19
El paseo de esa tarde iba a quedar en mis recuerdos para siempre.
Cómo nuestras manos estaban tomadas, la sonrisa en su rostro, jugar con él... Fue como vivir algo de otro mundo.
Jungkook puede sacarme del infierno de mis emociones y hacer que toda mi atención gire en torno a él; y no hablo solo de ahora que estamos en una relación, sino que desde pequeños logra causar eso en mí.
Jungkook siempre supo distraerme, siempre supo controlar el caos que hay dentro de mí. Es curioso como pudo llegar a conocerme tanto.
De ser mejores amigos pasamos a ser un todo, una parte homogénea que se dice palabras bonitas y que hace el amor. ¿No es gracioso que lo hayamos conseguido en menos de un mes?
Creo que enamorarme fue sencillo porque —quizás— en algún momento de mi vida ya me he sentido así, y no puedo dejar de preguntarme cuándo fue y por qué razón bloqueé todas mis emociones.
Luego de conversar esta mañana con él, me prometí a mi mismo no pensar en esto como un plan, sino ver la situación como si fuera real. Después de todo, mis sentimientos sí son reales.
Estábamos tirados en la arena, yo estaba recostado con mi espalda sobre su pecho y él me abrazaba por la cintura con delicadeza. Cada tanto volteaba y me quedaba observando la forma en que la luz del sol iluminaba preciosamente su rostro.
—¿Cómo se te ocurrió venir aquí para mi cumpleaños? —pregunté.
—Siempre pensé que traería a mi pareja a esta playa —confesó—. Aquí es donde se conocieron mis padres y... —Me miró—. Aquí fue donde me di cuenta que estaba enamorado de ti —susurró, abrazándome—, así que es un lugar especial, ¿no?
Asentí a sus palabras.
—A partir de ahora es un lugar muy especial —contesté, sonriendo—. Recuerdo cuando vine aquí con tu familia. —Miré la casa que estaba a sus espaldas y suspiré—. Creo que fueron las mejores vacaciones de mi vida. ¿Cómo fue que lograste que me trajeran?
Jungkook se encogió de hombros.
—Hubo una tarde en la que Taehyung, tú y yo estabámos viendo fotos de mis vacaciones en Busan. Recuerdo que dijiste que nunca habías visto el mar y que deseabas conocerlo —contó—. Ese mismo día, al llegar a casa le dije a mamá si podíamos llevarte con nosotros. Incluso lloré y todo. —Rió y yo fruncí el ceño.
—¿Lloraste para que me llevaran contigo? —pregunté, y él asintió con orgullo.
—Dime si no soy el mejor amigo, novio y todas las formas en que quieras decirme —susurró.
—Eres terrible, Jeon —susurré, mientras lo besaba—; y estoy tan terriblemente enamorado de ti.
Jungkook me movió de forma que quedara a horcajadas sobre él e intensificó el beso. Sus manos bajaron por mi espalda hasta llegar a mi trasero, el cual acarició de una manera bastante.... Bueno, bastante provocativa.
—Okay —susurré, cortando un poco el beso—. Aquí tanta mano no, estamos en la playa.
—¿Entonces qué hacemos aquí y por qué no vamos a la casa? —preguntó con voz ronca.
Jungkook comenzó a extender los besos hasta darme uno en el cuello.
Ambos reíamos y nos sonreíamos como si fueramos el todo del otro.
Cada momento junto a él era algo mágico, esencial en mi vida. Pero es que eso era él para mí, alguien mágico, esencial y, por sobre todo, único.
Simplemente, el perderlo me dolería demasiado.
Antes del llegar juntos al orgasmo, él gimió en mi oído y se desplomó sobre mí. Sonreí y lo abracé. Comencé a buscar su boca y los besos me fueron inmediatamente concedidos.
—Es imposible que me gustes tanto —susurró entre besos, mientras yo seguía abrazándolo y manteniéndolo cerca.
—Claro que es posible —contesté, mientras mordía su labio inferior.
Estábamos cerrando mi cumpleaños de la mejor manera. Luego de haber jugado, bailado, cantado e incluso cenado, Jungkook y yo no pudimos resistirnos y volvimos a la cama.
Mis últimos regalos consistían en ser mimado y completamente feliz en sus brazos. En tan solo un día, Jungkook se había apoderado más de lo normal de mis pensamientos y sentimientos.
Cada segundo que pasaba junto a él me hacía entender cosas que sucedían en mí. Comprendí que —lógicamente— nunca me iba a interesar el amor porque, en realidad, yo ya estaba enamorado; todas mis conductas, aquellas donde lo buscaba y corría hacia él, pasaban porque habían sentimientos de mi parte.
Pero nunca me sentí suficiente para él.
Quizás fue por el hecho de que siempre me comparé con las personas que salía, ya saben, chicas y chicos con cara de modelo, que usan ropa costosa y viven una vida llena de libertinaje. Yo, por el contrario, era el mejor amigo tranquilo, el que nunca resaltaba ante la vista de nadie, pero no porque no quisiera, sino porque sabía que no había nada en él que resaltara.
Pero él fue capaz de quitarme la venda de los ojos y enseñarme no solo lo que es el amor, sino también demostrarme que estaba tan jodidamente enamorado que, con este plan demente, solo podía llegar a lo que alguna vez siempre quise, ser feliz.
Y aunque me haya prometido a mi mismo no pensar en esto como un plan, es imposible no hacerlo, porque me asusta... Me asusta pensar que puedo perdelo todo de un segundo para el otro.
¿Cuánto tardará en darse cuenta de que no soy ni la mitad de lo que él merece?
—Otra vez los ojos tristes —susurró, mientras me abrazaba.
—Te tengo cansado con mis ojos tristes —afirmé, apoyando mi frente en su pecho.
—Está muy lejos de ser así. —Buscó mi mirada dulcemente y dijo—: No vuelvas a decir nunca más que estoy cansado de algo referido a ti. Eres lo que le da color a mi vida, Jimin. Tan solo...
Se acercó a mi rostro y dejó un beso en cada uno de mis párpados.
—Quisiera ser capaz de quitar todo pensamiento dañino que hace que esos hermosos ojos se vean tristes.
Reí y lo abracé con la poca energía que quedaba.
—Todo es más fácil contigo —susurré, mientras acariciaba su mejilla—. Haces que todo desaparezca, aunque sea tan solo por un ratito. Muchos dicen que el amor es difícil pero a tu lado siento que es tan... fácil. Haces mi vida más bonita, pero por sobre todo, haces que las cosas que creía difíciles, feas o innecesarias se vuelvan fascinantes.
La forma en que me sonrió hizo que todo en mi interior se removiera y terminara riendo como un idiota enamorado.
—Jungkook, tú haces que el amor tenga sentido para mí.
Jungkook enmudeció e inmediatamente me besó, pero fue distinto. Era un beso diferente, más sentido. Fascinante.
Él estaba reviviendo esa parte en mí que había perdido la fe en el amor, estaba despertando aquello que apagué por miedo a sufrir, y aunque esos miedos aún no se disipen, hay algo en todo esto que me hace sentir seguro.
No sé si será la forma en que me trata o si es la manera en que sus ojos brillan al mirarme, como si fuera lo único para él, pero si hay algo de lo que sí estoy seguro es que no quiero que lo nuestro termine nunca.
¡Muchas gracias por leer! Espero que les esté gustando.
Apoyen con sus votos, muchas gracias por leerlo ♥︎
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