21

—Antes de que abras mi regalo... —me detuvo Taehyung—, voy a explicarte su razón.

Asentí mientras sostenía el paquete azul entre mis manos. 

Papá y Yoongi me habían regalado ropa y mi hermana un hermoso dibujo enmarcado; solo me faltaba abrir el regalo de Taehyung.  

—Te escucho —dije, observándolo con curiosidad. 

—De acuerdo. —Se levantó del sofá y conectamos miradas—. Hace un mes, en el cumpleaños de Jungkook, pensé en lo rápido que pasa el tiempo y en lo superficiales que somos a la hora de dar regalos. —Miró a Jungkook—. Disculpa, amigo, pero tengo que decírtelo. No me esforcé para nada en tu obsequio. Vi un reloj negro y dije «esto le gustará al cabeza hueca», lo compré y te lo di. Claramente te gustó. 

Jungkook frunció el ceño y miró su reloj.

—¿Gracias? —dijo, inseguro. Todos reímos. 

Taehyung le guiñó un ojo y prosiguió:

—Pero después pensé «¡Mierda, no!». —Miró a mi padre y juntó sus manos en forma de disculpa—. Perdone, señor Park. Se me escapó. —Papá rió y Taehyung siguió explicando—: Me dije a mi mismo «No, Taehyung. Con Jimin serás diferente, pensarás y deberás ponerte sentimental para entregarle el mejor regalo del puto mundo». 

Hizo una mueca y miró nuevamente a mi papá, a quien le hizo una reverencia. Él solo reía por el monólogo de mi mejor amigo. Taehyung prosiguió: 

—Me senté y comencé a trabajar. Puse todo en ese obsequio —su voz se suavizó—, mis sentimientos... Uno por uno están puestos allí. Los recuerdos son importantes... —Me miró con una sonrisa y señaló el regalo—. Espero que te guste. 

Abrí el paquete azul con prisa. Estaba emocionado. 

Era un libro enorme. Lo saqué de su envoltorio y fruncí el ceño, pero al leer la portada hice puchero. 

"Recuerdos de Nuestra Amistad"
J&T&J

Abrí el libro. En la primer página había una carta escrita a mano; estaba llena de rayones, manchas de pintura y tachones, que la hacían única y especial. Escrita con el corazón. 

Luego habían fotos de nosotros tres desde que éramos pequeños. Debajo de cada una habían pequeñas anotaciones sobre el momento en específico.

Cuando fuimos de excursión y nos perdimos del camino por prestar atención a otra cosa.

Cuando éramos rockeros/emos en nuestra primera salida.

No sé quién sacó esta foto, pero dudo que los tres estuviésemos dormidos.

Reíamos con cada foto y cada acotación hecha por Taehyung.

—¡Mira nuestro cabello ahí! —soltó Jungkook—. ¿Qué se me pasaba por la cabeza cuando me peinaba así?

Yo reí y extendí mi mano para acariciar su cabello.

—Te quedaba bonito, no lo voy a negar. —Me encogí de hombros y él me dio un besito.

Cuando terminamos el libro, lo cerré y lo presioné contra mi pecho. 

—Gracias, Tete. Me encanta. Definitivamente es el mejor regalo del día y de mi vida.  

Taehyung me guiñó un ojo y después le sacó la lengua a Jungkook, quien puso los ojos en blanco.

Creí que había abierto todos los regalos, pero mi novio me extendió una pequeña cajita morada. La tomé mientras fruncía el ceño y leí la tarjetita que contenía. Reí. 

—¿Otro obsequio más? Pensé que habíamos terminado con ellos —susurré mientras miraba a mi novio.

—Es que tenía que cumplir mi promesa.

Extrañado ante sus palabras, abrí la caja y me encontré con un pequeño pendrive.

Era azul y tenía un pequeño moño rojo en uno de sus extremos. En el fondo de la caja había una pequeña notita.

«For you, I'd go write a slick song just to show you the world»

Tardé unos segundos en comprender, hasta que simplemente abrí mi boca sorprendido y miré a mi novio sin poder creerlo.

—¿En serio lo hiciste? —pregunté con un hilo de voz.

Jungkook se acercó a mi mejilla y dejó un besito.

—Prometí que escribiría una para ti, todavía me falta el álbum. —Sonrió dulcemente—. Síguelo esperando.

Salté a sus brazos y luego le susurré suavemente al oído: 

—Te amo.

—Yo a ti. —Me miró a los ojos y pude notar en los suyos un brillo especial.

Guardé la cajita en mi bolsillo. Obsevé la mesa y había un regalo más. ¿De quién? Si ya todos habían entregado uno. 

Era una caja azul marino con un gran moño negro. La tomé y busqué una carta, una dedicatoria, algo... No había nada. 

—Te lo manda una amiga mía —dijo papá—. Se enteró que cumplirías la mayoría de edad y decidió hacerte un regalo.

—Oh, wow. —Reí—. Sí que va en serio la cosa.

—Espero que a nosotros también nos regale algo —acotó mi hermana menor, logrando que Yoongi asintiera en acuerdo.

Papá rió. Sus mejillas tenían una tonalidad rojiza, se notaba que estaba nervioso y emocionado porque yo recibiera el regalo.

Desaté el moño y abrí la caja. Había papel de seda negra en gran cantidad y una nota encima. 

«Me enteré que bailas, compartimos la misma pasión. Espero que te guste este regalo de mi parte, Jimin. Feliz cumpleaños. PD: Cuídala mucho, es una reliquia familiar».

Sin entender, dejé la carta a un lado y rebusqué entre el papel de seda, encontrándome con una caja de madera.  Tenía grabado un mensaje en la tapa:

«La danza es el lenguaje oculto del alma»

Al costado había una manija, la cual giré. La tapa saltó y mostró a dos bailarines danzando, con una suave música de fondo.

Una nostalgia extraña invadió mi cuerpo. No podía dejar de ver aquellos muñequitos danzar. Tragué pesado y sonreí con tristeza cuando la música se detuvo. 

—¿Te gustó? Porque tu cara me asusta —exclamó mi papá preocupado. 

Sentí una lágrima recorrer mi mejilla y la limpié con la palma de la mano. 

—Por supuesto que me gustó, es preciosa —contesté inmediatamente—. Dile a tu amiga que es un regalo hermoso, que se lo agradezco de todo corazón y que espero conocerla pronto.

Papá sonrió conmigo y me guiñó un ojo. Pero cuando desvié la vista hacia mi hermano, tenía todo menos alegría en el rostro.

¿Qué le sucede?

Cuando entré a la cocina, papá y Yoongi estaban limpiando. El primero lavaba los platos y mi hermano los secaba. 

Me acerqué hasta ellos y dije:

—Jungkook ya se fue.

—Detesto que se vaya tan tarde de casa, debería haberse quedado a dormir —dijo papá—. Después de todo, hasta tiene un uniforme del instituto aquí.

—Sus papás regresaron de un viaje, seguramente querían verlo —explicó Yoongi—. No te quieras adueñar del mini Jeon, papá. —Lo codeó, logrando sacarle una risa.

—Ese chico siempre me agradó. Ha acompañado a Jimin en todas las etapas difíciles de su vida —se justificó—. Que sea su novio me asegura que mi bebé va a estar bien protegido.

Me reí y caminé hasta donde estaba Yoongi.

—¿Te ayudo? —pregunté, pero antes de que pudiera responder, su celular comenzó a sonar. 

Suspiró al ver de quién se trataba, dejó el repasador en la mesa y comenzó a caminar hacia la sala. 

—Ya vengo —nos dijo, y contestó la llamada—. ¡Namjoon, amigo!

Tomé el lugar de mi hermano y comencé a ayudar a papá. 

—¿Namjoon? —preguntó confundido mi papá—. ¿Qué hace llamando a esta hora?

Sonriendo levanté mis cejas pícaramente.

—Empieza con Yoongi y termina con Taehyung —bromeé.

Papá abrió la boca, pero la cerró para negar con preocupación. 

—A veces me olvido de lo sobreprotector que es Namjoon con Taehyung. —Rió—. Ese niño es precioso... Me encanta que suelte cosas sin pensar y coquetee abiertamente con Yoongi. —Quedó en silencio por unos segundos, pensativo—. Está muy lejos de ser el tipo que creía para mi hijo, pero claramente es lo que necesita.

—Yoongi y Tae se ven muy lindos juntos —dije en acuerdo—. Espero que Namjoon no se ponga en modo "hermano celoso" y pueda ver la felicidad de ambos.

Papá asintió, de acuerdo con mis palabras.

—Papá... —solté, acomodando el último vaso—. Necesito hablar contigo de algo importante.

—Siempre que alguien dice eso, suele venir acompañado de noticias graves —dijo y luego rió—. Lo bueno es que un nieto no es...

No hice caso a su chiste y fui directo al punto. 

—Es sobre la universidad.

Se detuvo de inmediato y volteó hacia mí, prestándome atención. 

—¿Qué sucede? —dijo, cruzando los brazos sobre su pecho—. Jimin, si el problema es por lo que vas a estudiar, sabes que puedes elegir lo que tú desees. Lo importante es que estudies —explicó con amabilidad—, yo no te voy a exigir estudiar algo que yo quiera, lo único que les he pedido es que...

—Quiero ir a la KU —interrumpí sin pensar.

Alcé mi vista para ver su reacción, pero en su rostro solo había un semblante serio. 

—No, no irás —determinó.

—Papá, por favor escúchame— susurré mientras lo miraba, pero el continuó negando completamente seguro de su respuesta.

—¿Qué? Papá, escúchame... —comencé.

—No voy a escucharte —interrumpió—. No voy a dejarte ir a una universidad que está tan lejos de casa. Estás demente si crees que lo permitiré.

—La KU es una de las mejores universidades de Corea, papá —expliqué—. Deberías sentirte orgulloso de que yo quiera ir allí.

—¿Orgulloso? —repitió con incredulidad—. Jimin, tienes la SNU. Esa universidad también es una de las mejores. ¿Cuál es la necesidad de irte tan lejos? —preguntó con desesperación—. ¿Es por Jungkook? Si es por él, pueden mantener una relación a distanc... 

Levanté la mano y lo detuve. 

—Jungkook ni siquiera quiere ir a esa universidad —refuté—. Yo lo convencí para que se anotara conmigo, porque soy yo el que quiere ir. 

Las cosas estaban saliéndose de control y papá comenzó a elevar la voz. 

—Ya escuchaste a tu hermano, Jimin. Es una pérdida de tiempo tratar de entrar en esa universidad; solo ingresan los niños con dinero —dijo enojado—. ¿Qué te hace pensar que puedes hacerlo tú?

—Tengo mis propios planes —respondí dolido—. ¿En serio no me crees capaz de entrar en esa universidad? Dime por qué —exigí—. ¿Qué ves en mí que no te permite confiar en mis capacidades? ¡Mierda! A Yoongi no le pusiste ningún pero cuando eligió por sí mismo qué hacer con su vida.

—Yoongi y tú son completamente distintos entre sí —se justificó.

—No puedes retenerme a tu lado por pensar que haré lo mismo que ella —susurré, con mis ojos llenos de lágrimas—. Toda la vida he vivido tras la sombra de una mujer que me rechazó siendo un niño. ¿Por qué querría parecerme a ella en lo más mínimo? —dije con desprecio. 

—No hables así de tu madre. —Me señaló con enojo—. Tú no sabes...

—¿Yo no sé qué? Dime, contesta —exigí—. Quiero saber qué pasaba con ella cuando nos dejó, qué pensaba cuando gritó que me od... —Me mordí el labio, no podía pronunciar aquello. Aún me dolía—. Esa mujer no es mi madre. Ella no existe para mí. Entiende que si quiero salir de este puto lugar, ¡es porque quiero huir de ella! —grité furioso. 

Papá comenzó a negar, tenía una sonrisa rota en el rostro.

—Eres igual que ella —dijo y yo abrí mis ojos con sorpresa. 

No podía estar diciéndome eso.

—Antes que ser igual a ella, prefiero morir —solté con voz fría—. ¿Sabes? No necesito que me apoyes en esta decisión. Ya me cansé de jugar al hijo perfecto... Pero te lo aseguro, yo voy a entrar en esa universidad, y me voy a ir para no ver...

—Jimin, basta —interrumpió una voz detrás de mí—. No digas cosas que te atormentarán cuando tengas la cabeza fría —pidió mi hermano.

Miré a mi papá una última vez y me di la vuelta. Me marché de la cocina sabiendo que, una vez entrara en mi habitación, me rompería en mil pedazos.

Porque era cierto... Sabía que, aunque quisiera evitarlo, era la verdad.

Yo me parecía a ella.

¡Muchas gracias por leer! Espero que les esté gustando.
Apoyen con sus votos, muchas gracias por leerlo ♥︎

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top