Capítulo 26: Una Peculiar Historia

Unos Años Atrás

La noche ya ha caído, todos, o bueno...casi todos ya se han ido a descansar para reponer energías y empezar el día siguiente al 100%, tanto los habitantes de las Lejanías como los de las Praderas.

Pero este no era el caso de un par de ellos, una pareja de cachorros, un pequeño león y una chita, quienes salieron rodando de una cueva, mientras parecían jugar entre sí, aunque ligeramente eran algo más bruscos de lo normal, pero esto no parecía importarles mucho.

-Yo ya lo tenía ¿Porque tenías que asustarlo?- preguntó el pequeño felino oyéndose un tanto serio.

-Tu eres muy ruidoso, yo lo hubiera hecho mejor- señaló la felina en tono de burla mientras tenía una sonrisa de lado.

El pequeño solo gruñó antes de saltar hacia ella, retomando su "juego", hasta que en ellos escuchan pasos, por lo que se levantan y miran hacia todos lados, antes de enfocar su vista en dónde los pasos se oían más fuertes, encontrándose con un león acercándose a ellos...Físicamente era ya un adulto, pelaje negro con melena y ojos de un color rojo.

-Creí haberles dicho que bajaran la voz ¿Qué sucede ahora?- fue la pregunta que este último hizo, fijando su vista en los pequeños y causándoles un escalofrío por lo fría y seria que esta era.

-Hizo que perdiéramos nuestra comida- fue lo que dijo el pequeño león.

-No es cierto, tu eres el que estaba gritando- señaló la chita encarando al ojirrojo.

-¡Y tú lo dejaste que se fuera!- exclamó este último mientras encorvaba las orejas y mostraba los diente.

-¡Tú saltaste encima mío y pesas mucho!- añadió la ojirrosa estando en la misma posición que el- ¡Fue su culpa!

-¡No, fue de ella!- era la siguiente exclamación del pequeño antes de que la chita lo embistiera teniendo ambos una pequeña lucha por ver quien dominaba a quien.

-Suficiente- así dijo el mayor, entrecerrando los ojos y transmitiendo una frialdad inmensa en su forma de hablar- Regresen a la cueva, yo conseguiré la comida.

Los 2 pequeños volvieron a sentir escalofríos, y la primera en acatar la orden fue la chita, mientras que el pequeño león lo hizo pero no de buena gana.

Unos momentos después

Si bien las Lejanías no parece un lugar terrible en el día, porque la luz es la que ilumina los oscuros senderos, caminos, encrucijadas o cuevas, de noche es muy diferente el asunto, sobretodo si se trata de algún habitante de las Praderas que por curiosidad terminó perdiéndose en las también llamadas Tierras Oscuras.

Aunque, este no era tanto el caso de aquel felino de pelaje oscuro, quien venía arrastrando una presa que cazó hace unos instantes tras haberla tomado por sorpresa, y ahora se encontraba regresando a su hogar, en dónde esos 2 pequeños lo esperaban.

Hasta que en eso se empezaron a escuchar como risas, estas se iban haciendo cada vez más fuertes, ahora acompañadas por pisadas, y entonces de entre la oscuridad, un grupo de hienas salieron, mientras empezaban a rodear al mencionado.

-Bueno, bueno, bueno, miren a quien tenemos por aquí muchachos- señaló uno de ellos oyéndose algo sarcástico y burlón a la vez- Un invitado sorpresa irrumpe en nuestro territorio.

-Y trae comida- añadió otro mientras veía a los 2 antílopes que el felino traía consigo- Ujujuju, delicioso.

-¿Creen que alcance para todos nosotros?- preguntó otra hiena mientras se acercaba a los cuerpos y los tocaba con su pata mientras se relamía el hocico con algo de saliva brotando de este.

-Lo averiguaremos- dijo el primero que habló antes de acercarse más, hasta estar cara a cara con el felino- ¿Y bien...que es lo que te trae por aquí? Un león en las Lejanías...Eso no se ve ya muy a menudo por aquí.

-Oigan ¿Y si no está solo?- preguntó otra de las hienas mientras veía para todos lados.

-Por casualidad, hablando de eso mismo ¿No estás relacionado con 2 cachorros que también están por aquí verdad?- preguntó el líder mientras la sonrisa en su rostro se fue unos instantes- Tengo a unos compañeros vigilandolos de cerca, y parecen estar solos ahora mis...

Sin embargo, no terminó de hablar cuándo fue arrojado violentamente hacia atrás, estrellándose contra una de las formaciones rocosas, quedándose un rato en el suelo mientras gruñía por el dolor de haber sentido un golpe, y cuándo menos se lo esperó ya tenía al felino frente a el, mirándolo con total seriedad.

-¿Q-Qué...fue lo que hiciste?- preguntó la hiena mientras resistía el dolor y se iba levantando- No, enserio ¿Qué...rayos?

El león no dijo nada y solo lo miró fijamente, antes de que sus ojos emitieran un brillo, y la hiena fue enviada contra el muro de rocas nuevamente, pero esta vez no fue solo un golpe, sino varios que estuvo recibiendo durante unos segundos.

Y tan solo 30 segundos en los que siguió recibiendo golpes invisibles, al menos para el resto de sus compañeros, estos de detuvieron y la hiena cayó al suelo, sin moverse, además que el brillo en sus ojos se había ido.

Las demás solo se desconcertaron, no entendían que había pasado, pero un escalofrío pasó a través de sus cuerpos cuándo vieron al león darse la vuelta, y este solo levantó la pata izquierda, entonces una luz roja se manifestó en forma de esfera, acto que los hizo retroceder unos 2 pasos a cada uno.

-O-Oye...¿Q-Qué rayos eres tú?- fue la pregunta que hizo uno de los caninos, tragándose el nudo que se le había formado en la garganta, pero solo vieron como l luz se intensificaba y el león la apuntó directamente a ellos.

"Los débiles como ustedes...desaparecen"

Regresando con los 2 pequeños, estos se encontraban en la entrada de su cueva, pero no estaban solos, pues un grupo de 4 hienas los tenían acorralados, dejándoles solo la opción de ir al interior, pero ellos no querían.

-Miren como se hacen los valientes, que divertido- dijo una de ellas antes de reírse en voz alta junto a los demás.

-Grrr...¡Cállense!- exclamó el pequeño felino dando unos pasos hacia ellos.

-¿Cómo dijiste enano?- preguntó otra de las hienas teniendo la misma expresión que el pequeño.

-Dijo que te calles- añadió la pequeña chita posicionándose al lado de su compañero.

Justo cuándo el grupo de caninos se disponía a tirárseles encima, una fuerte corriente de aire los envió a rodar hasta chocar contra una de las muchas rocas que habían ahí.

-Ouch...Gghhh, ya...quítense de encima- fue lo que dijo la hiena líder de este pequeño grupo, hasta que una pisada llama su atención, y al abrir los ojos se encuentra con aquel felino de pelaje oscuro- A-Ammm...¿Hola?

-Si aprecias tu vida...lárgate de una vez- sentenció el león, entrecerrando los ojos y causando que la hiena se asustara y saliera corriendo, con sus compañeros yendo detrás- Si termino con uno aparecen más.

-¡Comida!- exclamó la pequeña chita llegando con el y su compañero- Wow, es más grande que lo que vimos en la tarde.

-Lo hubiera atrapado, pero fue tu culpa que huyera- señaló el pequeño león, pasando por su lado y mostrando una expresión molesta.

-¡Ya te dije que lo quería hacer yo sola!- exclamó ella antes de pisarle la cola.

-¡Oye!- así dijo el pequeño, antes de que ambos volvieran a "jugar".

-Basta- sentenció el mayor mirándolos con esa inexpresividad que hasta miedo daba- Ahora adentro...Ya tuve suficiente con esos carroñeros.

Ambos pequeños se miraron entre sí, y solo se separaron, antes de asentir con la cabeza y seguirlo al interior de la cueva.

...

"Desde que tenemos memoria, el siempre fue así, bastante serio, no hablaba mucho, y se apartaba de todos, si alguien hacia el mínimo intento de provocarlo, o lo intimidaba o se deshacía de el.

Por eso, aunque quisiéramos no podíamos llevarle la contraria, aunque nunca nos llegó a dañar, gritar o algo parecido, nos manteníamos cerca siempre para evitarnos y evitarles problemas a los demás"

...

-¡Vámonos, vámonos, vámonos!- eran las exclamaciones de un grupo de hienas, luego de que 4 de ellas salieran disparadas hasta rodar unos segundos por el suelo- ¡Rápido, ya vámonos!

-Sí, eso es ¡Más vale que corran!- exclamó ahora mismo aquel león de pelaje dorado y ojos rojos, aunque hacía falta recalcar que había crecido un poco, mostrando una expresión algo seria.

-Jajajaja, perseguirlos es mucho más fácil, son bastante lentos- añadió aquella chita de ojos rosas, llegando junto a el pero subiéndose en una roca, mostrando una expresión algo orgullosa, al igual que su sonrisa.

-¿Siguen jugando con los carroñeros?- fue la pregunta que hizo alguien detrás de ellos, tratándose de aquel felino de pelaje oscuro y personalidad sombría.

-No, aparte que no entenderían nuestro juego- señaló ella antes de saltar de aquella roca y sentándose al lado de su compañero.

-Yo puedo contra todos ellos, son muy débiles- dijo este último antes de mirar a otro lado- Incluso si jugáramos ellos saldrían perdiendo.

-No son ninguna amenaza, pero si se juntan son más molestos que nada, vámonos- fue lo único que dijo el mayor mientras lideraba la marcha, y los otros 2 simplemente se miraron entre ellos antes de seguirle el paso, aunque ambos volvían a iniciar una competencia por quien llegaba primero.

...

"Nunca somos pequeños para el resto de nuestra vida.

Nosotros crecimos, y su trato hacia nosotros solo había cambiado por el hecho de que si no obedecíamos una orden suya o no demostrábamos según el nuestro verdadero potencial nos llevábamos algunos golpes, no L grado de recibir una paliza.

Y todo se mantuvo así, su tratp hacia nosotros, y el nuestro hacia el.

Hasta que llegó un día...el día en el que decidimos separarnos de el...y tomar nuestro propio camino"

...

-¿Aún no llegamos?- fue la pregunta que hizo, ahora una joven chita con las orejas encorvadas- ¿Cuánto falta?

-Si guardan silencio llegaremos más rápido- señaló el felino de pelaje negro mientras lideraba la marcha.

-Tsk, esto es absurdo- así dijo el león de ojos rojos antes de frenar su marcha, llamando la atención de su compañera más que nada- Se supone que ahora somos más fuertes, y en vez de hacer lo que nos decías antes, solo te quedabas en ese sito, escondiéndote como todos esos desterrados como un cobarde.

-Te recuerdo que tú también estás aquí- señaló el mayor mientras seguía estando de espaldas, y no parecía prestarle mucha atención- Además, si dejo que hagan lo que quieran, simplemente lo arruinarían todo.

-¡Lograríamos mucho más que tú!- exclamó el joven león antes de aparecer de la nada frente al otro- ¡Podemos destruir a ese león en segundos, y hacer lo que tú en todos tus malditos años de vida jamás lograste...y jamás lograrás!

-Oigan, deberían calmarse ustedes 2, tú en especial- señaló la chita con una sonrisa medianamente sarcástica, aunque también parecía algo nerviosa por el comportamiento de su compañero, una actitud que si bien, pues el león era algo arrogante, temperamental e impulsivo sabía más o menos controlarse- Aún estamos juntos en esto, y sí...creo también que es aburrido seguir esperando aquí, pero pues...

-Cállate- fue lo que dijo el león joven, mientras sacaba a relucir sus dientes y seguía mirando al mayor frente a sí- Ahora mismo yo me encargaré de tí...¡Y haré pedazos a ese león en cuánto me lo encuentre!

Al decir eso, abrió mucho más los ojos, mostrando una clara expresión de ira, y luego cerró su pata derecha, mientras una especie de aura la envolvía, aunque esta no parecía ser muy intensa.

Entonces el joven simplemente emitió un gruñido, antes de retraer su pata y estar listo para lanzar un golpe directo a la vez que se acercaba un poco más al mayor, sin embargo este solo abrió ligeramente los ojos, antes de que su imagen se distorsionara por unos segundos.

-No, no esta vez- era lo que iba a decir el joven, solo para que su expresión volviera a ser de sorpresa tras recibir un golpe directo en su abdomen, sacándole el aire y de paso soltando algo de saliva- M-Maldito.

Y solo un segundo después, el pelirrojo fue enviado a estrellarse contra el muro de rocas que tenía atrás suyo tras recibir un potente y fugaz golpe en su rostro.

-¡Anciano!- exclamó la chita, antes de acercarse rápidamente mientras un aura rosa envolvía su cuerpo, para luego aparecer sobre el muro de roca, antes de abalanzarse sobre el- ¡Yo soy más veloz!

Sin embargo, cuándo ya estaba a menos de medio metro, los ojos del felino se abrieron un poco, proyectando una ráfaga de ondas de choque invisibles alrededor, antes de que una de estas impactara en la chita, haciéndola retroceder un poco para luego recibir otras más, y una última que la hizo a un lado, rodando por el suelo hasta chocar contra otra de las formaciones.

-¡No te creas mucho por solo 2 golpes! ¡He recibido los suficientes como para andar quejándome!- exclamó el joven felino saliendo de entre las rocas, antes de dar una fuerte pisada, dejando una marca en el suelo mientras esperaba el momento para abalanzarse sobre el.

Y no era el único, pues de parte de la chita, ella ya se había recompuesto y tras cargar un poco de su energía, la usó para liberarla en forma de múltiples ataques, que sin duda dañarían a cualquier animal ordinario.

Sin embargo, antes de que siquiera lo tocaran, la imagen del león se desvaneció y los ataques impactaron en una de las formaciones rocosas. Ante ello la chita entrecerró la mirada y gruñó, pues sabía que la velocidad que el poseía era por demás superior a la suya a pesar de que los chitas eran considerados los más rápidos del mundo.

-¡Cuidado!- exclamó su compañero desde la distancia, y la expresión de ella cambió a una de sorpresa, pues en este momento tenía detrás a aquel felino oscuro, mirándola seriamente- Maldición.

-Oh no ¡No funcionará!- exclamó ella antes de darse la vuelta rápidamente, pero justo entonces el león retrajo su pata y le propinó un fuerte golpe que la envió a atravesar el mismo muro de rocas que ella había atacado.

-G-G-Ghhh...Ok, eso si...fue más rápido de lo que pensé- era el pensamiento de la chita antes de quitarse algunas rocas de encima- Pero aún no he caído ¡Vas a ver anciano!

Tras esa exclamación salió de entre todos los agujeros que había hecho, antes de empezar a lanzar golpe tras golpe, pero por más que aplicara más fuerza o rapidez en ellos, el felino ni siquiera de movía para bloquearlos, sino que estos parecían detenerse a una pequeña distancia antes de siquiera tocarlo.

El león solo la miraba sin mostrar ninguna expresión notoria, antes de aparecer a su lado para golpearla en sus patas y hacerla perder equilibrio, luego le mordió la cola y la estrelló contra las rocas antes de arrojarla hacia el otro lado.

-Creí que ya les había quedado claro- señaló el felino mientras veía como el otro león se acercaba a ella.

-Eres tan descuidada ¿Qué diablos pasa contigo?- fue la pregunta de este último mientras la chita se recomponía- Si por separado nos humilla sin esfuerzo, no queda de otra que hacerlo juntos.

-T-Tsk...pues si, no tenemos más opciones- añadió ella con una sonrisa de lado, antes de que ambos pisaran fuerte el suelo y se arrojaran contra el.

El felino oscuro fácilmente evitó un par de golpes de la chita, antes de tele-transportarse para evadir un zarpazo de parte del felino joven, y cuándo este último se dió la vuelta, simplemente recibió un golpe que lo envió de cara contra el suelo.

Por su parte, la chita había estado atenta, y desde una relativa distancia, reunió otro poco de su energía, antes de liberarla nuevamente, en una ráfaga de múltiples destellos de energía, los cuáles terminaron impactando en el terreno, generando una nube de polvo que llegó a cubrir gran parte del ambiente.

-Je, cómo siempre digo, un ataque sorpresa es mucho mejor que otra cosas- fueron las palabras de ella, antes de suspirar y sonreír ligeramente, hasta que en eso una sensación la invade, y solo alcanza a ver como el felino mayor aparecía enfrente suyo- ¿P-Pero qué...?

Sus palabras fueron cortadas al bajar un poco la vista, notando cómo el león tenía una esfera de energía en su pata derecha, la cuál dirigió rápidamente a su pecho, y en menos de un segundo esta explotó, generando otra nube de polvo, hasta que luego de unos segundos, la chita salió despedida a través de esta, cayendo al suelo y quedándose ahí.

-Esa...tonta- era el pensamiento de Shetani, mientras se daba cuenta como el felino mayor ahora fijaba su vista en el- Ni creas que te será tan fácil, a diferencia de ella ¡Todavía me falta mucho que mostrar!

-Pues adelante...muéstramelo- fue lo único que dijo el león oscuro antes de tele-transportarse y propinarle un empujón, seguido de algunos golpes en el rostro, pecho y su abdomen, cada vez con más fuerza, llevándolo al punto de apenas poder seguir de pie luego de recibir tantos ataques físicos y con tal potencia y frialdad- ¿Eso es todo?

-G-G-G-Ghhh...Cá-Cállate...Te haré pedazos, te lo juro, voy a acabar contigo un día de estos- fueron las últimas palabras que dijo, antes de ser enviado hacia atrás por un grupo de ondas de choque, las cuáles impactaban en todo su cuerpo, arrojándolo contra el muro de rocas, incluso destruyendo partes de este alrededor del joven.

Luego de casi 2 minutos de esa "tortura", el felino oscuro dejó de atacarlo sin piedad, mirando como se había quedado ahí entre las rocas, con la mirada tapada, su melena alboratada, varias marcas de golpes junto a pequeños trozos en su pelaje, hasta inclinó un poco la cabeza, pero aún se podía escuchar su respiración.

-Parece que estabas en lo correcto, resististe mucho más que ella- fue lo que dijo antes de acercarse a dónde estaba, entonces volvió a atacarlo, simplemente con golpes en el pecho y abdomen junto a algunos cabezazos, hasta lanzar un último golpe que destruyó completamente el muro de rocas, dejando ver una cueva en el interior, mientras el joven pelirrojo se iba moviendo en cámara lenta hacia atrás, con algo de sangre en su rostro y los ojos en blanco.

Tras aquella paliza que recibieron, y notando que ninguno de ellos parecía reaccionar, el felino mayor simplemente los miró por última vez antes de desaparecer de aquel sitio en el que se encontraban, dejándolos total y completamente solos...aparentemente.

...

"Esa fue una de las peores palizas que hemos recibido, no teníamos la resistencia que tenemos ahora, y aún así salimos vivos, con bastante dolor y heridas claro...Y bueno, supongo que el resto de historia ustedes ya lo conocen, El Árbol de la Vida, nuestro regreso a Las Praderas, y la batalla en las Lejanías...hasta ahora que nos volvemos a encontrar con el viejo"

Actualidad

-Wow- fue lo que dijeron Kion, Fuli y Chuluun, mientras prestaban atención a la pareja que tenían enfrente.

-Sí, hasta ahora es algo que nadie sabía sobre nosotros- eso dijo Nishati mientras una pequeña sonrisa se empezaba a formar en su rostro.

-Vaya, no tenía ni idea que tenían alguna relación con el aparte de solo ser...¿compañeros?- fue la pregunta por parte de Fuli.

-Yo creí que el los encontró de algún lado y luego vinieron por nosotros- señaló Kion mientras se rascaba la nuca con una de sus patas- Ehehehe.

-Entonces ¿El es...como...el padre de ustedes 2?- preguntó Chuluun, que aunque no los conocía mucho, pues parecía algo interesada.

-Mmm, Shetani no lo admitirá jamás, y lo entiendo por orgullo al igual que yo, pero sí...Es...lo más cercano a una familia que hemos tenido- señaló la chita de ojos rosas con una sonrisa algo melancólica- El fue nuestro maestro, y pues desde algún punto de vista, nuestro padre también, así como tu tienes a Rafiki Kion.

-Sí, bueno, tengo a mi papá y a mamá, pero a Rafiki también le tengo un cariño por todo el tiempo que lo conozco y las veces que me ha ayudado- señaló el felino de ojos naranjas, recordando como desde pequeño su preparación para llegar al nivel que tiene ahora fue gracias al Mjuzi Real- Y no solo yo, toda mi familia en general.

-Nosotros igual- añadió Fuli, pues la preparación que ellos tenían a veces desde pequeños fue gracias a la ayuda del mandril.

-Yo...No lo conozco, perdón- añadió la leoparda encorvando un poco sus orejas.

-Te puede agradar bastante ¿sabes?- fue lo que dijo Kion llamando un poco su atención- El tampoco te conoce a tí, solo a Makucha porque el estuvo en nuestro hogar.

-Y nos causó menos problemas que allá en el Árbol de la Vida- añadió Fuli recordando aquellos momentos en los que tuvieron que hacerle frente al leopardo.

-Mmm...bueno, no sé ustedes pero yo me iré a dormir de una vez- fueron las palabras de Nishati mientras dejaba escapar algunos bostezos- ¿Vienes gatito?

-Volveré en un rato- fue lo que dijo este último antes de empezar a alejarse, cosa que los confundió a todos un poco.

-Tranquilas, yo iré con el, alguien tiene que cuidarle la espalda- así dijo Kion antes de salir corriendo detrás de su compañero.

-¿Y ahora que mosco le picó a tu novio?- preguntó Chuluun mostrándose también confundida.

-No lo sé, hay muchos por ahí...Ah, buenas noches- fue lo último dicho por la ojirrosa antes de recostarse en el suelo.

-Buenas noches- dijeron las otras 2 al unísono antes de que la leoparda también se dispusiera a descansar, pero notó como su compañera chita se subía en una roca cercana- ¿Qué sucede?

-Nada, solo me quedaré aquí observando por si regresan- señaló la ojiverde mientras tenía la vista puesta en la dirección por la que ambos leones se habían ido.

-Si es así, también yo lo haré- pensó la ojiceleste antes de subirse en otra roca y hacer lo mismo que ella, esperando que su querido león no tuviera alguna clase de inconveniente.

Mientras tanto

-¡Shetani! ¡Shetani espera!- exclamaba el naranja mientras se había subido a una pendiente para no perder de vista a su compañero.

- Dije que no me siguieras- aclaró este último alzando apenas la voz para no llamar la atención de algún visitante o desconocido que estuviera por ahí- Regresa de una vez, no voy a cargarte una vez te deje inconsciente.

-Vamos, solo quiero hablar un rato- añadió el líder de la Guardia antes de dar un salto alto y alcanzarlo.

-Lo harás cuándo regrese, ahora apártate- sentenció el ojirrojos antes de empujarlo y dar unos 2 pasos, pero entonces se detuvo, sintiendo una sensación extraña.

-¿Shetani?- preguntó el ojinaranja, antes de que la misma sensación apareciera con el, quedándose quieto sin saber que una silueta yacía parada detrás suyo.

-¡Muévete ya!- exclamó el otro felino, y entonces dió un salto quedando a su lado, mientras ambos fijarian la vista en aquella dirección, pero ya no había nada- ¿Que fue eso?

-¡Shetani, a un lado!- gritó Kion antes de empujarlo, y ambos rodaron un rato por el suelo antes de reincorporarse.

Aquella silueta aparecía y desaparecía de la vista de ambos, a tal punto que no podían sentir su presencia y ni siquiera algún rastro de energía que les permitiera saber en dónde estaba.

O esa hasta que 2 ondas de choque pasaron al lado de ambos, perforando el muro de rocas detrás de ellos y destruyendo una pequeña parte de estos, mientras ellos solo se quedaban con los ojos abiertos notando a la silueta que tenían enfrente en estos momentos.

Esta última tenía una pata extendida, pero luego la volvió a apoyar en el suelo, mientras tenía sus ojos fijos en ambos, y ambos "gemelos" solo se quedaron dónde estaban, hasta que el ambiente alrededor de ambos cambiara y solo veían como aquel o aquella aparecía y desaparecía, hasta estar cerca a ellos finalmente apuntándolos con su garra.

"Oponer resistencia no servirá de nada...todo terminará en un solo movimiento"



Hola, soy Kion.

Esto no puede ser bueno, al parecer la princesa nos tiene en la mira, y no de buena forma.

Acordamos no tener problemas con nadie, pero parece que ahora los problemas vendrán por nosotros.

El próximo capítulo de TLG: UJII será:Una Habilidad Desconocida, Un Combate hasta el Límite.

No se lo pierdan...



En finnn!!!

Y este fue el capítulo de la semana, si te gustó por favor deja tu voto haciendo click al botón de la estrellita de ahí arriba.

Si es primera vez que lees uno de los capítulos, te gustó y solo si quieres obviamente; sígueme, subo capítulo...ahora trato de ser un poco más activo.

Más que nada doy gracias a los que me siguen apoyando a pesar de no ser tan activo como antes, gracias por un voto, un comentario, es lo que me anima a continuar hasta terminar esta historia creánme.

Y bueno, sin nada más que decir, yo me despido, les mando un abrazo psicológico y nos vemos...hasta la próxima.

Cuídense mucho.

Chau, chau.

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