Capítulo 4.
En la feria local de la ciudad, la gente se estaba divirtiéndose en grande, pues en este año habían más juegos de lo habitual.
Entre las personas que estaban divirtiéndose, estaban nagashi y sus amigos, pues habían quedado en ese lugar después del partido de fútbol americano de la preparatoria:
- ¿A qué juego vamos primero? - pregunto Hanna muy emocionada.
- ¿Qué tal a las tazas locas? - sugirió Krad.
- ¿Te gusta sufrir, no es así? - pregunto Nagashi.
- ¿Porque dices eso? - pregunto Emili.
- Cada vez que va a ese juego se termina lastimando - respondió Nagashi.
- Está vez no será así - reprendió Krad.
- Ya lo veremos - dijo Nagashi con un tono desafiante.
Minutos después, el grupo saldría de la atracción e irían a por un algodón de azúcar para cada uno. Después de comprar el algodón el grupo se sentaría en unas bancas cercanas y disfrutarían del algodón:
- ¿Lo ven?, Sin ningún rasguño - dijo Krad con un tono presumido.
- He de admitirlo, me has impresionado - respondió Nagashi.
- Ahora, ¿A qué juego vamos? - pregunto Flay.
- A los carritos chocones - sugirió Hanna.
- Me parece bien - dijo Krad.
- Bien, vamos allá - dijo Flay mientras se levantaba de la banca e iba a la atracción.
Seguido de eso los demás se levantarían y lo seguirían, pero Nagashi y Emili se levantarían al último apropósito para charlar:
- No se que me parece más sorprendente, que si el hecho de que mi hermano haya aceptado venir o que no esté tratando de humillarte - dijo Emili a Nagashi.
- También pensé eso, pero por el momento no pensemos en eso y disfrutemos de nuestra estancia aquí - contesto Nagashi.
Emili solo le daría una sonrisa a Nagashi y apresuraron el paso para alcanzar a los demás.
Mientras tanto fuera de la feria, Davil y Jane habían llegado hasta la entrada de la misma donde Davil pagaría la entrada de ambos:
- ¿Crees que nos encuentren aquí? - pregunto Jane.
- No lo creo, hay bastantes sitios donde esconderse aquí si lo piensas bien - respondió Davil entrando a la feria junto con Jane - además, aquí están algunos amigos quedaron de verse aquí, seguro que nos ayudarán - respondió Davil mientras le daba una pequeña sonrisa a Jane, dándole así mucha confianza.
Minutos después en la feria, el grupo de amigos estaba saliendo de los autos chocones muy contentos:
- Vaya, no había subido a uno de esos autos en mucho tiempo - dijo Nagashi muy emocionado.
- Ni que lo digas, solo espera a que se lo contemos a Davil - agrego Hanna.
- De lo que se perdió el pobre - dijo Emili.
- ¿Y cuál es el último juego al que quieren subir?, Qué ta me estoy aburriendo - dijo Flay.
- A ese - sugiero Emili señalando la rueda de la fortuna.
- Suena bien - dijo Krad.
- Opino lo mismo - agrego Hanna.
- Bien, lo que sea, solo quiero que después de esto vaya a mi casa y me valla a dormir - dijo Flay con un tono un poco amargado mientras se dirigía a la Rueda de la fortuna.
- Ok - dijo Krad dirigiéndose a la Rueda de la fortuna también.
El resto del grupo se dirigió a la Rueda y se subirán a tiempo: Flay y Krad habían subieron en la misma cabina, mientras que Nagashi y Emili se suben en otra a la vez que Hanna de sube en otra.
La rueda empezaría girar y todos con la excepción de Flay estarían emocionados por llegar a la cima de la rueda de la fortuna, y después de unos minutos los primeros del grupo en llegar a la cima son Nagashi y Emili quienes estarían contemplando el hermoso paisaje.
De un momento a otro fuegos artificiales increíbles serían lanzados, lo que aumenta la emoción de todos en la atracción.
Nagashi y Emili por unos momentos ignorarian los fuegos artificiales para mirarse fijamente mientras se sonrojaban mutuamente e mientras lo hacían, ambos se acercan lentamente mientras cerraban sus ojos lentamente para finalmente darse un lento pero apasionado beso mientras que los fuegos artificiales seguían siendo disparados.
Mientras eso pasaba la rueda seguía girando y ahora Krad y Flay estaban en la cima observando a la pareja, pero Flay los observaba con más atención pero sin el ceño fruncido, sino con una ligera sonrisa de felicidad:
- Estas feliz por tu hermana, ¿No es así? - pregunto Krad.
- No - exclamó Flay un poco molesto.
- A mi no me engañas, amigo, por fuera aparentas que quieres deshacerte de Nagashi a toda costa por su relación, pero por dentro estás realmente feliz por ellos - dijo Krad dejando sin palabra alguna a Flay - quieres protegerla, ¿Verdad? - pregunto Krad.
- ¿A quién? - pregunto Flay.
- A tu hermana - respondió Krad
- ¿Y a ti que?, No tienes más familia aparte de ellos quienes te encontraron en un sucio - confronto Flay muy molesto mientras señalaba a Nagashi y Hanna.
Krad no se vería molesto, si no que quitaría uno de los guantes que tenía puesto, para ser exactos se quitaría el guante de su mano derecha, dejando ver un anillo de plata muy hermoso puesto en el dedo índice:
- ¿Y eso a que viene a nuestra conversación? - pregunto Flay aún molesto.
- Este anillo, lo ahnelaba mucho mi hermana menor, ahorre y trabaje mucho para comprarlo el día de su cumpleaños - dijo Krad con un tono serio mientras que la expresión de Flay estaba cambiando completamente al oír la historia - cuando llegó ese día me apresure para comprarlo, y cuando lo conseguí fui directamente a mi hogar para entregárselo, "todo este trabajo valdrá la pena si así logro ver su bella sonrisa" pensé, pero cuando llegue… solo vi… - en eso Krad empieza a apretar los dientes y los puños con mucha rabia mientras algunas lágrimas brotaban de sus ojos.
- Oye, tranquilo viejo - dijo Flay mientras ponía su mano en el hombro de Krad, tranquilizando lo un poco.
Krad se limpiaria las lágrimas mientras se vuelve a poner el guante en su lugar.
Pero sin que se dieran cuenta, alguien los estarían observando con unos binoculares desde uno de los puestos de la feria:
- Objetivo localizado - dijo el que los observaba en una radio.
- Entendido, vamos para allá - respondió alguien a través de la radio.
CONTINUARA…
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