13
Mi primer beso...
Siempre tuve el pensamiento de que no sería muy hermoso porque, siendo sincero, ¿cómo carajo se da un beso? Comenzando por el hecho de que siempre me pregunté si no sería asqueroso meterse las lenguas hasta la garganta.
Cuando veía a Jungkook con sus ligues —o incluso a Taehyung—, no podía evitar pensar en eso.
Pero ahora era yo quien se encontraba en esa situación, pensando qué debía hacer y qué no.
¿Debo abrir la boca? ¿Giro la cabeza hacia un costado? ¿POR QUÉ NO NACÍ SABIENDO ESTA MIERDA?
Jungkook estaba siendo muy delicado, al punto de que el beso ni siquiera había avanzado demasiado; simplemente nuestros labios estaban juntos, y se sentía lindo. Aún así, yo sabía que no íbamos a progresar mucho si seguía quieto.
Simplemente me voy a dejar llevar. Después de todo, ver tantas películas debe haber servido para algo...
Coloqué mis brazos en sus hombros y lo abracé mientras me acomodaba a mi gusto. No pensé en qué partes de nuestros cuerpos estaban en contacto, solo me centré en ese momento y cómo quería besarlo.
Jungkook entendió que iba a poner de mi parte e inclinó un poco su cabeza para, luego, abrir suavemente su boca.
No fue mucha ciencia descubrir cómo seguir, solo debía acompañar cada movimiento que él hacia. ¿Era extraño? Por supuesto, créanme que esto es lo más extraño que he hecho en toda mi vida, pero se sentía bien, condenadamente bien.
La manera en que sus brazos abrazaban mi cintura, cómo me sostenía cerca de su cuerpo y, aún así, no despegaba su atención de mis labios.
Cuando encontramos el ritmo, la situación progresó y pude aprender la diferencia entre un "besito", un "beso" y un "beso".
Cuando simplemente el aire ya se me hizo escaso, me separé de Jungkook y lo observé.
Su pelo estaba revuelto por mi culpa, sus labios hinchados y su respiración estaba agitada.
Una sonrisa se formó en mi rostro, y cuando él me mostró su hermosa dentadura, pude sentir como todo se movía en mi interior de una manera jodidamente increíble.
Abrí los ojos ampliamente, sintiendo como mi corazón comenzaba a alterarse. Llevé una mano a mi pecho.
—¿Qué pasa? —preguntó, asustado.
Me encanta... todo en él me fascina. Podría pasar toda la maldita noche observando lo lindo que se ve después de un beso.
—Jungkook —susurré suavemente—, me gustas... y me gustas demasiado.
Y cómo me sonrió...
—¿Te gusto? —Yo asentí con completa seguridad y él comenzó a reirse. Me agarró por la cintura para recostarme en la cama y comenzar a llenar mi rostro de besos—. También me gustas, es más, yo diría que me encantas... Oh —interrumpió los besos—, espera.
Se alejó y fue directo a su escritorio para tomar la cámara.
—Ay, no... —susurré riendo.
—Ay, sí... —contestó, mientras se subía encima mío y comenzaba a filmarme—. Park Jimin, ¿cómo va su experiencia con el amor? ¿Cómo es eso de que le fascina Jeon Jungkook?
Verlo jugar con la cámara tan emocionado hizo que no pudiera detener la risa.
Sí, definitivamente me gusta y demasiado.
Sábado en la mañana... un día completamente diferente pero que comenzó de la forma en que terminamos el anterior.
A los besos.
Es mentira que nos dormimos viendo una película —ni siquiera supe cual puso—, estuvimos besándonos hasta que uno se durmió —yo, claramente.
La alarma sonó a las ocho y media; a las diez debía entrar a trabajar, pero como sabía que me costaría salir de la cama, decidí establecerla mucho antes de lo normal y de esa manera no me quedaría dormido, como es costumbre.
Pero no tuve en cuenta lo difícil que sería separarme de Jungkook, quien parecía tener en mente el no dejarme ir.
—¿Y si no vas nada a trabajar? —preguntó, mientras me besaba—. Diles que estás con dolor estómago y no puedes ir.
Yo solté una risa y le di un besito.
—Me encantaría pero sabes que no puedo hacer eso —expliqué, apartando algunos mechones de su rostro. Él inmediatamente hizo puchero y yo reí—. Oh no, los ojitos de cachorro no, por favor.
—Estamos en Octubre, hace frío y ambos estamos calentitos en la cama —susurró, mientras me abrazaba y volvía a darme pequeños besos—. ¿En serio vamos a tener que salir afuera con el frío que hace?
—¿Desde cuándo el frío es un sufrimiento para Jeon Jungkook? —reí—. Supuestamente es la estación que más disfrutas.
—La disfruto porque vienes a dormir conmigo. Me encanta cuando estás dormido e inconscientemente te pegas a mí buscando mis pies porque los tuyos parecen un cubito de hielo —sonrió—. Me encanta el invierno porque puedo estar cerca tuyo...
Lo miré por unos segundos y después me levanté para sentarme encima suyo y comenzar a besarlo lentamente.
Me encanta como Jungkook manipula cosas sencillas y cotidianas que sabe de mí para convertirlas en frases románticas; la costumbre de los pies, mi desayuno favorito... todo lo que sabe le sirve para conquistarme, y sí que le da resultado. Al fin y al cabo, anoche admití que me gustaba, pero ¿qué de todo lo que me dice es verdadero?
Me separé de él y me levanté.
—No —lloriqueó—, vuelve aquí...
—Amor, tengo responsabilidades que cumplir —caminé hasta su armario y lo abrí—. ¿Me prestas una camiseta? Traje un solo abrigo y siento que moriré de frío si solo uso eso.
Jungkook asintió, mientras se estiraba.
—¿Qué vas a hacer para tu cumpleaños? —preguntó.
—¿Puedes darte la vuelta? —solicité. Jungkook me miró por cinco segundos y luego soltó una carcajada como si hubiera escuchado el mejor chiste de su vida—. No es broma, date la vuelta. Vamos —pedí, agitando mi mano para que se apurase.
—Jimin te he visto en ropa interior Miles de veces, por favor dime qué es broma— soltó con el ceño fruncido.
—Jimin, dime que es broma. Te he visto en ropa interior miles de veces —frunció el ceño.
—Yo... yo... —solté una risa—. Era una broma, iré a cambiarme al baño.
Jungkook me miró sin entender.
—Pero cámbiate aquí, si quieres me doy vuelta pero no tiene sentido si hace un tiempo hasta nos cambiamos juntos...
—Cámbiate aquí, Jimin. Si quieres me doy la vuelta, pero admito que no entiendo por qué actúas de esta manera si hasta hace un tiempo nos cambiábamos juntos.
—En dos semanas cambiaron muchas cosas —recordé.
—¿Como por ejemplo el pudor conmigo? —preguntó, y yo asentí inmediatamente.
Es verdad nunca antes había sentido vergüenza con Jungkook, incluso en su momento nos hemos visto desnudos y es súper normal porque cuando vas al mismo instituto tenés que bañarte incluso con tus compañeros. Pero hay diferencias cuando todo se vuelve de alguna manera más íntimo.
Era cierto, nunca había sentido vergüenza con Jungkook —y eso que hasta nos hemos visto desnudos—, pero cuando todo se vuelve más íntimo hay diferencias.
—De acuerdo —se volteó dándome la espalda. Con inseguridad comencé a cambiarme, con el terror de que se diese vuelta y me viera en ropa interior—. No me respondiste, ¿qué vas a hacer para tu cumpleaños?
—Honestamente, no tengo idea —contesté, prendiendo mis pantalones—. Supongo que papá me dejará faltar al instituto, y como no voy a tener que trabajar, voy a dormir todo lo que pueda —reí—. Así que, como ves, seguro no haga mucho. ¿Por qué preguntas?
—Entonces... desde el martes después del trabajo me perteneces, ¿de acuerdo? —preguntó, mientras me señalaba con su dedo índice aún sin darse la vuelta.
—Sí —dije, mientras me colocaba su camiseta. Luego me acerqué rápido hasta la cama y me tiré sobre él, cruzando una pierna por encima suyo.
Jungkook se dio la vuelta y me metió entre las sábanas para comenzar a llenarme de besos.
Definitivamente iba a llegar tarde al trabajo.
¡Muchas gracias por leer! Espero que les esté gustando.
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