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Salí de clases y me fui a casa.

A pesar de que Jungkook tenía práctica de baloncesto, se encargó de llevarme y asegurarse que llegara sano a casa. Esta vez, sí le di un besito en la mejilla, después de todo se estaba portando genial y merecía una pequeña recompensa.

Cuando llegué a casa, solo estaban mis hermanos. Últimamente, papá casi ni viene a almorzar. Yoongi tiene la teoría macabra de que comenzó a salir con alguien, mientras que yo pienso que, en realidad, solo tiene mucho trabajo.

De cualquier manera, esperaba que no enfermase, ya sea de amor o por trabajo. Él debía descansar, pero si se pasaba todo el día fuera de casa no estaba muy seguro que pudiese hacerlo.

Luego de almorzar, subí directamente a mi habitación con el objetivo de comenzar mi investigación acerca del amor.

Me gusta exponer mis investigaciones desde varios puntos de vista, por lo tanto no me limitaría a exponer solamente mi crítica, sino que también daría conceptos básicos, como lo son el psicológico, científico y social sobre este tema.

¿En dos meses Jungkook podrá hacer que yo sienta amor por él?

Una parte de mí me dice que es imposible enamorarse tan rápido de una persona, pero otra me dice que con él es posible.

En cierto punto, creo que hay ciertas cosas que tal vez faciliten que me enamore, como por ejemplo nuestra amistad desde que éramos niños. El vínculo entre nosotros ya de por sí es fuerte, así que eso será de gran ayuda para que desarrolle un lazo romántico con él.

Abrí una hoja en blanco en Word y comencé a escribir cosas que mis dos mejores amigos me habían dicho sobre lo que es enamorarse.

Ambos habían hablado del amor como algo indescriptible, algo que no puedes expresar con simples palabras. Dijeron que debes sentirlo para poder comprenderlo.

Recuerdo a Jungkook decir que enamorarse es ver a tu mundo en esa persona, es tu lugar seguro y solo piensas en estar con ella todo el tiempo por lo especial que te hace sentir.

—Aish, ese chico es tan romántico que asusta —susurré riendo, mientras seguía escribiendo las palabras que dijo.

Anotar lo que mis amigos habían descrito del amor me ayudaría a pensar qué es lo que esperaba sentir si llegaba a enamorarme.

¿Ver mi mundo en esa persona? ¿Encontrar mi lugar seguro? ¿Querer pasar cada segundo junto a él?

Suspiré y fruncí el ceño al darme cuenta de que muchas veces había tenido esos sentimientos hacia Jungkook.

Siempre he admitido abiertamente que mi mejor amigo hace de mi mundo un lugar diferente, mejor. Incluso, siempre corro a él cuando me siento inseguro, triste, insuficiente... Su atención siempre me hace sentir que puedo ser mejor. 

—Jimin —llamó Yoongi, abriendo la puerta de mi habitación—, en una hora voy a llevar a Ryujin a su práctica de danza. Me quedaré dando una vuelta por el centro mientras espero que salga.¿Estás bien con quedarte solo por un rato?

—Oh, tranquilo. No estaré solo —avisé—. Jungkook vendrá más tarde.

—Jimin —me llamó la atención y se llevó el dedo abajo del ojo—, cuidado con lo que hacen. Es muy seguro que, después de que Riujin salga, la lleve a tomar un helado, pero no creo demorar más que unas horas. 

Inmediatamente largué una carcajada y negué con incredulidad.

—No vamos a hacer nada malo, Yoon. Haremos lo mismo que hacemos siempre que viene aquí.

—Está bien, imagino que eso quiere decir comer, dormir y tal vez escuchar música —dijo, mientras usaba sus dedos para enumerar—. Aún así, no quiero encontrarme con nada raro cuando vuelva, así que ojo.

Asentí mientras reía. Yoongi salió de la habitación, pero no sin guiñarme un ojo antes.

Volví a mi escritorio y abrí Spotify para poner algo de música. Comencé a reir al ver la última canción que reproduje: Can't Help Falling in Love.

Sonreí y comencé a armar una playlist.

Canciones que él me dedicó <3

Agregué solo dos, pero con la seguridad de que no serían las únicas.

¿Cuántas canciones me dedicarás, Jungkook?

Lo primero que hizo Jungkook al llegar a mi casa, fue subir a mi habitación y tirarse en la cama.

—Hola, ¿no? —pregunté sonriendo.

Jungkook apoyó la cabeza en mi almohada y giró su rostro para mirarme. Me regaló una preciosa sonrisa y un pequeño besito volador, lo que me hizo sonreír de inmediato.

—Imagino que te has bañado antes de tirarte en mi cama y restregar toda la cara en mi almohada —dije, mientras me volteaba hacia mi escritorio para seguir con el ensayo.

—No te preocupes, me bañé —informó—. Pero no debería darte asco mi sudor, deberías mentalizar el hecho de que me verás transpirar muchas veces.

Abrí mis ojos sorprendido y me giré para mirarlo con gracia.

—No quieres hablar de sexo conmigo pero siempre eres el primero en conducir nuestras conversaciones a eso —reí.

Chasqueó la lengua y se incorporó sentándose en la cama. 

—No lo decía en sentido sexual, Jiminie. Sonaba mejor en mi mente, pero no te culpo, puede malinterpretarse —se encogió de hombros—. ¿Qué estas haciendo?

—Estaba viendo un video que explica lo que pasa en el cerebro cuando te enamoras.

Inmediatamente, Jungkook se estiró para alcanzar su mochila.

—Hablando de ideas para tu ensayo... Se me ocurrió algo que te puede ayudar a tener registrado todo lo que experimentes. 

Abrió su mochila y extrajo una cámara. Sonreí, era perfecto

Jungkook se levantó de la cama y caminó hasta mí para agarrar uno de los apoyabrazos de mi silla y arrastrarme con él a la cama. Luego de sentarse, levantó las piernas y las puso encima de las mías.

—¿Esto también es parte de la idea? —pregunté. Reí al ver la forma en que me atrapaba y me mantenía cerca.

—Es parte de la experiencia —susurró y comenzó a filmar mi rostro—. Septiembre, día veintiuno. Cuéntame, Jimin ¿qué sientes por mí?

Puse los ojos en blanco y comencé a reír.

—Me agradas —sonreí, y Jungkook bajo la cámara para mirarme serio.

—Que yo recuerde, en Twitter dijiste que te encanto —dijo orgulloso.

—En realidad, puse que me encanta que te alteres por todo lo que te digo —suspiré—. Pero sí, me encanta estar contigo. Siempre ha sido de esa manera.

Jungkook sonrió y volvió a enfocarme con la cámara.

—Pero yo te pregunté lo que sientes por mí. ¿O es que acaso no te causo nada?

—Me causas, no sé... algo —susurré y Jungkook bajó la cámara.

Se levantó de la cama y se acercó hasta quedar lo más cerca posible de mi rostro. Su boca estaba a milímetros de la mía, al punto de que era capaz de escuchar su respiración.

—¿Algo? ¿Qué es ese algo? —preguntó con la voz ronca, y yo tragué pesado.

Era verdad, sentía nervios y un cosquilleo incómodo en el vientre, pero... yo sabía que también podía causar eso en él.

Levanté una ceja y bajé la mirada a sus labios, logrando que abra sus ojos ampliamente.

—¿Quieres saber lo que causas en mí? Muchas cosas, Jungkook. Pero creo que para nuestros dos días saliendo, aún es muy pronto para confesártelas.

Me alejé y besé rápidamente su mejilla, logrando que se apartara para sentarse en la cama y llevar una mano a su pecho.

Sonreí y volví a mi escritorio para apagar la computadora, sabiendo que Jungkook iba a tener la respiración alterada —al menos— por quince minutos más. 

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