynn aún si el dolor de su ojo o de sus moretones le ardía por dentro, le molestaba, le incomodaba o le punzará; él lo seguiría aguantando con toda la calma del mundo.

F

inalmente su hermana se había calmado y esté ya tenía decidido que decir por lo que la apartó un poco tomándola de los hombros y ella le miró directamente a los ojos aunque le dolía pues tenía ver a su hermano con un ojo rojo que sabía era por culpa de ella la hacía sentir horrible por lo que no pudo y desvió su mirada con mucho remordimiento por lo ocurrido.

—sabes Lynn no estoy enojado contigo ni mucho menos creo que eres mala por lo que hiciste, finalmente entiendo de dónde venía tú molestia...— ella de inmediato le miró sonrojada —no puedo creer que no me diera cuenta...— ella sentía como su corazón se aceleraba —fui un tonto por pensar que esto era solamente porqué querías ser la número uno son darte cuenta de que para nosotros ya lo eras...— ella quería interrumpirlo, pero las palabras no salían —sé que esto debió ser muy difícil para tí, pensabas quizás que no lo entenderíamos o que nos apartariamos de tí...— la deportista no estaba segura de cómo sentirse en ese momento, solamente deseaba que su hermano terminará de hablar ahí por temor —pero eso fue tonto de tú parte Lynn, nosotros jamás nos apartariamos de tú lado,mucho menos yo lo haría— esas palabras hacían que se quitará un gran peso de encima y ahora sí deseaba que continuase —Lynn, cuando te sientes mal, frustrada o molesta te encierras en tí misma y en tus pensamientos, si hubieras escuchado bien al señor Sedinho sabrías que el dijo que si continuabas así seguramente te darían un cupo para el curso de preparatoria, tú eres una gran deportista Lynn, en muchos deportes, no solamente en uno,pero no importa en cuántos deportes destaques o practiques, jamás olvides que ganes o pierdas en ellos, triunfes o fracases en la vida tú familia jamás te dará la espalda e incluso si el resto lo hiciera, yo jamás lo haré, ni contigo ni con ninguna de ustedes, son mis hermanas, mí familia y eso me es suficiente para quererlas para toda la vida, cuando vaya a la academia Kibougamine te estaré esperando Lynn, mí querida deportista definitiva jeje— le da un último abrazo a Lynn mientras que ella pensaba "¡¿Es todo?! ¡¿Es enserio?!... Bueno, supongo que por ahora es suficiente, su abrazo... Su cariño... Se siente tan bien" corresponde al abrazo con mucho cuidado.

Una vez terminaron el abrazo se disponían a salir de la habitación, pero Lincoln sabía que no podía salir así, por lo que le pidió a Lynn que abriera para ver si no había nadie en el pasillo, una vez se lo confirmo corrió rápidamente a su habitación cerrando con seguro para colocarse una camiseta blanca y tomar uno de los medicamentos que le pidió a Seiko.

—¡Ay Seiko no tienes idea como te agradezco esto!— tomó el jarabe de un solo trago —¡Puagh! Ajá ajá ejem... ¡Aaaaaagh! Qué amargo, más amargo que el anterior, pero por lo visto daba resultado, poco a poco la inflamación de sus extremidades pasaba y el dolor disminuía hasta desaparecer, Lincoln pensaba que ya todo estaba bien así que salió confiado para ir a ver qué les habían dicho los reclutadores, pero al llegar a abajo todos se preocuparon y gritaron al ver al chico que aún poseía el ojo rojo y varios moretones que aunque no estuvieran inflamados ni le dolieran el color aún no había desaparecido —rayos— fue lo unico que dijo antes de que comenzará el interrogatorio.

Luego de muchas preguntas, algunas curaciones y vendajes además de un castigo para Lynn por atacar a su hermano y para Lincoln por intentar ocultarlo además de romper la rendija de la ventilación el chico se fue a dormir.

Lincoln mirando a los lectores —no estaba tan mal... Enserio... O eso creo, en verdad debí haberme visto e. Un espejo para estar seguro aaah~ pero bueno al final todo resultó relativamente bien, solamente me castigaron tanto a mí como a Lynn un precio razonable, solamente una semana. Y al final resultó que la persona por la venían si era mí hermana Luna, pero no sólo eso ¿A que no adivinan? También vinieron por alguien más aunque no es de nuestra familia ¿Se imaginan quién es? Yo por mi parte me deberé despedir, ya es algo tarde y siendo sincero estoy muy agotado, buenas noches a todos— menciona Lincoln antes de darse media vuelta para caer profundamente dormido.

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Fue largo y aún así lo gracioso es que pudo serlo aún más xd

Siendo honesto ya tenía la trama totalmente pensada, sin embargo, se me ha ocurrido algo, pero no estoy seguro de cómo implementarlo, dependiendo de cómo lo vea podría o no cambiarlo.

Por cierto espero les hayan gustado los dos reclutadores sinceramente al inicio no tenía pensado darles mayor relevancia, pero algo cambio y es por eso que ahora conocen sus nombres y apariencias.

Sin más que decir, espero esté capítulo les haya gustado mucho, nos vemos, un gran saludo a todos.

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PD: Abra especial de San Valentín aunque no estemos cerca de esa fecha xd

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