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Despedirse... Que feo suena en mi mente tener que hacer tal cosa, tal vez es porque aún no estoy listo para decir adiós y mucho menos para aceptar que no veré a la gente que amo por mucho tiempo.
—Te va a ir súper bien enano— susurró Namjoon abrazándome— y si no entiendes cualquier cosa que te digan, me llamas y te voy traduciendo todo.
Inmediatamente solté una risa y asentí para abrazarlo más fuerte.
Estábamos en el aeropuerto, haciendo una de las cosas más difíciles que me podrían tocar hacer...
Despedirme.
Habían venido algunas de las personas más cercanas a mi, papá no y de alguna manera entiendo el por qué. Después de todo desde que se enteró que me iba a ir a Estados Unidos, no ha dejado de sufrir por ello.
Esa mañana solo me dió un beso en la frente, me abrazó y me dijo que quería que brillara como nunca. También me pidió disculpas por sus fallas como padre y créanme que no dejé de llorar por un rato largo después de esas palabras.
Ryujin si vino y no ha dejado de llorar desde que entró al aeropuerto, Yoongi ha intentado calmarla de mil maneras, pero nuestra hermanita menor solo piensa que nunca más la volveré a ver.
—Promete...que... volverás— pidió entre llantos desconsolados.
—¿Te crees que te voy a dejar aquí?— pregunté sonriendo mientras revolvía su cabello— no mocosa, voy a volver a verte. Además nos estaremos llamando y hablando todos los días— prometí mientras me abrazaba.
Suspiré y luego de que me soltara corrió a abrazar a Namjoon —quién es su amor platónico...bueno de quién no.
—Aprovechando la tristeza— soltó riendo Yoongi mientras miraba a mi hermanita prendida de uno de sus mejores amigos— ¿Cuando llegues que harás? — preguntó bajito, colocando sus manos en cada uno de mis brazos.
—Llamarte— contesté inmediatamente— luego cuando llegue al hotel te volveré a llamar— el asintió con preocupación y sin dudar me abrazó.
—Por favor, nunca dejes de llamarme ni mantenerme al tanto de todo lo que ocurra— susurró sin soltarme— yo sé que eres adulto y sabes cuidarte, pero para mí siempre vas a ser mi bebé—
—Yoongi por favor no me hagas llorar— pedí cerrando mis ojos con fuerza— no voy a poder subirme al avión.
Mi hermano asintió y me dió dos palmadas en la espalda, para separarse y guiñarme el ojo.
—Ve a Estados Unidos y rompele todos los esquemas— animó— demuéstrales quién es el mejor bailarín del mundo.
Yo asentí y me alejé de él sintiendo como las lágrimas comenzaban a caer.
—¡Mi cuñado favorito!— gritó Seokjin acercándose a mi y abrazándome fuerte— Espero que cuando vayas a Estados Unidos triunfes y ganes mucho, mucho dinero— soltó alegremente— y por favor acuérdate de mí y enviame unos dólares— soltó mientras yo soltaba una risa llena de lágrimas.
—Prometo hacerlo— susurré suspirando— ¿Luego me envías un mensaje con una cuenta bancaria para depositar?— pregunté bajito y el entrecerró los ojos para luego sonreír.
—¿Qué debo hacer para tal muestra de agradecimiento?— señalé con mi cabeza a Jungkook que miraba el aeropuerto totalmente distraído.
—Arruinale todas las parejas que tenga hasta que yo llegue— bromeé logrando sacarle una risa.
—No creo que haga falta hacer algo así— suspiró y me abrazó— Jungkook te es más fiel que un perro a su dueño.
Vaya comparación...
Luego de que me soltó, Hoseok abrió sus brazos ampliamente y yo me acerqué a abrazarlo.
—Voy a ir a vigilarte— soltó abrazándome— así que pórtate bien y lúcete, porque cuando llegue quiero que todos hablen de lo maravilloso que bailas— suspiró.
Yo asentí y cuando terminó de abrazarme se alejó, para inmediatamente lanzarse sobre mi Taehyung.
—¡Dios no puede ser que seamos cuñados y de la nada te vayas! ¿Qué pasa si tú hermano y yo nos casamos?— soltó dramáticamente— ¿Vas a venir a vernos verdad?
Yo asentí y recibí su abrazo lleno de emoción.
—Por supuesto que vendré a su boda— reí— Tengo que ser el padrino de bodas— sonreí, y mi mejor amigo comenzó a asentir sin dudar.
—¡Claro que sí lo serás!— me abrazó fuerte y me dió un beso en la frente— prometo ir a visitarte, te libraras de todos pero no de tu soulmate.
Suspiré y asentí sabiendo que llegaba la despedida mas difícil de todas...
Jungkook se acercó a mí despacio, y me dió una sonrisita un tanto triste.
—Entonces es hora— susurró
—Es hora— confirmé con una pequeña mueca.
Sin dudar me abrazó fuerte y apoyó su frente con la mía segundos después.
—Promete que vas a ser feliz y que vas a cumplir cada uno de tus sueños— pedí susurrando y el comenzó a negar.
—No quiero que te despidas de mi— soltó alejando su rostro del mío— solo digamonos un hasta pronto y que el destino se encargue del resto.
Yo asentí y le di un besito en los labios.
—Te amo, no lo olvides— susurré— y recuerda nuestra promesa.
Jungkook levantó su meñique y me lo enseñó.
—La voy a recordar para toda mi vida— sonrió y se metió la mano en el bolsillo. De la cuál sacó una cajita y me la entregó en la mano— vuelve por la otra parte en un futuro por favor.
Sonreí y asentí.
—Volveré por tí— solté sin dudar y unos segundos después la bocina del aeropuerto sonó anunciando mi vuelo— te amo...
— Te amo— solté su mano y comencé a alejarme mirando a mis amigos y familia.
Todos me sonreían a pesar de que sabía que estaban tristes y angustiados por lo que estaba pasando. Pero de alguna manera yo no dejaba de pensar en el reencuentro que tendremos dentro de un tiempo.
Porque esto no es un adiós, sino un hasta pronto.
Pasaría mucho tiempo hasta ese encuentro pero cuando sucediera sería uno de los más hermosos que habría.
Me comencé a alejar de ellos, mientras que agitaban sus manos dulcemente. Jungkook se acercó a Jin quien lo abrazó por los hombros para contener el llanto que se acercaba, y esa también fue mi señal para mirar hacia adelante.
No aguantaría verlo llorar, me aferré a las cosas que tenía en mi mano y sin dudar comencé a caminar hacia mi futuro. Sabiendo que en algún momento el destino nos iba a reencontrar, porque tenía fe en que lo nuestro no era algo pasajero sino algo que estaba mucho más que planeado.
Jungkook era para mí y yo para el, solo que aún no es el momento indicado para estar juntos.
Pero volveré por el, volveré por nuestro amor y eso pasará cuando estemos bien, cuando podamos amarnos de la manera más pura y sana que exista.
Hasta que ocurra eso, te diré...hasta pronto amor, que seas muy feliz.
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