Han Chiara... ¿Quién es? La mujer que atormentó mis pesadillas por aproximadamente nueve meses.

Viene de una familia con costumbres orientales y occidentales. Físicamente es más coreana, e incluso esa es su nacionalidad, pero ella siempre presume que es parte francesa, aunque, en mi opinión, de ella no tiene nada.

Es linda, no voy a mentir; mezcla ese aspecto dulce y tierno con uno rebelde y genial, característico de las personas que le atraen a Jungkook.

Llegó a nuestro instituto en segundo año. Sus padres acababan de divorciarse y por eso habían decidido comenzar una nueva vida aquí, en Seúl. Al ser la nueva y "la francesa" todos prestaron atención a su llegada, más que nada Jungkook.  

Al principio era agradable conmigo, dulce y amigable, pero con el tiempo comenzó a mostrar las garras. Caí en la cuenta de que, en realidad, lo único que buscaba era tener la atención de Jungkook —lo cual logró, porque a tan solo dos meses de conocerse, ya habían comenzado a salir. 

Ella es el tipo de persona que ves junto a alguien que te gusta y muy seguramente comiences a sentirte inseguro. Yo, que simplemente era amigo de Jungkook, me llegaba a sentir así. Por eso no imagino cómo deben haberse sentido aquellos que en verdad gustaban de él.

¿O tal vez yo sentía algo? Nah, no lo creo.

—¿Se puede saber dónde anda la cabeza de mi lindo novio? —preguntó Jungkook, mientras salía del baño.

Volteé a mirarlo y sonreí.

Estaba secándose el cabello, no llevaba camisa y tenía una hermosa sonrisa en su rostro.

Pero cómo le explicaba yo a él que en mi cabeza no dejaba de estar su ex-novia.

—¿Cuántas veces vas a mencionar la palabra "novio"? —pregunté riendo.

Arrojó la toalla a un costado y se tiró encima mío, agitando su cabello para que caigan gotitas sobre mi cara.

—Todas las que sean necesarias. Eres mi novio y yo soy el novio de Jimin, y eso me hace el novio de Jimin más feliz que existe —sonrió y me dio un beso en los labios—. Incluso le mandé un mensaje a mi mamá después del show y me dijo que estaba contenta por nosotros —chasqueó su lengua—, lo cual significa que vas a tener que venir a cenar al menos una vez.

Asentí y acaricié su mejilla.

—¿No es muy pronto para decirle a tus papás? —pregunté sonriendo. 

Jungkook negó con seguridad y suspiró suavemente.

—Déjame gritarle al mundo que somos novios —susurró, mientras me besaba de manera dulce repetidamente—. No hay nada de malo en que comparta la emoción de esto tan lindo que estamos viviendo.

Lo abracé fuerte mientras asentía.

Habían cosas que estaban comenzando a hacer ruido en mi cabeza, cosas que generalmente ignoraba, como la forma en que me veo o me siento, pero más que nada no puedo dejar de pensar en su relación pasada; sigo sin entender el porqué de su ruptura.

Si ella no fue suficiente para él, ¿por qué yo sí lo sería?

Al parecer Jungkook notó mi preocupación, porque buscó mis labios y logró obtener mi atención y abstener lo que pensaba. 

Pero los besos dejaron de ser suaves para convertirse en intensos y apasionados. Abracé su cintura con mis piernas para mantenerlo atrapado y continuar con los mejores besos que sabía que iba a tener en la vida.

Pero los pensamientos seguían ahí, torturándome. Muchas preguntas, pocas respuestas. Incluso había empezado a cuestionarme si pedirle esto a Jungkook no había sido un error porque, a ver, hay que ser realistas, sé que saldré herido pero ¿podré mantener mi amistad con él incluso después de que rompa mi corazón?

Ya no sabía a qué me enfrentaba, quizás había subestimado al amor. Estaba desenterrando emociones y sentimientos que no sabía que había dejado atrás. 

Cuando creía que habíamos llegado al límite de intensidad, subíamos un nivel más, demostrándome que no teníamos en claro lo que podíamos llegar a provocar en el otro.

Jungkook me hizo quedar sentado en sus piernas y comenzó a tocar mi piel por debajo de la camiseta, acariciando mi espalda con delicadeza. Pero cuando yo comencé a buscar algo más, él me detuvo tomando mi cintura y deteniendo cualquier movimiento que podría llegar a hacer.

¿Será que verdaderamente no quiere nada conmigo? ¿Estoy pidiendo demasiado?

—¡Hey! —exclamé cuando me detuvo.

Él apoyó su cabeza en mi hombro y comenzó a reir silenciosamente mientras intentaba calmar su respiración.

—¿En serio quieres que yo sea el primero? —preguntó, sin mirarme—. ¿Vas a llevar tan lejos esto?

Mi cuerpo se tensó, y por más extraño que suene, sus palabras me dolieron un poco.

—¿Cómo es que sabes que quiero que seas el primero? —me miró confundido pero yo asentí—. Sonará raro pero sé que nadie me cuidará tan bien como lo puede hacer mi Jungkookie —dije y le di un beso—. Siempre me he sentido cómodo a tu lado, por eso sé que harás que el momento sea especial para mí... —lo miré unos segundos, juntando valor, y se lo pregunté—. ¿Tú quieres? Porque no te voy a obligar a hacer algo que tú no deseas.

Jungkook se quedó mirándome, como si intentara encontrar una respuesta.

—Cuando llegue el momento —susurró, acariciando mi mejilla— prometo que voy a hacer que pases la mejor noche de tu vida.

—Lo sé, estoy seguro de ello... —contesté, suspirando.

Yo asentí y lo abracé por los hombros para continuar con una sesión de besos mucho más relajada que la anterior; aunque mi cabeza no dejaba de pensar que no había respondido mi pregunta, que la había evadido.

Tal vez debería dejar de intentar avanzar en esta relación y simplemente enfocarme en lo que él decida que haremos.

¡Muchas gracias por leer! Espero que les esté gustando.
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