Al salir del instituto, Jungkook estiró su mano y yo le entregué mi mochila. La tomó y comenzamos a caminar en dirección al estacionamiento a la vez que yo marcaba el número de Taehyung. 

La llamada entró al buzón inmediatamente. Suspiré y los ojos de mi mejor amigo se posaron sobre mí.

—No me contesta —solté con molestia—. ¿Crees que haya pasado algo malo?

Él se encogió de hombros y exhaló con molestia.

—Tal vez lo dejó, todos sabemos que las cosas entre ellos andaban mal —recordó—. Intenté llamarlo cuando ví que no había entrado a clase, pero tampoco me contestó.

Me mordí el labio con preocupación. ¿Qué es lo que debe hacerse en este tipo de situación? Jungkook me abrazó para atraerme hacia él y finalmente darme un beso en la frente.

—Tranquilo, ya vas a ver que seguramente está bien —animó dulcemente—. Te llevo hasta su casa, así te quitas la duda, ¿de acuerdo?

—De acuerdo —contesté en un susurro—. ¿En serio no puedes venir conmigo? No creo ser de mucha ayuda si es que ellos terminaron.

Sacó las llaves del auto de su bolsillo y soltó una risa.

—Lamentablemente no, tengo ese ensayo y es importante que vaya. Pero te prometo que mañana a primera hora iré a visitarlo.

Asentí y me metí en su auto. Cuando él entró, dejó su mochila en los asientos traseros y señaló la mía.

—¿Quieres que me la lleve a mi casa? Mañana a la tarde te la acerco.

Asentí con una leve sonrisa y me coloqué el cinturón de seguridad.

Él y yo somos muy unidos, tal vez se deba a la cercanía de nuestros hermanos y a que Seokjin vive prácticamente en casa. Además, Jungkook y yo nos acercamos aún más cuando Taehyung se puso de novio; lógicamente, al estar más pendiente de ella, nosotros fuimos un tanto desplazados —al nivel de que Jungkook viene a dormir a casa cuatro de los siete días de la semana.

¿Vieron que siempre dicen que una persona extrovertida suele adoptar a la introvertida? Bueno, digamos que Jungkook es esa persona que me adoptó, y desde que lo hizo no se separa de mí.

La casa de Taehyung no quedaba muy lejos del instituto, sino todo lo contrario, era bastante cerca, por eso demoramos solo un par de minutos en llegar.

En el camino todo iba en silencio, era lógico porque ambos estábamos preocupados por lo que estaba pasando con nuestro mejor amigo. Taehyung era muy sensible y dulce, y él en serio estaba enamorado de SunSeok.

Solté un suspiro. Aún tenía mi cabeza puesta en cómo podría estar sintiéndose Taehyung, pero es que no tenía sentido en lo absoluto que faltara a una clase solo por su novia.

Más aún cuando tenía una exposición oral.

Jungkook estiró su mano hasta mi rodilla y me hizo un pequeño cariño.

—Ya, deja de pensar... Él va a estar bien —susurró sonriendo y yo asentí en respuesta estirando mi mano para tomar la suya.

Sí, tenía que estar bien. No podía ponerse de esta manera por simplemente romper con su pareja. Se perdió un examen importante y muy seguramente eso afecte en su promedio.

Jungkook me dejó en la puerta de la casa de Taehyung y yo me acerqué para tocar la puerta.

La casa era una de las más hermosas de toda la zona, siempre que voy de visita no puedo dejar de soñar con vivir en una casa así.

La puerta se abrió y Namjoon, el hermano mayor de Taehyung, atendió con el ceño fruncido. Al abrirse la puerta se podía escuchar la música que sonaba fuertemente desde el segundo piso.

—JIMIN —gritó Namjoon mientras se llevaba un dedo a la oreja—, MENOS MAL QUE VINISTE.

Yo fruncí el ceño, y como simplemente no tenía ganas de gritar, señalé las escaleras.

—¡SÍ, POR FAVOR SUBE Y PÍDELE QUE BAJE LA MÚSICA! —Se hizo a un lado haciendo un movimiento con la mano en señal para que pase.

Asentí y caminé directamente hacia las escaleras.

Ese chico y yo tendríamos una seria conversación.

No fue complicado que me abriera. Por más escandaloso que fuera, él amaba sentirse acompañado en momentos difíciles. Toqué la puerta y cuando me vio, hizo un puchero. Lo abracé y deseé honestamente que fuera suficiente para alivianar el dolor de su corazón, pero no fue así.

Taehyung me hizo sentar en el sofá de su habitación, mientras que él se tiraba en la cama boca abajo.

—Gracias por apagar la música. —Hablé primero.

—Si dices algo que me duela, la volveré a prender —amenazó mientras me señalaba con su dedo.

Yo simplemente suspiré y me levanté del sofá para caminar y tirarme a su lado.

—¿Me puedes decir qué pasó? —pregunté en voz baja y él se volteó para quedar boca arriba.

—Me dijo que ya no me amaba... —Sus ojos se llenaron de lágrimas—. Me lo dijo de una manera tan fría... como si simplemente no le importara tirar a la basura tres años y medio de relación.

—Ay, Tete... —susurré. Él se cubrió el rostro y comenzó a llorar—. No vale la pena que llores, ella no te merece...

—Ya sé que no me merece —soltó con molestia—, pero me duele. Me duele muchísimo, Jimin,  tanto que siento que puedo morir.

Abrí mis ojos extrañado y chasqueé mi lengua.

—Tampoco exageres, ni que fuera la gran cosa —solté con una risita—. En unos días estarás bien, ya verás...

—No lo creo —soltó llorando—, no creo que vaya a estar bien en unos días. Tú no lo entiendes porque no sabes qué es estar tan enamorado. No sabes lo que se siente vivir con el terror constante de que tu pareja te deje, y menos sabes el sentimiento que te deja cuando sucede, porque sientes que todo tu mundo se desploma.

Yo me senté y lo observé con el ceño fruncido.

«No sabes qué es estar enamorado». Bueno, eso es... un tanto cierto. Es verdad que no me he enamorado hasta el punto de ponerme en pareja, pero cómo es que uno sabe que está enamorado... O mejor dicho, ¿qué es lo que determina un enamoramiento?

—No creo que para ponerme en tu lugar necesite estar enamorado, solo necesito empatía. 

El rió sin gracia y me miró con tristeza. Las lágrimas no dejaban de caer por su rostro.

—¿Cómo puedes sentir empatía por algo que nunca sentiste en la vida?

Ingresé a la tienda aún pensativo por las palabras de Taehyung. Tuvimos un extenso debate sobre si era necesario haberme enamorado para entender lo que es el amor, el cual finalmente concluyó en que pronto me enamoraría.

Pero... ¿Y si es verdad? ¿Acaso alguien debe enamorarme y romperme el corazón para poder entender a Taehyung?

—¿Qué anda pasando por esa cabecita? —preguntó Sungwoon sacándome de mis pensamientos, yo le sonreí y comencé a quitarme la camisa.

—Siento la demora, Taehyung me necesitaba —Doblé la camisa del uniforme y me acomodé la remera que llevaba debajo.

—No te preocupes, Jungkook se dió una vuelta para avisarme que llegarías un poco tarde —dijo mientras me pasaba el chaleco de trabajo. Lo tomé y me lo puse. 

—Menos mal— suspiré—. ¿Hubo mucha gente?

—No, no tanta, pero de igual manera me debes una —Salió del mostrador mirándome serio. Yo sonreí y asentí mientras tomaba su puesto.

Desde el año pasado que trabajo en la tienda de conveniencia. Cuento con la autorización de mi papá —por supuesto—, y además se encuentra cerca de mi casa. Todo el dinero es depositado en una cuenta de emergencia para la universidad, ya que en el supuesto caso de no conseguir la beca puedo utilizar todo lo que he estado juntando en estos años.

Sungwoon tomó su mochila dispuesto a salir, pero yo lo detuve antes.

—Sungwoon, ¿crees que para poder tener empatía tengo que haber pasado por la misma situación que está sufriendo una persona? —pregunté.

Mi compañero de trabajo me miró confundido y luego rió.

—¿Empatía? —repitió y yo asentí—. Siempre he creído que es bastante complicado sentirla porque todos somos diferentes, pero... —hizo una pausa y se me quedó mirando—. Creo que los humanos en realidad asumimos las emociones del otro y creemos comprenderlas porque la empatía como la tal no existe. Yo creo que sí, creo que es necesario pasar por mismas situaciones para entenderlas por completo.

Asentí arrugando el ceño, claramente no muy satisfecho con su respuesta.

—Gracias —contesté en un suspiro.

Sungwoon me guiñó el ojo y luego se marchó de la tienda, dejándome solo con mis pensamientos.

Suspiré y me apoyé en el mostrador mientras veía a la gente entrar y salir. 

Siempre que me detengo a verlos me pregunto cómo serán sus vidas, qué les aflige, qué está pasando por sus cabezas.

Lo que más llamaba mi atención en ese momento eran las parejas. Siempre las veía entrar de la mano, comprar idioteces, salir en su mundo que parecía ser de rosas en esos instantes. Constantemente me preguntaba qué se sentiría enamorarse... Créanme que después de tantos años, incluso llego a cuestionarme si no es hora de enamorarme por primera vez o saber qué se siente tener tu primer amor.

Pero es que simplemente nada llamaba mi atención. Aunque quisiera intentarlo y conocer a alguien, todos me parecían aburridos y tan poco interesantes que incluso me quitaban las ganas de enamorarme.

Una chica con los ojos llenos de lágrimas colocó sobre el mostrador varios chocolates y helado.

—Esto, por favor —pidió secándo sus lágrimas.

Comencé a cobrarle y recordé que anteriormente la había visto entrar a la tienda, pero acompañada de una chica que asumo que era su novia —por la cantidad de veces que se besaron en los pasillos. 

Es la primera vez que la veo sola.

Ella soltó el dinero sobre el mostrador y yo lo tomé con cuidado.

—¿Estás bien? —pregunté bajito mientras acomodaba el dinero en la caja. Ella soltó una risa sin gracia y negó con molestia.

—No, tengo el corazón roto. —Se cubrió el rostro con las manos—. Simplemente no puedo creer lo idiota que me siento en este momento. ¿Alguna vez has sentido te hacen pedazos sin ningún tipo de piedad? 

No, nunca lo he sentido.

Asentí simplemente por compromiso.

—Es la sensación más espantosa que hay en el mundo. Dar todo tu amor y confianza a una persona a la cual nunca le importaste en lo absoluto.

Le extendí el dinero y continué escuchando sus palabras.

—Ya sabes... Mal de amores.

En realidad no lo sé.

—En fin, muchas gracias por preocuparte... —entrecerró sus ojos y observó la tarjeta identificatoria que llevaba en mi chaleco—, Jimin. 

—No hay de qué...

Tomó los chocolates y el helado, los guardó en su mochila y salió de la tienda.

Solté un suspiro y me volví a apoyar en el mostrador esperando a la próxima persona.

¿En serio tengo que enamorarme para poder entender a los demás?

Eso es tan... idiota.

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