Vídeo llamadas, brujas y algo mas


Fue una larga pero reconfortante noche. Habiendo efectuado exitosamente el robo, Kim y yo volvimos a casa para "celebrar", vale decir que nuestra celebración consto en atragantarnos con pizza y ver programas basura. Sin darme cuenta de lo agotado que estaba me quede dormido en el sofá, el mundo se podría haber acabado y yo ni enterado. Cuando desperté me sentía como nuevo, me estiré un poco y al mismo tiempo escucho a Kim bajando las escaleras, ella se para frente a mí y dice:

-Mamá está en la pantalla del notebook.

"Mamá está en la pantalla del notebook", el mensaje llega lentamente a mi cerebro, debido a que acabo de despertar, un momento...mamá...notebook... ¡No puede ser! Me paro de un salto y corro a mi habitación; la pantalla del ordenador se encuentra encendida y en ella un gran cuadrado con una mujer de melena marrón intenso, con un sombrero blanco, que mira hacia mí con una ceja levantada y una media sonrisa.

-Hola mamá – saludo sin ganas sentándome en la silla del escritorio.

Ella no cambia la expresión de su rostro, se queda mirando así por un instante y yo le devuelvo una mirada seria.

-No sabía que te gustaran las niñas más pequeñas, aunque admito que es muy guapa, pero ten cuidado, no vaya a ser que te acusen de abuso contra menores de edad- mi madre se burla con las mejillas sonrojadas.

-¡Oye! ¡Espera un momento! No se trata de eso, es solo que... -Me quedo callado y no sé qué decirle y ella interrumpe con una risotada.

-¡Que mono eres cuando te pones nervioso hijo! Basta de dramas, estuvimos hablando un rato y me lo ha contado todo.

He quedado impactado ¿Cómo que le ha contado todo? Le dije que no le contara a nadie que es hija de un dios griego y ¡Aaagghh! Lo que sea- Si, si bueno, no le hagas mucho caso, ella no está en sus cabales...entonces ¿Para qué me has llamado? -Pregunto.

Mi madre se cruza de brazos -Quería saludar a mi hijo solamente ¿Es que no lo hago siempre? Pero veo que estas llevando las cosas bastante bien-responde burlona.

La conversación me está cansando, miro la hora y me doy cuenta que es tarde -Lo siento madre, pero se nos hace tarde, hablamos luego- Me despido cerrando la pantalla, pongo mis manos detrás de mi cabeza y observo la imagen de mi padre que hay colgada en la pared, camino hacia ella y poso mi mano, automáticamente ésta se hunde y da una vuelta, por supuesto que me adentro a través, sólo para quedarme en el interior unos minutos y relajarme un poco. Es como una especie de garaje lleno de cosas interesante; una máquina tocadiscos, un auto, un pinball y una gran mesa con todo tipo de herramientas. Me siento en una silla y juego con una llave inglesa en mis manos.

-Kaito.

Casi me da un infarto. Una voz femenina llama a mis espaldas, giro mi cabeza y veo a Kim muy parada atrás mío, en sus ojos se nota un leve brillo nuevo, su vista recorre todo el lugar. Abro la boca sorprendido.

-¡¿Cómo demonios entraste aquí?! ¡No es un lugar para niños -Me pongo de pie y la llevo fuera de la habitación de una manera algo brusca -¡No quiero que vuelvas a entrar! Te lo digo en serio Kim, si te vuelvo a ver dentro me enojare muy en serio.

No es que esté muy enfadado, pero la chica es como un ninja y me espanta que aparezca en todos lados e interfiera con mis cosas.

-¡Estúpido! ¡Kaito estúpido! -Kim me grita y casi me deja sordo. Comienza una pataleta, grita y golpea cosas como loca, la mitad de mi habitación queda patas arriba. Le tomo las manos para frenarla e impedir que siga botando mis pertenencias al suelo, de seguro la he asustado.

-Fue suficiente -Miro a sus ojos fijamente y con tono tranquilo le pido que pare. De mis mangas saco un cuadernillo y lápices de colores, se los entrego y ella los toma con gusto -Ah ¿Con qué eso te gusta? Puedes quedarte con ellos. Ahora necesitamos apurarnos si queremos llegar a clases a tiempo, Aoko debería estar esperándonos.


Una vez en clases, mis pensamientos se centran en mi último robo. Estaba seguro de que era la joya que buscaba, ahora tendré que seguir buscando, le pediré a Jii-chan que averigüe acerca de antiguos tesoros, después de todo Pandora es casi legendaria...Mi mente hace click ¡De seguro es eso! ¡Él debe saber algo! Me lo dijo desde un principio ¡Iré a ver a Hermes para preguntarle! Después de todo ha sido un viajero y un ladrón desde siempre, estoy seguro de que sabe algo.

-¡Kaito! -Aoko grita en mi oreja como siempre, la observo molesto, ella tiene a Kim tomada de la mano, quien sigue con el cuadernillo y los lápices de colores en la otra mano.

Aoko la invita sentarse en el pupitre contiguo al mío, el que resulta ser el de ella. La niña se sienta y comienza a dibujar. En ese momento Saguru Hakuba se acerca a nosotros.

-¿Qué tramas ésta vez? -pregunta mirando a Kim y luego a mí.

-No tramo nada querido Hakuba -Intento sonar lo más natural posible, Kim le devuelve la mirada de una forma extraña, de la misma manera en que los chicos miran a Akako. Seguramente ha quedado embobada con el detective metiche de Londres. Aoko comienza a hacerle un montón de preguntas sobre como planea atrapar a Kid la próxima vez.

Y hablando de Akako, ella se acerca a nosotros con una sonrisa de superioridad, su vista se posa en Kim y cambia la expresión completamente.

-¿Quién es ella Kaito? ¿Una nueva pretendiente? Su mirada va de arriba abajo- Es muy menor y pierde su tiempo, tú corazón será mío tarde o temprano Ohahaha -Con su característica risa Akako irrumpe el salón de clases.

Kim la mira y agrega -Kaito ¿Quién es ésta bruja? - Su respuesta logra que ambas se miren con enfado.

-¡Oigan! Cálmense las dos. Aquí nadie es pretendiente ni bruja- Aunque si lo pienso, Akako... El ambiente sigue tenso, Kim sostiene un lápiz fuertemente en su mano, lo más seguro es que piense en lanzárselo o algo por el estilo, y eso significa que las consecuencias las pagaré yo.

-¡Embrujada! -Aoko pega un grito que casi nos deja a todos pegados en el techo, ella se acerca junto con Hakuba.

-¡Hakuba acaba de contarme que el próximo robo de Kaito Kid será en una antigua mansión abandonada!

-¡¿Queeeeee?! -Gritamos Akako, Kim y yo.

-¡Está embrujada! Y un antiguo tesoro es custodiado por fantasmas y espíritus -exclama Aoko moviéndome del brazo.

-¿Estás seguro de eso? Pregunto a Hakuba y el me mira con arrogancia y responde.

-Habrá que averiguarlo.

-¡Entonces está decidido, en la noche iremos a la supuesta mansión embrujada para dejar a Kid sin su preciado tesoro! -Akako levanta una ceja y una media sonrisa cuando termina de "dar la orden".

De seguro estos dos planean algo cada uno por su cuenta, pero aceptare el reto, existe una posibilidad de que Hakuba no mienta sobre el tesoro.


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