Dejé el celular de lado, riendo ante los últimos mensajes de Jungkook.

Dios, en serio, esto es algo demente.

¿Cómo se me iba a ocurrir pedirle que me enamore? Lo peor de todo es que ya está súper metido en el papel, al punto de que miente descaradamente para hacerme sentir algo.

—Esto va a ser súper incómodo —susurré para mi mismo

Cerré mis ojos pensando en la eternidad de posibilidades que habían.

¿En serio me podría enamorar? No quiero sonar desconfiado, pero es mi mejor amigo...

Como él mismo dijo, nos conocemos lo suficiente para saber qué nos puede gustar o no del otro.

Sí, es verdad, Jungkook no solo es muy lindo sino que también es inteligente. Nunca me he puesto a pensar lo que me gustaría que tenga la persona que escoja como pareja, y si no lo podía saber ni yo, ¿cómo lo iba a saber él?

Como ya les dije anteriormente, con Jungkook tuvimos que tomar distancia porque, incluso cuando estaba de novio, era más cariñoso conmigo que con su pareja. Así que podría decir que ya tenía una idea de cómo serían las cosas. 

Cuando estuvo de novio con Chiara, ella constantemente le reclamaba su afecto hacia mí... Que por qué a ella la tomaba por el brazo mientras que a mí me abrazaba por los hombros; que los besos en la frente eran muy tiernos para dárselos a un mejor amigo; que por qué dormía tanto en su casa si podía dormir en la mía (ni les cuento cuando supo que también compartíamos cama). 

A ver, no la culpo. Jungkook se había declarado abiertamente bisexual hace poco, y el hecho de ver a tu novio y a su mejor amigo siendo cariñosos no debe ser muy agradable. 

De todas formas, nunca vi a Jungkook siendo cariñoso con ella. Debo admitir que desde mi punto de vista, eran muy pocas las situaciones románticas y demasiadas las quejas de ella, lo cual lo único que conseguía era que su novio viniera corriendo a mi casa a llenarme de abrazos.

Era gracioso, en vez de darle afecto a ella, me buscaba a mí. Con el tiempo entendí que su cariño no estaba motivado más que por el hecho de verme como su hermano, por eso comprendí que, cuando ella comenzó a limitarlo, nuestra amistad se viera afectada al punto de que cada vez que estuvieran juntos, él estuviera de mal humor. 

Al final, nunca entendí completamente que fue lo que pasó, pero lo cierto es que habían terminado. ¿Les cuento algo curioso? Chiara me odia, al parecer soy el mismísimo demonio para ella. Siempre que estoy con Jungkook y ella se acerca, lo primero que hace es mirarme de arriba a abajo y lo segundo es coquetear con su exnovio como si nunca hubiera ocurrido nada. 

Con el tiempo, mi relación con Jungkook volvió a la normalidad con la única diferencia de que yo había cambiado mi forma de tratarlo. Y no es porque estuviese enojado con él por haberse puesto de novio, sino porque no quería que nadie más se sintiera de la forma en que Chiara se sintió. 

El cambio fue triste. Los primeros meses fueron sumamente dolorosos, pero con el tiempo nos acostumbramos y hasta puede decirse que ahora todo es agradable.

Por lo tanto, no creo que Jungkook simplemente sea el tipo de novio cariñoso.

Pero esos mensajes no dejan de hacer ruido en mi cabeza.

«Si te quiero abrazar, darte besos y ser más cariñoso de lo normal».

«NO TE PODES QUEJAR».

«Yo hago las cosas a mi manera y si te quiero enamorar siendo el tipo más pesado del mundo».

«LO VOY A HACER».

¿Qué tienes en mente, Jeon? Espero no arrepentirme de haberte pedido esto.

Me bajé del auto de papá y al ver a Jungkook parado en la entrada del instituto me quedé quieto.

¿Me está esperando?

—Hijo —llamó mi padre, detrás de mí—. ¿Está todo en orden?

Me volteé y asentí inmediatamente.

—Sí, lo siento. Me quedé pensando en si había guardado el trabajo de Literatura en la mochila —mentí—. Que tengas un lindo día en el trabajo.

Me despedí y él asintió con dulzura. Arrancó el auto, pero antes de irse saludó a alguien a mis espaldas. Cuando se fue, volteé y me encontré de frente a quien antes había visto en la entrada.

De repente, Jungkook me abrazó de la cintura y me dio un sonoro beso en la mejilla. Reí ante la sorpresa y luego coloqué mis manos en su pecho para separarlo un poco.

—¿Qué haces? —pregunté sonriendo.

 Él me miró como si le hubiese hecho la pregunta más tonta del mundo.

—¿Cómo que qué hago? —preguntó, con gracia—. Saludarte, ¿qué más? —Me dió otro beso en la mejilla.

—Nos pueden ver, Koo —susurré riendo.

—¿Y qué? —Me sonrió con ternura, pero luego frunció el ceño con fingida molestia—. Por cierto, ¿por qué no me contestaste la canción bonita que te envié?

—No pude escucharla —mentí, y él puso los ojos en blanco—. ¿Es que ahora comenzarás a enviarme canciones que te recuerden a mí?

Él asintió como si hubiera preguntado una obviedad. Se acercó un poco más.

—Pero debes escucharlas —susurró, colocando el dedo índice entre nosotros—. Si no lo haces no tiene sentido.

—¿Lo harás todos los días?

Jungkook asintió.

—En algún momento te quedarás sin canciones de amor —dije.

—Entonces escribiré canciones de amor para ti —susurró.

Sonreí ampliamente y puse los ojos en blanco.

—Eso sonó muy romántico.

—Es lo que causas en mí, Jiminie. Que sea un idiota romántico.

Solté una carcajada y me separé de él.

—No ha pasado ni siquiera un día y ya estás así. Dios, esto es de terror. —Fingí un escalofrío mientras caminaba hacia la entrada. 

—¡Vas a caer, Jimin! —gritó Jungkook a mis espaldas.

Lo ignoré y seguí caminando, pero estaba seguro de que la sonrisa me delataba.

Sé que en un momento caeré, pero no pienses ni por un segundo que la tendrás fácil, Jeon Jungkook.

Estaba sentado en las gradas junto a Taehyung, esperando a que Jungkook viniera.

Sus amigos lo habían retenido en los pasillos, por lo que simplemente lo dejamos atrás. Venía abrazándome por los hombros, así que fue fácil sacármelo de encima.

Mientras comía en silencio, una pequeña duda se presentó en mi mente. Taehyung estaba justo a mi lado, así que por qué no preguntarle a él.

—¿Recuerdas cómo era Jungkook con Chiara?

Al parecer, mi mejor amigo se encontraba en otro mundo. Así que cuando repetí la pregunta, se giró y frunció el ceño extrañado.

—¿Cómo?

—¿Recuerdas que una vez me dijiste que Jungkook era el tipo de novio que dedica canciones y es súper romántico? Bueno, que yo recuerde, él no era así con Chiara. 

Taehyung resopló con gracia.

—Claro que él no era así. Todos sabemos que Jungkook no la quería.

—¿Qué? —dije extrañado y frunciendo el ceño—. Pero sí estuvo enamorado, sino por qué razón habría estado de novio con ella. 

—Tal vez porque a lo mejor sí quería estar de novio, pero sus parejas no son nunca quien él verdaderamente quiere. Jungkook no se muestra romántico con sus parejas porque... —me miró fijamente—, porque siempre tendrá en su mente a alguien más.

¿Eso significaba que nunca sería romántico conmigo? Pero si literalmente acaba de comenzar una relación —de mentira— con abrazos, besos, palabras bonitas y canciones románticas. 

—Siento la demora —dijo Jungkook. Taehyung se movió para dejarle un lugar a su lado, pero Jungkook decidió sentarse junto a mí—. Los chicos me estaban preguntando si ensayaríamos esta tarde.

—¿Hoy tienes ensayo? —pregunté, mientras le extendía mi postre para que lo abriera.

—Sí. ¿Hoy tienes danza? —Me devolvió mi flan, mientras yo asentía a su pregunta—. ¿Te paso a buscar cuando termines para llevarte al trabajo?

—No hace falta, Koo. Puedo ir solo —contesté.

—Bueno, entonces te paso a buscar —dijo con una sonrisa. 

Sutilmente me abrazó por la cintura, cosa que casi me hace escupir todo el postre. Cuando volteé la vista a Taehyung, este tenía los ojos abiertos de par en par.

—¿De qué hablaban? —preguntó Jungkook, tranquilo.

—De... —Taehyung miró la mano de Jungkook y negó con incredulidad—. De tu ex y de si eras romántico con ella.

Mis ojos se dispararon hacia él como si hubiese revelado un secreto de estado, pero Tae solo se encogió de hombros.

Jungkook soltó una risita burlesca y pegó su nariz a mi mejilla de manera tierna.

—¿Ya estás en modo 'novio celoso', bonito? —Comencé a toser y Taehyung soltó una carcajada.

—¿Q-qué dices? —titubeé.

—Creo que me perdí de algo... —dijo Taehyung, sonriendo.

Suspiré dispuesto a contarle mi plan, pero Jungkook fue más rápido y tomó las riendas de la situación.

—Estamos saliendo —dijo rápidamente—. Ayer en casa Jimin se me confesó... Así que decidimos intentarlo.

Abrí mis ojos ampliamente y miré a Jungkook confundido.

—Oh... —susurró Taehyung—, qué lindos. De hecho, ayer ví que pusiste una foto con él. Lo primero que pensé fue que de nuevo estabas pasando pena, pero mírate. Quién lo diría, al final se te dio. ¿Le contaste a Jimin que...

Jungkook interrumpió a Taehyung antes de que terminara de formular su pregunta.

¿Contarme qué?

—Mejor cuéntanos de tu cita, Taehyung —soltó, abriendo sus ojos ampliamente. Más que una petición parecía una amenaza.

—¿Tuviste una cita? —pregunté con curiosidad—. Vaya, sí que superaste rápido a SunSeok —reí.

Por alguna extraña razón, Jungkook y Taehyung comenzaron una especie de guerra de miradas que, sinceramente, no comprendía ni me interesaba.

Así que simplemente continué comiendo mi flan.

Definitivamente iba a ser un día muy largo.

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