Cómo escribir historias de detectives

Sí, amo leer historias de detectives, crímenes, misterios, etc., ver películas o series. Y espero no ser la única, porque esta parte será para todos aquellos amantes de este género, el cual no es nada sencillo. Quizás alguna vez has tratado de escribir una historia en base a un crimen y no supiste por dónde empezar. ¡Es que las historias policíacas son juegos! Y presenta reglas muy claras:

1. Leer. Perdón, pero esta regla la pongo cada vez que les aconsejo cómo escribir determinado género. Es que no hay mejor forma de aprender que observando a nuestros antecesores, en este caso, los grandes maestros de novelas policíacas. Leer, leer y leer hará que te familiarices con el género y sus autores. Seguro que si te digo que nombres a un autor/a del género negro dirás Conan Doyle o Agatha Christie, pero ¿sabías que el primer gran detective de la literatura, Auguste Dupin, salió de la pluma de Edgar Allan Poe? Bueno, sea quien sea el autor que te guste, no dejes de leer sobre el género que deseas escribir.

2. Elementos. Sospechas, pistas, giros argumentales, diálogos entre detectives o policías, sospechosos, etc., con los cuales el lector podrá jugar a resolver el caso y lo mantenga entretenido.

3. Motivaciones. Estas son muy importantes en todo tipo de historias, pues como decía Kurt Vonnegut, cada personaje tiene que querer algo, aunque sea solo un vaso de agua. Recuerda que las motivaciones deben tener cierto sentido, tiene que existir causa y consecuencia. Debes crear la sensación en el lector de que cada acción y cada palabra tienen una fuerte motivación detrás para que se vean más creíbles. Las cosas que están en juego deben ser cruciales. Esta podría ser la vida o el sustento de un personaje, un sueño largamente mantenido u otra cosa, pero no puede carecer de importancia. Además, en el transcurso de la novela, las apuestas deben subir en lugar de permanecer igual o disminuir. Por ejemplo, una novela policíaca podría comenzar con un detective de la policía a quien se le da un caso de asesinato. En el transcurso de la novela, el trabajo del detective podría comenzar a descansar en la solución de este único crimen, y el matrimonio del detective podría comenzar a sufrir. Las apuestas se vuelven más altas que las motivaciones iniciales para resolver el crimen. Otro ejemplo de aumentar las apuestas: un detective aficionado comienza a interesarse en resolver un crimen. Con el tiempo, los seres queridos del protagonista podrían convertirse en objetivos potenciales del antagonista. 

4. Conviértete en detective. Al escribir una historia de detectives tienes que investigar cada parte, tienes que hacer que todo encaje, no puedes dejar hilos sueltos, principalmente para no generar confusiones. Por eso es súper importante que investigues mucho antes de escribir, por ejemplo, si quieres narrar una escena sobre un autopsia, deberás conocer acerca de ella, o si se están analizando huellas dactilares.

5. Confía en el lector. Si eres de esos escritores que creen que hay que explicar todo porque el lector no entenderá, déjame decirte que las novelas negras no se tratan de eso. En Los Diez Negritos de Agatha Christie, las muertes de los personajes concuerdan con las muertes de una canción de cuna —Los Diez Negritos—. La autora deja al lector la labor de desentrañar el significado de cada verso de la canción y comprender la muerte. Y al no hacérselo saber, el lector se siente como un detective lo suficientemente capaz para desentrañar un caso.

6. El detective no siempre tiene que ser un detective. Hoy en día tenemos series y libros que nos han demostrado que podemos jugar con la figura del detective, aunque quizás sean personajes a los que no sientas como detectives, pero lo son por el rol que cumplen en la historia; en Bones, es una forense, en Dexter es el propio asesino el que sigue el hilo de la investigación y House utiliza los métodos de deducción para curar a sus pacientes. En Stranger Things son unos niños quienes van en busca de su amigo, en Supernatural, los hermanos Winchester investigan casos de origen paranormal.

7. El lector debe tener las mismas oportunidades que el detective para resolver el misterio. No hay trucos ni engaños que puedan presentarse al lector fuera de los que el criminal practica con el detective. Si ocultas información útil para resolver el caso, a tu lector no le darán ganas de seguir leyendo porque no se identifica con el investigador.

8. El culpable debe determinarse por deducciones lógicas. No hay casualidad, coincidencia o confesión sin motivo. Un detective no es detective si no reúne pistas que conduzcan al culpable. Imagina que luego de leer horas y horas el proceso de investigación sea interrumpido por una persona que dice ser la culpable de todo, o que la resolución sea que la persona murió por suicidio. Sí, sería una decepción.

9. No uses tantos detectives. Si tu idea es que muchas personas resuelvan el caso pero tienen ideas muy diferentes, tienes que poder conseguir que no se genere confusión al momento de leer, por lo que siempre es recomendable un detective y si se quiere, alguien que lo acompañe.

10. El culpable debe ser una persona que ha tenido un papel más o menos destacado en la historia. Debemos conocerlo, no puede aparecer en el último capítulo justo antes de que se resuelva el caso. Si tiene motivaciones y podemos conocerlas, mejor.

11. Que el culpable sea uno. Puede tener ayudantes o cómplices, pero la responsabilidad debe recaer sobre un par de hombros.

12. No utilices descripciones muy largas ni análisis tan sutiles de los personajes. No tienes por qué explicar cómo es un personaje en cuanto aparece, sin una transición previa ni ninguna excusa para hacerlo. Si quieres que tu historia fluya de forma natural y no resulte aburrida para los lectores, intenta que las descripciones encajen dentro de la acción. Recuerda que lo principal es el análisis del caso.

13. Presagios. Involucran sugerencias de cosas que pueden suceder, ya sea directa o indirectamente. Por ejemplo, un presagio indirecto sería la llegada del protagonista a una casa durante una terrible tormenta, la cual es sugerencia de la terrible experiencia que tendrá. También a los personajes se les puede dar información engañosa o no. El protagonista podría enterarse de que un personaje cumplió una larga condena de prisión por un delito violento, y esto puede terminar siendo una excusa para desviar la atención del lector del perpetrador real del crimen, confundiéndose. Otro tipo más directo de presagio sería que un personaje sepa que otro tiene un terrible secreto.

14. Atmósfera. Puedes usar la atmósfera y el estado de ánimo para crear un gran suspenso. Ejemplos: una atmósfera opresiva en una casa antigua donde ocurrió un asesinato; una calle urbana sombría y desierta, un camino rural, o un recinto policial tenso donde todos están nerviosos ya que un asesino amenaza con volver a atacar. De esta forma, estos escenarios mantendrán alertas a los lectores a tratar de encontrar pistas o suponer que algo malo vendrá. 

15. Crea personajes fuertes. Ocurre con todos los géneros, la única forma de que tus lectores pierdan su tiempo en ti es si pueden identificarse con los personajes. Cuando estos se sienten reales, al lector le importará lo que les ocurra y las situaciones en las que se encuentren. 

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Un crimen es una actividad ilegal. Un crimen es algo que alguien comete que es una ofensa a la ley. Un crimen es un robo, un asesinato, un asalto, un secuestro, etc. No es bueno. Pero si de todas formas quieres saber cómo cometer un crimen, te diré. Paso uno: planifica el crimen antes de hacer cualquier otra cosa. Paso dos: Ahora... Espera, ¿qué? ¿Qué quieres decir con que no sabes cómo planear un crimen? Está bien, comencemos con lo básico. Un misterio es un acertijo, y la única forma de resolverlo es hacerte preguntas básicas: ¿quién?, ¿qué?, ¿dónde?,¿cuándo?, ¿por qué? y ¿cómo? Sí, seremos adultos en la primaria.

¿Quién?: se refiere a las personas, los personajes de la historia. Cada personaje tiene que tener algo que ver con el crimen, les guste o no. ¿Son testigos, víctimas, investigadores, sospechosos? Una vez que tengas tus personajes alineados en una fila, dales a cada uno un trabajo.

¿Qué?: puede no conocerse de inmediato, pero dependiendo de la situación, algunas respuestas pueden ser más obvias de lo que piensas. ¿Cuál es el problema/crimen/secreto?, ¿que pasó? 

¿Dónde?: es cómo se establece la escena para ti, tus personajes y tus lectores. Es un poco difícil investigar cuando no puedes ver la escena que te rodea, pero aquí es en donde tu imaginación es la protagonista. ¿Dónde se desarrolla la historia general?, ¿dónde ocurre el crimen?, ¿dónde estaba la víctima cuando ocurrió el crimen?, ¿dónde estaba el arma/objeto robado o persona?, ¿dónde estaba escondido el culpable?, ¿dónde estaban los testigos cuando ocurrió el crimen?

¿Cuándo?: sí, el tiempo importa. ¿Cuándo tuvo lugar el crimen?, ¿cuándo se descubrió el crimen?, ¿cuándo fueron llamadas/traídas a la escena las autoridades?, ¿cuándo encuentra el investigador su primera, segunda, tercera pista, etc.?, ¿cuándo resuelve el investigador el crimen?, ¿cuándo se atrapa/confiesa al culpable? Armar una línea de tiempo te ayudará a no tener desfases en la historia.

¿Por qué?: la razón es clave. Debes ser capaz de explicar a tus lectores por qué ocurrió este misterio en primer lugar, por qué fue una buena historia para contar. Generalmente es lo que primero se piensa a la hora de escribir y lo último que se conoce. Recuerda que quienes escriben historias de detectives deben conocer primero el final y luego retroceder. ¿Por qué el culpable cometió el crimen?, ¿por qué el culpable eligió a esa víctima en particular?, ¿por qué tu investigador fue el mejor para resolver el caso?, ¿por qué el crimen tomó tanto o nada de tiempo para resolver?

¿Cómo?: todo debe encajar muy bien como un rompecabezas y explicarse de la manera más realista posible. ¿Cómo logró el culpable su crimen?, ¿cómo fue capturado el culpable?, ¿cómo lo resolvió el investigador?

Algunas de estas preguntas son redundantes, lo sé, pero creo que es bueno repetirlas algunas veces. Te ayuda a recordar y te ayuda a detectar errores. Ahora sí, estamos listos para ver cómo implementar un crimen.

La ley

Ya sea que tus personajes estén siguiendo la ley o la rompan, la ley todavía está allí. No puedes verla, no puedes oírla, pero está allí. Si tus personajes hacen algo ilegal, alguien seguramente lo descubrirá. Alguien está obligado a alcanzarlos y ellos serán castigados por ello. Aquí es donde el escenario de tu historia realmente entra en juego. La mayoría de las novelas de misterio se basan en ciudades y pueblos reales. Entonces, si escribes sobre determinada ciudad real, es probable que para que tu historia se vea más realistas, tengas que tener conocimiento de las leyes que posea.

Cumplimiento de la ley

¿Qué hace exactamente el jefe de policía? ¿Qué hacen exactamente los forenses con los cadáveres detrás de esas cuatro paredes? ¿Cómo investigan los detectives? ¿Cómo averiguan los fiscales y los abogados defensores su información? ¿Necesitamos ir a la corte? ¿Podemos ir directamente a la cárcel? Odio decírtelo, pero no puedes simplemente hacer que un personaje señale a otro personaje y diga: "¡Lo hizo!". Luego, el otro chico baja la cabeza con tristeza y dice: "Bueno, me tienes..." Si ese fuera el caso, estoy bastante segura de que el crimen no existiría en este momento.

Crímenes

Si no sabes cómo ocurre el proceso de estrangulamiento o asesinato, por ejemplo, lo ideal sería que busques información sobre ello. Debo decir que aprendes bastante. Probablemente aprendes más información de la que necesitaba saber. Estrangular a alguien no es solo el simple hecho de dejarlo sin respiración y ya, aprendes mucho sobre anatomía, y puedes jugar muy bien con eso en la historia.

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Ahora sí, teniendo todo esto en cuenta podemos empezar a jugar con nuestras escenas y hacer un listado de detalles que quizás te gustaría tener en cuenta a la hora de escribir. En las siguientes partes pondré las que a mí más me apasionan, como identificar cuerpos, heridas, huellas dactilares, etc., pero puedes comentar qué te gustaría saber y lo subiré tan rápido como pueda.

No se olviden que si escriben en Wattpad como yo, pueden dejar el nombre de sus historias para nuestra biblioteca. ¡Nos vemos en la próxima!

"Soy un cerebro, Watson. El resto de mí es un mero apéndice", Sherlock Holmes, personaje de 1887 creado por Arthur Conan Doyle (1859-1930), escritor y médico británico.



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