6
Entré a la habitación de Jungkook, y sin pensarlo mucho, me tiré en la cama.
—Si vas a bañarte, ve ahora —dijo mi mejor amigo, ingresando a la habitación—, así después voy a bañarme yo. Lo más probable es que me quede dormido si espero a que salgas después de haberme bañado primero.
Me quejé mientras daba la vuelta para quedar boca arriba. Cerré mis ojos, pero segundos después Jungkook arrojó toallas y ropa encima de mi cara.
—No te demores —dijo, y después bostezó.
Me levanté y caminé hasta el baño.
Tanto el baño como la habitación son sumamente espaciosos. Generalmente, vengo a dormir aquí, primero por la cama gigante —la cuál es súper cómoda—, segundo por la bendita bañera que tiene, y tercero porque casi nunca hay nadie, lo cual es divertido.
El padre de Jungkook es el ministro de salud de Seúl, mientras que su madre es la directora del Hospital Nacional. Así que, ya pueden imaginar la cantidad de dinero que manejan los Jeon y las comodidades que —lógicamente— tienen en su vida.
Cuando era niño, venir a casa de Jungkook era como ir a un parque de atracciones: juguetes por todos lados, grandes cantidades de comida, pijamadas que parecían ser de otro mundo...
Por obvias razones, todo disminuyó paulatinamente, y ahora me gusta venir solo por la tranquilidad de estar junto a Jungkook, ya saben, simplemente hablar, jugar y reírnos. Debo admitir que mi momento favorito es cuando nos acostamos a dormir.
Cuando teníamos catorce, dejamos esa costumbre de armar un colchón aparte. Jungkook simplemente me decía que subiera a la cama, pero yo me negaba. Finalmente un día accedí y desde entonces no hay noche que no pase frío si no estoy junto a él.
Puede sonar romántico —incluso tonto—, pero dormir con Jungkook es literalmente como dormir con una estufa en tu propia cama. Ponerse espalda contra espalda debe ser una de las sensaciones más increíbles de todas, porque no pasas frío en absoluto.
Imagino que ya saben cuales son las estaciones del año que me la paso metido en la cama de Jungkook.
Sí, y son mis estaciones favoritas. Otoño e invierno, las cuales están empezando a llegar.
Luego de ducharme y cambiarme, salí y me encontré de frente con Jungkook, que me esperaba con una toalla al hombro y secador de pelo en mano.
—Sécate el pelo — dijo, mientras me extendía el secador—. Ya acomodé la cama y puse a lavar tu ropa.
—Gracias, y no te demores —pedí, bostezando—. Siento que me puedo desmayar ahora mismo.
Jungkook me sonrió y entró a bañarse.
Estar atento a mí es un detalle que él siempre ha tenido, desde que somos pequeños, y debo admitir que hubo un tiempo en el que incluso llegué a creer que esos gestos podían significar algo más, como que estuviera enamorado de mí o algo así.
Todo fue un malentendido, lógicamente. Lo supe cuando, a punto de preguntarle sobre aquello, él me informó que estaba saliendo con alguien. Mi primera reacción fue sentirme confundido, pero no creo que rompiera mi corazón. Qué verguenza hubiese sido si hubiera llegado a preguntar y él me hubiese rechazado en la cara.
A partir de allí es que sé que, en realidad, todas nuestras muestras de afecto son algo fraternal, un amor de hermanos. Sin embargo, ahora necesitaba su ayuda y estaba seguro de que él podría hacerlo.
Jungkook estaba demorándose bastante en el baño, lo cuál era lógico, porque mi mejor amigo es un ser obsesivo con la limpieza y sus duchas suelen durar mínimo treinta minutos.
Así que, mientras esperaba, pensé qué palabras escoger, porque claramente no era un plan muy inteligente. ¿Quién es su sano juicio pediría que lo enamoren y luego le rompan el corazon por pura curiosidad? ¡Era una locura!
Tenía que sonar convincente. Si quería que él me ayudase tenía que sonar seguro de mi plan.
—¿En qué piensas? —me sobresalté y volteé a mirar a Jungkook, que estaba agarrando el secador de pelo.
—Nada importante —respondí—. Estaba recordando unas tareas que son para el lunes —mentí.
Él entrecerró sus ojos con sospecha mientras se secaba el cabello.
Me quedé observándolo y esperando a que terminase. No se demoró mucho. Guardó todo en su lugar y se acomodó frente a mí, mirándome fijo.
—¿Qué te pasa? Odio cuando te haces el misterioso —soltó.
Guardé silencio por unos segundos y luego pregunté:—¿Alguna vez te has enamorado?
Jungkook se recostó a mi lado y suspiró.
—Sí, supongo que sí me he enamorado...
Giré mi rostro y lo observé con sospecha.
—No me mientas, dime la verdad...
Jungkook rió y asintió efusivamente.
—Sí, Jiminie. Sí me he enamorado.
—¿Y te han roto el corazón? —pregunté en voz baja.
Una pequeña mueca se formó en su rostro pero terminó por asentir, como si en realidad no quisiera contarme o dudara en hacerlo.
—¿Cómo se siente?
Rió y me miró con ternura.
—Horrible —contestó—. Que te rompan el corazón es como si rompieran cada parte de ti. Te sientes inseguro, con miedo, e incluso te preguntas por qué no eres suficiente para esa persona. Es como si te rompieran las costillas, porque hasta respirar duele, y aunque nadie pueda ver tu dolor, está ahí. Y cuando tratas de pasar de página, es como si aún estuviera en el fondo de tu corazón y tu mente, recordándote que esa persona no te ama de la manera en que tú lo haces.
Me puse de costado para observarlo atentamente.
—¿Quién te hizo sufrir tanto? —pregunté bajito. Él inclinó su rostro y me sonrió, encogiéndose de hombros—. Está bien, entiendo. No me quieres decir —puse los ojos en blanco—. ¿En algún momento pasa?
—Sí, supongo que siempre llega otra persona que te saca de ese pozo. Incluso, puedes ser tú mismo quien te saque de allí, si es que así lo deseas.
—¿Y tú cómo saliste? ¿Alguien más te ayudó? —pregunté curioso.
Él simplemente negó.
—Creo que para poder sanar un corazón roto debes estar dispuesto a soltar a la otra persona —me observó con tristeza—, y yo todavía no estoy dispuesto a soltarlo.
Puse los ojos en blanco y lo golpeé suavemente en la frente.
—Tonto, tienes que estar bien —susurré—. Suelta a esa persona que no te quiere, estoy seguro que otras te cuidarán y te apreciarán más.
Sonreí para darle ánimos, pero él solo me miró con tristeza.
—¿Y estar enamorado? ¿Qué se siente? —volví con las preguntas.
Jungkook titubeó pero terminó por contestar.
—Un corazón roto y el estar enamorado son dos sensaciones inexplicables. Estar enamorado es... No lo sé, extraño. Es como encontrar tu lugar seguro, el lugar al que corres cuando te sientes mal. Es desear estar con esa persona de manera constante. Es pensar en esa persona cuando escuchas tus canciones de amor favoritas —rió—. Es algo especial, como si solo quisieras que te vea a ti y a nadie más. Es ver a los ojos a esa persona y ver a tu mundo —me miró—. Es...
Se quedó en silencio y una pequeña sonrisa se formó en mi rostro.
—Quiero que me ayudes a enamorarme —susurré—. Quiero sentir eso.
—¿Qué? —Se sentó en la cama y me miró confundido.
—Quiero que me enamores, Koo —pedí, mientras me sentaba en la cama—. Quiero que me enamores y me rompas el corazón.
Jungkook caminaba de un lado a otro mientras murmuraba mil cosas.
Suspiré y me recosté en una pila de almohadas que había armado.
—Es una locura —soltó—. Estás demente, no hay otra explicación. ¿Quién en su sano juicio pediría que lo enamoren y le rompan el corazón?
Levanté una mano inmediatamente, mientras que con la otra me señalaba a mi mismo.
—Solo quiero saber qué se siente. Taehyung me dijo que no puedo entenderlo porque nunca he pasado por una situación así, y mi hermano me dijo que si no me enamoro, nunca podré sentir empatía por Taehyung. ¿Tan loco suena que te pida algo así?
Jungkook se detuvo y me observó con cara de pánico.
— ¡SÍ! ¡ES UNA LOCURA! —soltó un bufido y se agarró la cabeza—. No entiendo, ¿por qué yo? ¿Eres consciente de que esto puede arruinar nuestra amistad? Porque adivina qué, un corazón roto no es tan fácil de sanar.
Puse los ojos en blanco y me crucé de brazos.
—Si te lo estoy pidiendo a ti es porque justamente sé que nuestra amistad no se verá afectada —señalé seriamente.
—Estoy cien por ciento seguro de que no habías pensado en eso —me señaló con su dedo—. Lo sé porque estás haciendo la misma cara que haces cuando no tienes ni idea de lo que estás diciendo.
Abrí mi boca y la cerré, porque claramente tenía un punto.
—Está bien, tienes razón. No lo había pensado. Pero si te lo estoy pidiendo es porque en realidad sé que puedes enamorarme y que... aunque me rompas el corazón, sé que también podré perdonarte —susurré—. Porque eres muy importante en mi vida y no me gustaría perderte.
Levanté la mirada y él comenzó a negar repetidamente.
—El chantaje emocional no va conmigo, Park. —Rayos—. Sigue siendo una locura, y aunque me digas mil motivos, no voy a aceptar.
Okey, última carta.
Respiré profundamente y él comenzó a señalarme con el dedo índice en forma de advertencia.
—Ni se te ocurra —advirtió, mientras yo comenzaba a hacer puchero—. ¡Dios, no! ¡No empieces con los pucheros!
—¿Acaso no te parezco ni un poquito lindo? —pregunté en voz baja, haciéndome el triste—. ¿Tanta vergüenza puede darte que crean que eres mi novio? Solo será por un par de meses.
Jungkook frunció el ceño y agarró el almohadón que había en la silla para lanzármelo.
—Yo nunca dije eso, Jimin —aclaró, serio—. Esto me parece sumamente injusto y una pésima idea.
Lo observe por un par de segundos y me metí en la cama.
—De acuerdo, no lo hagas —exclamé molesto—. Se lo pediré a alguien más, pero ten por seguro de que esa persona me destruirá en todo sentido; incluso de formas que estoy seguro que tú no harías. —Me tapé dandole la espalda—. Ahora que lo pienso, puedo pedírselo a tu primo. Sí, Hobi quizás acceda a ayudarme. Estoy seguro de que lo hará mejor que tú, de la misma manera en que estoy seguro de que me rechazas porque no sabes cómo enamorarme..
—De acuerdo, pídeselo. —Apagó las luces— Espero que después no vengas llorando cuando te des cuenta de la idea pésima que has tenido.
Se metió en la cama y me dió la espalda.
Nos quedamos así por varios minutos, cada uno en silencio.
Pero yo sabía... yo sabía que estaba pensándolo y que no dejaría que alguien más haga algo que él podía hacer perfectamente.
Una sonrisa se formó en mi rostro cuando se volteó y apoyó su frente en mi espalda.
—¿Puedo pensarlo durante esta noche? Te prometo que mañana te daré una respuesta.
Perfecto, eso significa que sí lo hará.
¡Muchas gracias por leer! Espero que les esté gustando.
Apoyen con sus votos, muchas gracias por leerlo ♥︎
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